1-arran | arras-chaqu | chara-deleg | delei-enred | enrev-golpe | gomog-leerm | leers-omino | omnil-proye | prude-seden | sedie-valen | valer-zurri
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8014 29| ejercicio y abstinencia que él, prudentemente, había observado antes de 8015 20| nadie..., sino de que usted pruebe la infali...~ ~ -¿La infalibidad?~ ~ - 8016 7| ofendido.~ ~ -Yo lo que digo lo pruebo -replicó -; el Magistral 8017 11| Ella ha visto visiones... pseudo-místicas... allá en Loreto... al 8018 22| con influencia deletérea y pseudo-religiosa,la paz de las familias, 8019 11| de sentimentalismo falso, pseudo-religioso; eran afectos puros, nada 8020 5| imitaciones de Lamartine en estilo pseudoclásico; no me gustan, aunque demuestran 8021 5| pie al lado de la chimenea pseudofeudal: dejó caer sobre la alfombra 8022 27| permito el lujo de perderme en psicologías ya que usted lo prohíbe 8023 2| conozca bien a esa mujer, psicológicamente, como dicen los pedantes 8024 1| las novelas más finas y psicológicas que se escribían por entonces 8025 26| por la experiencia, que lo psíquico influye en lo físico, y 8026 6| maltratadas, si diariamente se publicaban excitaciones de este género 8027 8| nadie la acusaba, a lo menos públicamente. Por supuesto, que no se 8028 22| decidió a tomar la pluma y publicar en El Lábaro un articulejo, 8029 26| periódico de Madrid no le publicaría los versos que le había 8030 12| ideas, aunque guardándose de publicarlas; pero poco a poco entre 8031 27| creído prostituida; aquella publicidad devota le parecía una especie 8032 2| seguía adorando con el mismo pudibundo y candoroso culto de los 8033 1| muertos; todas las personas pudientes creen y practican, como 8034 27| esta nueva irritatio que pudiéramos decir...?~ ~ -Pues es bien 8035 8| Pero, ¡ay, Alvarín!, ¡si la pudieras ver en su cuarto, sobre 8036 13| noble y con una humildad pudorosa que aludía, con el rubor 8037 11| hay tiempo para que se pudra en el calabozo. ¿Y qué dirá 8038 13| Señores, aquella niña se pudre...~ ~ Se acabó la discusión, 8039 1| Reconquista, y gloriosamente se pudren poco a poco víctimas de 8040 21| milagro, se marchitaban, se pudrían, se hacían lodo como todo 8041 22| qué? Si la tomo... ahí se pudrirá en la tienda... El Provisor 8042 7| de Bárbaros, el mundo se pudriría de un día a otro. Lo lamentaba, 8043 12| lozana a aquella letrina a pudrirse... ¡Se dirían tantas cosas! 8044 1| tú, Chiripa, que dice que pué más que yo! -dijo el monaguillo, 8045 12| Aquellos grandísimos puercos que adoraban gatos, puerros 8046 13| cuerpo le parecerían juegos pueriles, vulgares, sin gracia, buenos 8047 13| difícilmente el bochorno. «¡Mayor puerilidad!, pero estaba avergonzado 8048 22| escolasticismo es un tejido de puerilidades, y yo a lo que vienen 8049 19| sacado a ella de peligros puerperales una famosa matrona sin matrícula 8050 4| de Dios en el desgraciado puerperio de la modista italiana, 8051 12| autores impíos, adoraban el puerro, el ajo, la cebolla». «Risum 8052 12| puercos que adoraban gatos, puerros y cebollas, le hacían mucha 8053 1| tocar las oraciones -. Tú pués más que toos los delanteros, 8054 29| mano le había dado cuerda y puéstole en la hora la mañana anterior. 8055 7| aldeana en dos horas de pugilato, el que había deshecho una 8056 21| pasarlas por alto, estaban en pugna con las ideas propias; « 8057 26| incurrir en un fanatismo que pugnaba con todas sus convicciones 8058 23| catedral, subían a la bóveda y pugnaban por salir a la calle, remontándose 8059 1| virtud como por invencible pujanza del miedo que no le dejaba 8060 20| cigarro, cargado con una pulgada de ceniza; inclinó un poco 8061 20| republicano, famoso por sus malas pulgas y buena espada, un tal Juanito 8062 13| blanco, venas azules y uñas pulidas ovaladas y bien cortadas. 8063 24| esencias..., llega Somoza, pulsa a la dama, pide... un coche. 8064 2| hojarasca, arabescos, que pululáis por las decoraciones de 8065 15| rubios de tez amarillenta que pululan a orillas del río negro 8066 19| para la enferma, que al pulverizar a pesar suyo las sinrazones 8067 25| las entrañas, que parecían pulverizarse allá dentro, aquel desvanecerse 8068 10| miércoles de ceniza, quia pulvis es!, eres polvo, eres materia... 8069 25| martillazo. ¡Zas, zas, zas, pum! ¡Viva la vida!» Así pensaba 8070 27| que está ahí en pasando la Pumarada de Chusquín.~ ~ -Sí, ya 8071 27| huerta y atravesando prados, pumaradas y tierras de maíz, buscó 8072 12| en último caso, de una puñada. Notó don Fermín que Contracayes 8073 8| agente electoral. Pedía un puñado de candidaturas a Mesía 8074 27| heno que podían robar a puñados de una vara de yerba que 8075 30| conviene, dando a tu mujer esa puñalada mortal al entrar en su cuarto 8076 30| sacrificios de amor propio, pundonor y otras muchas cosas que 8077 28| pellizcos, los gritos, los puñetazos de las mujeres en la cabeza 8078 13| se había enganchado en un puntal de una pared, restos del 8079 28| espiritual claudicante «con puntales de tolerancia y estribos 8080 1| hecho lo mismo ¡dar cada puntapié! No era más que Bismarck, 8081 1| jamás se pronuncia. La barba puntiaguda y levantisca semejaba el 8082 12| fuego, boca grande, orejas puntiagudas, cuello muy robusto y abultada 8083 3| entendía en achaques del puntillo de honor, ni daba nadie 8084 13| eran más que un modo de puntuación de las palabras; allí no 8085 18| elegante, hablaba, brillante la pupila, rojas las mejillas, con 8086 30| había metido a vivir de pupilo en casa de la Regenta, en 8087 6| si hablara. «En fin, en puridad, tenía... -y miraba a los 8088 22| La salud había vuelto, purificada con cierta unción de idealidad, 8089 21| bromas alegres que tenía, con purísima intención, con un clérigo 8090 5| un jardín de fragancias purísimas y penetrantes. Ana aspiraba 8091 8| blancas y morenas, chorizos purpurinos, en aparente desorden yacían 8092 19| el contacto de sus llagas purulentas, la obligaban, entre carcajadas, 8093 5| engordar, a comer bien y me puse como un rollo de manteca.~ ~ 8094 11| conocía que no toleraba que se pusiese en tela de juicio la pureza 8095 21| triste y desairada de la niña pusilánime, que había salido llorando. 8096 10| Ayer amagó el ataque, te pusiste nerviosilla..., hoy ya ves 8097 30| que pasaron por todas las pústulas del adulterio, por todas 8098 11| julio de 1870: haec dies quam fecit Dominus...»~ ~ El 8099 29| decir con voz cascada:~ ~ ~ ~Quando la mia Rosina...~ ~ ~el 8100 6| Bermúdez y el Magistral y tutti quanti». Pero no podía hablar. 8101 10| el ruido de algo que se quebraba o rodaba con estrépito por 8102 26| la mujer casada la pierna quebrada y en casa».~ ~ -Sin contar - 8103 20| los reflejos de la luz quebrándose en el vino y en las copas 8104 13| Magistral estuvo a punto de quebrantarse, pero le pareció indigno 8105 11| cabeza, no por mis arcas. ¿No quedábamos en que era yo una lumbrera? ¿ 8106 16| para eso. Adiós. Vosotros quedaos si queréis... ¡Jesús!, las 8107 21| pasara, que los ausentes se quedaran por allá. Su madre había 8108 10| que ella es tan terca, me quedaré yo también.~ ~ -¡No faltaba 8109 24| levantar la mantilla. Y quedaremos satisfechos.~ ~ -Así lo 8110 6| pudiera hablar! Tamañitos se quedarían Bermúdez y el Magistral 8111 5| Águeda - como no querrás quedarte sola en el mundo el día 8112 13| estaban suplicando que se quedase a comer». Terminó el conciliábulo, 8113 8| mejor mozo. Los demás se quejaban. Era una injusticia.~ ~ -«¿ 8114 19| sabía él...~ ~ -¿Pues no te quejabas ya anoche?~ ~ -Ese Frígilis 8115 8| nadie se las había devuelto quejándose de lesión enormísima. Si 8116 20| solo. Los tresillistas se quejaron a la junta. Tuvo que cambiar 8117 27| de los ojos.~ ~ «...No se queje de que soy demasiado breve 8118 12| sagrados cánones de lo que me quejo, sino de mi mala suerte 8119 27| y Petra tañía la trompa quejumbrosa, y yo sentía lágrimas dulces 8120 20| pausa preguntó, con tono quejumbroso:~ ~ -¿Ha leído usted eso?~ ~ -¿ 8121 18| escuetas, melancólicos y quejumbrosos alcaravanes, nubes de estorninos, 8122 13| Provisor le saben a cuerno quemado -así hablaba Visitación 8123 13| una emoción parecida a una quemadura; él, que conocía la materia, 8124 16| que a don Álvaro le estaba quemando vivo la pasión allá abajo; 8125 5| hablaban de anarquía y de quemarlo todo, temblaban ante la 8126 30| detonación. La bala de Quintanar quemó el pantalón ajustado del 8127 8| enamorada, Alvarico, no te quepa duda.~ ~ Don Álvaro sintió 8128 16| Adiós. Vosotros quedaos si queréis... ¡Jesús!, las once y media, 8129 30| justicia me atengo... una querella criminal, la ley está terminante...~ ~ - 8130 23| avergonzaba vagamente el quererlo, quería... no sabía qué... 8131 21| se tomaba la molestia de quererlos mal. Él vivía para su pasión, 8132 30| real, lo único serio el quererme, sobre todo yo a ti, y huir 8133 29| lo que él mismo creyera; queríala más ahora que nunca, pero 8134 19| serio la enfermedad de su queridísima Ana. «Él no estaba alarmado, 8135 29| ventana parecía.~ ~ «Se querrán. Ella por lo menos le será 8136 5| interrumpió doña Águeda - como no querrás quedarte sola en el mundo 8137 4| del desnudo que en vano querríamos imitar los modernos. ¡Ya 8138 26| tú que eres tan bueno, ¿querrías darme un disgusto, dárselo 8139 20| señor Guimarán? Tatiste question, como dice Trabuco, a quien 8140 29| pobreza ostentosa que describe Quevedo en el Gran Tacaño. Él también 8141 4| de Israel.~ ~ -Honni soit qui mal y pense! -repetía don 8142 10| del miércoles de ceniza, quia pulvis es!, eres polvo, 8143 22| libellus habet:~ ~ ~ ~quis, quid, coram quo, quo jure petatur 8144 1| más grande... Mia, chico, ¿quiés que l'atice al señor Magistral 8145 27| los devaneos, vuelven a su quietismo, tranquilos, sin rencores, 8146 23| eran ingenuas. En aquella quietud soporífera, en aquella oscuridad 8147 10| sujetaba por debajo de la quijada inferior. La fuerza del 8148 28| francamente, esto ha sido una quijotada.~ ~ Quintanar comprendió 8149 28| cavilaciones y propósitos quijotescos y excesivos: quiero paz, 8150 20| experimentos, ni meterse a cocinero químico. «¡Mi razón me dice que 8151 8| Obdulia había tropezado quinientas veces con el Marquesito; 8152 29| con aquel cañón que pesaba quintales, mundos de plomo y aquel 8153 21| espirituales de voluptuosidad quintiesenciada con cierta dentera moral 8154 7| aprobadas sus cuentas, ni quinto de Mesía que no estuviera 8155 22| quisque libellus habet:~ ~ ~ ~quis, quid, coram quo, quo jure 8156 13| serlo. El honor, aquella quisicosa que andaba siempre en los 8157 3| tranquila y armoniosa.~ ~ -¿No quisieras tener un hijo, Víctor? - 8158 29| oiga insolencias a la que quisiste hacer tu concubina... o 8159 22| Ordine confectu, quisque libellus habet:~ ~ ~ ~quis, 8160 16| tengo ese punto de honor quisquilloso de nuestros antepasados, 8161 10| No, calla! Ven acá, quítame esto que me oprime como 8162 29| preparó removiendo piedras y quitando cal, dos o tres estribos 8163 10| Benavides y que Carvajal quiere quitarme la honra~ ~ ~ ~ ~a oscuras, 8164 21| prohibición de los baños le quitaron el humor al digno magistrado. 8165 21| enamorada; no con pasión que quite a Dios cosa suya, sino con 8166 13| con el traje talar.~ ~ -Quítese usted el manteo -observó 8167 20| advirtió Foja -, yo ni quito ni pongo rey...~ ~ -Pero 8168 5| algunos amigos y amigas, quizá los mismos que les dieran 8169 18| lícito representar comedias, quizás no hubiera hecho otra cosa 8170 28| utilidad. Nisi utile est id quod facimus, stulta est gloria, 8171 11| que el Romano Pontífice, quum ex cathedra loquitur, goza 8172 22| más torpe y descarado. -R.I.P.»~ ~ Ripamilán, con 8173 13| le importan menos que un rábano?~ ~ -¡Bravo, paisano! -gritó 8174 11| hacemos felices... Y ahora rabian porque no les dejan decir 8175 13| enamorado de la viuda, rabiar en silencio. A Quintanar 8176 22| que gritó:~ ~ -¡Así, que rabien los de la pitanza!~ ~ Esta 8177 5| unos amores románticos rabiosos. De aquellos amores le habían 8178 26| esperar; ya pasaría aquella racha y volvería toda Vetusta 8179 27| mástil floreciente pendían racimos y retorcidos tallos, y tuvo 8180 11| era superior a todos los raciocinios. Sin ella hubiera sido él 8181 19| cama devoraba una buena ración de dulce de conserva, aseguraba 8182 16| torrecilla del orgulloso racionalismo, retoño impuro que renacía 8183 9| De todo esto se deducía racionalmente, aparte todo precepto religioso, 8184 27| está curada del todo...? ¿Radicalmente...?~ ~ -Doña Ana, amigo 8185 22| revolucionarios, que de todo sacan raja, aprovechan la ocasión para 8186 15| Vete, déjame con esta ralea de bandidos..., o te rompo 8187 4| batallas, una Ilíada, mejor, un Ramayana sin argumento. Necesitaba 8188 29| cualquier revelación de esa... ramerilla hipócrita?~ ~ -¿Pero qué 8189 21| ocultándose a sí mismo las ramificaciones carnales que pudiera tener 8190 20| mesa en que se erguía un ramillete de trapo con guardia de 8191 18| silenciosos, cargados de ramilletes de pluma y como sopa en 8192 13| buen mozo, que tampoco era rana, que estaba demostrando 8193 1| precian de muy buenos y muy rancios cristianos. Y si no lo hicieran 8194 1| arqueólogo bajo, traía el pelo rapado como cepillo de cerdas negras; 8195 27| inteligible, nerviosa y rapidísima:~ ~ «¡Memorias...! ¡Diario...!, ¿ 8196 11| distraído, los movimientos rápidos de la falda negra de Teresina, 8197 16| le aparecían amaneradas, rapsodias serviles de Fray Luis de 8198 24| como en el aire, como en un rapto; sintió que aquel cuerpo 8199 5| guapa.~ ~ -Creo que era algo raquítica, por lo menos estaba poco 8200 16| mujercita, por una de esas rarísimas casualidades que hay en 8201 20| joven -respondía el pensador rascándose la barba con una ironía 8202 13| cuatro grandes ventanas rasgadas hasta cerca del techo, no 8203 30| Ana volvió a la vida rasgando las nieblas de un delirio 8204 21| fresco, antes de que el sol rasgara el toldo blanquecino con 8205 29| delgadas que empezaban a rasgarse. Sobre el horizonte, hacia 8206 8| cera con el cortaplumas, raspaba la madera y... ¡oh, triunfo!, 8207 1| fue en seguida, rápida y rastrera, al confesonario de que 8208 19| Aquel procedimiento rastrero, de villano, debió irritarla, 8209 14| autoridad cronométrica, ratificó la afirmación de la Universidad; 8210 1| de la importancia de un ratoncillo. Aquella altura se les subía 8211 21| saltaba por los ojos en raudal inagotable. Cuando estuvo 8212 13| las consolas. Si entraban raudales de luz y aire fresco, salían 8213 21| Fingió entretenerse en rayar la corteza del tronco, y 8214 17| mal humor de don Fermín rayó en ira y necesitó toda la 8215 28| gritaba el presentimiento. Y razonaba diciendo: don Álvaro sabe 8216 30| Anita, por Dios, sea usted razonable..., tenga usted caridad... 8217 21| canturia de escuela «Veritas in re est res ipsa, veritas in 8218 20| ponerse de parte de los reaccionarios, hasta cierto punto, y decir: « 8219 29| vergüenza, se mostraban reacias, huían, se confundían y 8220 19| según Quintanar, nunca lo realizaban las criadas de Vetusta. 8221 15| pretéritos, que daba por realizados, sus compadres, interrumpiéndole 8222 22| velas, es decir, dinero; realizando cuanto podía, cobrando deudas, 8223 28| Vea usted, si se pudieran realizar la igualdad y la fraternidad... 8224 21| salido llorando. El Magistral reanimó también el espíritu de la 8225 27| dos meditan. El canónigo reanuda el diálogo.~ ~ -No creas; 8226 30| se hablaba de sus amores reanudados con la Ministra de Palomares... 8227 2| señora de pueblo. Don Saturno reanudó su discurso. Se trataba 8228 22| tormento de la tentación reaparecía; sus ataques eran más terribles, 8229 30| alimento y la nueva fuerza reapareció el fantasma del crimen. ¡ 8230 9| aquellos ojos y en cada vara rebaja un perro chico.~ ~ Visitación 8231 9| percal se lo vendió a Obdulia rebajando un perro grande, y con una 8232 25| alaban a los misioneros, para rebajar la influencia del Magistral; 8233 1| humilde, como si dijéramos, rebajarse con la gente, vamos, achantarse, 8234 8| de protección: primero se rebajó hasta dar algunos consejos 8235 5| fantástica aparición que rebasara de aquellos cinco pies y 8236 12| estaban Judit, Ester, Dalila y Rebeca en los momentos críticos 8237 17| médico? Un enfermo que se me rebela..., ¡ahí es nada! Se ha 8238 19| su pensamiento se había rebelado, ella lo había sometido 8239 1| del Sol; allí vivían los rebeldes; los trabajadores sucios, 8240 22| conseguía contrarrestar las rebeliones súbitas y furiosas de la 8241 26| espantado, del dolor que rebosa del sufrimiento. María llevaba 8242 23| religiosa dulce, risueña, en que rebosaba una caridad universal; amor 8243 20| labios, mientras los ojos, rebosando lágrimas, buscaban el cielo 8244 27| de Santianes y las ruedas rebotaron sobre la grava nueva de 8245 5| aquellos sueños de la mañana, rebozada con el dulce calor de las 8246 16| el anzuelo de la lujuria rebozado con la vanidad de imitar 8247 26| iluminar cara a cara y sin rebozo aquel día de su triunfo... ¡ 8248 27| Deje, señor, deje que rebrinquen los señoritos, que la erba 8249 29| que ella a veces sentía rebullir allá en el fondo de su cabeza, 8250 5| prudentes, no eran comedidas, no rebuscaban las frases. Doña Anuncia 8251 16| le ahorró la molestia de rebuscar las pocas frases cultas 8252 26| llegaba, se repetían los recados. Doña Paula estaba furiosa. ¿ 8253 5| no acababa de sanar, ni recaía; no se presentaba ninguna 8254 20| dientes». Hasta las más recalcitrantes beatas pasaban al lado del 8255 13| inclinaba más graciosa que recatada y honesta sobre el regazo 8256 1| dicen en Vetusta, salía muy recatadamente por la calle del Rosario, 8257 16| y plateas donde, apenas recatados, fuman, ríen, alborotan, 8258 13| aldea -; ese hombre no sabe recatarse...~ ~ -Yo paso por eso - 8259 26| Petronila Rianzares, que había recaudado veinte duros en la mesa 8260 19| Víctor, vino el retroceso, recayó la enferma y se volvió a 8261 22| Es de más efecto que se rece.~ ~ -Esto no es una manifestación 8262 24| animaba, la maledicencia y los recelos ridículos de la etiqueta 8263 29| estando asustada ella... recelosa... pago yo. A ti ya no te 8264 1| le hacían dirigir miradas recelosas al Campo del Sol; allí vivían 8265 26| espinas y dar un gustazo a los recentales de su rebaño pedagógico, 8266 7| el favor de mandarle la receta de aquella purga tan eficaz 8267 30| antiespasmódicos a la Regenta y recetaba nuevas medicinas para combatir 8268 5| allí se contentaba con las recetas que heredara de sus mayores. 8269 16| que tentaciones efímeras, rechazadas al aparecer, creía que no 8270 12| delante de la cara como rechazando a todos los importunos y 8271 22| su amigo don Pompeyo para rechazar en su nombre toda sugestión 8272 20| pintada de azul y rojo, que rechinaba a cada movimiento del jergón, 8273 25| de la caridad distraída. Rechinaban los canceles; había en el 8274 30| cuando en cuando, como si le rechinaran los huesos.~ ~ El Magistral 8275 21| procurando que sus botas no rechinasen, como solían, y preguntaba 8276 21| tres, pequeñas, pálidas y recias, mujeres ya, disfrazadas 8277 21| ella quería; yo, más débil, recibí más pronto amparo de Dios 8278 19| Vegallana. Fue muy bien recibida; la del Banco se la comía 8279 16| la Fandiño eran todavía recibidas con desconfianza en casi 8280 12| Vetusta echando bendiciones y recibiéndolas del pueblo. Con gran escándalo 8281 26| proponía a su señor padre que recibiera los Sacramentos?~ ~ Se lo 8282 11| circunstancias no hubiera tenido buen recibimiento; pero al saber que venía 8283 22| después..., después..., recibirá usted el Pan del alma...~ ~ -¡ 8284 12| Traía los ojos húmedos de recientes lágrimas. Abrazó al Magistral 8285 20| llamarnos de tú y estar a la recíproca.~ ~ -¡Admitido! ¡Aprobado!~ ~ - 8286 4| ruiseñor, y los versos de Ana, recitados como una oración entre lágrimas, 8287 12| el cura de Tamaza, que reclama el dinero de las misas de 8288 13| mirándose así por ella, reclamando cada cual con distinto fin 8289 28| de los de Anita, también reclinada sobre el antepecho. Otras 8290 7| un momento Trabuco, pero recobrando la serenidad exclamó:~ ~ - 8291 12| manos -, segura estoy de que recobrará la salud aquella querida 8292 10| mueres. ¿Y en Valladolid? Recobraste la salud gracias a la fuerza 8293 28| sabes que en la aldea nos recogemos temprano. Los Marqueses 8294 20| batalla nueva, y sólo pude recogerlo entre molestias sin cuento, 8295 28| Los Marqueses ya están recogidos. Ahora mismo acaba de llamar 8296 21| órdenes a su criado, para que recoja corriendo el equipaje y 8297 11| agentes de la industria y recojo la natural ganancia... Estas 8298 12| Canónigos, atravesó la de Recoletos y llegó a la de la Rúa, 8299 1| por un lado o por otro una recomendación para que Bermúdez fuese 8300 13| Espolón para sus respectivos recomendados.~ ~ El jefe económico había 8301 5| su cuenta a la joven para recomendarle al señor Quintanar.~ ~ « 8302 17| cuestión de las lecturas.~ ~ Recomendó particularmente la vida 8303 21| que se le dejase a ella recompensar a las gentes como merecían, 8304 26| doña Paula una ira sorda, reconcentrada, y una aspiración vaga a 8305 1| aquella época de pasiones reconcentradas, poco y mal satisfechas. 8306 15| pino, amenazas sordas y reconciliaciones expresivas por parte del 8307 13| a ser inflexible...»~ ~ -Reconciliarás, si te encuentras con fuerzas 8308 13| satisfacción cuando supo que ya no reconciliaría Ana aquella tarde.~ ~ -¡ 8309 26| engañado a nadie. Yo quiero reconciliarme con la Iglesia, morir en 8310 16| mañana en que la Regenta reconcilió con don Fermín, antes de 8311 27| me hablan de una música recóndita de ideas y sentimientos. ¿ 8312 19| sobre todo, en el ritmo recóndito de los fenómenos, divisibles 8313 30| por las calles, nadie le reconocería con aquel traje de cazador 8314 11| tiempo. Fingió también no reconocerla.~ ~ Teresina los espiaba 8315 3| los de su amo y no quiso reconocerle. Toda la noche se hubiera 8316 27| papeles escritos en que reconocí mis garabatos de niña..., 8317 22| hemostática del alcohol reconocida por Campbell y Chevrière? 8318 12| todos los que no estuvieran reconocidos por la ciencia. La higiene 8319 1| miedo que en tal guisa le reconociera nadie. ¿Y adónde iba? A 8320 8| señora que los del balcón reconocieron al momento. Era la Regenta. 8321 1| en los cronicones de la Reconquista, y gloriosamente se pudren 8322 15| bolsas grasientas contaba y recontaba el oro, la plata y el cobre 8323 21| le decía Ana con tono de reconvención, una mañana de agosto, en 8324 19| terror; aquellas culpas recordadas, que eran la vida, la realidad 8325 4| No había allí ruido que recordara al hombre. El mar, que ya 8326 7| usted, señor Ronzal... ya recordará usted... aquella palabreja.~ ~ -¿ 8327 26| Barinaga le hacía temblar al recordarla. «¡Morir como un perro! ¡ 8328 3| todo aquello le repugnaba recordarlo; pero su pena de niña, la 8329 11| pero necesitaba que se los recordasen. ¡Tenía tantas cosas en 8330 9| se sale de trapillo, se recorre la parte nueva, la calle 8331 16| robado; casados en secreto, recorrían después todas las provincias, 8332 16| como un soplo fresco que recorriese las venas y la médula de 8333 1| de tinta china, pero la recortaba como el boj de su huerto. 8334 29| declive, limpias y como recortadas con tijeras, alegraba la 8335 1| espeso cabello negro muy recortado, descansaba sobre un robusto 8336 6| conocimientos consiste en los recortes de la Correspondencia que 8337 19| inteligente, y se apoyaba y casi recostaba en Frígilis como en una 8338 21| disimulando cuanto pudo, se recostó en un árbol. Fingió entretenerse 8339 23| envolvióle en pañales y recostóle en un pesebre». Ripamilán 8340 22| con que sus sentidos se recreaban en el recuerdo de Mesía 8341 27| deleite aquella página, no recreándose en el estilo, sino en los 8342 21| vivir en este egoísmo de recrearme en Dios; necesito, sí, trabajar 8343 29| era el hombre! ¿Por qué recrearse en aquellas tristezas cuando 8344 1| las narices.~ ~ Uno de los recreos solitarios de don Fermín 8345 1| informe. La nariz larga, recta, sin corrección ni dignidad, 8346 11| que dijo: Prima salus est rectae fidei regulam custodire; 8347 12| parentesco.~ ~ El salón era rectangular, muy espacioso, adornado 8348 12| visitas particulares. Era un rectángulo de treinta pies de largo 8349 14| interrumpía con grandes rectángulos la sombra, y por aquella 8350 9| se deslizaban rápidas, rectas, y desaparecían en la corriente, 8351 25| quedarse lívido, y como rectificando añadía: «El mal..., es decir... 8352 1| de pliegues escultóricos, rectos, simétricos, una sotana 8353 15| miedo. En aquella casa el recuento de la moneda era un culto. 8354 11| viene a ser insignificante. Recuerden ustedes, señores, lo que 8355 26| la de don Álvaro; el cual reculó otra vez, como al pasar 8356 19| Era una villanía, pero recurrió a la ciega amistad de don 8357 22| pícara ley de imprenta, redactaré allí mismo un suelto convocando 8358 16| acertado era morirse; y así, el redactor, que había comenzado lamentando 8359 22| hombre, a quien debía la redención de su espíritu, se apoderó 8360 11| infalibilidad de que el Divino Redentor ha querido proveer a su 8361 21| que le ennoblecía, que le redimía. Si le apuraban, daría una 8362 1| pecadoras sí, pero al fin redimidas por el amor y la mucha fe, 8363 21| trataba de si Cristo había redimido a todas las Humanidades 8364 25| amargo, todo junto, capaz de redimir la culpa más grave. Deber..., 8365 7| por amor. Era necesario redimirle, ayudarle a toda costa.~ ~ « 8366 7| fuerte; un hombre capaz de redimirse por amor. Era necesario 8367 15| de ella, debía cobrar los réditos de su capital, y si la fábrica 8368 1| gráficas señales de la fe rediviva, en los alrededores de Vetusta, 8369 30| la fortaleza del cuerpo redivivo trabajó en obras de aguja, 8370 16| modelo.~ ~ Trabuco se propuso redoblar su atención, observar mucho 8371 26| mujer al patíbulo.~ ~ El redoble del parche se destacaba 8372 30| otras veces...~ ~ Y entonces redobló la atención y oyó un rumor 8373 12| ven el mundo, dentro de la redoma, pero no lo pueden catar. ¿ 8374 20| músculos se fortalecían y redondeaban... y la frialdad y la reserva 8375 3| del honor, tan propia para redondillas y hasta sonetos. Él era 8376 2| inquietos, muy negros y muy redondos. Terciaba el manteo a lo 8377 14| volvíase, cada vez era más reducida la órbita de su vuelo.~ ~ « 8378 29| pisarle, de patearle, de reducirle a cachos, a polvo, a viento; 8379 4| a ella le quedaba aquel reducto inexpugnable.~ ~ Nunca le 8380 1| separóse de la ventana, redujo a su mínimo tamaño el instrumento 8381 2| desbordado, la hinchazón, la redundancia se han dado cita para labrar 8382 21| lo negro de sus manteos redundantes con las faldas cortas de 8383 25| Vetusta se entregó con reduplicado fervor a sus devociones. 8384 1| alentaba el espíritu que reedificaba y ya las Hermanitas de los 8385 16| del arte, no pensaba en reemplazarlas. Como en la comedia que 8386 12| del Provisor para todo lo referente al gobierno de la diócesis. 8387 1| confidencial, como podía referírselas en su tocador a alguna amiga 8388 4| pasaje en donde el santo refiere que paseándose él también 8389 12| de los Misterios que se refieren a la Mujer sine labe concepta. 8390 8| uno de los placeres más refinados era «una sesión» alegre 8391 8| limpieza, desahogo, esmero, refinamiento en el arte culinario, todo 8392 16| veo la tostada», decía, refiriéndose a cualquier comedia en que 8393 12| tinieblas, tinieblas como reflejadas y multiplicadas por los 8394 27| en que rápidamente había reflejado sus impresiones al entrar 8395 4| confundían, y se mandaban reflejados sus colores. En lo más alto 8396 29| ella, pronto le disculpaba, reflexionando que el pobre Álvaro hacía 8397 27| meditabunda. Está todo en silencio reflexivo, recordando los ruidos de 8398 19| prometerse nueva vida, verdadera reforma, eficaz cambio de costumbres; 8399 13| insistió en su espíritu de reformista de cal y canto. «¡Ea!, que 8400 4| con la paciencia de los reformistas ingleses, un culto de envidia 8401 25| masa al coro de San Isidro reforzada por algunas partes rezagadas 8402 10| telas de araña; las lágrimas refractaban así los rayos de la luna.~ ~ «¿ 8403 3| la ahoga. Después dijo un refrán desvergonzado en que se 8404 13| necesariamente, y que la lujuria mal refrenada se les escapaba a borbotones 8405 9| corriente que se precipitaba a refrescar los prados. Sobre las ramas 8406 20| gozaba como una loca en la refriega. Segura de no ser vencida 8407 3| desabrida. El espíritu se había refrigerado con el nuevo sesgo de los 8408 7| muy respetada, y de los refuerzos espirituales que su atribulada 8409 4| Así como en la infancia se refugiaba dentro de su fantasía para 8410 24| todo lo que les rodeaba. Refugiábanse en el círculo aristocrático, 8411 27| señoras que la acompañaban refugiadas bajo la cúpula del belvedere 8412 5| sufrir en silencio, ni el refugiarse en la vida interior; necesitaba 8413 23| miedo de sí misma... se refugió en la alcoba, y sobre la 8414 4| Agustín no bebería sidra ni refutaría tan mal argumentos como 8415 1| constantemente removida y bien regada.~ ~ Alguien subía por el 8416 16| perseguidas, obsequiadas, regaladas y hasta aburridas por aquellos 8417 13| del Espolón, en terrenos regalados por doña Petronila con admiración 8418 8| todos colonos míos? ¿No me regalan sus mejores frutos? ¿Los 8419 28| de un marido «de mundo» regalarle ligas a su señora. Pidió 8420 29| y otra cosa que a una la regalen a los amigos, y la lleven 8421 23| sus agujeros y volvió a regar la catedral con chorritos 8422 9| y con otro en la calle, regatean los precios, y cazan lisonjas 8423 5| doña Anuncia y la ayudaba a regatear.~ ~ La solterona después 8424 22| últimos que llegaban, los regazados, encontraban aquello hecho 8425 14| en el ablativo absoluto Rege Carolo III, grabado en medio 8426 1| vanidad o por fe creía en su regeneración todas las mañanas aquel 8427 16| bambalinas que las del salón regio, que figuraban en sabia 8428 18| en cuando, había estado registrando con su catalejo los rincones 8429 21| lealtad de la doncella. Registrándole el baúl, en su ausencia, 8430 8| todavía encontraba placer en registrar cacerolas, y revolver vasares, 8431 22| también - ponía obstáculos reglamentarios.~ ~ -¡A ver, dónde está 8432 20| citando los artículos del Reglamento que, en su opinión, «prohibían 8433 29| alegre, con aquel insultante regocijo que le inspiraba a él la 8434 3| y aparatosa. Su alma se regocijó contemplando en la fantasía 8435 22| don Álvaro Mesía en cuanto regresó éste de Palomares, y al 8436 11| Prima salus est rectae fidei regulam custodire; confirmábase 8437 30| funcionaba en ella la lógica regularmente y creía en las leyes morales 8438 7| Pauperum tabernas, regumque turres.~ ~ ~ ~ Joaquinito, 8439 20| satisfacer secreto impulso de rehabilitarse con su historia. Habló el 8440 12| en la Semana de Pasión. «Rehuía los lugares comunes», según 8441 12| espléndida? Aunque quiso rehuir la contestación a esta pregunta 8442 30| Regenta, después de llorar y rehusar cien veces, aceptó el dinero 8443 2| genuflexiones y hasta trenzados.~ ~ Reíanse de todo corazón los muchachos 8444 6| gabinete rojo. En éste había de reinar el silencio, y si era posible 8445 9| que ha habido princesas y reinas encaprichadas y metidas 8446 24| comprendiendo que mientras reinase en el corazón de Ana lo 8447 16| drama se le antojaba a ella reírse a carcajadas con las ocurrencias 8448 13| Marquesa que convidase, con reiteradas súplicas, si era preciso, 8449 16| de la niebla, era la viva reivindicación de sus derechos, una protesta 8450 1| sin que la policía pueda reivindicar los derechos de la moral 8451 27| Aquel Benítez la estaba rejuveneciendo».~ ~ Después de las hojas 8452 11| recordaba la vida y flaquezas. Relacionaba las confesiones de unos 8453 25| más tarde el cansancio, la relajación de aquellas fibras tirantes 8454 8| Aunque algo se habían relajado las costumbres y ya no era 8455 16| era cosa nueva, era un relajamiento, algo que al dilacerar la 8456 12| huesos del pecho del Señor al relajar los verdugos las piernas 8457 30| un cacho de carne fofa, relamida por todas las mujeres malas 8458 29| oponer a sus argumentos relativos a las sospechas probables 8459 19| que quería acusarse; era relator la memoria, fiscal la imaginación, 8460 6| cuidado de desplumarle; se relevaban; pero a veces le desplumaban 8461 2| han saboreado primores del relieve, si no de un Berruguete, 8462 13| monumento y una gloriosa reliquia.~ ~ -Es una ruina.~ ~ -No 8463 11| de formas suficientemente rellenas para los contornos que necesita 8464 25| sólo los encuentra un buen relojero. Pensaba dejar que pasara 8465 29| adelantado el reloj...? ¡Dos relojes echados a perder en dos 8466 11| vestía debajo de la sotana relucían con el brillo triste del 8467 8| oscuridad del río en el remanso, acechaba el paso del salmón, 8468 7| torneados, blancos y macizos, rematados por manos de muñeca, mostraban, 8469 26| balcón una cruz dorada, remate de un pendón viejo y venerable. 8470 1| luz de muchos colores que remedaban pedazos del iris dentro 8471 21| hace santa, si Dios no lo remedia. A mí me asusta a veces. ¡ 8472 12| torre, pero de peor gusto, remendado muchas veces en el siglo 8473 12| todos luciéramos pantalones remendados como un afilador de navajas 8474 6| mudó el Casino y siguió remendando como pudo sus goteras y 8475 12| anda sin zapatos? Si ese remendón supiera su oficio, parecerían 8476 29| en amor, aunque era algo remiso para el pago, y ella le 8477 26| los versos que le había remitido. Él no quería mal a nadie, 8478 6| consideración: adjuntos le remito unos versos para que, si 8479 2| halagado, y con color de remolacha, dijo al oído del confidente:~ ~ -¿ 8480 16| bastidores se hacían los remolones o precipitaban su caída, 8481 12| la puerta llevando como a remolque a la de Páez.~ ~ El Magistral 8482 8| tentadores, y dentro de la remonísima garganta suenan unos ruidos, 8483 10| Cuántos años tenía que remontar en la historia de sus amores 8484 29| era tiempo; y como si le remordiera la conciencia, corrió a 8485 1| contemplando lo pasado en lo más remoto del recuerdo; su niñez le 8486 4| muy arriesgados a países remotos que él ni de nombre conocía. 8487 8| manos, al parecer casual, al remover una masa misma, al meter 8488 17| sensible aquella noche, removía sobre la arena de los senderos.~ ~ 8489 15| sucios que los campesinos que removían la tierra en la superficie 8490 1| la tierra constantemente removida y bien regada.~ ~ Alguien 8491 29| Traslacerca, el Tenorio preparó removiendo piedras y quitando cal, 8492 1| Empezaba el Otoño. Los prados renacían, la yerba había crecido 8493 30| por los oídos.~ ~ «¡Ay si renaciera la fe! ¡Si ella pudiese 8494 2| menos preocupados con el Renacimiento, hubiesen notado el ceño 8495 21| pensamientos y de rebelión sorda y rencorosa, una vida de buenas obras, 8496 19| como el gruñir de las olas rencorosas; el mundo era una contradanza 8497 19| tristezas, un hastío hondo y el rencoroso espíritu de protesta de 8498 7| conquistas; no pocas mujeres se rendían al futuro marqués de Vegallana; 8499 28| más de diez mujeres medio rendidas... y muy pocas, tal vez 8500 7| acortaban mucho los plazos del rendimiento. La señora del personaje 8501 27| usted la fatiga no debe rendirle, que allá en Matalerejo 8502 29| más que para recitar una rendondilla. Los hombres honrados y 8503 3| Por fin, se detuvo en un renglón que decía:~ ~ -«Los parajes 8504 15| palabras y consejos. Ya no se reñía, se discutía con calor, 8505 12| desfachatez del cura que reniega del pudor de los hábitos 8506 17| cabeza -, voy a permitirme reñir a usted un poco...~ ~ Nueva 8507 24| en venir; pero en vez de reñirle, como solía, le dio dos 8508 22| invierno sin fin, ahora se renovaban; los que volvían encontraban 8509 12| vulgaridades relativas a la renovación del aire, a la calefacción, 8510 12| y la fachada principal, renovada, recargada de adornos churriguerescos, 8511 15| Magistral! Usted ha hecho renovar las aras de todas las iglesias 8512 13| allí el gran arbitrista rentístico? Visitación. Pues que la 8513 20| hipócrita y astuta, todo se renueva, todo toma importancia, 8514 20| otras voces le decían: «Renuncia para siempre a la Regenta». 8515 2| escopeta. A la última había renunciado; no a la primera, que seguía 8516 21| morir, renacer en Él, pero renunciando a sí mismo.~ ~ Y como si 8517 21| Frígilis había jurado renunciarla, pero no importaba; de todas 8518 20| cante o es cante adulterado, renuncio al más allá!~ ~ Y dio un 8519 4| confesión a que se obligó a la reo. Se discutió el caso fisiológicamente. 8520 1| premios celestiales, de reparaciones de ultratumba. No era que 8521 15| el ejemplo. Y una noche, reparando al cenar que Paula era mal 8522 8| balcón, sin cuidarse de reparar el desorden de su traje 8523 27| los llevaba absortos y no repararon en la mísera berlina que 8524 25| su ánimo la cobardía, los reparos mundanales, prosaicos, el 8525 16| como se llama todavía. Se reparten por palcos y plateas donde, 8526 21| niñas se levantaban, se repartían en secciones por el tablado, 8527 19| unidad, empezaba a verse repartida en mil, y el horror dominándola 8528 21| a todas las Humanidades repartidas por los planetas de una 8529 8| con nada. Allí mismo había repartido él besos en muy distintas 8530 20| el Magistral. Al salir, repartidos en grupos, se decían en 8531 15| ocultéis... bien os oigo repartiros mi dinero, ladrones; ese 8532 17| como otros que acababan de repartirse otros niños, había tenido 8533 27| lo más espeso. Subía un repecho y don Fermín veía los bajos 8534 7| sustituir al novio, el Tenorio repentista, en los casos graves procedía 8535 16| irresponsable, mecánica del bronce repercutiendo con tenacidad irritante, 8536 23| las mayores locuras del repertorio; un aire que Ana había oído 8537 17| era necesario evitar la repetición de accesos por el estilo».~ ~ 8538 30| cosas, que aquella noche se repetiría la escena de la anterior, 8539 12| cómico!», pensaba, y pensaba repetirlo en saliendo. Creía haber 8540 29| aturdido por el estridente repique de aquel estertor metálico, 8541 10| cuando predique don Fermín y repiquen gordo. ¡Ah!, y por el verano 8542 17| quedó arrobado oyendo el repiqueteo estridente, fresco, alegre 8543 16| citaban a Dumas y Sardou, repitiendo lo que habían oído en la 8544 23| de aquel montón de carne repleta. Como la religión es igual 8545 21| rosas pálidas, otra vez repletos de vida circulante. Y sin 8546 12| sí, tú que eres santo! -replicaba la madre con alaridos.~ ~ -¡ 8547 30| Pero Frígilis había replicado:~ ~ -Sí quieres tal si le 8548 12| Y no se le había de replicar.~ ~ Aparte la ciencia, que 8549 13| corazón sano, sin pliegues ni repliegues. Reía con franca jovialidad, 8550 5| creo que la chica, si se repone, va a ser guapa.~ ~ -Creo 8551 30| escribía otra vez, procuraba reportarse, y al cabo la indignación, 8552 28| Álvaro que se callase, que se reportase, que mirase quién era ella. « 8553 29| naturaleza! ¡Qué tranquilamente reposaba...! ¡Los hombres, los hombres 8554 29| furtivos, precipitados; pero el reposado dominio de horas y horas 8555 21| vivarachos, van y vienen, reprenden a las educandas con palabras 8556 12| indigna de un mitrado, le reprendía con acritud.~ ~ -Esto es 8557 2| que embozadamente le había reprendido algunas veces por la pimienta 8558 14| con él de miedo a que le reprendiese por su condescendencia con 8559 21| impulso y no pude. A veces me reprendo a mí misma porque pienso 8560 18| lotería y de las charadas representadas.~ ~ En cuanto al «elemento 8561 15| el Magistral se la había representado, y dejándose alumbrar por 8562 22| señor Somoza, su legítimo representante. No si un clavo saca 8563 17| imaginación poderosa en representarse las escenas de pura poesía 8564 3| hermosa que Bermúdez podía representársela. Después de abandonar todas 8565 4| procurar el triunfo del sistema representativo en toda su integridad. Tanto 8566 20| autoridad a tomar una medida represiva?»~ ~ En el cabildo, Glocester, 8567 29| cuando era por su bien, se reprimió, y cambiando el tono y el 8568 16| diciendo que la Marquesa era republicana y que escribía en La Flaca 8569 6| lo que olía a plebe. Los republicanitos tenían en él un enemigo 8570 6| la calma de aquel refugio repuesto y escondido del arte aleatorio, 8571 23| un perro... Y además esto repugna... Oigan ustedes a ese organista, 8572 18| enérgicos. Si a usted le repugnan a veces ciertas palabras, 8573 5| manifestar deseos, gustos o repugnancias, y menos éstas, tratándose 8574 30| evitar, que la sentía aun repugnándole sentirla, era nuevo remordimiento.~ ~ 8575 7| irresistible conquistador, reputábala auténtica y el más envidiable 8576 1| erudito no lastimaban su reputación, porque los pocos que podían 8577 3| las estocadas que lavan reputaciones tan a tiempo, ni en el discreteo 8578 15| terco, y había vuelto a requebrarla, y a prometerla casarse 8579 26| Pompeyo con toda la solemnidad requerida por las circunstancias, 8580 15| algo pariente, la había requerido de amores y ella le había 8581 25| las manos por la frente; requirió el manteo; buscó el sombrero 8582 21| escuela «Veritas in re est res ipsa, veritas in intellectu...». 8583 28| procuraba evitarlos y tropezaba, resbalaba y caía de hinojos, blasfemando 8584 29| arrastraban por sus cumbres, resbalaban hacia Vetusta y llenaban 8585 12| muchísimos que conozco, resbalan pero no caen.~ ~ El Magistral 8586 6| Muchacho, muchacho, que te resbalas -advirtió el padre del deslenguado, 8587 19| que sus manos oprimían, resbaló en el lecho y quedó supina 8588 26| de sus ganancias; iba a rescatar el crédito perdido buscando 8589 27| modo, a la materia que va reseñada brevemente, Ana encontró, 8590 15| verle tan contento, nada resentido, rabiaba por atreverse a 8591 24| exigencias sociales... y se reservaban para «última hora». Porque 8592 2| buenos clérigos son muy reservados, Ripamilán, que sabía tratar 8593 10| había allí. ¿Qué papel la reservarían? ¿Contarían con ella? ¡Ay 8594 16| Magistral, ¿no había que reservarle el alma?»~ ~ ~ ~ 8595 12| Ya sabe usted que es una residencia interina. Las Salesas están 8596 6| viejos, si el Casino deja de residir en la Encimada, adiós Casino. 8597 9| que son las más, no se resignan a enseñar el mismo vestido 8598 14| el ala, ancho y corto, se resignaron, y toleraron la invasión 8599 13| entendió la Regenta; y se resignó a habérselas otra vez con 8600 1| plumas. Aquella mirada la resistían pocos; a unos les daba miedo, 8601 19| venganza. Mucho tiempo se había resistido su delicadeza, o lo que 8602 10| volvía cómplice. Pero ella resistiría. ¡Oh!, ¡sí!, aquella tentación 8603 26| una loca -pensaba -, tomo resoluciones extremas en los momentos 8604 12| él le comunicará lo que resolvamos.~ ~ El clérigo quiso humillarse, 8605 16| como otras veces, no se resolvería en lágrimas de ternura abstracta, 8606 10| tres, cuatro pasos más sin resolverse a volver pie atrás, por 8607 10| La crisis nerviosa se resolvía, como la noche anterior, 8608 25| banco y meditaba. Sonaba y resonaba en la bóveda la tos de un 8609 1| de modo que sus palabras resonaban en las bóvedas, y los demás 8610 19| de baile, oscuro, triste, resonante bajo las pisadas de las 8611 27| voces por la distancia, resonaron al través de la hojarasca 8612 21| tres filas de bancos sin respaldos, y enfrente de ellos una 8613 8| del cocinero, por lo que respecta a la cocina, sacaba algunas 8614 28| con Obdulia y Edelmira, respectivamente. Visitación los habrá ayudado. 8615 17| con permiso de usted, son respetabilísimos, pero quiere Dios, consiente 8616 16| costumbres tradicionales, respetadas sin conciencia de lo que 8617 20| suplicaba a los presentes respetaran, se abstendría de acudir 8618 14| Espolón y sus inmediaciones se respetaron, a pocos pasos comenzaba 8619 29| tunanta no quiere que le respeten... en suma: ella está picada 8620 28| de amor apasionada pero respetuosa, discreta, toda idealismo, 8621 21| criados indiferentes, mudos, respetuosos, sin cariño, le hacían echar 8622 12| falta; aire puro y allí se respira la peste; ejercicio y allí 8623 9| Aquel perfume de harapo lo respiraban muchas mujeres hermosas, 8624 26| Santo. El Magistral y Trifón respiraron. También respiró Somoza. 8625 24| de esta pareja se colocó resplandeciente Ronzal, el gallardo Trabuco, 8626 6| baja.~ ~ -Observe usted -le respondieron - que rara vez hablan de 8627 19| cobre, mientras oía cantar responsos a carcajadas y le salpicaba 8628 3| penitencia en preguntas y respuestas. No daba vuelta a las hojas. 8629 20| el mero hecho de haberse restablecido la legislación que yo invocaba... 8630 8| cada paso con expedientes a restañar las heridas del crédito, 8631 26| eficacia de su sacrificio para restaurar la fama del Magistral: no 8632 20| sereno y satisfecho, se restituía a su hogar tranquilo donde 8633 12| gritó Olvido, otra vez restituida a su natural frigorífico.~ ~ 8634 1| Restauración, que no podía restituir, alentaba el espíritu que 8635 20| buscar a don Pompeyo para restituirlo al Casino, «de donde nunca 8636 4| Carlos entonces no podía restituirse a la patria, como él decía.~ ~ 8637 19| pelada, que quiero que me la restituya...Suum cuique.~ ~ Ana oyó 8638 13| días (si bien ocultando los restreñimientos que le habían tenido obseso 8639 1| sobre todo de perpetuos restriñimientos. Era una sonrisa llena de 8640 21| fuera, de la naturaleza que resucitaba, con esperanza de salud 8641 12| él, que había metido el resuello en el cuerpo a una pareja 8642 9| aire distinguido, ademanes resueltos, corte romántico; con la 8643 12| de cura por todo encanto, resuelven libremente meterse monjas, 8644 16| anagnórisis en que todos resultan padres e hijos de todos 8645 4| a los filosóficos; y de resultas era un hombre que ya no 8646 30| había hecho en otra ocasión, resumía diciendo:~ ~ -De todas maneras, 8647 16| fuerza. Era una especie de resurrección del ánimo, de la imaginación 8648 20| acudiendo a un duelo a que él le retaba... sentía escalofríos. Se 8649 30| de una mujer, había sido retado a singular combate por un 8650 10| dificultad de mecánica que retardaba la aplicación del artefacto.~ ~ 8651 27| todo le obedezco. Adiós. No retarde su visita. Quintanar le 8652 16| de que Álvaro le parecía retebién, Álvaro seguía su persecución 8653 11| blanca. De Pas sintió en la retina toda aquella blancura, como 8654 6| maliciosos epigramas y del retintín manolesco de sus gestos 8655 21| como la marejada que se retira. Dejó los senderos blancos 8656 28| vamos, ya ves que todos se retiran. Víctor, a la cama.~ ~ Ana 8657 24| consentimiento. Pero pensaba retirarlo si el canónigo decía non 8658 14| hasta que aquellos bultos se retirasen del balcón no podía moverse. 8659 17| patio.~ ~ -Digo que ayer me retiré yo de la huerta cerca del 8660 12| cuadros de Cenceño, pero retocados con colores chillones que 8661 8| ataque de esos que la hacen retorcerse...! ¡Cómo salta sobre la 8662 12| sus contorsiones de madera retorcida, ora en curvas panzudas, 8663 11| que ella creyó discreto y retorció una punta del delantal.~ ~ - 8664 2| inocentes alardes de erotismo retórico porque conocía sus costumbres 8665 20| usted, después de tanta retorta, y tanto protoplasma y demás 8666 28| decía, était déjà sur le retour, se sentía transformado 8667 11| Mesía. En los labios le retozaba esta pregunta:~ ~ «¿Pero 8668 22| A condición de una retractación indigna, ya lo . Don Santos 8669 12| siempre estaba dispuesto a retractarse y a cambiar aquel dislate 8670 20| necesidad de que don Pompeyo se retractase de sus errores. Se echó 8671 20| Que únicamente le retrae el juramento...~ ~ -Eso, 8672 18| sistema de la cuerda floja retrasaba el triunfo, pero le permitía 8673 22| Alerta... Es preciso que hoy retrasen ustedes un poco el número 8674 18| Cármenes.~ ~ El temporal retrasó no poco el cumplimiento 8675 12| delante de un espejo, que lo retrataba por la espalda, miraba sin 8676 13| mesa, en un medallón, el retrato de don Jaime Balmes, sin 8677 12| con las manos crispadas, retrocediendo hasta tropezar con la piedra 8678 19| prohibición de don Víctor, vino el retroceso, recayó la enferma y se 8679 18| sentía ahora una vergüenza retrospectiva; recordaba el tiempo que 8680 29| especie de remordimiento retrospectivo por haber sacrificado a 8681 8| dicen. Eso parece cuando se retuerce. ¡Cómo se ríe cuando está 8682 21| todo corazón y el templo retumba devolviendo el eco de la 8683 7| oyó una carcajada sonora, retumbante, que heló la sangre del 8684 27| no conozco más quinta que reúna las condiciones de Benítez 8685 26| gabinete de la Marquesa reunidas, escuchaban pasmadas lo 8686 22| otros enemigos del Magistral reunidos en la tienda, al pie del 8687 19| no impuestas, sino como reveladas y acogidas al punto con 8688 29| debía a Petra no era para revelado sin su cuenta y razón. A 8689 14| monumentales de piedra oscura, revelando su origen en el ablativo 8690 29| Ana - había hecho mal en revelarle aquellas miserias, en hacer 8691 3| Venus, algo flamenca, se revelaron exageradas bajo la manta 8692 12| el salón ni otra cosa que revelase la morada de un mitrado.~ ~ 8693 3| limpieza y del orden, nada que revele a la mujer elegante. La 8694 28| le daba el corazón, que reventaba de celos, de cólera, que 8695 30| el Casino.~ ~ Y entonces reventó Joaquinito Orgaz, que lo 8696 10| como la luz blanquecina reverberada por la niebla tenue que 8697 23| quinqué de petróleo con reverbero interrumpía las tinieblas 8698 20| se saludaban con grandes reverencias, pero el seglar se sentía 8699 27| aprensiones..., no son más que el reverso de la misma medalla.~ ~ -¿ 8700 6| gabinete del tresillo se revestían de una seriedad prematura; 8701 1| actitud. Su rostro se había revestido de repente de la expresión 8702 1| acera, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas 8703 27| otra: ¡qué alegre!, ¡qué revoltosa!, nada de encerrarse en 8704 23| diablillos de notas alegres, revoltosas, que luego llenaban los 8705 1| ordinariamente bromista, alegre y revoltoso, manejaba el badajo de la 8706 22| Provisor».~ ~ «Y ahora los revolucionarios, que de todo sacan raja, 8707 30| solían dejar que pasaran revoluciones sin darse por entendidos, 8708 5| que si hubiera visto un revólver, una baraja o una botella 8709 16| jinete piafar, caracolear, revolverse, con gran maestría de la 8710 18| visita. Todo lo encontró mal; revolvió expedientes, descubrió abusos, 8711 6| colección incompleta de la Revue des deux mondes, y otras 8712 2| Glocester, llenos de vueltas y revueltas, emboscadas y laberintos, 8713 9| de modas. Lo ven todo, lo revuelven todo, y les queda tiempo 8714 25| reforzada por algunas partes rezagadas de la última compañía de 8715 23| había algunos grupos de rezagados. Había que separarse.~ ~ -¡ 8716 22| pues, se convino que se rezaría y se rezó. Requiescat in 8717 13| obseso y en cama), al ir a rezarle al oído el discursito que 8718 1| siesta, convocándole a los rezos y cánticos de su peculiar 8719 18| donde la humedad sucia rezumaba por tejados y paredes agrietadas, 8720 12| permite a las niñas que se rían a su gusto con los chistes 8721 13| Carcajada general.~ ~ -Sí, ríanse ustedes -clamó Obdulia -, 8722 21| del río, volaban desde la ribera sobre las aguas y en medio 8723 5| dejarla casarse con un ricacho plebeyo. Entretanto, se 8724 3| balcones de Rosina:~ ~ ~ ~Ecco ridente il ciel...~ ~ La respiración 8725 9| hortaliza. Huertas y prados los riegan las aguas de la ciudad y 8726 10| en su dolor, sueltas las riendas de la voluntad, como las 8727 8| carcajada.~ ~ -¿De qué te ríes? -dijo Obdulia.~ ~ -De Joaquinito 8728 4| su padre, corría grandes riesgos, si no estaba en peligro 8729 1| obispo de Nauplia; proponía rifas católicas, organizaba bailes 8730 16| cabeza prisionera de la rígida toca, muy coloradas las 8731 12| calumnia lo que se cuenta de la rigidez monástica de este hogar 8732 2| que Dios le había dado los rigodones en que había lucido garbo 8733 7| mirase en un espejo de la Rigolade. No le quería mal. Le hubiera 8734 12| Obispo las iba llamando por rigorosa antigüedad, como en una 8735 19| inteligencia les aplicaba rigurosa crítica, un análisis sutil 8736 5| señorita de Ozores, vestida de riguroso luto, un dolor apenas mitigado 8737 12| caridad y la perfección de la rima revelaban el estilo de don 8738 15| acudía; pensaba que era una riña entre mineros. Además, le 8739 29| trabaja poco, no admite riñas y aspira a ponerse en un 8740 16| sombríos, las tinieblas de las rinconadas en las noches sin luna, 8741 15| mandan. Si está mal hecho, ríñeme a mí.~ ~ -Un hijo no riñe 8742 3| barca una noche, aunque los riñeran en casa, pasar de orilla 8743 10| interrumpas; ya sabes que riño pocas veces; pero ya que 8744 3| la marea. El barquero los riñó mucho. A ella la condujo 8745 19| lecciones de una observación riquísima. El amor de Frígilis a la 8746 12| Escosura, ese Torquemada pour rire, el que ha traído a esta 8747 30| para que saliera lanza en ristre a matar a don Álvaro.~ ~ « 8748 9| clava en el mancebo los ojos risueños, arrugaditos, que Visitación 8749 1| entre los pliegues amplios y rítmicos del manteo. De éste se despojó 8750 17| Nuestra Madre en muchos ritos, en muchas ceremonias y 8751 6| temer a más de cinco o seis rivales importadores de semejantes 8752 16| bolsa y había procurado rivalizar en elegancia, sans façon 8753 1| Ecbátana; galerías de cristales robando a los edificios por todas 8754 30| sorprendido allí, en su despacho, robándole los candeleros de plata 8755 21| que hubiera escrito a no robarle el tiempo ocupaciones más 8756 11| no del aguardiente; si tú robas a los que piden dispensas; 8757 1| septiembre. Los castañedos, robledales y pomares que en hondonadas 8758 8| excelentísima señora doña Rufina de Robledo, marquesa de Vegallana, 8759 1| católica arraigaba, era con robustas raíces, como con cadenas 8760 3| pero sesenta años de una robustez envidiable; su bigote blanco, 8761 29| debían tomar el tren de Roca-Tajada a las ocho cincuenta para 8762 13| todos los platos y todo lo rociaba con vinagre o lo untaba 8763 19| que traía de las marismas roció la frente de su esposa; 8764 2| pudo decir otra vez.~ ~ -¡Rococó! -concluyó Obdulia.~ ~ En 8765 20| manchas de salsa y vino, rodaron el nombre y el honor de 8766 25| desconocida para él parecía rodear a aquella mujer que encerraba 8767 5| del mundo, nos ha impedido rodearte de todas las comodidades 8768 4| suertes, doña Camila se rodeó de precauciones pedagógicas 8769 12| lágrima de las pocas que tenía rodó por el rostro de la señora 8770 2| asustado de veras.~ ~ -A ver, Rodríguez (el Palomo) corre a la capilla 8771 30| distrajera.~ ~ Y por eso la rogaba que saliese con él a paseo 8772 12| congraciándose con la catedral y rogando al señor Obispo que presidiera 8773 15| iglesia; no perdió novena, ni rogativas, ni misiones, ni rosario, 8774 22| estantes y la consunción roía las entrañas del tendero.~ ~ 8775 22| Barinaga. Ahora los ratones roían las tablas de los estantes 8776 1| nube invisible, y un tinte rojizo aparecía entre las calvicies 8777 25| vientre. El gato pulcro y rollizo entró y saludó a su amigo 8778 3| pies desnudos, pequeños y rollizos en la espesura de las manchas 8779 9| y sin embargo, las damas romanas de la decadencia...~ ~ Paco 8780 12| devoción de la Inmaculada - El Romancero de Nuestra Señora - La Virgen 8781 2| de severa arquitectura románica, sublime en su desnudez; 8782 5| buenos, pero de una escuela romántico-religiosa que a él le empalagaba.~ ~ - 8783 28| a los huesos y darles un romantismo...~ ~ -Ya ha llegado, Pepe, 8784 22| miserable comidilla?» Civis romanus sum!, decía Mourelo: «Quiero 8785 12| papelucho; esas agudezas romas son de él. ¡Puf!, ¡qué enemigos, 8786 6| imitaba a Zamacois, a Luján, a Romea, el sobrino, a todos los 8787 23| recuerdos del verano, de las romerías alegres del campo, de los 8788 5| metamorfosis», «la crisálida que se rompe», todo eso estaba bien; 8789 9| del ángulo misterioso y se rompen las cataratas del entusiasmo 8790 3| muy fuerte. No pudieron romperla y se acostaron para contarse 8791 30| estridente que no ha de romperse.~ ~ Sin saber cómo, De Pas 8792 22| pedantón, si sigue usted rompiéndome el tímpano con esas palabrotas, 8793 12| Madrid ir de museo en museo rompiéndose los pies y tropezando; el 8794 14| hueles..., no a qué..., a ron..., qué yo.~ ~ De Pas 8795 27| Quintanar le saluda... roncando. Ronca, es un hecho. En 8796 14| carcajadas y las voces roncas y metálicas del piano desafinado.~ ~ «-¡ 8797 28| que, cabizbajo y tristón, rondaba por los pasillos.~ ~ -Vamos, 8798 10| hogar, oyendo a lo lejos los ronquidos de Anselmo; «otro estúpido 8799 7| groseras redes de la seducción ronzalesca.~ ~ En tales ocasiones solía 8800 7| ciudad y al mundo en el latín ronzalesco). No parece sino que don 8801 7| restauración.~ ~ -Vamos, que usted, Ronzalillo, en estos tiempos de moralidad... - 8802 1| castaño, donde se guardaba ropas y objetos del culto. Encima 8803 1| país. Dos monaguillos, con ropón encarnado, guardaban casullas 8804 13| aquellos bosques, del castillo roquero y del pueblecillo que se 8805 2| como la mayor parte de los roquetes, mucetas y capas de que 8806 3| Huyó la vaga imagen del rorro, y otra vez se presentó 8807 12| Pero sabes tú quién es Rosendo? Es un grandísimo pillo 8808 6| el Cristo, porque era un rotin, y blandiéndolo gritaba:~ ~ -¡ 8809 2| dedo), capiteles, frontones rotos, guirnaldas, colgadizos, 8810 15| iluminado por un farol, un rótulo de letras doradas que decía: 8811 11| escribir un párrafo sonoro, rotundo, elocuente, con la fuerza 8812 25| que se movía en su cerebro royéndolo, como un sonido de tic-tac, 8813 24| que un pie de don Álvaro rozaba el suyo y a veces lo apretaba. 8814 11| brillo triste del paño muy rozado. Aquel traje sórdido, que 8815 20| húmedas aceitunas, pepinillos rozagantes y otros entremeses; la gravedad 8816 14| la parte del Corfín, casi rozando la cresta más alta de la 8817 21| sentía Anita cierta pereza de rozarse otra vez con el mundo, se 8818 13| que su aliento, al hablar, rozase blandamente la cabeza graciosa 8819 27| batista barata.~ ~ -Mucho, rubita, mucho -respondía el Magistral, 8820 14| movimientos, risas, miradas y rubores. Pero nada más.~ ~ Sin embargo, 8821 13| indiferencia. Algunas salían ruborizadas. Glocester era de los que 8822 11| dijo con voz temblorosa y ruborizándose.~ ~ -No hay de qué, hija 8823 20| brecha con las salvedades de rúbrica. «Por supuesto, Dios sobre 8824 27| hace la rueda, y canta el rucutucua y se eriza de plumas... 8825 24| la hija mayor del barón, Rudesinda, que según don Saturnino 8826 20| Paseo Grande se pone como un ruedo de esparto... no se ve un 8827 1| Cerca de la ciudad, en los ruedos, el cultivo más intenso, 8828 13| arrepentido de haber cedido al ruego tácito de Anita.~ ~ Empleaba 8829 21| habrá dicho a mí que doña Rufinita no quiere ser buena, y enreda 8830 30| gemía, imprecaba, deprecaba, rugía, arrullaba; unas veces parecían 8831 30| Magistral no la oía, oía los rugidos de su pasión que vociferaban 8832 30| sacudiendo la enramada, volvía a rugir el huracán, estallaba el 8833 7| aventura había sido de las ruidosas; nada podía saber la Regenta 8834 16| en una pieza, inquietos, ruidosos, llenando la plaza de repente. 8835 13| Mediante el derribo de la ruinosa iglesia».~ ~ Doña Petronila 8836 1| jardines de casas viejas y ruinosas, restos de la antigua muralla, 8837 1| proclamarse contemporáneas de los ruinosos templos. Pero no pueden, 8838 6| más concretamente de la ruleta y el monte, estaba en el 8839 25| semilla de piedad postiza y rumbosa habían dejado los PP. Goberna 8840 15| compañía del parroquiano. Era rumboso y en el calor de la amistad 8841 16| cielo, comentaba, como si rumiara, las revelaciones de la 8842 8| dientes postizos, como si rumiase negaciones. A veces pronunciaba 8843 21| Frígilis, eran sus palabras un rumorcillo leve.~ ~ -Pero, hombre, 8844 21| brillaban con la hoja nueva, rumorosa, tersa y fresca. Gorjeos 8845 27| el Vivero a la parroquia rural de San Pedro de Santianes; 8846 28| allí dentro, sobre un banco rústico, mientras retorcía con fuerza 8847 9| la monotonía de la faena rutinaria. Cada cual, además, sin 8848 11| cumplía con estos deberes rutinarios, pero necesitaba que se 8849 28| costumbres, lugares comunes y rutinas como le condenaban; claro 8850 11| espiritual y affma. amiga, q.b.s.m.,~ ~ ~ ~ANA DE OZORES DE 8851 3| digno de una princesa. ¡Qué sabanas! ¡Qué almohadones! Ella 8852 15| reconocido. Tenía facha de sabandija de sacristía... de cualquier 8853 30| un golpe; me tiene miedo, sábelo, hasta cuando le miro; si 8854 21| malvados, que no han de saberlas, porque son incapaces de 8855 25| por quien fuera, no podía saberle mal aunque ella tuviese 8856 30| pocas horas después de saberse en el pueblo la catástrofe, 8857 7| añadió.~ ~ -¿Quién?~ ~ -El sabihondo ese...~ ~ -¡Ah!, ¿don Saturnino? 8858 30| porque el jefe económico daba sablazos horizontales con el propósito 8859 26| realidad presente, seguía saboreando la escena de dulcísima reconciliación 8860 30| sintió el hielo ambiente y saboreó la amargura de aquella maldad 8861 16| gozar aquellos extraños sabores picantes de la nueva golosina. 8862 8| todo al Magistral... Ya sabrás que le ha tomado de confesor.~ ~ - 8863 8| le hacía en las entrañas sabrosas cosquillas, más punzantes 8864 28| un giro menos picante y sabroso que el que llevaban. Ello 8865 5| mayor martirio. Se figuraba sacada a pública subasta. Doña 8866 1| ser delantero, con un mote sacao de las cajas de cerillas, 8867 27| naturaleza. Mañana el sol sacará lustre a toda esa verdura 8868 15| prometerla casarse en cuanto sacaran el estanquillo que le tenían 8869 14| agujero, y por cierto que para sacarlo se había necesitado una 8870 15| dedicar los pocos cuartos que sacaron libres a la industria ganadera. 8871 10| que contara con ella para sacarte de tus casillas... Sí, señora, 8872 30| cuestiones de la caja. Sobre si sacaste tú o saqué yo. Se habían 8873 20| con el café y los licores, sacatrapos del corazón. Entre la ceniza 8874 15| libros. Parecía ella una sacerdotisa y él un acólito de aquel 8875 15| Un deseo, un deseo que no sacias siquiera, te cuesta la salvación» ( 8876 12| Esta era una frase sacramental; pero tenía otras muchas. 8877 21| Sí, hija, sí, y autos sacramentales...~ ~ -No es eso..., Quintanar; 8878 12| agradecimiento. «El Magistral les sacrificaba el nombre y hasta la conveniencia 8879 3| de rebelión. Creía vivir sacrificada a deberes que se había impuesto; 8880 11| cortados) de los muchos que sacrifican la honra del Magistral? 8881 12| y presentó su dimisión «sacrificándose -decía -, no a las imposiciones 8882 7| fijo. ¿Creería en él? ¿Le sacrificaría la tranquilidad de la conciencia 8883 30| delito, o cerca de él, que le sacrificase sin miramientos, con justicia 8884 12| primero es lo primero. Yo sacrifico al amigo tratándose de la 8885 11| parecía una irreverencia, un sacrilegio que hubiera puesto a Fermo 8886 20| desprecio de los ordenados in sacris con la afición desmesurada 8887 25| como un teatro de día. El sacristán y el acólito subiendo al 8888 1| entre los que figuraban los sacristanes y los polizontes. Se avenía 8889 11| se declaraba y definía, sacro approbante Concilio, que 8890 12| contradecían, invocaba el sacrosanto nombre de la ciencia, como 8891 25| agrietada, como si la hubiese sacudido un terremoto. El Magistral 8892 18| oprimió entre las suyas sacudiéndola. Ana sintió fuego en el 8893 29| el espinazo y las piernas sacudimientos y un temblor tenue, frío 8894 4| cajones los libros, después de sacudirles el polvo, por el orden señalado 8895 2| con buenos modos empezó a sacudirse las moscas.~ ~ Don Custodio, 8896 11| patenas, vinajeras, lámparas, sagrarios, casullas, cera y hasta 8897 6| oportunamente los héroes de Sagunto, los de Covadonga, y, por 8898 8| muerta, ya embutida, ya salada. Peras amarillentas, otras 8899 3| comía el pan de la merienda salado por las lágrimas. Cuando 8900 19| tal vez con los dedos, salchichón o chorizos mal tostados, 8901 16| pistoletazo con que don Juan saldaba sus cuentas con el Comendador 8902 26| Que voy ahora mismo.~ ~ -Salid. Que el señorito está muy 8903 2| maquiavelismo del Arcediano con salidas de tono, indirectas del 8904 18| muy huesuda, los párpados salientes, ceja gris espesa, como 8905 20| y nosotros. Nosotros no salimos este año. ¡Y qué triste 8906 30| cosa... como ésa tuvo que salirle a ella así..., a cañonazos, 8907 16| graves del sochantre y de los salmistas, ni el rum rum del hebdomadario, 8908 8| conejos, perdices, arceas, salmones, truchas, capones, gallinas, 8909 11| para su hijo la caída de Salomón.~ ~ La madre de don Fermín 8910 12| panzudas, ora en columnas salomónicas. Los brazos de las butacas 8911 18| eterno ruido acompasado al salpicar los guijarros puntiagudos...!»~ ~ 8912 8| vida entera consagrada a salpimentar la comida de tantos caballeros 8913 18| porque, ya se lo he dicho, me saltan de repente en la cabeza 8914 5| añadió - porque la niña saltará de alegría en cuanto sepa 8915 13| cascabeles, latigazos, cristales saltarines, y voces y carcajadas que 8916 28| cayó al río, pretendiendo saltarlo de un brinco por cierto 8917 29| mejor era que el señorito saltase por la pared. Justamente 8918 20| del corredor de la panera salté al callejón como pude, y 8919 27| su visita. Quintanar le saluda... roncando. Ronca, es un 8920 12| tales miasmas no podían ser saludables. Pero todo aquello duraría 8921 13| al salón. Paco le había saludado de lejos, deprisa y mal, 8922 3| gabán blanco entallado, saludándola como saludaba el rey Amadeo.~ ~ 8923 6| que aquellos señores no saludaran a los socios que entraban 8924 5| mientras don Tomás se detenía a saludarlas. Aquel señor era Quintanar; 8925 16| el hombro con que solía saludarle, los aplicó a las ancas 8926 24| Se acercará don Álvaro a saludarme?» Y había sentido miedo 8927 6| Pues yo los he visto saludarse y hablar en el Espolón.~ ~ - 8928 17| No puedo detenerme... Salúdele usted de mi parte.~ ~ -Como 8929 11| Constantinopla que dijo: Prima salus est rectae fidei regulam 8930 13| guiaba la casa? ¿Quién la salvaba en los apuros? ¿Quién conjuraba 8931 27| De modo que Ana está salvada!~ ~ -Sí, señor.~ ~ -Porque 8932 20| cundiese la doctrina racional, salvadora, que por tal la tenía. Todos 8933 1| aquel miedo que poco antes salvara al doctor en teología.~ ~ 8934 18| gran peligro... pero nos salvaremos, estoy seguro de ello; usted 8935 3| madrugón por el estilo.~ ~ «Sálvense los principios», pensó el 8936 5| de París.~ ~ Su belleza salvó a la huérfana. Se la admitió 8937 9| cristiano sincero. Pero sanaba y decía: «¡Bah!, todo eso 8938 26| de sanar, porque sin duda sanaría -y eso pensaba él también -, 8939 5| primero era que la chica sanase y engordase.~ ~ Ana comprendió 8940 5| costaba trabajo no hablar como Sancho Ortiz o don Gutierre Alfonso.~ ~ 8941 21| conciencia, sin pensar en sanción divina. Antes no quería 8942 13| provisionalmente, segura de que el Papa sancionaría su excomunión; trataba de 8943 23| Celedonio.~ ~ «Secuentia Sancti Evangelii secundum Lucaaam...!», 8944 23| virtutis tuae in splendoribus sanctorum, ex utero ante luciferum 8945 13| si tendría propósitos non sanctos el célebre don Juan de Vetusta.~ ~ 8946 26| ras...~ ~ -¿Y calzado?, ¿sandalias...?~ -¡Calzado!, ¿qué calzado? 8947 12| orador sagrado. «¡Con qué sandunga les tomaba el pelo a los 8948 22| no sabía si los cánones sangraban o no, ni si la Sinodal hablaba 8949 29| molesto, me hago daño hasta sangrar el alma... No lo que 8950 30| violencia..., una venganza sangrienta...~ ~ Don Fermín se interrumpió 8951 29| tenerla en un puño, y burlarse sangrientamente del idiota del amo y del 8952 20| cuerpo social de Vetusta las sanguijuelas místicas que chupan su sangre. ( 8953 26| Zumarri, el maestro más sanguinario de Vetusta, vestido de nazareno 8954 10| un muñón de carne cruda, sanguinolenta, ¡qué asco! Aquel Herodes 8955 22| axis,~ ~ ~ ~turris, caulis, sanguis, collis,~ ~ ~ ~piscis, vermis, 8956 30| rompimiento, de aquel cordón sanitario, fue ésta:~ ~ -¡Es necesario 8957 15| Rita en su servicio. Rita sanó, pero Paula no salió de 8958 27| yo..., los alimentos sanos..., la leche..., el aire..., 8959 16| rivalizar en elegancia, sans façon y mundo con los de 8960 5| serán ustedes un matrimonio sans-culottte.~ ~ Fuera de estas defensas 8961 4| aquella época era él casi sansimoniano. Emigró Ozores y doña Camila 8962 14| Qué es Napoleón? -gritó el Sansón del corro acercándose a 8963 14| recurrido a esa palabra santificante para disfrazar muchas de 8964 2| mármol negro, y mientras se santiguaba, inclinándose frente al 8965 21| acto continuo, ¡zas!, había santiguado al gracioso. El magnetismo, 8966 28| llamaba el clero del campo la santina, en la casa nueva todas 8967 15| Calomarde...! ¿Ven ustedes este santurrón? Pues hasta vende hostias... 8968 22| pájara, aquella Regenta, santurrona en pecado mortal, le tenía 8969 15| tunantes y holgazanes que le saqueaban con la ganzúa de la caridad. 8970 26| fue altanera, provocativa, sarcástica en su humildad y dulzura 8971 15| llaman en las comedias risa sardónica:~ ~ -¡Ja, ja, ja...! -venía 8972 16| romanticismo y citaban a Dumas y Sardou, repitiendo lo que habían 8973 21| ellos, aunque lo negase el sarraceno de Tomás». Quintanar contaba 8974 5| como a los figurines de las sastrerías: en efecto, los veía tan 8975 26| palmario sobre las huestes de Satán.~ ~ Foja, Mourelo, don Custodio, 8976 12| hidra revolucionaria, ni un satánico non serviam librepensador».~ ~ 8977 13| silla larga, forrada de satén, estaba en la galería de 8978 27| al correr sobre el papel satinado.~ ~ -No tardes; no escribas 8979 1| parecían burlescos, silbidos de sátira, silbidos de látigo. Hasta 8980 8| mientras ella leía periódicos satíricos con caricaturas, revistas 8981 29| política constante, y de satisfacerle de una manera pulcra, intachable 8982 19| a los afligidos y solía satisfacerles esta explicación climatológica, 8983 17| de energía piadosa, que satisfagan sus instintos, como usted 8984 4| de la emigración. No le satisfizo aquel carácter.~ ~ ¿No se 8985 26| mortificación, este escarnio, esta saturación de ridículo le hubiera agradado, 8986 1| carta.~ ~ Decía así:~ ~ «Saturnillo: usted que es tan bueno ¿ 8987 2| derecha, inclinándose como un sauce llorón. Resultaba de aquella 8988 27| estrecha del Vivero; los sauces, como una lluvia de yerba 8989 12| si aquel aliento de los sayones hubiese tocado su frente, 8990 8| vivos de la fruta mejor sazonada y de mayor tamaño animaban 8991 28| después se corrió a San Sebastián, y el día de Nuestra Señora 8992 6| la existencia del general Sebastopol.~ ~ También creyó que su 8993 21| más florido; después se secaban las raíces, el tronco, las 8994 9| Ya no; el sol habrá secado la tierra... Yo traigo buen 8995 4| pero sus lágrimas se iban secando al fuego de la imaginación, 8996 10| las hojas, que empezaban a secarse y sonaban con timbre metálico. 8997 12| hay más sabios que el P. Secchi y otros cinco o seis jesuitas, 8998 21| levantaban, se repartían en secciones por el tablado, formaban 8999 3| fuego a la casa y vengar secretamente el supuesto adulterio de 9000 12| que hacía allí veces de secretario.~ ~ -¿Qué habéis oído?~ ~ - 9001 5| usted -decía Frígilis -, el secretillo es la salsa de estos negocios; 9002 23| uno era Celedonio.~ ~ «Secuentia Sancti Evangelii secundum 9003 26| triunfante por ahí debajo. ¡Secuestrador!~ ~ -Calma, don Víctor, 9004 13| no ir al Vivero).~ ~ -Le secuestramos... -había dicho Obdulia.~ ~ - 9005 13| dicho Obdulia.~ ~ -Sí, sí, secuestrarlo, es lo mejor: no se le dejará 9006 13| Carraspique...~ ~ -Una sencilla secularización.~ ~ -Víctor, Víctor, no 9007 14| invierno el apetecible Espolón, secularizándose en parte.~ ~ Algunos clérigos, 9008 27| revelaciones!»~ ~ Sin pensar en que secundaba planes mefistofélicos, dijo 9009 20| conservación le obligaba a secundar los planes de su madre.~ ~ 9010 5| ellas la hermosura era cosa secundaria; daban más valor a la dote 9011 29| ellos representaban un papel secundario, les parecía una vergüenza; 9012 23| Secuentia Sancti Evangelii secundum Lucaaam...!», cantó Ripamilán, 9013 20| obra de la edad y la vida sedentaria; que andaba muy tieso, porque


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