Cap.

 1      2|      aquellos tiempos! ¿Quién se acordaba ya de Meléndez Valdés, ni
 2      3|    lugares que ha recorrido», se acordaba sin querer de la barca de
 3      3|           en rigor, de lo que se acordaba no era de las palabras mismas,
 4      4|         catorce años ya nadie se acordaba de la grosera y cruel impostura,
 5      4|         tías de Vetusta. Pero se acordaba y mucho Ana misma. Al principio
 6      5|       por su hermosura. Nadie se acordaba de la modista italiana.
 7      5|             Pero al mes ya no se acordaba de don Álvaro; ni don Álvaro
 8      5|     Vetusta, doce años antes; se acordaba de haberle visto en mangas
 9      8|    apariencias...~ ~ Ya nadie se acordaba de aquello; seguía siendo
10      9| contestado el Magistral? Bien se acordaba; le zumbaba todavía en los
11     11|    cintura arriba, don Fermín se acordaba de sus proezas en el juego
12     13|          la rozagante pareja. Se acordaba del sol de invierno de la
13     17|          prohibido.~ ~ -Ya no me acordaba... Ni creía que... La verdad...,
14     17|          del Magistral; ya no se acordaba de que aquél era hombre,
15     18|          besugo!~ ~ «¿Por qué se acordaba él del besugo?» Y encogió
16     19|        vivo de quien entonces se acordaba; prefería dejarle tranquilo
17     20|          bajos; pero ya nadie se acordaba por allí de tales cuentos.
18     20|           sentía escalofríos. Se acordaba de la prueba de fuerza muscular
19     21|    sentido, era más realidad. Se acordaba de las dudas de los filósofos
20     21|        atribuía al Magistral. Se acordaba del guante morado. Mucho
21     21|         para bien ni para mal se acordaba don Fermín de tales preguntas.
22     28|      aquel señor cura?»~ ~ No se acordaba la Regenta ahora de aquello
23     30|          en mangas de camisa (se acordaba Frígilis como si hubiese