Cap.

 1      2|     la cabeza y miraba con un ojo solo, como también hacen
 2      2| talones, Glocester guiñaba un ojo al Deán y barrenaba con
 3      4|      puerta a escuchar por el ojo de la llave, no oía nada.
 4      4|  decía don Carlos guiñando un ojo -; esta amada podrá ser
 5      5|      otras. Pero salía por un ojo de la cara el guisar como
 6      6|    caía la baba, y guiñaba un ojo a un amigo. No cabía duda
 7      8|        se aturdía mientras su ojo avizor buscaba la presa...,
 8      9|    junto al mostrador. Con un ojo en las novedades de la estación
 9      9|  observaba con el rabillo del ojo -¡ay!, ¡sí, esto era lo
10     10|       la miraba a ella con un ojo solo, metido el otro en
11     12|      más que una; la del otro ojo debió de brotar tan pequeña,
12     12|        miraba sin quitarle un ojo a su Santa Madre, de mármol,
13     12|       don Fermín, le guiñó un ojo.~ ~ -Benedicto XIV -continuó
14     13|   devoraba con el rabillo del ojo a los del grupo. «No cabía
15     13|  tranquila, aunque sin quitar ojo de sus manos, segura del
16     13|       del batacazo posible, a ojo, como él hacía siempre los
17     16|      egoísta, admirada por el Ojo invisible de la Providencia.
18     16|       pistola. Donde pongo el ojo...; pues bien, como decía,
19     19|    ahora estoy en mi derecho. Ojo por ojo».~ ~ Así vivía Ana,
20     19|  estoy en mi derecho. Ojo por ojo».~ ~ Así vivía Ana, menos
21     20|    negativa.~ ~ Foja guiñó el ojo al Marquesito. Empezó entonces
22     23|     pilletes que ya esperaban ojo avizor la tradicional profanación,
23     27|  observaba con el rabillo del ojo la impaciencia del Magistral,