Cap.

 1      1|      las celosías vio una joven pálida con hábito del Carmen.~ ~
 2      4|         crisis; estaba delgada, pálida, débil; sus quince años
 3      5|        de aquella conversación. Pálida como una muerta, con dos
 4      8| mejillas sonrosadas, y ella era pálida; también parecía haber estado
 5     10|     creo; y tila, si está usted pálida como una muerta. ¿Pero por
 6     11|     veinte años, alta, delgada, pálida, pero de formas suficientemente
 7     11|         era estrecha y huesuda, pálida, como todo el rostro; los
 8     12|   Olvido era una joven delgada, pálida, alta, de ojos pardos y
 9     15|        de prisa, distraída, más pálida que solía estar, con los
10     15|       la Muerta por su blancura pálida; y creyendo fácil aquella
11     19|         amanecer, cuando la luz pálida y cobarde se arrastraba
12     20|        Está más delgadilla, más pálida, pero hermosísima... quiero
13     20|      estaba bastante delgada, y pálida como una muerta. «Hermosísima,
14     20|       hábito del Carmen. Seguía pálida, pero había vuelto a engordar
15     21|         Teresina sonriente, más pálida y más delgada que meses
16     24|     negro de Ronzal y su frente pálida y morena..., en todo encontraba
17     25|  recordó a Teresina. A Teresina pálida y sonriente que decía, dentro
18     26|        Regenta venía guapísima, pálida, como la Virgen a cuyos
19     26|     clase media. Obdulia estaba pálida de emoción. Se moría de
20     26|      Alta, escuálida, de negro, pálida como el hijo, con cara de
21     26|    muerta -dijo Obdulia -; ¡qué pálida!, ¡qué parada! parece de
22     29|        del umbral a doña Paula, pálida, más pálida que solía.~ ~ -¿
23     29|         doña Paula, pálida, más pálida que solía.~ ~ -¿Qué hay,
24     30|      entró la Regenta.~ ~ Venía pálida, vestía un peinador blanco