Cap.

 1      1|          al cual había desempeñado treinta años seguidos con dignidad
 2      1|      juventud. Había llegado a los treinta y cinco años y la codicia
 3      1|            era Magistral desde los treinta.~ ~ Don Fermín contemplaba
 4      2|   beneficiado a los cuarenta años; treinta y seis había asistido al
 5      2|           y candoroso culto de los treinta años. Ni un solo vetustense,
 6      3|        pasos, mataba un mosquito a treinta y se lucía con otros ejercicios
 7      4|            don Carlos Ozores a los treinta y cinco años con una humilde
 8      7|         Para gozar -decía - las de treinta a cuarenta. Son las que
 9      8|            años, y ya cerca de los treinta y cinco aún era un torbellino,
10      9|     hombres acaso ninguno había de treinta años. El obrero pronto se
11     11|           dinero por las aldeas al treinta por ciento? Y el dinero
12     11|           descuidarse ahora, a los treinta y cinco años! Entonces,
13     12| particulares. Era un rectángulo de treinta pies de largo por veinte
14     15|             y el nuevo párroco, de treinta años, admitió a la hija
15     15|           repente se acordó de sus treinta y cinco años, de la vida
16     21|          se podía gozar así. A los treinta y seis años, cuando él creía
17     25|           en el mundo cerca de los treinta años... ¡y a un clérigo...!
18     28|      quince años al frisar con los treinta.~ ~ No tenía valor, ni aun
19     28|         una mujer hermosa, de unos treinta años, aspiraba con frenesí
20     29|    absurdos en una mujer casada de treinta años, según la filosofía
21     29|           una mujer rubia, como de treinta años, daba de mamar a un
22     30|       suficiente para medir más de treinta pasos. Las últimas condiciones