Cap.

 1      2|         calle, por ejemplo, con Trifón Cármenes, el poeta de más
 2      6|  rendición de Metz.~ ~ El poeta Trifón Cármenes también acudía
 3      7|    empleado en merecer el poeta Trifón Cármenes, enamorado líricamente
 4      7|       Era chusco! ¡Él, rival de Trifón! Había que dar un asalto.
 5     15|         más ni menos como decía Trifón Cármenes en El Lábaro que
 6     16|      las campanadas, como decía Trifón Cármenes en aquellos versos
 7     16|      gloria eterna. Y firmaba: «Trifón Cármenes». Todas aquellas
 8     18|         consejas, como presumía Trifón Cármenes que había de suceder
 9     21|         el gabinete de lectura, Trifón Cármenes repasando Ilustraciones
10     24|        Lábaro del día siguiente Trifón Cármenes, el cual había
11     24|         la obligó a favorecer a Trifón, aunque se propuso no contestarle,
12     24|      Terpsícore (otra frase que Trifón se proponía emplear). Tenía
13     24|        marcha; su bis a bis era Trifón, y Trifón había empezado
14     24|         bis a bis era Trifón, y Trifón había empezado a ponerse
15     24|  venidas y las genuflexiones de Trifón. Mal poeta era Cármenes,
16     26|    hasta el Miércoles Santo.~ ~ Trifón Cármenes, desde el día en
17     26|        secas, lo que fuera, que Trifón no lo sabía, comenzaba así:~ ~ ~ ~¿
18     26|            Sigue lo mismo.~ ~ Y Trifón corría, se encerraba con
19     26|     horas, volvía a presentarse Trifón en casa del moribundo; con
20     26|       inexorable...~ ~ No sabía Trifón lo que significaba almo,
21     26| Miércoles Santo. El Magistral y Trifón respiraron. También respiró
22     26|            etc.~ ~ ~ ~ Al pobre Trifón le salían los versos montados
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