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Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias (Hapax Legomena) |
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3006 6| prensa que llegaba al Casino. Deleitábale singularmente la prosa amazacotada 3007 29| Cómo podía ser que tanto deleitasen aquellas traiciones, aquellas 3008 18| ataques del frío, disfrutaba deleites que ella no sabía explicar, 3009 9| bastaba para producir efectos deletéreos en aquella virtud en que 3010 20| perfecta cristiana. Está más delgadilla, más pálida, pero hermosísima... 3011 27| acto de la serenata. Había deliberado mucho tiempo a solas: ¿qué 3012 25| propósito sin vacilar, sin deliberar más. Haría lo que había 3013 26| otras dos, más fuertes, deliberaron. ¿Quién le ponía el cascabel 3014 9| inmóvil un instante como si deliberase; y, de repente, como asustada, 3015 28| santo varón; espere usted, ¡deliberemos; formemos un plan...!, ¿ 3016 27| venir y mandar...~ ~ Y se deliberó largamente qué se haría.~ ~ - 3017 19| de las intenciones de las delicadezas del sentimiento! ¡Y cuánto 3018 17| descaminos de la gracia, materia delicadísima, peligrosa... Decía que 3019 18| el cargo de magistrado es delicadísimo, grande su responsabilidad, 3020 5| los colocaba en parajes deliciosos y pintorescos y acababan 3021 10| que tener bien sujeto al delincuente cogido in fraganti. Si estos 3022 1| lóbrega prisión de mal seguros delincuentes. Todo esto era triste; pero 3023 3| teatro del siglo diecisiete. Deliraba por las costumbres de aquel 3024 19| aquello: Ana estaba mal, había delirado; no habían querido despertarle, 3025 22| decía él; ¡la humedad!»~ ~ Deliró.~ ~ «Soñaba que él era de 3026 26| usted la tomaría por una demagoga, por una Suñera.~ ~ -Pues 3027 20| tiempo, se hubiera declarado demagogo y enemigo de la religión 3028 6| pedigüeño y le hacía repetir la demanda.~ ~ -Sí señor, la crónica 3029 16| escena, porque la inaudita demasía de don Juan había producido 3030 5| o lo que fueran, tal vez demócratas teóricos, respetaban aquellas 3031 4| padre podía pasar por un Demodoco bastante regular, sobre 3032 22| la Paz, había comenzado a demoler el alcázar de la fe... del 3033 21| unas cosas que decía aquel demonche de fraile o lo que fuese! 3034 11| pregunta:~ ~ «¿Pero de qué demontres hablasteis dos horas seguidas?»~ ~ 3035 26| principal es que nosotros demos ahora un notable ejemplo 3036 20| mujer, sea quien sea; otras demostraban la necesidad de prescindir 3037 16| dio la casualidad de que demostré en seguida grandes facultades 3038 5| pseudoclásico; no me gustan, aunque demuestran gran habilidad en Anita. 3039 20| excomunión... y ahí me las den todas.~ ~ Su mujer y cuatro 3040 27| oro sobre la cabeza, el dengue de pana sujeto atrás, sobre 3041 29| embargo, la niebla no es muy densa... no... ni el cielo está 3042 29| de luz originarse de la densidad de las nubes? ¿Por qué desconfiar 3043 13| la boca y enseñando una dentadura perfecta. Ana encontró de 3044 21| quintiesenciada con cierta dentera moral que les encendía las 3045 6| pero la llave de aquel departamento se había perdido.~ ~ Cuando 3046 29| techo que alumbraba dos departamentos, apenas rompía las tinieblas 3047 17| espíritu de usted... en lo que depende de la parte moral. Ya sabe 3048 29| impresionable y débil iban ahora a depender sucesos tan importantes, 3049 6| aquellos balcones al mísero dependiente.~ ~ -¡Señor -gritaba el 3050 14| Pas, como si su voluntad dependiese de la máquina del reloj, 3051 21| húmeda y colorada; en ella depositaba el bizcocho don Fermín, 3052 8| turcos. Aquellas prendas se depositaban en una alcoba donde había 3053 19| registró las aves muertas, depositadas en la cocina, y contestó 3054 22| pino, lisa y estrecha, fue depositado sobre el mostrador de la 3055 9| de ahorros donde ella iba depositando sus economías de amor. Ana, 3056 11| capellanías cuyo soy el depositario sin facultades para lucrar 3057 30| lloraba, gemía, imprecaba, deprecaba, rugía, arrullaba; unas 3058 18| humillante para la religión y depresivo para don Fermín; era, de 3059 7| Dama de las Camelias y sus derivados, con más algunos panegíricos 3060 16| impregnado del café frío derramado. Todo esto miraba la Regenta 3061 30| mundano, aconsejaban el derramamiento de sangre», que después, 3062 2| buche de risa, próxima a derramarse por las comisuras de los 3063 5| El médico decía que algún derrame, algún vaso... Materialismo 3064 3| cabeza contra su pecho y derramó algunas lágrimas. Notadas 3065 16| señuelo de la ocasión le derretían; y Mesía comprendía y sentía 3066 5| cuando vea usted su alma, se derretirá como ese caramelo puesto 3067 13| magnate.~ ~ -Sí, señor, yo derribaba San Pedro sin inconveniente 3068 1| grandes. La Revolución había derribado, había robado; pero la Restauración, 3069 30| obligándole a luchar, vencerle, derribarle, matarle... ¡Para eso serviría 3070 21| secretas que tienen por objeto derribarme, como ellos dicen, de lo 3071 15| Abra usted esa puerta, derríbela usted, señor Pepe. Usted 3072 21| antes la hubiera escrito derritiéndose de amor y admiración en 3073 15| excitadas; pagaban bien, derrochaban y comían y bebían veneno 3074 13| buscar el desquite de la derrota del columpio y le desafiaba 3075 21| volvía la espalda, huía derrotada... Mejor... era un favor 3076 22| trabajaban como titanes por derrumbar aquella montaña que tenían 3077 4| el palacio para que no se derrumbara.~ ~ A don Carlos le dolió 3078 6| colección incompleta de la Revue des deux mondes, y otras de 3079 17| muchos días que siento ese desabrimiento que me arranca todas las 3080 27| respondía el Magistral, desabrochándose el maldito balandrán y soplando 3081 16| Rufina, en una palabra, desacredita el partido conservador-dinástico 3082 1| catedral. «Estas señoras desacreditan la religión». Obdulia ostentaba 3083 11| diplomacia, pasan la vida desacreditándote. Si hacemos y acontecemos 3084 20| otro para que le ayudara a desacreditar al Provisor, y considerando 3085 12| Camoirán había comenzado a desacreditarse en los sermones de la Audiencia. 3086 12| Pero en el confesonario se desacreditó antes que en el púlpito. ¡ 3087 14| Volvería pie atrás, desafiaría el mal humor de su madre? 3088 30| dijera que Quintanar iba a desafiarle. No le faltaban motivos 3089 30| hago nada de eso. Al que me desafíe, si es un diestro, le obligo 3090 9| con los suyos, pero ella desafió aquella mirada de inquisidor. 3091 18| cualquier cosa, pero no desagradecida. Yo sé lo que debo a usted, 3092 19| sus caprichos». Y, como en desagravio, para engañarse a sí propio, 3093 12| del terreno, sin sol; allí desahogaban las mal construidas alcantarillas 3094 9| con quien las penas se desahogan y los anhelos se comunican, 3095 11| buscarle un amante para que desahogue con él -aquí volvió a reír 3096 12| de la casa.~ ~ Ronzal fue desahuciado.~ ~ El Magistral habló todavía 3097 12| pretendiente. El Magistral venía a desahuciarlo. «Era un impío».~ ~ -¿Un 3098 21| olvidar la escena triste y desairada de la niña pusilánime, que 3099 15| hueso, por aquellas caderas desairadas, por aquellas piernas largas, 3100 5| sus amigas y los jóvenes desairados Jorge Sandio.~ ~ Mucho tiempo 3101 11| después había tenido que desairarla varias veces, para que no 3102 13| prebendado de oficio... y desairarle a él... que era dignidad! ¡ 3103 11| desechar a los importunos sin desairarlos. Había llegado a confesar 3104 29| la vía, y correr, correr desalado a Vetusta, entrar en el 3105 16| que no conocía, y pensaba desalentada y agriado el ánimo en la 3106 13| significaba la escasez ni el desaliño; se prescindía de la librea, 3107 22| enterrarle en aquel pozo inmundo, desamparado, que había detrás del cementerio 3108 14| por el callejón arriba, desandando el camino; pero al llegar 3109 3| momento. Volvió pies atrás, desanduvo todos los pasillos y discretamente 3110 26| espectáculo de la maldad ambiente desanimaba al buen ateo hasta el punto 3111 9| respuesta podía servir para desanimar a Mesía dándole a entender 3112 12| transformaba en trompeta desapacible y algo ronca... Pero, ¡ay!, 3113 25| querido..., yo..., todo, todos desaparecíamos. ¡Todo era polvo allá dentro!~ ~ 3114 30| contentaba con que usted desapareciera; y hoy, cuando fui a verle 3115 28| los pollos. Paco y Joaquín desaparecieron en lo oscuro del corredor. 3116 30| explicaba desde Madrid su desaparición y su silencio.~ ~ Cuando 3117 5| Señores, que va a arrancar, desapartarse -gritó el zagal de la diligencia.~ ~ 3118 16| era mostrarse discreto, desapasionado, superior a los defectos 3119 3| hubo ciertos murmullos de desaprobación, y don Víctor se alejó por 3120 8| vio visiones... en fin, desarreglos. Ahora vuelve; pero es por 3121 14| cintura; ella forcejeaba por desasirse. «¿Quién era?» Imposible 3122 17| como sacerdote que ata y desata, por razones muy serias, 3123 1| Allí comúnmente ataban y desataban culpas los beneficiados. 3124 22| Pas cuando sus enemigos desataron contra él los huracanes 3125 22| mal era cierto; no por ser desatinada la acusación de los necios 3126 14| abrumaba; podía decir cualquier desatino si continuaba allí. Y se 3127 15| ea, don Santos, basta de desatinos.~ ~ Y le cogió por un brazo, 3128 21| a poco, llegaba con el desayuno en reluciente jícara de 3129 4| que daba por buenas las desazones que el lance pudiera causarle, 3130 13| repente que acababa de ser desbancado; de papel principal se convertía 3131 7| sería feliz, dado que te desbanque, si no fueran esas irregularidades 3132 2| confesarlo, el mal gusto desbordado, la hinchazón, la redundancia 3133 10| la gota de agua que hace desbordar..., ¡caer en una trampa 3134 28| enfriara, cejase en su descabellado propósito, contentándose 3135 26| ceñir el cilicio? Pues él descalzaba los más floridos pies del 3136 2| Vetusta se debía a un fraile descalzo o al arco de medio punto; 3137 16| existencia triste, sosa, descaminada, inútil. Aquellos ocho años 3138 17| usted los grados, caminos y descaminos de la gracia, materia delicadísima, 3139 10| lo de su mujer.~ ~ Pronto descansaban todos en la casa, menos 3140 1| respetables señores:~ ~ -Aquí descansan desde la octava centuria 3141 22| vulgarmente».~ ~ «En paz descanse. -Ha fallecido en su celda 3142 14| y por aquella claridad descarada y chillona pasaban figuras 3143 16| universal de molestar, creíala descargada sobre su cabeza. No eran 3144 28| Aquellos latigazos los hubiera descargado el canónigo de buen grado 3145 19| no..., pero... «¡Ya lo descargaría!»~ ~ «¡Oh! -pensaba -, lo 3146 18| vez. La tierra fungosa se descarnaba como los huesos de Job; 3147 19| aplastadas, larvas asquerosas, descarnadas, cubiertas de casullas de 3148 22| Él es mi único hijo..., descastada..., mi único padre..., mi 3149 8| la silla en su sitio, y descendía triunfante diciendo por 3150 12| Esto es mecánico», repetía, descendiendo gustoso al estilo familiar. 3151 29| servían de estribos en aquel descendimiento.~ ~ «¡Es Álvaro!», pensó 3152 23| por la espalda, la bata desceñida, y abierta por el pecho, 3153 13| prisión y contenido en su descenso por la fuerza misma que 3154 7| parecían charadas, y sólo podía descifrarlas don Álvaro, dueño de la 3155 26| con otras. Adivinó más que descifró los caracteres que se evaporaban 3156 30| sombrero de anchas alas, desciñó el cinto negro, guardó todas 3157 14| florida, se pasearon con gran descoco en el Espolón. Tras aquéllas 3158 29| que parecía muy largo se descolgaba, sujeto a las barras y buscando 3159 13| pudiera hacer fuerza para descolgarla.~ ~ -Que llamen a Diego..., 3160 29| el otro se moviera para descolgarse... entonces».~ ~ «Pero tardaba 3161 1| gran energía, entre las que descollaban las más temerarias personificaciones 3162 29| estertor metálico, rápido y descompasado. Venció con gran trabajo 3163 21| y enreda en la iglesia y descompone el coro cuando canta?~ ~ 3164 25| de todas maneras había de descomponerla él, sacudir las almohadas 3165 12| Magistral terciando el manteo, descomponiéndose contra su costumbre... -. ¡ 3166 9| voz de la Regenta, en el desconcierto de sus palabras, notó que 3167 10| prometiendo encantos, placeres desconocidos, era un enemigo digno de 3168 16| Trifona? Probablemente, ¡y qué desconsolador era tener que echar sobre 3169 10| aquellas ideas tristes, desconsoladoras que se clavaban en su cerebro 3170 16| estuvo todo el día inquieta, descontenta de sí misma; no se arrepentía 3171 1| interrumpieron sus oraciones para descoser y recortar la coraza de 3172 4| mujeres beatas, pero tampoco descreídas, sino, así un término medio, 3173 20| exaltado liberalismo y su descreimiento y desprecio del culto y 3174 29| la pobreza ostentosa que describe Quevedo en el Gran Tacaño. 3175 19| las catacumbas, según las descripciones románticas de Chateaubriand 3176 12| Voltaire. Los herejes que descuartizaba el Magistral eran frescos. 3177 9| se sentó sobre las raíces descubiertas de un castaño que daba sombra 3178 19| matices en los colores, descubría grupos artísticos, combinaciones 3179 20| doloroso. La miraba como el descubridor de una isla o un continente, 3180 18| ensayado interesar a su amiga descubriéndole, o por vía de ejemplo o 3181 27| movimientos patéticos que le descubrieran, ni celos, ni amor, ni cosa 3182 5| Frígilis; fueron las tías que descubrieron un novio para la niña. El 3183 29| que le conviniese podía descubrirlo todo. Tenía entre sus uñas 3184 1| porque los pocos que podían descubrirlos los consideraban piadosas 3185 29| quién, llegado el caso de descubrirse los amores de una señora 3186 5| de su futura. Si Anita se descuidaba, pensaban las herederas, 3187 22| no temía nada malo, vivía descuidada sin ver que su confianza, 3188 11| temer que él volviese a descuidarse ahora, a los treinta y cinco 3189 8| no se cuenta tal o cual descuidillo...~ ~ Era alta, delgada, 3190 2| hipócrita que fingía ciertos descuidos en las formas del culto 3191 1| pública. La boca muy abierta y desdentada seguía a su manera los aspavientos 3192 12| usted recoger velas, que se desdiga S. I.?~ ~ -Creo que...~ ~ -¡ 3193 20| invocaba... ya puedo pisar sin desdoro aquel pavimento...~ ~ -Pues 3194 12| escribirle yo misma, pero dése usted por convidado.~ ~ - 3195 16| humillado ahora, por más que deseara su victoria, no por él, 3196 23| eran profanaciones, y se desechaban para atenerse a los pecados 3197 17| una idea vaga que había desechado mil veces por temeraria, 3198 16| pueblos grandes. Bailarinas de desecho, cantatrices inválidas, 3199 12| de Páez no temía ningún desembarco de piratas, pues el mar 3200 12| Había que hacer nuevos desembolsos. Limosnas, grandes limosnas 3201 2| de todo funcionario que desempeña cargos oficiales mecánicamente, 3202 1| criterio, merced al cual había desempeñado treinta años seguidos con 3203 5| figuraba todo el infierno desencadenado; había momentos en que la 3204 25| Regenta olvidó un momento el desencanto de aquella mañana. Cuando 3205 2| la una... y pasaban. ¡Qué desenfreno! ¿Pero de dónde le venía 3206 16| teatros de Madrid. Las mamás desengañadas dormitan en el fondo de 3207 20| habían dispersado, o estaban desengañados de la idea; la generación 3208 12| Magistral. Éste se hizo el desentendido, aprovechó aquella nueva 3209 30| preguntó De Pas, que parecía un desenterrado.~ ~ Miró a don Víctor a 3210 11| Carnaval, y el que se enfada desentona y se le tiene por mal educado.~ ~ - 3211 24| a emborracharse para no desentonar -. Este poblachón se va 3212 11| Teresina envidiaba a Petra su desenvoltura, su gracia, su conocimiento 3213 29| padre dulce, indulgente y deseoso de cuidados y atenciones!~ ~ «¡ 3214 12| cosa no tiene remedio, se desespera... Es decir, remedio... 3215 16| el suelo con motivo de un desestero.~ ~ -¡Se acuerdan ustedes 3216 30| Quintanar no tenía miedo, pero desfallecía de tristeza, «¡qué amarga 3217 26| negro y otro blanco, ambos desfallecidos de hambre y sucios.~ ~ Doña 3218 26| temblaban las piernas; era el desfallecimiento de aquel deleite que él 3219 26| Fermín sí; era la de Ana, desfigurada, obra de una mano temblorosa...~ ~ -¿ 3220 29| monte Areo partido por aquel desfiladero; estrecha garganta por donde 3221 25| la misma flaqueza, aquel desgajarse de las entrañas, que parecían 3222 18| las crestas de Corfín, se desgarraban y deshechas en agua caían 3223 28| pesaba arrobas, la sotana desgarrada a trechos y cubierta de 3224 28| de las nubes, que yacían desgarradas por el cielo.~ ~ Paco, con 3225 20| filosófico de un pesimismo desgarrador, como decía el capitán Bedoya. 3226 28| que salía por la bóveda desgarrando jirones de nubes de forma 3227 18| la vuelta al mundo para desgarrarse en Corfín otra vez. La tierra 3228 3| La tormenta de nervios se deshace en agua; está conjurado 3229 15| chupan la vida, la honra..., deshacen en un mes lo que yo hice 3230 3| y aun tomaba a su cargo deshacer su perniciosa influencia. 3231 21| formaban círculos, los deshacían, como bailarinas de ópera, 3232 21| rosetones dejaban pasar la luz deshaciéndola en rojo, azul, verde y amarillo.~ ~ 3233 8| que el Marqués supone, se desharía en polvo; la madera vieja 3234 18| Corfín, se desgarraban y deshechas en agua caían sobre Vetusta, 3235 9| las confiterías eran los desheredados. Una ola de rebeldía se 3236 29| grandes sacos de ropa sucia se deshilachaban sobre las colinas de lontananza; 3237 29| se veía entre las ramas deshojadas de los árboles, apiñados 3238 28| demás que era mudo y no era deshonesto y grosero».~ ~ «Así como 3239 7| Ronzal por muerta de amor o deshonrada cuando menos.~ ~ Mejor que 3240 10| moral de las bofetadas que deshonran. Le parecía una vergüenza 3241 10| tiene él de que yo entre a deshora, sin luz en su despacho? ¿ 3242 24| Otros hacían alardes de desidia, de escepticismo, de cualquier 3243 8| la calle. Era de las más desiertas; crecía yerba entre las 3244 8| de la vida las naturales desigualdades de la sociedad en que vivimos», 3245 16| Ana veía los renglones desiguales como si estuvieran en chino; 3246 24| arriesgar algo.~ ~ Nunca había desistido de conquistar aquella plaza.~ ~ ¡ 3247 26| habló con el ex-alcalde, desistieron de contrarrestar la poderosa 3248 21| Ana le mandaba el corazón desleído en retórica mística. Ya 3249 11| el Magistral conocía los deslices, las manías, los vicios 3250 5| porque si se le refería un desliz de los que suelen castigar 3251 16| el Norte y nevaba, solían deslizarse algunos copos por la claraboya 3252 1| cabeza, y más que anduvo se deslizó sobre el mármol del pavimento 3253 9| salían chorros de gas que deslumbraban a los vetustenses, no acostumbrados 3254 5| Doña Anuncia quedó deslumbrada... ¡Don Godino... mediocritas... 3255 26| Regenta. En cuanto a él, lucía deslumbradora bota de charol, con perdón 3256 11| a los fieles en Madrid, deslumbro a los vetustenses y seré 3257 30| entonces las frases frías, desmadejadas, con que el Magistral recomendaba 3258 28| tenía un poco lánguido y desmadejado. Calculaba él, con aquella 3259 16| triste, todo negro, todo desmañado, sin expresión..., frío... 3260 8| que yo te sorprenda en tus desmanes, muchacho...! No llegas 3261 13| tomado aquella plaza... desmantelada; no había gozado los supremos 3262 17| santos. ¡Ay de usted si desmaya porque ve que para Teresa 3263 20| perpetua zozobra; pero no desmayaba. «Ya que él quería perderse, 3264 26| asomaban los pendones tristes y desmayados, las cruces y ciriales, 3265 26| hijas de don Pompeyo dos se desmayaron en compañía de su madre 3266 25| estaba mareada..., me desmayé... y me llevaron a casa.~ ~ -¿ 3267 25| llevaron a casa.~ ~ -¿El desmayo fue... en los brazos de 3268 1| confesárselo, sentía a veces desmayos de la voluntad y de la fe 3269 27| leer y me prohibiría la desmedida afición. ¡Oh, qué cosas 3270 6| de él. Al día siguiente desmentía en otro periódico sus noticias 3271 20| in sacris con la afición desmesurada al alcohol en sus varias 3272 18| un montón de arena que se desmorona... No sé cómo explicarlo... 3273 16| si la perdía -, volvía a desmoronar aquella torrecilla del orgulloso 3274 6| las paredes esperando ver desmoronarse el edificio... No era eso. 3275 13| obligaba a su víctima a desnudar el alma en su presencia, 3276 5| pudor, que le enseñaban mil desnudeces que no había visto en los 3277 30| buscó la cama a tientas, se desnudó por máquina, se envolvió 3278 20| aquel refugio de sus horas desocupadas, que eran muchas, y anduvo 3279 21| volatilizándolo, parecíanle desocupados dignos de compasión. «La 3280 18| un mástil sumergido. La desolación del campo era resignada, 3281 21| Y quedaba el rabo por desollar. La cuestión de salvarse 3282 21| tampoco veía claro. Estaba desorientada. La conducta de su ama le 3283 6| chicos sólo en Madrid se despabilaban. Caro cuesta, pero al fin 3284 22| esta necesidad material la despachaba en un decir Jesús, dando 3285 17| demasiado; y además, podemos despachar más pronto la cuenta de 3286 12| dentro de una hora; en cuanto despache de prisa y corriendo...~ ~ 3287 25| la novena no faltaban; se desparramaban por las capillas y rincones 3288 14| por abandonar su Espolón, desparramándose por las carreteras.~ ~ «-¡ 3289 4| cerca, gritó, alzó la cabeza despavorida... no tenía duda, una zarza 3290 2| estaba cansada, aburrida, despeada, pero no aturdida. Hacía 3291 12| mucha gente desconocida, despearse y a casa. Las niñas vuelven 3292 8| rojo y plata del salmón despedazado. Allí cerca, en la despensa, 3293 30| insultar, sin matar, sin despedazar con las palabras. «Aquello 3294 30| insultara, que matara, que despedazara, sin insultar, sin matar, 3295 21| que don Álvaro se había despedido el día anterior.~ ~ «Veinticuatro 3296 5| camino.~ ~ Toda Vetusta fue a despedirlos; la nobleza y la clase media. 3297 13| respondía con mal disimulado despego a las coqueterías de Obdulia 3298 23| en su tocador, se puso a despeinarse frente al espejo; suelto 3299 30| capilla se iba quedando despejada. Cuatro o cinco bultos negros, 3300 29| Cuando ya tenía las ideas más despejadas, reconoció imparcialmente 3301 13| salón quedaban poco a poco despejados, el Magistral creyó que 3302 29| aquel lado el cielo prometía despejarse, la niebla hacía palidecer 3303 8| casa del Marqués, pero se despellejaba a los tertulios. Se contaba 3304 30| y hasta la envidiaban y despellejaban muchos hombres con alma 3305 16| función, sino a mirarse y despellejarse de lejos. En Vetusta las 3306 2| o a un tordo encogido y despeluznado. Tenía sin duda mucho de 3307 10| luna seguía corriendo, como despeñada, a caer en el abismo de 3308 2| aquel tejemaneje. No habían desperdiciado ni una sola ocasión. ¡Claro!, 3309 22| un poco de azúcar y otros desperdicios, se los metía en un bolsillo 3310 1| era la iglesia quien podía desperezarse y estirar las piernas en 3311 19| delirado; no habían querido despertarle, pero la señora había pasado 3312 27| sin hacer ruido, para no despertarnos.~ ~ -Descuide usted.~ ~ 3313 28| modo de convencerle.~ ~ -Despídame usted de la Marquesa. En 3314 29| anuncia al mundo tu venganza, despídete de la tranquilidad para 3315 2| se movía. Se habían ido despidiendo todos los señores canónigos; 3316 7| Se disolvió la reunión, despidiéndose hasta la noche. Aquéllos 3317 11| formalmente hubiera sido un despilfarro de lavado y planchado.~ ~ 3318 1| moral se pervertía y se desplomaba la fortaleza de aquel miedo 3319 30| cielo encapotado amenazaba desplomarse en torrentes de lluvia. 3320 6| relevaban; pero a veces le desplumaban a un tiempo. El cuarto jugador 3321 6| alternaban en el cuidado de desplumarle; se relevaban; pero a veces 3322 30| le miro; si me viera en despoblado, solos frente a frente, 3323 23| caer toda la ropa de que se despojaba para dormir. En un rincón 3324 2| mucetas y capas de que se despojaban para recobrar el manteo. 3325 22| rapavelas, el que me ha despojado..., y vendrá a burlarse..., 3326 12| resolver una injusticia, un despojo, una crueldad útil, vaciló 3327 5| se vengaba de las burlas, despreciándolas y desdeñando los obsequios 3328 15| pensaba ella admirándole y despreciándole al mismo tiempo.~ ~ Y él 3329 12| humillaba a los subalternos; despreciándolos hasta no verlos a los dos 3330 20| objetado don Pompeyo, si no despreciara tales hablillas, «abroquelado 3331 27| valor para faltar, para despreciaros, para olvidarlo todo..., 3332 22| incomparable de tener que despreciarse. Además, Anita no se atrevía 3333 28| Ana siguiera sus ideas y despreciase las maliciosas y groseras 3334 29| inerte, no podía resolver. Se despreció profundamente, pero más 3335 25| piedad que creía ella debía desprenderse de aquellas paredes santas, 3336 19| un sentimentalismo, como desprendido de la niebla que bajaba 3337 1| lo sabía, era una mujer despreocupada, tal vez demasiado; era 3338 18| sabe el mundo y esto es en desprestigio de la Iglesia... Empeñarse 3339 18| crujía, las penitencias eran desproporcionadas, enormes.~ ~ En vano esperó, 3340 10| magistrado; le pareció un despropósito y una desfachatez que ya 3341 30| con sus sermones sosos y desprovistos de vida, de unción, don 3342 6| artísticas y literarias. Despuntaba en la Arqueología y en la 3343 4| mundo, pero a sus solas se desquitaba. El enemigo era más fuerte, 3344 1| sembrados por el ancho valle, se destacaban sobre prados y maizales 3345 10| trabajar como si estuvieras a destajo... No me interrumpas; ya 3346 27| Por fin llegó el coche destartalado, sucio, a paso de tortuga.~ ~ -¡ 3347 12| Se le despide con cajas destempladas. En casa se rezan todas 3348 2| el chirrido de ese grillo destemplado.~ ~ Y el Arcipreste, que 3349 29| al herirle de repente le desteñía, como un chubasco, todas 3350 10| destierro. «Pero, ¡ay!, era una desterrada que no tenía patria adonde 3351 12| llamaba en Palacio el que destinaba el Obispo a sus visitas 3352 16| Aquellos martillazos estaban destinados a ella; aquella maldad impune, 3353 19| sobrenaturales. Se había destocado y su cabello espeso, de 3354 11| ellos, doblando la cintura y destocándose como si pasara un rey; y 3355 3| jactancioso. Estimaba en poco su destreza; casi nadie sabía de ella. 3356 15| conducían a hombros el cuerpo destrozado de su marido en unas angarillas 3357 27| os echo los perros, que destrozáis la yerba de Pepe... ¿Qué 3358 17| entra aquí por la noche a destrozarme las semillas...?~ -¿Qué 3359 10| del culpable, pero no su destrucción. Los zorros que él cazara 3360 16| corazón, de su voluntad que se destruía ocupándose con asunto tan 3361 25| sembrara el carnaval las destruyeron a penitencia limpia el Padre 3362 21| veniales y esto fue lo que me destruyó». Yo ni de los mortales 3363 16| había empezado a caer en desuso a los pocos días, y apenas 3364 15| estoy empeñado, embargado, desvalijado... y usted ha vendido cientos 3365 29| Novedades, que dejara en un desván doña Anuncia, y sabía quién 3366 9| se afirman y las dudas se desvanecen. Si todo esto no lo ordenase 3367 16| fortaleza de la vigilia desvanecíase por la noche, y sin que 3368 1| por siluetas de montañas desvanecidas en la niebla que deslumbraba 3369 5| algunos hombres eminentes desvanecidos, uno por uno despreciaba 3370 4| virginal de Anita se fue desvaneciendo; el mundo se olvidó de semejante 3371 3| de don Álvaro también fue desvaneciéndose, cual un cuadro disolvente; 3372 27| palabra, y por último el desvanecimiento de la conciencia de su unidad; 3373 3| de ser tan lejana, no se desvaneció con ellos.~ ~ «¡Qué vida 3374 18| a usted; hay noches que, desvelada en la cama, procuro alejar 3375 16| reja de doña Ana..., los desvelos de Ciutti, las trazas de 3376 22| fuera con tablas viejas y desvencijadas.~ ~ Sobre el mostrador, 3377 28| Cuando el miserable y desvencijado vehículo llegaba a las primeras 3378 5| conciencia amparando a la desventurada hija del hermano de sus 3379 3| Después dijo un refrán desvergonzado en que se insultaba a su 3380 11| dan a usted derecho para desvergonzarse...~ ~ -¡Poco ruido! ¡Poco 3381 30| consentido tanto tiempo aquella desvergüenza.~ ~ -¿Pero qué sabe usted 3382 17| insustanciales, prosaicas, desviadas del camino que conduce a 3383 5| guisa mi hermanita. Yo me desvivo por la niña. En casa no 3384 5| pero el médico añadía unos detalles que doña Anuncia no vacilaba 3385 27| marquesina de la entrada nos detenemos; silencio general... un 3386 25| embargó el ánimo. Quería detener el tiempo. Ya deseaba que 3387 25| Magistral sin valor para detenerle, sin fuerzas para llamarle. 3388 10| de corral, pero sí para detenerlo, merced a ciertos ganchos 3389 13| Marquesa, y delante de ellos, detenida por la conversación de doña 3390 5| si quisiéramos analizarla detenidamente, nos daría por resultado 3391 9| usted.~ ~ -Si no te hubieras detenido en la fragua de tu primo...~ ~ -¿ 3392 16| decoraciones se habían ido deteriorando, y el Ayuntamiento, donde 3393 20| cosquillas..., pero no se determinaba a decir sí ni a decir no.~ ~ « 3394 18| acababa por querer lo que determinaban los demás. Si Ana Ozores 3395 21| vaga, que aborrecía toda determinación, que se complacía en su 3396 7| ciertas idas y venidas y determinadas actitudes ora de tristeza, 3397 5| habían desaparecido. Ellos determinaron la crisis violenta que puso 3398 16| dijo Ana aquello que al determinarse a rectificar su confesión 3399 30| rápidas y en seguida una detonación. La bala de Quintanar quemó 3400 11| mundo, lo que dicen mis detractores».~ ~ Como el pensamiento 3401 21| don Fermín que el sol se detuviera otra vez, que el tiempo 3402 9| caserón de los Ozores, y se detuvieron. El farol dorado que pendía 3403 13| recibiendo en calidad de deudo de los marqueses al señor 3404 16| cantaban los del coro bajo: «Deus, in adjutorium meum intende».~ ~ 3405 6| incompleta de la Revue des deux mondes, y otras de varias 3406 20| abuela, servía a la madre de devanadera, oía con paciencia y fingida 3407 21| legendarios del amor de devaneo, muchas próximas a la transformación 3408 10| quién ha causado esta devastación...? ¡Petra! ¡Anselmo! -y 3409 12| suspiraban; miraban los devocionarios abiertos y hasta pasaban 3410 6| devolvieran. Pero «no se devolvían los originales». Aprovechaba 3411 21| corazón y el templo retumba devolviendo el eco de la alegría desde 3412 6| después de un año, que se los devolvieran. Pero «no se devolvían los 3413 3| maestra de la naturaleza, le devolvió toda la elevación de miras 3414 11| si esta ambición que me devora no es más que una forma 3415 21| odio, a la envidia, que la devoran y hacen de ella lo que quieren: 3416 5| que la admiraban de lejos, devorándola con los ojos, habría alguno 3417 8| casado y nadie se las había devuelto quejándose de lesión enormísima. 3418 22| perros, y alguno que otro diablejo con rabo».~ ~ ~ ~ 3419 1| Bermúdez, éste saldría ya diácono por lo menos, según Frígilis. 3420 12| esplendoroso en un cielo diáfano. ¡El sol, el cielo! ¿Qué 3421 22| con qué se come el poder diaforético del citado alcohol? Tampoco; 3422 27| oye: «La Aurora suplica a Diana que apresure el curso de 3423 9| el alma y ponerla en el diapasón de la santidad al unísono 3424 11| cuartilla, después, encima, dibujaba otras rayitas, cruzando 3425 21| de la falda ajustada se dibujaban muslos poderosos, macizos, 3426 27| de niña..., y un marinero dibujado por mi pluma que, según 3427 11| Magistral se sorprendió dibujando la tiara en el margen del 3428 1| colores, sin nombre exacto, dibujándose sobre el fondo pardo oscuro 3429 27| en suma... Quisiera saber dibujar para dar formas a estas 3430 20| Una sonrisa angelical se dibujó en su rostro; así debió 3431 13| cánticos locos de pájaros dicharacheros; de las ventanas del patio 3432 26| e iliteratas no son para dichos. El mismo señor Obispo, 3433 27| mal de esas aprensiones dichosas no me dé pormenores, bastan 3434 12| resolverán nunca los expedientes dichosos...~ ~ De Pas se vio cogido 3435 27| ejemplo, de vez en cuando, diciéndome lo que sabe que importa 3436 21| Magistral en voz alta como diciéndoselo a jilgueros y gorriones, 3437 20| debiste haber salido. Amen dico vobis.~ ~ Y cayó Juanito 3438 24| No quería abdicar su dictadura el buen Quintanar; don Álvaro 3439 20| la algazara para dar su dictamen tan lleno de experiencia 3440 12| cartas que escriben las dictan las monjas y están siempre 3441 4| todavía el pensamiento seguía dictando a borbotones, tuvo la mano 3442 20| le ocurría a él si se las dictaría el Magistral». Una tarde 3443 18| para entrar en el poder dictatorial, aunque ilustrado, de Tomás 3444 23| Tecum principium in die virtutis tuae in splendoribus 3445 12| Hasta que tienen quince o dieciséis años las hijas de mis primos 3446 16| nuestras grandezas, nos diéramos esos aires de señores y 3447 11| 18 de julio de 1870: haec dies quam fecit Dominus...»~ ~ 3448 20| sin que las apariencias diesen motivo para las hablillas, 3449 3| con la palmatoria en la diestra mano; con la izquierda levantó 3450 4| callada; seguía soñando; la dieta le daba nueva fuerza para 3451 11| capellanías; si yo cobro diezmos y primicias en toda la diócesis; 3452 18| recurso sería la ocasión dificilísima, casi imposible, de un ataque 3453 16| que el tabique intermedio dificultaba la conversación, los más 3454 24| desapareció entre los grupos que dificultaban el tránsito por el salón 3455 8| destellos de alegría que se difundían en reflejos por todo el 3456 23| remontarse se extraviaba y al difundirse se desvanecía... Apoyó la 3457 16| que lo supieran sus tías difuntas; que lo supiera su marido; 3458 20| Pues qué, ¿tengo mala cara? Dígame usted con franqueza..., ¿ 3459 7| corro - no es un místico que digamos, pero no creo que sea solicitante.~ ~ -¿ 3460 2| ejemplo, no saben bailar. Díganme, si no, ¿de dónde se sacan 3461 2| sólo se repuso su estómago; digería muy bien, pero no discurría; 3462 7| irregularidades de las vías digestivas.~ ~ Joaquín siguió algunos 3463 22| gesto de compasión y se dignaba explicar aquello. «Don Santos, 3464 12| bastante envidiada, a casa, sin dignarse jamás pasar los ojos sobre 3465 28| Vetusta, podía pedirla que se dignase siquiera alentar su pasión 3466 13| heredada de un Vegallana, alto dignatario en Méjico, de las ceremonias 3467 17| fuego. Aquellas venerables dignidades profesaban a la sagrada 3468 23| de viento que pasó..., y dignificar las emociones profanas del 3469 13| parecía cosa de turcos. Los dijes del primo, la camisa de 3470 7| por todos conceptos.~ ~ -Díjolo Blas.~ ~ -¡Lo digo yo!~ ~ - 3471 16| relajamiento, algo que al dilacerar la voluntad, al vencerla, 3472 15| que parecía una perezosa dilatación de las fibras más hondas...» 3473 27| Sí, señor.~ ~ -Pues dile que mañana muy temprano 3474 18| noticias tenía ya el confesor diligente.~ ~ Cuando ella volvía a 3475 18| bandadas oscuras de peguetas diligentes. Para estas excursiones 3476 9| protestantes establecen para dilucidar casos de conciencia. «Las 3477 8| su agazapado cuerpo las dimensiones de la carbonera provisional 3478 1| ingenio suyo; y entre estos dimes y diretes en que todo era 3479 13| segura del acierto exacto del diminuto canónigo.~ ~ -¡Señor mío! - 3480 20| Pompeyo Guimarán, presidente dimisionario de la Libre Hermandad, natural 3481 7| reaccionario dentro de la dinastía y Mesía, dinástico también, 3482 8| más reaccionario entre los dinásticos; pero no tenía afición a 3483 1| Bismarck fuera canónigo y dinidad (creía que lo era el Magistral) 3484 11| Apoyando una mano en el dintel de la puerta de la alcoba, 3485 22| aquel año la víctima de las dionisíacas de la injuria; no se hablaba 3486 3| simulacro de presentación diplomática en el tono jocoserio que 3487 7| entraba don Álvaro en la Diputación, y él quedaba en la sombra; 3488 7| sabes lo que pasa?~ ~ -Tú dirás.~ ~ -Que tienes un rival 3489 28| tronco a tronco, en todas direcciones subían y bajaban hilos de 3490 8| único servicio positivo y directo que prestaba era el de agente 3491 16| artesones ni cosa parecida, los directores de escena solían decidirse 3492 22| desgracia inopinada. Sólo diremos que, en concepto de los 3493 1| suyo; y entre estos dimes y diretes en que todo era espiritualismo 3494 2| desinteresada por la mujer, diríase mejor, por la señora. Aquel 3495 16| propia conveniencia~ ~ ~ ~dirige amor su fatiga,~ ~ ~ ~luego 3496 13| un piano desafinado, se dirigieron los primeros a la huerta, 3497 21| admiración en la carta que le dirigiese. No estaba la Regenta acostumbrada 3498 14| dogmáticas, morales y hasta disciplinarias, y si se quiere políticas, 3499 13| alababan mutuamente con pullas discretas, por medio de antífrasis; 3500 3| reputaciones tan a tiempo, ni en el discreteo de lo que era amor y no 3501 29| ofrecer sus servicios, con discretísimas medias palabras y buenas 3502 30| que obedeciendo a impulsos disculpables, pero no justos, y sordo 3503 13| a enredar -dijo Bermúdez disculpando a su pariente, y como recibiendo 3504 7| fuerte, invencible, podía disculparlo todo. A lo menos así lo 3505 3| el divino don Pedro había discurrido como nadie y sin quitar 3506 2| siempre había alimentado, discurrió hacer de tripas corazón, 3507 13| ir a rezarle al oído el discursito que traía preparado -estilo 3508 9| ahora aquellos granujas discutiendo el nombre de lo que no habían 3509 22| mucha frescura; don Pompeyo discutiría con Su Ilustrísima si había 3510 4| moral que se le impuso, sin discutirla, ciegamente, sin fe en ella, 3511 19| pechuga, mientras Quintanar disertaba.~ ~ -Bueno -decía don Víctor -, 3512 16| impacientaba con aquella disertación académica.~ ~ Don Álvaro 3513 21| que no era por necesidad disfrazada de idealismo por lo que 3514 21| pálidas y recias, mujeres ya, disfrazadas de niñas, con ojos pensadores 3515 19| indispensable que alguien se disfrazase cambiando, por lo menos, 3516 8| pollos de imaginación se disfrazasen de mujeres o de turcos. 3517 27| retórica; recuerdo cuánto le disgustan las frases... En fin, estoy 3518 8| despreciaba; pero por no disgustarle, no había querido darle 3519 9| Flammarion, pero éstos le disgustaron; hablaban mal de la Iglesia 3520 21| Corriente, pero aquello de disgustarse de todo era poco divertido. ¿ 3521 22| Glocester.~ ~ El primer disgustillo que tuvo De Pas aquel verano 3522 14| vez no pretendía siquiera disimularlos.~ ~ -Yo -continuó Fortunato - 3523 14| tuvieron inconveniente, o lo disimularon, en codearse con damas y 3524 29| don Fermín, por mucho que disimulase, estaba enamorado como un 3525 29| sol no había conseguido disipar la niebla; se le vislumbraba 3526 12| retractarse y a cambiar aquel dislate por otro inofensivo.~ ~ 3527 21| Magistral; su educación pagana, dislocada, confusa, daba extrañas 3528 12| Justo, mientras su cuerpo dislocado se rompía dentro con chasquidos 3529 12| aumentaba y el de ingresos disminuía; y don Francisco de Asís 3530 21| Durante los meses del calor disminuían bastante las limosnas, pero 3531 28| Fermín que su influencia iba disminuyendo, que la fe de Ana se entibiaba 3532 12| Cuando entró el Provisor, disminuyó el ruido; los más se volvieron 3533 5| hubiera seguido con vida tan disoluta. Pero no había motivo para 3534 25| Todo parecía que iba a disolverse. El Universo, a juzgar por 3535 13| gritaba Ripamilán, mientras disolvía sal en el plato de doña 3536 22| cuchicheaban, se mezclaban, se disolvían.~ ~ Por allí andaban Foja, 3537 18| parecía esperar que el agua disolviera su cuerpo inerte, inútil. 3538 7| Había cesado la lluvia. Se disolvió la reunión, despidiéndose 3539 4| fío... no me fío...~ ~ Y disparataba sin conciencia; porque él, 3540 11| con cascabeles; según ese disparatado modo de pensar que usa vuecencia, 3541 6| verle a él animado, decidor, disparatando con gran energía y entusiasmo, 3542 22| petatur et a quo.~ ~ ~ ~Cultus disparitas, vis, ordo, ligamen, honestas...~ ~ 3543 1| con su personilla aquel disparo; apuntaba el carca hacia 3544 20| Guimarán.~ ~ -Está usted dispensado, joven -respondía el pensador 3545 16| jaqueca y le suplicaba que la dispensase; que ella le avisaría...~ ~ 3546 20| familia; a ese clero que dispersa los hogares y hunde en alcantarillas 3547 20| envejecido, o se habían dispersado, o estaban desengañados 3548 1| de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes 3549 29| que no consiguió más que dispersar las apretadas filas.~ ~ -¡ 3550 28| fines del mes comenzó la dispersión general; todos los que tenían 3551 26| enemigos tragando polvo, dispersos y aniquilados!»~ ~ También 3552 27| sin quejarse de la mutua displicencia. ¡Racionales palomas...! 3553 19| entonces pudo don Víctor disponerse a dormir.~ ~ Una vez en 3554 12| inclinados a la crítica, se disponían a dormir disimuladamente, 3555 4| imperdonable de Ozores se vio disponiendo a su antojo de la mayor 3556 12| traen a cuento no sé qué disposiciones de los Papas...~ ~ -Sí, 3557 23| que el Magistral mandase, dispusiera de ella y de sus actos.~ ~ 3558 16| también se enamora, y se la disputan hasta que ella y el perdulario 3559 23| empujaban, pisaban y mordían disputándose el ochavo miserable.~ ~ 3560 10| es inútil insistir.~ ~ Disputaron mucho tiempo; pero al fin 3561 11| bien suyo; ¿quién osaría disputárselo?~ ~ Recordaba minuto por 3562 13| el programa del día. Ana disputó con su marido; quería ir 3563 22| piadoso, don Víctor hacía distinciones sospechosas entre la religión 3564 8| Contestaba:~ ~ «-Señor mío, distingue tempora... (no quería decir 3565 26| qué?, porque hay un cachet distinguidísimo en el modo de la exhibición, 3566 13| lucha entre dos hombres distinguidos que comenzaba aquella tarde 3567 1| la más oscura, don Fermín distinguió dos señoras que hablaban 3568 14| Quién era?» Imposible distinguirlo; parecía alta, bien formada; 3569 21| más. ¿Cómo apreciarlos y distinguirlos si lo poco, lo nada que 3570 28| heredado de su padre: que para distinguirse de la masa de los creyentes, 3571 22| horizonte. No se veía nada distintamente. Los cipreses, detrás de 3572 6| había el guante sido el distintivo de la finura, como decía, 3573 12| Son los mismos perros con distintos collares...~ ~ -El Estado 3574 21| vieses qué ojos en cuanto se distrae! Ello sería un honor para 3575 13| propósitos irrevocables de distraer a su mujer...~ ~ -Mi programa 3576 29| esta clase de bocados la distraerían y él cumpliría con propinas 3577 8| cuidado, sin ruido, por no distraerla; levantaba los ojos; faltaba 3578 17| sus trabajos..., no quiero distraerle..., saldré por aquí... Buenas 3579 19| peor porque se ha procurado distraerte! ¡Animal! ¡Qué sabrá él 3580 13| gracia, buenos sólo porque la distraían y daban descanso al espíritu. 3581 13| boca, sin poder remediarlo, distraídas. No era falta de educación, 3582 30| propuso conseguir que se distrajera.~ ~ Y por eso la rogaba 3583 16| Paco necesitaba que le distrajeran a Quintanar para quedarse 3584 29| mañana nublada. Un ruido le distrajo, levantó los ojos y vio 3585 8| alegría, variedad y armoniosa distribución de luz y sombra al conjunto, 3586 1| pesar de esta injusticia distributiva que don Fermín tenía debajo 3587 23| oyó la voz de Orgaz que disuadía al ateo de su propósito 3588 30| fue que no hubo modo de disuadir a Quintanar.~ ~ -¡Ni un 3589 25| de la naturaleza, parda, disuelta en charcos y lodazales, 3590 20| hay, no se resuelve..., se disuelve. Tú no puedes entender esto, 3591 16| truenan en Vetusta y se disuelven. Las partes de por medio 3592 29| nueva posición, «que sería divertidísima, y lucrativa como pocas». 3593 13| Pedro el cocinero. Ya se divertiría después; pero ahora pensaba 3594 23| divertido usted en misa?~ ~ -¡Divertirme en misa!~ ~ -Quiero decir 3595 27| Vegallana -, la fiesta se ha dividido en dos partes: como Pepe 3596 3| mejor avenido del mundo dividió el lecho. Ella se fue al 3597 18| grietas en la vida... me divido dentro de mí... me achico, 3598 11| plenamente, per assistentiam divinam, de aquella infalibilidad 3599 30| cabeza toda una mitología de divinidades burlonas que se conjuraban 3600 23| parecía atender a los oficios divinos con el recogimiento propio 3601 20| domesticado, de calle en calle, divirtiendo a los chiquillos; olía mal, 3602 28| agradecía en el alma. Ana al divisar allá lejos, en el extremo 3603 10| ocasión! Era una de sus divisas. ¡Oh!, si la veía, la hablaba, 3604 19| recóndito de los fenómenos, divisibles a lo infinito, sucediéndose, 3605 4| cumulus de piedra azulada Ana divisó un punto; sabía que era 3606 30| usted lo sabe? ¿Esa mujer ha divulgado mi deshonra...? Eso ha sido 3607 30| agostado; este medio era divulgar el crimen, propalar el ominoso 3608 23| su devocionario: «Dominus dixit ad me: Filius meus es tu, 3609 11| el pliegue de un colchón doblado, se volvió de repente, casi 3610 1| que parecían su aureola, doblándose en pliegues de luz y sombra, 3611 4| y ya no pudo hablar: se doblaron sus rodillas, apoyó la frente 3612 22| de ciencia y usted es un doceañista en conserva... Chomel admite, 3613 21| director de aquella institución docente y piadosa, que celebraba 3614 13| pasma que estés hecho un doctrino cuando yo te he puesto a 3615 6| manuscrito de Felipe II, un documento político de gran importancia». 3616 21| pontificia.~ ~ El canónigo Döllinger, de quien no sabía más sino 3617 14| intransigencia en cuestiones dogmáticas, morales y hasta disciplinarias, 3618 9| pitisa -dijo uno en tono dogmático.~ ~ -¡Ay, qué farol!; si 3619 12| señoras.~ ~ Si en los asuntos dogmáticos buscaba el auxilio de la 3620 21| del espíritu que tocándola dolería. Tuvo valor para mostrarse 3621 15| cabeza, madre?~ ~ -Me ha dolido. ¡Teresina!~ ~ -Señora.~ ~ -¡ 3622 30| ardientes, de monstruos dolorosos.~ ~ ~ ~ Aquella tarde no 3623 19| temer..., don Víctor no domaba fieras; aquello era la cadena 3624 20| con bozal que anduviese domesticado, de calle en calle, divirtiendo 3625 29| cinismo de ampararse de domésticas, y menos sabiendo de ellas 3626 26| Flotante, definitivamente domiciliada en Vetusta, se atrevió a 3627 9| para anunciar su presencia. Domina allí una alegría bulliciosa, 3628 26| cuando yo creía tenerla dominada, cuando yo creía que el 3629 20| tocaban su presa, y se sentían dominados por ella. La cama se hundió; 3630 19| repartida en mil, y el horror dominándola producía una reacción de 3631 23| olor arisco del monte, y dominándolos a todos olor místico de 3632 17| aquella mujer? Ninguno. ¿Cómo dominarla si quería sublevarse? No 3633 29| esta casa; temo que quiere dominarnos prevaliéndose de mi situación 3634 15| porque él subiera, porque dominase y ganara riquezas y honores.~ ~ «-¡ 3635 11| escapa de la férula de un dómine implacable.~ ~ El sol brillaba 3636 15| contemplaba él, todos los jueves y domingos, los días de folletín literario.~ ~ «¡ 3637 12| la Constitución Universi Domini de 1622, dada por la santidad 3638 2| o los califas; el orden dórico, el jónico y el corintio, 3639 1| un montón, parábanse como dormidas un momento y brincaban de 3640 28| preguntó Ana risueña.~ ~ -Que dormiremos en un sofá.~ ~ -Vaya, vaya, 3641 18| frescos, colorados; Quintanar dormitaba dando cabezadas contra la 3642 20| chaqueta negra y mandil blanco, dormitaban por los rincones. Un gato 3643 16| Las mamás desengañadas dormitan en el fondo de los palcos; 3644 30| las tres, porque debió de dormitar un poco, aunque él se lo 3645 8| una criada que tenía su dormitorio en lo que hoy era despensa. 3646 1| sus ojos, enseñándole el dorso dorado por el sol, mirar 3647 2| Qué pesadez la de aquellos doseletes, la de aquellas hornacinas! ¡ 3648 7| algos indefinidos del amor dosimétrico, que era la más alta idealidad 3649 19| el miedo a equivocar las dosis, el pavor que le inspiraban 3650 1| una mujer exageradamente dotada por la naturaleza de los 3651 13| Iglesia, y especialmente en dotar monjas, levantar conventos 3652 15| era hijo del cura, quien dotó al ama con buenas peluconas. 3653 1| ojivas, arcos peraltados, dovelas y otras tonterías que no 3654 16| suerte de las compañías dramáticas en Vetusta podría creerse 3655 16| salido de Vetusta ningún dramaturgo ilustre, y por lo mismo 3656 22| médico de las monjas, que era dualista en materia de tisis.~ ~ 3657 18| recibían con estrépito las duchas de los tremendos serpentones 3658 21| gozaba la voluptuosidad dúctil de imaginar el mundo anegado 3659 20| Los trabajadores carlistas dudaban; tenía entre ellos amigos 3660 26| catedral triste, aprensivo, dudando de la Humanidad, de la Justicia, 3661 19| contento, no permitió que se dudase de aquella no interrumpida 3662 19| terreno de su victoria, dudosa de ella todavía. El cerebro 3663 2| murmuraciones acerca de ciertas dudosas incompatibilidades; pero 3664 6| los azares de un porvenir dudoso en la parte nueva del pueblo, 3665 3| comprendido en los numerosos duelos que tuvo en escena la necesidad 3666 15| para sarcasmo de la suerte, dueña de créditos sin fin que 3667 12| señor insolente, y no me duerma usted en Vetusta...!-gritó.~ ~ - 3668 3| es el hombre. Dime cómo duermes y te diré quién eres. ¿Y 3669 13| sintió un agradecimiento dulcísimo, un calor en las entrañas 3670 7| prosaico por fuera, romántico y dulzón por dentro».~ ~ Cuando subían 3671 5| Doña Águeda con unos ojos dulzones, inútilmente grandes, que 3672 26| María a los pies de su hijo, dum pendebat filius, como decía 3673 1| santas iglesias de Tuy, Dumio, Braga, Iria, Coimbra, Viseo, 3674 27| en la cabeza) cantaba un dúo con Ripamilán, rejuvenecido, 3675 11| infalible fuera él. Llamaba a Dupanloup cobarde. En Madrid había 3676 25| medían la felicidad por la duración; es más, no creía en la 3677 4| arte de Vauban, construyó duraderos y bien dispuestos fuertes 3678 22| El cura dice que durará hasta mañana.~ ~ -Y muere 3679 28| que a la esperanza de que durase eternamente. «No, por allí 3680 2| tenemos, señores! ¡Mucho dure!~ ~ Ripamilán, que años 3681 9| más tarde, cuando ya está durmiendo la chusma. Y el pretexto 3682 15| dientes:~ ~ -¡Ya estará durmiéndola!~ ~ Y se oyó el ruido discreto 3683 11| había que cuidar mucho, durmiese lejos de toda criatura cristiana. 3684 27| al salón a tocar La donna é mobile, con el dedo índice, 3685 8| por sus ojos que la donna è mobile, como cantaba él 3686 18| cazador, botánico, inventor, ebanista, filósofo, todo lo que querían 3687 12| grabados ingleses con marco de ébano. Allí estaban Judit, Ester, 3688 28| fanática de la naturaleza, ebria de los juegos de su vida 3689 10| dejado ni a orillas del Ebro, el río del Trovador, ni 3690 3| balcones de Rosina:~ ~ ~ ~Ecco ridente il ciel...~ ~ La 3691 29| el reloj...? ¡Dos relojes echados a perder en dos días...! 3692 3| besarle la frente, pero ella, echándole los brazos al cuello y hacia 3693 7| que el Palomo tuvo que echarlos poco menos que a escobazos; ¿ 3694 1| menos yo.~ ~ -Porque tú echas la zancadilla, mainate, 3695 1| como si a una hoguera la echasen petróleo...~ ~ Entraron 3696 30| como hija de militar.~ ~ -Échele usted un galgo... Si eso 3697 28| señor cura está hecho un eciomo, perdonando la comparanza, 3698 22| Por algunos días vino a eclipsar al valetudinario Barinaga, 3699 26| que adoraba, tenía sus eclipses y el espectáculo de la maldad 3700 15| presbítero, y obtuvo un economato de los buenos, y fue llamado 3701 4| pronto en apurada situación económica.~ ~ «-Ya estaba cansado; 3702 11| seguro se va usted, señor economista cascaciruelas...~ ~ -Yo 3703 29| cada día era más urgente economizarlo; y llevando a la chica a 3704 13| pudor.~ ~ En la cocina había ecos de la alegría del comedor; 3705 20| de alguna miss de circo ecuestre; las cajas de cigarros, 3706 11| imponía con una naturalidad edemíaca. Ni las muchachas ni el 3707 25| asesino de los cuentos de Edgar Poe... Su mirada fue insolente, 3708 23| aquel tiempo se promulgó un edicto mandando empadronar a todo 3709 25| tejado..., todo aquello edificaba. ¡Aquélla era su casa, allí 3710 1| harinas que se quedan y edifican despiertos. Una pulmonía 3711 26| Vetusta; iba la Regenta edificando al pueblo entero con su 3712 2| drama titulado: Los hijos de Eduardo, arreglado por Bretón de 3713 4| entender que la ciencia de educar no esperaba nada bueno de 3714 4| naturaleza».~ ~ Desde entonces educó a la niña sin esperanzas 3715 5| mismas tías, o era una virtud efectiva.~ ~ -«¡Qué diablo, alguna 3716 19| el mejor recuerdo de mi efímera vida artística.~ ~ Mesía 3717 29| dijéramos, a la satisfacción de efímeros placeres... ¿Me entiende 3718 16| por señas invisibles, por efluvios, por adivinación o como 3719 13| de don Fermín con cariño efusivo; y juntos pasaron al gabinete.~ ~ 3720 8| amores, su Mentor, su Ninfa Egeria. Padre e hijo se consideraban 3721 16| gestos y posturas de estatuas egipcias de la primera época.~ ~ 3722 23| grandísima afición a la égloga y se enterneció muy de veras.~ ~ 3723 2| Meléndez Valdés, ni de las Églogas y Canciones por un Pastor 3724 23| ad me: Filius meus es tu, ego hodie genui te. Alleluia».~ ~ ¡ 3725 20| los hombres se dividían en egoístas y altruistas, y él, a impulsos 3726 16| llamaba al más brutal y ejecutivo. Pero ni siquiera se atrevió 3727 21| de su madre de que él era ejecutor, las calumnias, las cábalas 3728 4| y se citaban multitud de ejemplos de precocidad semejante.~ ~ «- 3729 15| de llaves y Paula siguió ejerciendo desde su casa sus funciones 3730 15| fue el más tiránico que ejerció en su vida el ama de llaves. 3731 15| La energía de Paula se ejercitaba en calmar aquel oleaje de 3732 6| parecía oírse el ruido de la elaboración cerebral de los sesudos 3733 23| la luz de un candelabro elástico clavado en la pared.~ ~ 3734 12| la fama del clérigo, gran elector, y muy buen partidario de 3735 13| provincia, para llevar y traer electores unas veces y otras para 3736 20| de la luz y de reflejos eléctricos del vino, se fijaban en 3737 6| algunos, como el perro y el elefante, aunque siempre negándoles, 3738 20| enamorado de una doncella -decía elegantemente Glocester -, una fiera sin 3739 30| Juan de similor, por un elegantón de aldea, por un parisién 3740 26| la fe de Cristo. La oda elegíaca, o elegía a secas, lo que 3741 6| honor años atrás de ser elegido presidente de un Ateneo 3742 4| aquello que el rubor más elemental manda que se tape, era lo 3743 21| juventud y una ambición noble, elevada, en la edad viril. Pero 3744 5| Tenía ideas puras, nobles, elevadas y hasta poéticas».~ ~ No 3745 1| pues a los más arduos y elevados ascendía el Magistral, dejando 3746 21| principalmente de que le eligiesen segundo vicepresidente y 3747 24| la cena, «que tendría la elite en petit comité». Todos 3748 17| sino que la animen también, elogiando sincera y noblemente la 3749 4| malo, que creer en Jehová Eloïm, que era un déspota, un 3750 30| esto a Benítez como pudo, eludiendo el referirse a sus remordimientos.~ ~ 3751 4| pedía a grito pelado la emancipación de la mujer y aplaudía cada 3752 20| vuelto porque nos hemos emancipado de la repugnante tutela 3753 5| solemnemente las viejas.~ ~ Quería emanciparse; pero ¿cómo? Ella no podía 3754 26| mi mujer me viene con la embajada de la procesión.~ ~ -Pero 3755 5| ten con ten era un poco embarazosa, y más para una señorita 3756 22| había en sus diálogos pausas embarazosas; el silencio se prolongaba 3757 20| latón; los talleres cursis y embarazosos cargados con aceite y vinagre 3758 3| Y te dije si querías embarcarte en la barca de Trébol, que 3759 25| parecía sueño o sopor le embargó el ánimo. Quería detener 3760 21| agachado plantando cebolletas, embebido en su operación.~ ~ «¡Valiente 3761 5| Venus del Nilo! -decía con embeleso un pollastre llamado Ronzal, 3762 17| tuvo un miedo pueril que la embelleció mucho, como pudo notar y 3763 7| azote de la provincia: tiene embobado al Obispo, metido en un 3764 26| adelante aquel ateísmo que se emborrachaba para celebrar las fiestas 3765 17| a quien las confesiones emborrachaban, cuando sabía que entendía 3766 13| a ver si ustedes me lo emborrachan...~ ~ Paco no quería perjudicar 3767 23| allí. Habían empezado por emborracharle con un licor dulce que ahora 3768 2| de vueltas y revueltas, emboscadas y laberintos, trampas y 3769 24| ambiente, todo contribuía a embotar la voluntad, a despertar 3770 17| miró a Petra mientras se embozaba y la vio con los ojos fijos 3771 16| algunos de las butacas se embozaban prescindiendo de la buena 3772 14| la idea de una filípica embozada, como solían ser las de 3773 28| insistiendo y con alusiones embozadas al miedo positivo de su 3774 5| luciente sombrero de copa, se embozan en la capa y se hacen jugadores.~ ~ 3775 17| preguntó el ama, que se estaba embozando en su chal porque sentía 3776 23| humor, casi con ira.~ ~ Y embozándose sin decir más, tomó a paso 3777 23| ver al Provisor escapar y embozarse con tanto garbo, pensó la 3778 23| medio dormida; estaba como embriagada de sueño y música y fantasía... 3779 5| producían en la sombra un embrión de aquelarre.~ ~ Lo que 3780 26| gloria...~ ~ Don Víctor se embrollaba en estas alegorías; pero 3781 7| ojos montaraces. Se había embrollado y esto era lo que más le 3782 18| la dejasen terminar aquel embrollo de números; y dama y clérigo 3783 20| mala pécora me lo tiene embrujado!~ ~ Al mes siguiente se 3784 18| segadora mecánica, ¡a quién no embrutecía la vida de Vetusta!»~ ~ 3785 14| que según ellos mismos se embrutecían a ojos vistas, la juventud 3786 15| ignorancia, del vicio y del embrutecimiento le repugnaba hasta darle 3787 17| buena y había buscado un embuste para no acudir a su cita, 3788 30| por vil, por indigna, por embustera, por falsa, por...», y al 3789 8| enaguas y la falda... ni se embute... ¡Si la vieras!~ ~ -Me 3790 8| la naturaleza muerta, ya embutida, ya salada. Peras amarillentas, 3791 20| haciendo allí su agosto; embutiendo aquel cerebro débil de visiones 3792 4| condes, vivía años hacía emigrada.~ ~ El primogénito del segundón 3793 4| profanación.~ ~ Tuvo que emigrar don Carlos, y Ana quedó 3794 4| era él casi sansimoniano. Emigró Ozores y doña Camila juró 3795 11| oficio. Luego reconoce el eminente Ripamilán que es cierto 3796 1| Su enternecimiento era eminentemente piadoso, sobre todo en las 3797 30| días en que ella le juzgaba emisario de Dios, quería fe, quería 3798 30| entendidos, mandaron sus emisarios abajo para saber lo que 3799 23| promulgó un edicto mandando empadronar a todo el mundo. Fue cosa 3800 13| las reglas de la etiqueta empalagosa de la aristocracia provinciana; 3801 30| el tertulín de la tarde empalmándose con el de la noche. Algunos 3802 22| las venas; es una mecha empapada en alcohol...; prenda usted 3803 23| remontándose al cielo..., empapando el mundo de música retozona. 3804 29| Ozores. El salón estaba ahora empapelado de azul y oro a cuadros; 3805 23| multitud. Y la encontró, emparedada entre el formidable Ronzal 3806 8| ellos. Vamos, que ni los emparedados, ni los flanes, ni los almíbares 3807 19| mientras fuera necesario, se emparejaba con don Víctor, que tal 3808 14| nunca, y paseando, menos. Se emparejaron y don Fermín siguió como 3809 26| imitar a Cristo de verdad. ¡Emparejarse, como un cualquiera, con 3810 26| salir de San Isidro, se emparejó con ella, la saludó muy 3811 14| tropezones. «Si fuesen aquellas empecatadas del boulevard, las chalequeras...»~ ~ 3812 12| Está ahí el médico... ese empecatado primo de la señora.~ ~ - 3813 5| brasas en las mejillas - empecé a engordar, a comer bien 3814 27| siento correr dentro de mí. Empecemos por un himno. Hagamos versos 3815 1| dos veces al mes, en nada empecía (su estilo), a los títulos 3816 26| mantas había en casa, el ateo empedernido sintió una dulce ternura 3817 10| Tras-la-cerca, que no estaba empedrada, se metió por un arco de 3818 10| arrancando chispas por las mal empedradas calles de la Encimada; llegaba 3819 27| arrancaron chispas del piso empedrado de la quintana vieja, despertando 3820 28| más blanda que la suya, empeñada en vencerle y hacerle andar 3821 15| los días de Paquito; se empeñaron..., no hubo remedio; y no 3822 30| ti, se trata de ella. ¿Te empeñas en coser el cuerpo con un 3823 13| que al bajarme... pudiese empeorar la situación de esa señora..., 3824 25| pueblo entero prosaico, empequeñecido por la pobreza y la ignorancia, 3825 13| Constantino, aludiendo al Emperador que protegió a la Iglesia. « 3826 16| cementerio; las señoritas emperifolladas no tenían valor para entrar 3827 2| puro, sencillo, delicado... Empero,aquí, señores, forzoso es 3828 21| si tratándose de un árbol empezara a echar flores y más flores, 3829 22| amenazador en la calle estrecha y empinada en que vivía don Santos, 3830 15| del pastoreo, en los más empinados vericuetos. Allí pasó la 3831 1| una excursión a lo más empingorotado. En la provincia, cuya capital 3832 1| un personaje de los más empingorotados, se le figuraba Bismarck 3833 12| pasado y el presente. Con emplastos de cal y sinapismos de barro 3834 13| hortalizas era una necesidad. ¿Emplazamiento?, uno solo, no admitía discusión 3835 2| juzga precipitadamente, y emplea vocablos y alusiones impropias 3836 13| poesía, de vida importante, empleada en algo bueno, grande y 3837 16| ocurrían a la del Banco -, empleara su grandísimo talento en 3838 17| ejemplo, la Nochebuena y usted empleará su imaginación poderosa 3839 20| Magistral, aunque le disgustaba emplearse en tal oficio, también espiaba 3840 8| Mesía, y daba estanquillos, empleos y hasta prebendas. Así era 3841 13| vestida de azul eléctrico, empolvada la cabeza que adornaban 3842 10| teñidas de negro y el tinte empolvado de blanco, entraba en el 3843 6| estante de nogal no grande, empotrado en la pared. Allí estaban 3844 1| Frente a cada una de éstas, empotrados en la pared del ábside había 3845 16| valor artístico del don Juan emprendedor, loco, valiente y trapacero 3846 17| infinita distancia y no emprendemos el camino. Adónde se ha 3847 14| pañuelo, preparándose a emprenderla a latigazos con sus compañeros.~ ~ -¡ 3848 14| siglo lo invadía todo!» Y la emprendían por el camino de Castilla 3849 27| Vamos allá.~ ~ Se levantó y emprendieron la marcha. Subían en silencio. 3850 23| fieles, mientras ellos se empujaban, pisaban y mordían disputándose 3851 15| un Obispo, ella le había empujado para llegar adonde había 3852 13| nosotros te ayudaremos, empujando desde aquí abajo...~ ~ - 3853 23| impedir que los de atrás empujasen. Para la de Fandiño la religión 3854 28| resistía con dificultad el empuje violento de su prima, que, 3855 13| Don Álvaro dio el tercer empujón... Inútil. Miró hacia abajo 3856 8| acechaba el paso del salmón, empuñando un haz de paja encendida, 3857 3| oían?... Nada. Volvió a empuñar el cordón... llamó. Oyó 3858 13| Carraspique en broma, yo empuño la espada, le ataco en serio 3859 27| paso. Incapaz de toda noble emulación, el mísero jaco de alquiler 3860 4| del producto de tan loca enajenación la dedicó a la compra de 3861 15| Paula. Además, el mozo le enamoraba también; era tan discreto, 3862 7| menos que verdad aquello del enamoramiento que le estaba contando a 3863 2| mozo, y, si las beatas se enamoran de él viéndole gallardo, 3864 22| combatiré la inclinación al mal enamorándome de este bien, de este sacrificio, 3865 11| Regenta, o por lo menos quería enamorarla, como a tantas otras. «Aquel 3866 10| simpático Tenorio, que te enamoren.~ ~ -¡Qué atrocidad...!~ -¡ 3867 7| de enamorarse?~ ~ -Yo me enamoro muy fácilmente...~ ~ -No 3868 12| de Vegallana, que era un enano vestido con librea caprichosa, 3869 9| seductores corcovados ni enanos -decía, encogiéndose de 3870 11| espantajo de don Cayetano encajarte ahora esa herencia?~ ~ -¿ 3871 13| arrugados con que ella creía encantar; no era desprecio; era que 3872 30| frío y de miedo. El cielo encapotado amenazaba desplomarse en 3873 9| habido princesas y reinas encaprichadas y metidas con monos, así 3874 9| muy bien que un noble se encaprichara y se casase con ella verbigracia. 3875 16| jinete eran cohetes que se encaramaban a la barandilla en que descansaba 3876 1| un camino, brincan y se encaraman en los lomos de quien encuentran 3877 29| menudeando las propinas y encareciendo las caricias, pero al fin 3878 5| querido..., pero las tías se encargaban de mantener las distancias 3879 29| Ana creía. Petra era la encargada de despertar al amo, porque 3880 11| pormenores. Ellas eran las encargadas de oír la campana del coro, 3881 17| tratarse de usted, y yo me encargaría, en todo caso, de cortar 3882 29| de él. Frígilis tenía que encargarse de todo. Pero ¿cuándo?, ¿ 3883 4| creía que el Misterio de la Encarnación era como la lluvia de oro 3884 10| anunciadas en faroles verdes y encarnados. ¿Cómo había de confesar 3885 8| pesar de las apariencias de encarnizada discordia. Los soldados 3886 17| Frígilis, malhumorado, se encaró con la aurora.~ ~ -Oye, 3887 30| de la basura corriente y encauzada. Otras veces se quejaba 3888 22| por respetar su pureza, se encenagaba él en antiguos charcos; 3889 12| enemigos como criminales encenagados en el error, que es delito, 3890 12| contra su propósito, se encenagó como todos los días en las 3891 10| Parque; sin pedir luz ni encenderla, alumbrada por la luna, 3892 29| deshonra..., y la ira volvió a encenderse en su pecho, sopló con fuerza 3893 13| se diese un escobazo y se encendiese lumbre. Algo sucio iba todo, 3894 28| con el carro y el toldo encerado a la calleja de Arreo, donde 3895 24| señoras y caballeros que se encerraban en el gabinete de lectura 3896 21| demasiado ruido, fueron encerrados bajo llave para que no llegasen 3897 12| enrevesados, se puso en salvo, encerrándose en el oratorio, para evitar 3898 3| a Germán si se sabía. La encerraron, no le dieron de comer aquel 3899 5| cumplirse el novenario de la encerrona, que algo tenía de arresto, 3900 22| Pompeyo llevaba los pies encharcados, y era sabido que la humedad 3901 1| aquellas casuchas, apiñadas, se enchufaban, y saltaban unas sobre otras, 3902 1| tosido, iba a hablar.~ ~ -Encienda usted un fósforo, señor 3903 9| al oído palabras que le encienden el rostro; aquí oigo carcajadas 3904 17| de un pobre cura de aldea encierra en su sencillez tosca tesoros 3905 10| otra, y con ese pretexto te encierras en este caserón y no hay 3906 3| pero no la pegaban; eran encierros, ayunos y el castigo peor, 3907 19| en Frígilis como en una encina venerable. Y detrás venía 3908 15| Le confesó que estaba encinta.~ ~ Francisco De Pas, un 3909 5| en efecto, los veía tan enclenques de espíritu que se le antojaban 3910 8| abrazos a las almohadas! ¡Y se encoge con una pereza! Cualquiera 3911 7| Joaquinito volvió a encogerse de hombros, pálido como 3912 18| le daba horror, la tenía encogida, envuelta en un mantón, 3913 9| corcovados ni enanos -decía, encogiéndose de hombros, las pocas veces 3914 28| no sé por qué tibieza o encogimiento de carácter, por frialdad 3915 25| Vetusta. Los sermones se encomendaron a otro jesuita, el Padre 3916 27| lo más y lo principal lo encomendó al cambio de vida, a la 3917 2| siempre cortés y afable. Encontrábase en la calle, por ejemplo, 3918 27| Tantas ideas y sentimientos encontrados, la vida retirada, y la 3919 24| en la anatomía humana nos encontramos con muchos más órganos que 3920 2| Guimarán, personaje que se encontrará más adelante.~ ~ Pasó aquella 3921 3| Arcipreste procuró que se encontraran y por su confianza con la 3922 17| ven a mi templo, y allí encontrarán los sentidos incentivo del 3923 1| personaje darwinista que encontraremos más adelante, llamaba la 3924 13| hombre hubiera preferido encontrarla soltera. En rigor, don Víctor 3925 25| poesía». Ana se esforzó en encontrársela. ¡Si tuviera hijos le darían 3926 17| gracia que don Víctor los encontrase a tales horas en el parque, 3927 9| dónde podremos ir sin que encontremos a nadie?~ ~ -Pero si estará 3928 14| algunas señoras de las más encopetadas se atrevieron a romper la 3929 12| ahumados, sus rejas de hierro encorvadas, y buscó la Colonia, saliendo 3930 28| damas lascivas, locas y encubridoras...»~ ~ Un trueno que retumbó 3931 13| Reconciliarás, si te encuentras con fuerzas para ello, después 3932 16| y se dedican a coristas endémicos para todas las óperas y 3933 16| aquello en una tessitura endemoniada!» Y lo peor era que no había 3934 18| avinagrado, espinoso, solía enderezarle su Provisor. El buen Fortunato 3935 11| Doña Paula creía que endiosarse valía tanto como elevar 3936 11| eres demasiado bueno. Te endiosas y no ves ni entiendes.~ ~ 3937 22| asperezas, espinas, una sorda enemistad general, algo como el miedo 3938 18| serio, necesitamos remedios enérgicos. Si a usted le repugnan 3939 10| escena y gritando como un energúmeno.~ ~ -¡A ver, Anselmo!, que 3940 1| con la boca abierta a los energúmenos que les predicaban igualdad, 3941 18| hacía lo que los gatos en enero. Desaparecía por temporadas 3942 27| dejo que el agua tibia me enerve, y la fantasía como en sopor 3943 11| perpetuo Carnaval, y el que se enfada desentona y se le tiene 3944 15| entender que no podía estar más enfadada, que estaba furiosa. Al 3945 23| sabía por qué pero le tenía enfadado: ¿qué había hecho ella? 3946 24| baile dichoso. No hay que enfadarle. Al fin es quien es. Y el 3947 5| materialista, pero yo no me enfado. Decía usted que la niña...~ ~ -¡ 3948 7| Muchacho, ¡tú eres l'enfant terrible! ¡Qué ingenuidad!, 3949 30| Por Dios, hija, va usted a enfermar otra vez.~ ~ -No, no salgo... - 3950 10| muertas. Resultado: que enfermaste y si no me trasladan a Valladolid, 3951 21| malo, y Dios no manda que enfermemos. La muerte..., la muerte... 3952 19| tomarle afición al oficio de enfermero y lo consiguió: llegó a 3953 28| abstracta y en rigor algo enfermizo, una exaltación malsana; 3954 15| había él empezado a ponerse enfermucho, allá en los Jesuitas: pero 3955 23| otra cosa, iban y venían enfilándose como podían en aquella selva 3956 13| y el Arcipreste iban muy enfrascados en una agradable conversación 3957 15| tapaba los oídos y procuraba enfrascarse en el trabajo hasta olvidar 3958 22| terrible, de los sentidos enfrenados y de la eternidad pura de 3959 3| párpados y en el cerebro, se le enfriaban las manos, y de pesadas 3960 7| quejaba de que se le había enfriado el café, que tomaba a pequeños 3961 28| que él, seguro de vencer, enfriara, cejase en su descabellado 3962 27| ruedas vuelven a callar, como enfundadas; Romero y Clavel machacan 3963 21| el patio, don Víctor se enfurecía, pero sin dar voces, gritaba 3964 25| furores de la intemperie, como engalanadas damiselas que en día de 3965 30| aparecía hipócrita, lascivo, engañando al mundo entero. «Sí, sí - 3966 16| procuraba ahogarlo, y como engañándose a sí misma, la voluntad 3967 24| tiene energía, que no sabe engañarlos...!, no me los podía quitar 3968 30| no lo sabías? ¿Por eso me engañaste? Pues mira, a tu amante 3969 9| se pinchaba los dedos, se enganchaba el vestido en las zarzas, 3970 26| saltaban y se confundían enganchadas unas con otras. Adivinó 3971 13| barquilla opuesta, que se había enganchado en un puntal de una pared, 3972 6| como las cerezas, salían enganchados por el parentesco casi todos 3973 13| arriba y al bajar... se enganchó en ese palo.~ ~ Obdulia 3974 4| más deprisa; los versos engendraban los versos, como un beso 3975 1| atrevido que se decidiera a engendrar un Bermúdez, éste saldría 3976 19| Infierno ya no era un dogma englobado en otros; ella había sentido 3977 13| Visitación el aviso y volvía a engolfarse en el palique general, ocultando 3978 21| tenía la boca hecha agua engomada. Aquellas sensaciones, que 3979 28| le sirven... desde que ha engordado con los aires de la aldea..., 3980 5| la convaleciente que iba engordando a ojos vistas, según las 3981 5| era que la chica sanase y engordase.~ ~ Ana comprendió su obligación 3982 30| tan hábil para conservar y engrandecer el prestigio que le disputaban!» 3983 24| intensidad de la sensación engrandecía la humildad prosaica del 3984 3| vanidad». El tordo estaba enhiesto sobre un travesaño, con 3985 4| intensidad increíble al enigma que tanta influencia tenía 3986 25| distracción; el silencio era enjambre de ruidos interiores. Todo 3987 4| sacudidas violentas de una fiera enjaulada, sino el ritmo de una canción 3988 1| Vetusta levítica, como el león enjaulado los pedazos ruines de carne 3989 27| Fermín! -decía la rubia, enjugando el sudor de la frente con 3990 5| deuda que mal se podría enjugar con lo que ella valía. Estaba 3991 18| Después de la absolución enjugó una lágrima que caía por 3992 12| aquellos párpados, siempre enjutos, la tragó antes que asomara.~ ~ 3993 28| pero supersticiosamente enlazaba el recuerdo de la mañana, 3994 20| aquellos brazos que yo deseaba enlazados a mi cuerpo, en arrebato 3995 28| frenéticas de las bacantes enloquecidas por la música estridente 3996 16| arrancar la careta a un enmascarado...~ ~ -Que resulta padre - 3997 10| correccionalista; quería la enmienda del culpable, pero no su 3998 8| se pone como un tomate, enmudece y después cambia de conversación 3999 28| cubría de nubes pardas que se ennegrecían poco a poco. Ya se veían 4000 16| del tiempo, y las fachadas ennegrecidas por la humedad, las rejas 4001 9| sin elegancia, de sillares ennegrecidos, como los del Casino, por 4002 19| arrugaba el entrecejo; le enojaba la luz, tropezaba con los 4003 30| abordar los preliminares enojosísimos de una cuestión...~ ~ -Pero, ¿ 4004 8| devuelto quejándose de lesión enormísima. Si había habido algo, serían 4005 21| Rufinita no quiere ser buena, y enreda en la iglesia y descompone 4006 11| todo, cuando sus pies se enredaban en redes sutiles que le 4007 28| que temía groseramente ver enredada a la Regenta.~ ~ «Ubi irritatio 4008 4| cenador, cubierto de espesa enredadera perenne. Las sombras de 4009 13| huerta se posaban en las enredaderas de las ventanas para ver 4010 3| dedos cruzados se habían enredado algunos cabellos. Sintió 4011 25| conato de quejido. Y se le enredó en los pies, haciendo eses