Cap.

 1      1|        Aquella nariz era la obra muerta en aquel rostro todo expresión,
 2      5|    conversación. Pálida como una muerta, con dos lágrimas heladas
 3      7|           ya la tenía Ronzal por muerta de amor o deshonrada cuando
 4      8|      alacena... y aquí me tienes muerta de hambre. A ver, a ver,
 5      8|        apagados de la naturaleza muerta, ya embutida, ya salada.
 6      8|    suspirando Visita, que soñaba muerta de envidia con aquella despensa,
 7     10|       está usted pálida como una muerta. ¿Pero por qué andaba usted
 8     10| ahuyentaba al enemigo después de muerta acaso; él huir; ¡lo que
 9     12|         a don Álvaro?~ ~ -¡Antes muerta!~ ~ -Pues Ronzal, aunque
10     13|         grandeza a la existencia muerta, animal, insoportable que
11     15|         otra... ¡qué sé yo! Está muerta la pobre.~ ~ -¿Y a qué ha
12     15|         vivían en tinieblas. «La Muerta es un buen bocado», se decía
13     15|        las minas. La llamaban la Muerta por su blancura pálida;
14     18|         del monte; la naturaleza muerta parecía esperar que el agua
15     20|       delgada, y pálida como una muerta. «Hermosísima, eso sí, hermosísima...
16     22|    gozaba acordándose de su hija muerta».~ ~ Sí, don Fermín padecía. «
17     23| perseguida, arrinconada, pero no muerta. Como San Juan Degollado
18     26|     Estoy seguro de que Ana está muerta de vergüenza a estas horas.
19     26|        como el hijo, con cara de muerta como él. Fija la mirada
20     26|        santa.~ ~ -Yo creo que va muerta -dijo Obdulia -; ¡qué pálida!, ¡
21     26|     escayola.~ ~ -Yo creo que va muerta de vergüenza -dijo, al oído
22     29|       muy pintada de chocolate y muerta de frío, estaba al alcance
23     30|   asustado y vio a su amiga como muerta, supina, y sobre el embozo
24     30|     caído sobre la almohada como muerta en cuanto vio en aquellos