1-arran | arras-chaqu | chara-deleg | delei-enred | enrev-golpe | gomog-leerm | leers-omino | omnil-proye | prude-seden | sedie-valen | valer-zurri
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9014 15| como agua del mar para el sediento; no sacaba nada en limpio 9015 13| y se atusaba el rubio y sedoso bigote. Venía mirando al 9016 4| italiana que vivía en medio de seducciones sin cuento, honrada y pobre. 9017 26| Sí, amigo mío! ¡Primero seducida que fanatizada...!~ ~ -Puede 9018 11| era joven todavía, podían seducírselo, como ya otra vez habían 9019 9| guapas, más elegantes, más seductoras que otros días; y en los 9020 20| las bocas entreabiertas, sedujeron al Tenorio de Vetusta, le 9021 26| búsquenle un amante, sedúzcanmela; todo antes que verla en 9022 15| superficie de los campos y segaban y amontonaban la yerba de 9023 18| agrícola, unas tijeras, una segadora mecánica, ¡a quién no embrutecía 9024 21| me advertía del peligro, seguí mucho tiempo ciega; pero 9025 25| pasión de mis sentidos, que seguirá siendo mala...»~ ~ Empezó 9026 25| aunque la fe caiga, yo seguiré combatiendo esta pasión 9027 21| hermano. Y hasta en eso seguiremos, además de esos monjes alemanes 9028 28| quedarse, pero tuvo que seguirlas. También se metió en el 9029 30| Crespo implícitamente le dio seguridades de que guardaría el secreto 9030 2| algo más delicado, algo selecto». Sabía, por rumores, que 9031 18| Parecía poner allí el sello de una cofradía mojado en 9032 6| peinaba por el modelo de los sellos y las pesetas, y en cuanto 9033 23| enfilándose como podían en aquella selva espesa de cabezas humanas. 9034 29| aquella exaltación un poco selvática, aquel amor excesivo a los 9035 27| trechos el follaje nuevo y sembraba de charcos de luz el suelo 9036 1| hondonadas y laderas se extendían sembrados por el ancho valle, se destacaban 9037 30| lado de Frígilis, viéndole sembrar y plantar en la huerta y 9038 25| flores de amor y alegría que sembrara el carnaval las destruyeron 9039 21| años.~ ~ Deseaba encontrar semejanzas, aunque fuesen remotas, 9040 21| ganaderos. Se trataba de traer sementales del extranjero. Pero don 9041 6| constante era un vejete semi-idiota que jamás se acostaba sin 9042 4| sin la férula de un aya semi-inglesa.~ ~ También envidiaba a 9043 12| demás asuntos de folletín semicientífico. Después volvió a la desgracia 9044 12| señor Páez no tenía, un gran semicírculo de jaspe negro y en medio, 9045 23| los ojos medio cerrados, semidormido, con la cabeza inclinada, 9046 19| para mí cárcel fría, ni semillero de envidias que se convierten 9047 25| cinta dorada de las babuchas semiturcas. El carpintero silbaba; 9048 29| libre de aquel testigo y semivíctima de sus flaquezas; pero, 9049 2| golpecitos en el hombro, bromitas sempiternas, chistes, risas, secretos 9050 12| traidores, y la pena que señala al crimen de solicitar ad 9051 14| de un farol, de los que señalaban el límite del paseo y de 9052 13| él, aunque honestamente señaladas; Glocester, que fingía atender 9053 17| me avisa con tiempo y le señalo hora en un día de los que 9054 8| amigos, su franqueza y trato sencillísimo era en casa de los demás. 9055 4| alma, hechos de una pieza, sencillos, dulces y apasionados; y 9056 24| y a Mesía.~ ~ ¡El idilio senil con que soñó un instante 9057 14| Claro, si se las robo a la señoa Jeroma en el puesto...~ ~ - 9058 25| Era alto; sus movimientos, señoriles. Era el Magistral. Estaban 9059 22| su campaña de propaganda sensatamente liberal, así en el orden 9060 22| fueron sus últimas palabras sensatas -advirtió Foja contradiciéndose.~ ~ - 9061 16| pensaban los espectadores sensatos en la pulmonía, y algunos 9062 7| mujeres, tomaba por exquisita sensibilidad, casi casi por virtud. Pero 9063 18| es decir, no me gusta la sensiblería... pero leyendo ciertas 9064 20| sensualista, ¡qué diablo!, la sensualidad, pensaba, también tiene 9065 12| materialismo, el asqueroso sensualismo, los cerdos de los establos 9066 20| interesante. Aunque él era sensualista, ¡qué diablo!, la sensualidad, 9067 7| tardes, señores -dijo Ronzal sentándose en el corro.~ ~ Dejó los 9068 1| en un santo mu grande, sentao en su coche, que era como 9069 27| no tienes prisa... puedes sentarte... Así como así, yo quisiera 9070 2| Obdulia, que ya nadie notaba, sentíalo aún don Cayetano.~ ~ El 9071 26| Pero no daba señales de sentirlas; no sentía más que la muerte 9072 19| pero tenerle a su lado, sentirle quererla, adorarla, eso 9073 16| la novicia, que ya cree sentirlos, todo, todo lo que pasaba 9074 19| de lo que no importa que sepan, y en rigor no pueden saber. 9075 27| sus facultades morales se separaban, que dentro de ella ya no 9076 29| una aldea de casas blancas separadas por pomaradas y laureles, 9077 12| que sacarla de allí, sola, separarla de sus queridas compañeras, 9078 16| maldad, y no había modo de separarlas!» Después Cármenes se presentaba 9079 10| sudores les costó - para separarlo del brazo que magullaba.~ ~ 9080 23| que hablen... yo no quiero separarme del mártir que persiguen 9081 16| cola por los ojos...!~ ~ -Sepárese usted un poco, porque éste 9082 1| constantemente volvía el catalejo, separóse de la ventana, redujo a 9083 5| morirás de gusto cuando sepas que don Frutos Redondo, 9084 5| todo, según manda Tácito, sépase que Anita, casta por vigor 9085 1| vertederos de la Encimada, casi sepultadas en las cloacas, en una casa 9086 1| siglos a los reyes allí sepultados, a ser cierto lo que el 9087 16| conocido; ansiedades inefables; sequedades del ánimo repentinas, agrias 9088 17| ni qué...~ ~ Una sonrisa seráfica iluminó su rostro de repente, 9089 3| el azahar Anita acabó de serenarse. Respiró con fuerza; sintió 9090 27| Fausto en el acto de la serenata. Había deliberado mucho 9091 16| damas, amantes atrevidos, serenatas de trovadores en las callejas 9092 18| dedos. El alfayate llamaba serenísimo señor al prelado, pero pedía 9093 5| por resultado una larga serie de buenas acciones. No sólo 9094 11| que aquella mujer podría serle útil, no sabía él cuándo, 9095 7| notado en ella, que puede serme favorable.~ ~ -Bien; subamos.~ ~ 9096 29| casa... en la fonda puedes sernos útil... Además...»~ ~ Además, 9097 15| libros del comercio y en serones de esparto y bolsas grasientas 9098 15| orillas del río negro que serpea por las faldas de los altos 9099 20| Entre la admiración general serpeaba la envidia abrazada a la 9100 8| volando por el cielo azul, serpeando por las frescas linfas, 9101 18| duchas de los tremendos serpentones de hojalata... Todos despreciaban 9102 19| se le antojó a Mesía una serpiente; en efecto, yacía enroscado 9103 27| Ese palomar tiene algo de serrallo o de casa de vecindad, según 9104 5| su padre en otro mundo, servíale sin embargo la religión; 9105 12| revolucionaria, ni un satánico non serviam librepensador».~ ~ En concepto 9106 23| día más antipática, y más servicial... y más insufrible!»~ ~ 9107 14| chartreuse o no sabía qué, servida por la Marquesa.~ ~ Fortunato 9108 16| aparecían amaneradas, rapsodias serviles de Fray Luis de León y San 9109 20| mate con filete de oro; las servilletas en forma de tienda de campaña 9110 15| vinagre. Su servilleta tenía servilletero; la de su madre no.~ ~ Teresina, 9111 24| ninguna señorita y en imitar servilmente las idas y venidas y las 9112 12| el estrado por una criada sesentona, que ladraba a los pobres 9113 9| montes más próximos. El sol sesgaba el ambiente en que parecía 9114 21| piadosa, que celebraba sus sesiones en el crucero de la iglesia 9115 12| censura eclesiástica y las más severas penas sobre Contracayes; 9116 12| turpia a las penitentes, es severísima; y manda además que sea 9117 13| exposición de flores con los severos tonos del nogal mate que 9118 15| hablaban de los peligros del P. Sevillano, de la Compañía, allá en 9119 1| su convento y huerto la sexta parte del barrio. Verdad 9120 16| palabras, como había dicho Shakespeare. Sólo la virtud era cosa 9121 21| escribir novelas, en hacer una Sibila verdaderamente cristiana 9122 1| Celeres, Aguas Cálidas et sic de coeteris.~ ~ -¡Amén! - 9123 16| peso de colosal corona de siemprevivas, de blandones como columnas, 9124 28| que tenía un clavo en la sien: había bebido mucho más, 9125 15| una ensalada.~ ~ -¿No te sientas? -preguntó al Provisor su 9126 3| razón; acércate, háblame, siéntate aquí.~ ~ Don Víctor se sentó 9127 9| Estos animalitos -pensó - sienten, quieren y hasta hacen sus 9128 7| Pero, vamos a ver, ¿qué sientes?~ ~ Mesía explicó a Paco 9129 29| dentro de ella saltando como sierpes; pero las acalló por de 9130 16| Joaquinito Orgaz, y cuantos sietemesinos madrileños pasaban por Vetusta, 9131 15| puedo consentir que usted siga escandalizando...~ ~ -Abra 9132 17| ser tan miserables que nos sigan los pasos...~ ~ A la Regenta 9133 15| quiero palabras, quiero que sigas creyéndome a mí; yo lo 9134 7| años llevaba de prudente sigiloso culto externo, casi siempre 9135 7| sea solicitante.~ ~ -¿Qué significa eso? -preguntó Joaquinito 9136 15| insinuación amorosa, brusca, significada más por gestos que por palabras, 9137 1| ante sus ojos graciosas y significativas curvas que él nunca viera 9138 26| señora o encerrarse en un significativo silencio, prefirió encerrarse 9139 23| en esto vio la Regenta un signo de paz universal. En aquel 9140 18| dicho: reparte tus bienes y sígueme, pero no ha dicho: reparte 9141 28| él derecho para que Ana siguiera sus ideas y despreciase 9142 25| preferido que las cosas siguiesen como hasta allí. Nadie le 9143 28| Edelmira venció, y Paco, silbado por los presentes, propuso 9144 22| los arrojaba de Vetusta, silbándoles con las fauces del viento 9145 1| piedra producía un rumor silbante, como el de una voz apagada 9146 27| pluma rápida y que parecía silbar dulcemente al correr sobre 9147 15| la luna, al escuchar los silencios de la noche; así había él 9148 8| noche había aventuras, pero silenciosas. Un personaje de ellas siempre 9149 9| recargada, sin elegancia, de sillares ennegrecidos, como los del 9150 11| salón de cortinaje verde y sillería con funda de tela gris; 9151 16| tercetos entreverados de silva. Ana veía los renglones 9152 10| corría a caer en aquella sima de oscuridad, a extinguir 9153 6| robado en el archivo de Simancas. ¿Cómo? Ése era su orgullo. 9154 16| punto de caramelo» (frase simbólica en el pensamiento de Mesía), 9155 21| idea de que le tostasen con símbolos en el caso desesperado de 9156 12| murmurando:~ ~ -A lo menos San Simeón Estilita estaba sobre una 9157 25| colocando los cirios con simetría, consultando las leyes de 9158 4| placas sonoras, iguales, simétricas, que iban de Oriente a Occidente. 9159 17| y ahora me encuentro la simiente revuelta con la tierra en 9160 11| se murmura de cohechos y simonías es infame calumnia.~ ~ - 9161 9| pero difícilmente producir simpatías. Procuraba disimular el 9162 26| era religión; era locura, simplemente locura. La devoción racional, 9163 21| que se complacía en su simplicidad. Prolongaba cuanto podía 9164 18| camisolín de su mujer, que simulaba bien o mal un cuello marinero.~ ~ 9165 14| el Ratón le castigaba con simulacros de azotes.~ ~ Y añadía furioso 9166 27| Un trueno formidable, simultáneo con el relámpago, estalló 9167 10| chasquido y sintió dos golpes simultáneos en el brazo, que quedó preso 9168 12| Con emplastos de cal y sinapismos de barro parecía un inválido 9169 15| artillero; secas, frías, nada sinceras por parte de su mujer. La 9170 30| frío, como precursor de un síncope, le corrió por el cuerpo 9171 20| un mar de lágrimas; hubo síncopes; doña Gertrudis cayó en 9172 13| Marquesa hacía sus comistrajos singulares, en que nadie reparaba ya 9173 17| granos. Se trataba de una singularísima especie de pensamientos 9174 22| enterrar «a un cristiano» (sinónimo de hombre) sin necesidad 9175 19| pulverizar a pesar suyo las sinrazones del marido, padecía tormento 9176 19| supuesto. Nada de grandes síntesis, de cuadros disolventes, 9177 20| profundo secreto. Además, él, sintiéndolo, tenía que privarse en adelante 9178 3| pared, mirando la sombra sinuosa de su cuerpo ceñido por 9179 12| de escrúpulos!, ¡qué de sinuosidades!, ¡cuántos rodeos para pecar! 9180 12| su sermón de viernes el sinuoso Arcediano. Ya lo anunciaba 9181 2| hablaba aquel charlatán, sinvergüenza, libertino. «¡Oh, si no 9182 1| como hembra desfachatada, sirena de cuartel. Esto ya lo había 9183 29| conservado con sus ondulantes sirenas de abultado seno de yeso. 9184 23| después fue gobernador de la Siria». Ripamilán se dormía sobre 9185 24| diván o una silla que le sirva de puerto en aquella arriesgada 9186 5| amigos del filósofo no le sirvieron de nada. No sabían más que 9187 15| pero poca; lo que podía sisar al ama. Era el canónigo 9188 21| llave sus ahorros, ciertas sisas de mayor cuantía, y algunos 9189 25| colectiva, la parsimonia sistemática del ceremonial, la gravedad 9190 13| minutos después, hábilmente la sitiaba junto a una ventana del 9191 27| es que la Marquesa está sitiada por el chubasco allá abajo 9192 16| solía. Arrellanado en su sitial del coro alto, manoseando 9193 28| más movimiento y ruido, situada en el muelle. Allá se fue 9194 12| las penas impuestas por Sixto V y Gregorio XV... y, en 9195 19| pulso, le mandó aplicar al sobaco un termómetro que sacó él 9196 5| apoyada la cabeza en las sobadas almohadillas de aquel coche 9197 7| diputado por Pernueces tenía soberana envidia al Presidente del 9198 12| tenía en la provincia la soberanía subrepticia de don Carlos 9199 13| para sus adentros llamaba soberano.~ ~ «¡Cosa más rara! Estaba 9200 1| nombres de seis o siete soberanos con variantes en las vocales, 9201 1| ni dignidad, también era sobrada de carne hacia el extremo 9202 8| ama de la casa autorizaba sobradamente la tertulia, las mamás que 9203 7| donde hablan los sabios sobramos los ignorantes.~ ~ Y se 9204 22| dicho mil veces que lo que sobran en España son oradores...~ ~ - 9205 1| migajas de la basura, aquellas sobras de todo se juntaban en un 9206 30| el susto, el espanto que sobrecogería a tu mujer si tú entraras 9207 29| hermosura. Si alguna vez le sobrecogía la ida de perder a don Álvaro, 9208 1| sarcasmo. Cuando estas ideas le sobrecogían, para vencerlas y olvidarlas 9209 5| estaba ya enferma cuando la sobrecogió la catástrofe. Su enfermedad 9210 29| una fidelidad de un amor sobrehumano, le engañaba como a un marido 9211 19| bucólicos y su filosofía de sobremesa.~ ~ Comenzaba la brisa; 9212 2| que no lo era entonces, sobrenadó con su cargamento de bucólicas 9213 10| la señora? -preguntó.~ ~ Sobresaltada la Regenta, respondió:~ ~ -¿ 9214 1| momento y brincaban de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando 9215 29| disgusto.~ ~ Movimiento de sobresalto en Mesía.~ ~ -Explíquese 9216 5| invisible de Dios; pero sobrevenía un ataque nervioso, sentía 9217 5| calzar, a una persona que las sobrevivirá, según todas las probabilidades, 9218 10| Los zorros que él cazara sobrevivirían. No faltaba para que la 9219 8| marquesa de Vegallana. Las sobrinitas ocupaban los aposentos de 9220 6| Zamacois, a Luján, a Romea, el sobrino, a todos los actores cómicos 9221 2| la bóveda, de un gótico sobrio y nada amanerado; han visitado 9222 3| atributos de caza, pero sobrios, como los de un Nemrod.~ ~ 9223 20| después, a los baños de Sobrón y a mediados de agosto estaré 9224 8| A ver, a ver, dame algo, socarrona; o meriendo, o me caigo 9225 15| Y él sonreía con más socarronería que nunca.~ ~ «Buen chasco 9226 16| oía las voces graves del sochantre y de los salmistas, ni el 9227 17| sociedad de San Vicente, pero socia activa, que visitara a los 9228 13| equilibrio de sacerdote sociable sin degenerar en mundano; 9229 12| religión era un freno para el socialismo y una señal infalible de 9230 18| había necesitado él, Mesía, socorros por el estilo? ¿Cuándo había 9231 21| muchos desagravios. ¡Cuántos sofiones inútiles había sufrido el 9232 28| una inquietud alarmante, sofocaciones repentinas y una especie 9233 12| eso -respondía el Obispo sofocado, con ganas de meterse debajo 9234 11| escándalo que apenas se pudo sofocar antes que fuera tarde. A 9235 20| Por allí iba a romper la soga; por allí hacía agua el 9236 4| historia de Israel.~ ~ -Honni soit qui mal y pense! -repetía 9237 22| hubieran socorrido.~ ~ Y solamente las Paulinas fueron osadas 9238 10| abundantemente sobre las solapas de la levita de tricot.~ ~ 9239 1| la expropiación de algún solar por utilidad pública, don 9240 13| diversiones con que podía solazarse el cuerpo le parecerían 9241 20| contra «aquellas metáforas y solecismos del lenguaje».~ ~ Lo que 9242 8| panzudas y de los sillones solemnes con sus brazos e ídolos 9243 9| al nadar, por juego, como solemos hacer, encuentra entre la 9244 21| grandes del rezo y hasta solfeó un poco en voz baja, leyendo 9245 9| gesto como una mística que solicita favores celestiales.~ ~ 9246 12| declarar que el pecado de solicitación no era de los más feos y 9247 18| con la protección de Paco, solicitada meses antes por él. Sin 9248 18| que el Magistral lo había solicitado. Mientras pensaba en el 9249 20| elemento vencedor, por los que solicitan la presencia de usted, obsequiarle 9250 19| cuantas juntas piadosas lo solicitaron.~ ~ Dividía el tiempo entre 9251 13| de la mesa y la servían solícitos, con alardes de larga experiencia 9252 28| color!, ¡qué morbidez!, ¡qué sólidamente robusta volvía!~ ~ A don 9253 22| progreso y de la humanidad solidaria.~ ~ La fama bien sentada 9254 20| objeciones, defendían la solidaridad del dogma y el sacerdote, 9255 1| las antiguas, si no tan sólidas ni tan grandes. La Revolución 9256 11| Bismarck, el delantero, y el solideo que brillaba como un sol 9257 13| coche antiguo de viaje, sólido, pero de mala facha, tirado 9258 5| de muchos siglos. Los más soliviantados liberales de Vetusta que 9259 26| exclamó con voz solemne y de sollozo:~ ~ -¡Lo juro por mi nombre 9260 19| Don Víctor se paraba, soltaba el brazo del confidente, 9261 18| a quien dijo De Pas, sin soltar la mano de la Regenta:~ ~ - 9262 11| y el moro, para venir a soltarlo en la alberca de casa; si 9263 10| aquí?~ ~ Las tenazas no soltaron la presa; siguieron su movimiento 9264 11| el buen humor consiste en soltarse pullas y frescas todo el 9265 1| ella lo mismo que con las solteras; no se atrevió a decírselo. 9266 2| sucesor de Quintanar era soltero y no hubo conflicto; pasó 9267 30| la soledad de su lecho de solterón...~ ~ Frígilis estaba asustado 9268 5| ayudaba a regatear.~ ~ La solterona después del mercado recorría 9269 16| de hierro, los soportales sombríos, las tinieblas de las rinconadas 9270 30| sobre la hierba imitaba una somera nevada.~ ~ En la carretera 9271 25| aventurado caricias inocentes, someros halagos que hubieran hecho 9272 11| queda; quiero decir, que se somete a todo, pero por dentro 9273 18| ordinaria disciplina a que él sometía a los penitentes; pero ya 9274 26| gloria, Vetusta admirada, sometida, los enemigos tragando polvo, 9275 19| rebelado, ella lo había sometido con acto de pretendida fe, 9276 18| parecía un subteniente de los sometidos a descuento; dijo que quería 9277 15| pruebas a que los Padres le sometieron; demostró bien pronto gran 9278 11| en Toraces, en Cañedo, en Somieda? ¿Y las acciones del Banco?~ ~ -¡ 9279 30| si no hacía una que fuese sonada... «Oh, sí, cuanto antes..., 9280 11| andrina de los ojos grandes, soñadores, de movimientos bruscos; 9281 26| buscando un milagro de los más sonados, de los más eficaces y provechosos, 9282 28| pedazos de Favorita y de Sonámbula y Joaquín salió por malagueñas, 9283 10| vivía entre aquel par de sonámbulos, sin más relaciones íntimas. 9284 18| calada, dibujos y hojarasca sonante de espuma de Holanda; tentación 9285 9| veía en lontananza propinas sonantes, en monedas de oro. Pero 9286 15| aprensión lo que oía, como si sonara dentro del cerebro... pero 9287 16| amaré todo, lloraré de amor, soñaré como quiera y con quien 9288 28| insultos le sonaban como le sonarían a un náufrago los que le 9289 30| militar.~ ~ -¡Imposible! ¡Ni soñarlo! ¿Y para qué? Morirá esta 9290 23| ahogando el llanto para que no sonase.~ ~ -Ahora, Ana, ahora es 9291 14| como de campanillas que sonasen muy lejos... ¿Eran ellos? ¿ 9292 1| penetrante, como con una sonda, como diciéndole:~ ~ -Ya 9293 1| muchos espíritus que él no ha sondeado todavía, si hay mucha tierra 9294 21| de casa, prometiendo ir a sondear al Obispo. Tomó el camino 9295 19| gustaba discutir con Benítez y sondearle, como él decía. Uno de los 9296 3| para redondillas y hasta sonetos. Él era pacífico; nunca 9297 19| suaves, llenos de silbantes sonidos del pulquérrimo canónigo.~ ~ 9298 20| yo soy otro; anch'io... sono pittore. Sólo que tú eres 9299 23| ronda se alejó con sus luces soñolientas. Siguió viéndole en su cerebro; 9300 28| se dejó caer en el sofá, soñoliento y soñador; no oía a don 9301 27| a poco, ambos fatigados, soñolientos, encontrando en la molicie 9302 11| inspirarse y escribir un párrafo sonoro, rotundo, elocuente, con 9303 16| tantos versos «bonitos, sonorosos, pero sin miga», según aseguró 9304 27| Volvieron a mirarse y a sonreírse.~ ~ -Ya vuelven -dijo Petra, 9305 23| Ella los encontró...; pero sonriéndoles y saludando con la mano 9306 10| comentaban con irónica sonrisilla el lance de la guillotina, 9307 29| recordaba las de antaño, le sonrojaba ahora, porque contradecía 9308 8| hermosa. Traía las mejillas sonrosadas, y ella era pálida; también 9309 22| citado alcohol? Tampoco; pues sonsoniche. ¿Niega usted la acción 9310 22| Pompeyo Guimarán, que venía soplándose los dedos, la beata le detuvo 9311 11| De Pas se entretenía en soplarse los dedos. Meditaba. Tenía 9312 29| encenderse en su pecho, sopló con fuerza y barrió el dolor 9313 23| ingenuas. En aquella quietud soporífera, en aquella oscuridad de 9314 15| menos punzantes, pero más soporíferos para el espíritu. Se tuvo 9315 19| cosa, única manera de hacer soportable el tormento de su palique. 9316 30| usted tuviera fuerzas para soportar ese tejemaneje del pensamiento. 9317 12| decía Olvido dejando de ser sorbete por un momento.~ ~ El Magistral 9318 7| café, que tomaba a pequeños sorbos. Había hecho una seña a 9319 15| una mesa de pino, amenazas sordas y reconciliaciones expresivas 9320 11| demasías de ambición, orgullo y sórdida codicia que le imputaban, 9321 21| de clérigo, las trampas sórdidas de su madre de que él era 9322 15| de energía y de pecados sórdidos; por consiguiente no pedía 9323 21| hombre, parece que hablas con sordina... -decía Crespo malhumorado.~ ~ 9324 9| entrado en aquel pacto de sordomudos. Pero esto mismo era inoportuno. 9325 8| Es indecente que yo te sorprenda en tus desmanes, muchacho...! 9326 30| parque, volver a las andadas, sorprenderle Quintanar, y entonces era 9327 15| miradas mutuas que ambos sorprendían a veces. Se encontraban 9328 16| repente dándole un susto, como sorprendiéndola en pecado de infidelidad. 9329 30| que... si esta... noche.. sorprendiera usted... algún nuevo... 9330 28| relámpagos que a don Fermín le sorprendieron al entrar en Vetusta. Ana 9331 13| conjuraba las cesantías? ¿Quién sorteaba las dificultades del presupuesto? ¿ 9332 13| con el respeto dulce y sosegado con que le hablaba siempre -. 9333 27| Fermín no gozaba hora de sosiego.~ ~ Como el Marqués no le 9334 15| frente!~ ~ -¡Madre, por Dios, sosiéguese usted! Nunca la he visto 9335 15| sí, ya entiendo. -¡Lo que sospechabas, animal! -Sí, ya . -Pues 9336 25| insinuado de modo que pudiera sospecharse de su pureza? ¿No habían 9337 12| de este majadero?»~ ~ -Yo sospecho -continuó el doctor - que 9338 16| aparecía el galán! Algo sospechó él de tal oportunidad al 9339 15| admitía al habla aquel buque sospechoso. Según costumbre de la tierra, 9340 6| gritaba:~ ~ -¡Y conste que yo sostendré esto en todos los terrenos!, ¡ 9341 7| gritando dijo:~ ~ -Señores, sostenga lo que quiera ese libraco, 9342 20| que él, don Pompeyo, había sostenido la idea santa de la libertad 9343 22| A ver usted, señor Sousa, usted que escribe los telegramas 9344 6| otros tantos Farnesios y Spínolas, sin que lo sospechara el 9345 30| como si dijera: et cum spiritu tuo.~ ~ -¡Y sobre todo el 9346 23| in die virtutis tuae in splendoribus sanctorum, ex utero ante 9347 9| creer como el carbonero. Sport y catolicismo, ésta era 9348 27| Con mil amores, mia sposa cara.~ ~ La pareja se escondió 9349 22| dinástico de Vetusta, el Ilmo. Sr. D. Álvaro Mesía. Dicen 9350 11| como si aquello fuese la Stoa o la Academia, pues ese 9351 12| hacían el gasto; pero nada de Strauss ni de las luchas exegéticas 9352 28| utile est id quod facimus, stulta est gloria, ha dicho Baglivio. ¿ 9353 30| desgracia, por mucho que se suavice la expresión, de poco agradable 9354 15| primer promesa; deja que suba el precio... ni a la segunda. 9355 12| tiranía; así humillaba a los subalternos; despreciándolos hasta no 9356 12| abrumando a los Faraones y sus súbditos con tales cuchufletas. «¿ 9357 11| limosna. Los intrigantes suben; los amigos, los aduladores, 9358 8| verdad? ¿Qué te decía yo? ¿No subes?~ ~ -No, ahora no puedo.~ ~ 9359 24| quieren; algunas completamente subidas.~ ~ -Nosotros iremos... 9360 24| Nosotros iremos... subidos, ¿eh?~ ~ -Sí, es claro... ¿ 9361 18| un hombre como usted... Subiría mi don Álvaro como la espuma.~ ~ 9362 8| lujo en esta materia en no subirla jamás, pagaban los colonos 9363 22| contrarrestar las rebeliones súbitas y furiosas de la carne con 9364 6| el polvo, Bedoya era más subjetivo, como él decía, necesitaba 9365 15| fuerte; pero ¡ay de él si se sublevaFroilán no se sublevó. 9366 5| su alcoba, historias que sublevaban su pudor, que le enseñaban 9367 16| aquella gárrula turba de ideas sublevadas, que reclamaban supuestos 9368 18| perfeccionando se le habían sublevado, erizándose de inesperadas 9369 29| soberbia, la lujuria se sublevaron dentro de ella saltando 9370 17| Cómo dominarla si quería sublevarse? No había modo. ¿Por el 9371 15| subleva!» Froilán no se sublevó. Juana era muy buena moza 9372 16| un colchón, calla, y se sublimiza, allá a sus solas. Está 9373 16| la buena señora se había sublimizado tanto! Y como él, por no 9374 2| señalado. En vez de disimularlo subrayaba el vicio corporal torciéndose 9375 17| las palabras, pausadas y subrayadas -, los deberes sociales, 9376 2| contestó don Custodio, subrayando las palabras, para darse 9377 22| cementerio municipal -y subrayó la palabra - a los cadáveres 9378 8| vino a otorgar fortuitos y subrepticios favores al cocinero de Vegallana 9379 4| la barca, y la calumnia subsiguiente. Pero de cuantos podrían 9380 15| traición, o de las concesiones subsiguientes, dijo a su novio: «Ahora 9381 6| Para que la armonía pudiera subsistir, por una especie de equilibrio 9382 16| que era una especie de subsuelo que él no sospechaba siquiera 9383 18| Fortunato confesó que parecía un subteniente de los sometidos a descuento; 9384 16| mucho tiempo hacía.~ ~ Buscó subterfugios para no confesar aquello, 9385 5| aplastado terrones en los suburbios de Vetusta, doce años antes; 9386 6| gorda, y no faltaron a veces subvenciones en la forma más decorosa 9387 19| estancamiento siquiera, le parecía subversiva, una maquinación contra 9388 1| no la movían, era lo más subversivo del traje en cuanto la viuda 9389 12| ya lo creyó oportuno -, suceda lo que Dios quiera; si es 9390 10| el demonio quien hace que sucedan estas casualidades?», pensó 9391 24| flaca no me ha buscado un sucedáneo».~ ~ No, don Álvaro no se 9392 17| conversación llevaban trazas de sucederse hasta lo infinito, el Magistral, 9393 19| divisibles a lo infinito, sucediéndose, coincidiendo, formando 9394 20| Él esperaba que las cosas sucedieran así: hablaría primero don 9395 19| insectos: le mareaba el fijar sucesiva y rápidamente la atención 9396 11| atormentaban y consolaban sucesivamente, iba el Magistral por las 9397 16| Francisco de Asís y en otras sucesivas procuró De Pas enterarse 9398 10| enojo,~ ~ ~ ~mostrando a mis sucesores~ ~ ~ ~la nobleza de un león 9399 29| gozaba de otra venganza más suculenta que todas éstas la endiablada 9400 7| Había mujeres que sólo así sucumbían; a no ser que abundasen 9401 7| curia eclesiástica sino una sucursal de los Montes de Toledo. 9402 9| hijas del trabajo que hace sudar, salía un olor picante, 9403 18| acordarse de que el cielo era un sudario en vez de un manto azul, 9404 11| figuraban un fraile de allá de Suecia o Noruega, y una joven devota, 9405 11| apasionado, de la Edad Media... y sueco? Él era el Magistral de 9406 21| de esos monjes alemanes o suecos de que usted me habló, a 9407 5| caro el placer de verse suegro de un título, o de un caballero 9408 18| polvo, amenazó con suspender sueldos, negó todo lo que pudo, 9409 8| de la remonísima garganta suenan unos ruidos, unos ayes, 9410 27| Espera un poco; espera que suene la hora en la catedral.~ ~ -¡ 9411 21| necesita pruebas, si quiere que sufra penitencias, hable, mande, 9412 8| le hablaban de ampliar el sufragio. «¿Y qué? ¿No son casi todos 9413 26| del dolor que rebosa del sufrimiento. María llevaba siete espadas 9414 18| después al palacio y el Obispo sufrió una fuerte reprensión de 9415 12| una prueba terrible, se sufrirá; porque el nombre de cristiano 9416 4| eran cursis. Anita no podía sufrirlas; le daban asco ellas, su 9417 29| aquella amistad fingida, aquel sufrirle comedias y confidencias, 9418 16| creía que no hubiera podido sufrirlos a no pensar que Dios se 9419 18| las lecturas devotas le sugerían reflexiones probablemente 9420 22| rechazar en su nombre toda sugestión del fanatismo.~ ~ Guimarán 9421 17| Necesita usted objetos que le sugieran la idea santa de Dios, ocupaciones 9422 30| Víctor, y estas palabras sugirieron a don Fermín otra mentira 9423 23| momento diría todo lo que le sugiriese la pasión exaltada, el amor 9424 19| la luz. La oscuridad le sugirió un remordimiento. «Era un 9425 25| triste con un arranque de suicida... Sí, quería matar dentro 9426 30| Pues si no hemos de suicidarnos, tenemos que cuidar el cuerpo, 9427 22| entregaba las zapatillas suizas y el frasco del aguardiente, 9428 12| epicena.~ ~ -¡Anda, papá!, sujétale -decía Olvido con voz suplicante, 9429 29| ademán descompuesto, gritó, sujetando con fuerza el brazo de la 9430 22| hizo beber a don Santos, sujetándole la cabeza que temblaba y 9431 1| candeleros de bronce, sin velas, sujetos con cadenillas de hierro. 9432 22| buenos modos.~ ~ -No se sulfure usted, amigo mío, que otra 9433 22| comidilla?» Civis romanus sum!, decía Mourelo: «Quiero 9434 21| fichas y por aquello de estar sumando sin parar. Su contendiente 9435 1| la blanca fábrica que con sumas fabulosas construían las 9436 25| delirio en que se sentía sumergida en las noches lúgubres de 9437 12| valiéndose de recursos que les suministraba la experiencia de estrados.~ ~ 9438 25| recogiendo el espíritu para sumirlo en acendrada piedad, oía 9439 26| por una demagoga, por una Suñera.~ ~ -Pues yo, ¿qué he dicho?~ ~ -¿ 9440 1| de la comisión de obras, sunt lacrimae rerum!»~ ~ Más 9441 12| mármol del último tramo de la suntuosa escalera.~ ~ «-¡No hay remedio, 9442 15| obispado... y yo que lo supe... adquirí una gran partida 9443 7| dicen que Olvidito está supeditada a la voluntad de don Fermín; 9444 12| mi pobre Carraspique está supeditado a la voluntad de algún fanático, 9445 13| Ahora le veía como nuevo y superaba en mucho a sus sueños e 9446 19| la Regenta la filosofía superficial del optimismo bullanguero, 9447 20| mundo.~ ~ Aburrido de tanta superficialidad subía al cuarto del crimen, 9448 11| para lo formal, para las superficialidades de la vida mundana; pero ¿ 9449 26| algo... de un buen tono superfino...»~ ~ El Marqués entró 9450 5| despreocupación en materias supersticiosas.~ ~ El caballero las miraba 9451 12| la pasión de escuela, que suple muchas veces al entusiasmo 9452 13| a ése: el dativo que se suplía era Anita. Quería meterle 9453 12| se combinaban, repetían y suplían, y en el fondo siempre sonaban 9454 27| pensamiento... oye: «La Aurora suplica a Diana que apresure el 9455 25| de repente, acceder a la súplica de la Marquesa que los había 9456 16| primera ocasión que tuvo para suplicar a Quintanar que obligase 9457 20| primer aristócrata, venía a suplicarle que volviera al Casino! 9458 12| Francisco Páez y su hija suplicaron a don Fermín que comiera 9459 29| abnegación, virtud a lo que era suplicio injusto, bárbaro, necio, 9460 13| amigo mío...!, se lo suplico yo..., acompáñeme al Vivero..., 9461 16| verano, la fantasía tenía que suplir en el teatro de Vetusta 9462 21| de envidia. Pero convenía suponerlo, para cargar el delito a 9463 1| partes la esbeltez que podía suponérseles; alardes de piedra inoportunos, 9464 29| tenía carga de perdigón; suponíalo lleno de postas o de balas.~ ~ 9465 12| calumniaba a aquel santo suponiéndole cargado de oro!»~ ~ Don 9466 7| se sintió halagado con la suposición.~ ~ -Quiero saber -añadió - 9467 16| alma hermana, un espíritu supra-vetustense capaz de llevarla por un 9468 13| disputaban a Vegallana la supremacía en cuestión de nobleza o 9469 10| Después supo que esto lo suprimían. «¡Qué escándalo!»~ ~ -Pero, 9470 5| debía la armonía celeste.~ ~ Suprimida la etiqueta, las estrellas 9471 12| procurado abreviar la visita suprimiendo palabras en sus piadosas 9472 7| cara y a la faz del mundo, surbicesorbi (a la ciudad y al mundo 9473 1| un cielo despejado, que surcaban como naves, ligeras nubecillas 9474 19| miraba las manos flacas, surcadas por haces de azul sobre 9475 1| pueblo de obreros había surgido. Casi todas las calles de 9476 17| las ideas que habían ido surgiendo en su cerebro, había sido 9477 30| parecían sables útiles. Además surgieron dificultades sobre ciertos 9478 6| los mozos. Aquella leña suscitaba graves polémicas en las 9479 6| desparpajo del muchacho solía suscitar protestas, pero luego vencía 9480 18| daba un cuarto» para una suscripción de los marineros náufragos 9481 1| Alguna vez desde el fondo del susodicho abismo le llamaba la tentación; 9482 24| pechera. Alarma general. Se suspende el baile clandestino, don 9483 12| Cristo estuvieran allí, suspendidos en la sombra sobre el auditorio, 9484 20| que las cenas mensuales se suspendiesen hasta el otoño y suplicó 9485 27| trajo la calma apetecida...» Suspendo el himno porque Quintanar 9486 21| fin, parecía aquello una suspensión de hostilidades. «Bien venido 9487 29| la que tanto tiempo hemos suspirado; ya no hay nervios, quiero 9488 9| continuado diciendo lo que en sustancia era esto: «No debía ella 9489 24| llorar».~ ~ Esto era lo más sustancial de las confidencias de Visita. 9490 8| el camino de los dulces y sustanciales amores.~ ~ Pedro llegó adonde 9491 20| las habitaciones palúdicas sustentadas por troncos, y las de algunos 9492 19| alentar esperanzas que ella sustentase, ni le rechazaba con el 9493 29| Don Víctor. Ésta podía sustraérsele, pero Petra dijo que a tanto 9494 27| esplendor de su verdura, los susurros del aire discreto, la hermosura 9495 21| sencillo, a pesar de tanta sutileza, de la santa enamorada de 9496 22| Tantos distingos, tantas sutilezas la aturdían». Pero siguió 9497 28| escupía y se sacudía las telas sutilísimas con asco y rabia.~ ~ -¡Esto 9498 19| quiero que me la restituya...Suum cuique.~ ~ Ana oyó los gritos 9499 12| paredes; sólo allá, en el tabernáculo, brillaban pálidos algunos 9500 13| mostraban en molduras y tableros de los grandes armarios 9501 30| levantar el velo ante la red de tablillas oblicuas, y a través de 9502 13| Arcediano, sentada en un taburete histórico (robado al salón 9503 25| la puerta sonaba el tic, tac, de las monedas con que 9504 2| calidad de gracia, de aquella tacha con que estaba señalado. 9505 27| escribirlas encima de lo tachado.~ ~ Y mientras pasaba la 9506 27| Anita leyó toda esta carta. Tachó algunas palabras; meditó 9507 1| edificio de su propiedad, tacita de plata, que brillaba cerca 9508 21| los ojos. Estaban solos. Tácitamente habían convenido en que 9509 8| se falta a ciertos pactos tácitos.~ ~ El Marquesito soltó 9510 22| despertó muchas preocupaciones taciturnas.~ ~ Don Pompeyo llevaba 9511 2| secretos al oído. Algunos, taciturnos, se despedían pronto y abandonaban 9512 6| una pierna, giró sobre un tacón y cantó, o se cantó, como 9513 1| imponente sencillez. El taconeo irrespetuoso de las botas 9514 8| detrás de las cortinillas de tafetán verde:~ ~ -Pepe, que le 9515 6| en el mismo vicio de la tafurería. Se contaban en el Casino 9516 12| sus mayores con la primera tagarnina.~ ~ «¿Qué era aquello?», 9517 22| judías ni contrajudías, señor tahúr.~ ~ -La menor es que sea 9518 27| al Escamandro, subía al Taigeto y saltaba de isla en isla 9519 16| Petra, la doncella rubia y taimada, que sonreía discretamente.~ ~ - 9520 2| un bendito, Glocester un taimado con más malicia que talento; 9521 18| si ellos querían aquellos tajos y aquellos injertos... ¡ 9522 12| la Iglesia...»~ ~ -No hay tal-gritó desde la puerta Visita -; 9523 1| sagrado con las insinuaciones talares de la Fandiño, en vez de 9524 13| detrás del cual habría tantas talegas.~ ~ -Señora..., con mil 9525 18| pero no era el caballo talismán como él había creído, porque 9526 8| encendía una lámpara de cristal tallado, colgada en medio del salón. 9527 27| pendían racimos y retorcidos tallos, y tuvo que saltar de repente 9528 6| Si él pudiera hablar! Tamañitos se quedarían Bermúdez y 9529 19| trabucos de todas épocas y tamaños llenaban las paredes y los 9530 20| dijo, y se puso en pie tambaleándose, lo cual probaba que, si 9531 26| pasaban debajo de él.~ ~ Los tambores vibraban fúnebres, tristes, 9532 27| en seguida la gaita y el tamboril de timbre tembloroso, apagadas 9533 9| salía en pedazos, como por tamiz, por los cuadradillos de 9534 9| como bañándose en la luz tamizada por aquella frescura del 9535 2| seminarista, había sido gran tañedor de flauta y bailarín sin 9536 27| vetustenses..., y Petra tañía la trompa quejumbrosa, y 9537 28| run, run de una guitarra tañida con timidez y cierto respeto 9538 12| beata, el Magistral, con un tantico de hambre, de hambre sana, 9539 16| cómplice de estos inocentes tapadillos. Pero la criada, fingiendo 9540 8| cortaplumas y los había tapado con cera del color de la 9541 29| Álvaro, chupando su habano y tapándose la cara con el humo, según 9542 17| lo dice el respetable Taparelli...~ ~ -¿Tapa qué? -preguntó 9543 2| de sus epigramas, solía taparle la boca el Arcipreste diciendo:~ ~ - 9544 27| pedir un colchón con que taparse la cabeza, según acostumbraba 9545 4| más elemental manda que se tape, era lo que ocultaba don 9546 30| durante el viaje, a las tapias del Vivero. Se apearon y, 9547 25| abril; se diría que eran tapiceros de la enramada que adornaban 9548 12| cereza. De lo mismo estaba tapizada toda la estancia que se 9549 29| asiento. Cerró los ojos, tapó el rostro cuanto pudo con 9550 11| de doña Visitación, esa tarasca; sí señor, comidilla de 9551 11| Hasta de los morosos que tardaban seis meses o un año en acudir 9552 18| el tiempo que había ella tardado en ceder, lo comparaba con 9553 8| había cerca del fogón.~ ~ No tardaron los señoritos, a pesar del 9554 21| serlo. ¡Y cuánto tiempo tardé en entenderle del todo! 9555 21| viniese el remordimiento tardío?, ¿cómo llamar a Jesús otra 9556 19| Él es torpe de dedos y tardo de ingenio. -Y don Víctor, 9557 5| deben ocuparse en más dulces tareas; las musas no escriben, 9558 5| una Obdulita?~ ~ -O una Tarsilita. ¿Te acuerdas de Tarsila 9559 1| frontal de una calavera y el tarso de un pie desnudo y descarnado. 9560 22| quieres que me vean, una tartana, un carro..., lo que quieras... 9561 3| otros momentos, como ahora, tascaba el freno la pasión sojuzgada; 9562 20| Dante, Franklin y Torcuato Tasso, por el orden de colocación 9563 20| Casino el señor Guimarán? Tatiste question, como dice Trabuco, 9564 20| hablaba de Fornos... y de La Taurina y el Puerto, donde se cenaba 9565 19| Servanda, iba y venía con tazas de tila, silenciosa, sin 9566 26| Oh!, ¡qué gran efecto teatral...! No, no sería él bobo, 9567 19| Ana, con formas plásticas, teatrales -gracias a la salud que 9568 1| levantando con la imaginación los techos, aplicando su espíritu a 9569 28| Visitación azotó con fuerza las teclas violentando el compás de 9570 16| personal -era la palabra técnica en su arte de conquistador -, 9571 18| conversación familiar el tecnicismo jurídico, y esto era lo 9572 9| testimonio de las lecturas técnico-escandalosas. Describía todas las aberraciones 9573 23| XXIII -~ ~ «Tecum principium in die virtutis 9574 27| que se esponjan sobre los tejadillos de su palomar cuadrado, 9575 22| el escolasticismo es un tejido de puerilidades, y yo 9576 16| siempre, seguía la pista a los telégrafos de su aborrecido y admirado 9577 22| Sousa, usted que escribe los telegramas del Alerta... Es preciso 9578 2| llevaba en la cabeza un telescopio; era miope y corregía el 9579 16| cielo azul. A veces los telones y bastidores se hacían los 9580 30| podía hablar, ni quería. Temblábale todo el cuerpo; volvió a 9581 7| separa de Ana.~ ~ A Mesía le temblaron un poco las piernas, muy 9582 13| ponerse encarnada, de que le temblase la voz al contestar al cortés 9583 24| palabra de honor, le dio un temblorcico así como un escalofrío -. 9584 27| y el tamboril de timbre tembloroso, apagadas las voces por 9585 1| paredes hasta los cristales temblorosos de los faroles, otras hasta 9586 17| desechado mil veces por temeraria, había sido un atrevimiento 9587 2| debía de estar en su casa el temerario, alguno de los que quedaban, 9588 4| poco delicadas, habladores temerarios! Y su mismo papá, esto era 9589 5| decía Anita:~ ~ «-¿No es una temeridad casarse sin amor? ¿No decían 9590 3| Tenorios, famosos por sus temeridades, bajaban ante ella los ojos, 9591 6| que unos tresillistas eran temerones y de un genio endiablado, 9592 22| pasaba Teresina triste, temerosa de haber perdido su dominio 9593 18| veces..., parece que la temes. Nunca quieres venir conmigo 9594 29| ves como no era lo que tú temías, aprensiva... Es muy posible, 9595 21| formidable; y cuanto más temida, más fuerte. Pero huía de 9596 5| era el americano deseado y temido, don Frutos Redondo, procedente 9597 17| no temer al ruido, pero temiéndolo.~ ~ Ana salió tras él, ensimismada, 9598 27| perfumes de las rosas del Tempé, volaba al Escamandro, subía 9599 11| hubiera podido anunciar muchas tempestades en Vetusta, dramas de familia, 9600 20| luego, no se llamará de la templanza, se propone perseguir a 9601 10| molestaba. No estaba él para templar gaitas: los nervios le eran 9602 25| azul y plata, ni colocar un templete de cartón delante del retablo 9603 8| Señor mío, distingue tempora... (no quería decir eso) 9604 18| en enero. Desaparecía por temporadas de Vetusta. Decía que iba 9605 2| tantos canónigos laudatores temporis acti, como decía él; no 9606 25| aquel ensayo de primavera temprana había salido mal; vuelta 9607 21| con el cuerpo del vestido tempranos frutos naturales, como si 9608 29| aquelarre. Por eso los perseguía tenaz, irritado.~ ~ Se separaron. 9609 11| entre colchón y colchón, tender una manta sobre el lecho 9610 13| Vegallana y el Magistral tendían a los asuntos serios, pero 9611 13| a Anita de rato en rato, tendiendo hacia ella el busto por 9612 6| vez en esferas más altas, tendieron el vuelo y llegaron a ocupar 9613 4| porque, si no, ¿qué mérito tendrán sus obras?~ ~ Sin embargo, 9614 22| nombre de sor Teresa. Mucho tendríamos que decir si quisiéramos 9615 16| estrechas plazas y calles tendrían, como ahora, aspecto feo, 9616 5| preocupaciones, inclusive la de no tenerlas, que era de las más tontas.~ ~ 9617 17| vuelvan esos accesos sin tenerles preparada tarea de virtud, 9618 17| muy interesantes; siempre tenernos prisa, y yo... no puedo 9619 27| siempre: lo primero es que tengamos salud.~ ~ »¿Que hay tibieza 9620 13| usted se queja y se acusa tengan mucho de nerviosas y también 9621 23| prohibida era una especie de tenia que se comía todos los buenos 9622 29| consuelo en la religión y ahí teníamos al señor Magistral otra 9623 20| abrazada a la lujuria: las tenias del alma. Los ojos brillaban 9624 10| quedaba ni el consuelo de ser tenida por mártir y heroína... 9625 10| collados, con las canas teñidas de negro y el tinte empolvado 9626 26| por las circunstancias, teniendo a su lado al cura de cabecera, 9627 6| militar. Sabía de varios tenientes generales que habían sido 9628 20| subterráneos para entrar con sus tentáculos de pólipo en las arcas de 9629 1| volvió la idea a presentarse tentadora, y como en las novelas que 9630 8| en la boca unos pliegues tentadores, y dentro de la remonísima 9631 10| entraba la luna. Ana avanzó tentando las paredes. A cada paso 9632 9| vencer, pero quería dejarse tentar!~ ~ La idea de que Mesía 9633 12| ciencia, señor mío, y hay que tentarse la ropa antes de subir a 9634 28| desde el día en que una tentativa de seducción se le frustó, 9635 28| envueltos en hilos pegajosos, tenues, entremetidos.~ ~ Llegó 9636 22| verdadero progreso un despotismo teocrático de que está ya todo Vetusta 9637 4| envidiaba a los pastores de Teócrito, Bion y Mosco; soñaba con 9638 12| en demostrar por su a+b teológico-racional cualquier artículo de fe, 9639 20| entendía palabra de lugares teológicos. Había que dejarle beber.~ ~ 9640 21| filósofos y los ensueños de los teólogos y le daban lástima. Los 9641 27| desmoronaba, que las antiguas teorías que sin darse entonces cuenta 9642 8| presentaba una cuestión teórica o una dificultad práctica.~ ~ «¿ 9643 9| tiene, como el cuerpo, su terapéutica y su higiene; el confesor 9644 18| preocupaciones necias, tercas, que no cuándo aprendí, 9645 16| elegía de tres columnas, en tercetos entreverados de silva. Ana 9646 2| muy negros y muy redondos. Terciaba el manteo a lo estudiante, 9647 14| saludaba. Llevaba el manteo terciado sobre la panza, que comenzaba 9648 2| petit comité -según decía -, terciar el manteo, colocar la teja 9649 6| que gritaban más, eran más tercos y leían más periódicos del 9650 8| no quería decir eso) no tergiversemos, no involucremos, post hoc 9651 23| rezando oraciones que no terminaban y soñando despierta hasta 9652 23| señalando con fuerza las terminaciones en us y en i y en is: por 9653 23| coro y se fue a su rincón. Terminadas las horas canónicas, el 9654 19| aturde. ¡La ciencia prohíbe terminantemente que esa señora protectora 9655 20| suplicando con los ojos que le terminasen las cláusulas.~ ~ Insistía 9656 10| estoy resuelto a que termine la vida de aislamiento. 9657 19| mandó aplicar al sobaco un termómetro que sacó él del bolsillo, 9658 5| de su fantasía se decían ternezas, ella les preparaba un suculento 9659 29| de hierro, ante todas las ternuras de su alma, la Regenta, 9660 24| habilidad en el arte de Terpsícore (otra frase que Trifón se 9661 12| ciclópea. En las esquinas del terrado de gran balaustrada que 9662 1| muralla, convertidos en terrados o paredes medianeras, entre 9663 3| hermoso; debía de ser un terranova. ¿Qué habría sido de él? 9664 1| profundo desprecio de las cosas terrenas.~ ~ -¡Mia tú, Chiripa, que 9665 1| que se dividían el noble territorio de la Encimada. El Magistral 9666 8| sonriente, se metió un terrón de azúcar en la boca.~ ~ 9667 28| recordando las tristezas y los terrores pasados.~ ~ La pasión, menos 9668 12| del Magistral en el estilo terrorista no era menos dulce que cuando 9669 20| El mantel adamascado más terso que fino; los platos pesados, 9670 16| había puesto aquello en una tessitura endemoniada!» Y lo peor 9671 5| monstruo los celos o el Tetrarca de Jerusalén, del inmortal 9672 18| chimenea monumental del comedor tétrico, horas y horas, de día y 9673 26| saludable de los creyentes tibios.~ ~ -Puede usted hacer un 9674 4| Hombre al agua!... ¡un tiburón!~ ~ Pero tampoco era aquello 9675 25| Hacia la puerta sonaba el tic, tac, de las monedas con 9676 25| royéndolo, como un sonido de tic-tac, como el del insecto que 9677 29| que viene asustada... le tiembla la voz...~ ~ El Magistral 9678 10| escalofríos.~ ~ -¿Ves?, tiemblas; a la cama, a la cama, ángel 9679 15| espíritu. Se tuvo una lástima tiernísima; y mientras el violín gemía 9680 8| Álvaro sintió un profundo y tiernísimo agradecimiento. ¡Le daban 9681 19| plata en aquellos pelos tiesos que parecían un cepillo 9682 3| tigre. En Vetusta no había tigres; la viuda no podía exigir 9683 6| llamaba Joaquín Orgaz y se timaba con todas las niñas casaderas 9684 25| picaresco, según el carácter, se timaban, como decían ellos, con 9685 23| que era a lo que llamaba timarse Joaquín Orgaz, si siempre 9686 12| con otras mujeres menos tímidas y más temibles para la carne. 9687 7| paciencia de un estudiante tímido que ama platónicamente. 9688 20| convertirse en arisca, timorata, mística... pero mística 9689 8| capital. Algunos padres timoratos oponían algunos argumentos 9690 22| sigue usted rompiéndome el tímpano con esas palabrotas, le 9691 29| escapar del prado que cubrían tiñéndolo de negro, se encontraban 9692 5| un cuaderno de versos, un tintero y una pluma, manifestó igual 9693 16| tienen el gusto de madera de tinteros; Ana estaba admirada de 9694 20| que había comprado cierto tío a quien heredara el don 9695 18| bigotillo engomado y con voz de tiple decía a la muchedumbre de 9696 15| Aquel imperio fue el más tiránico que ejerció en su vida el 9697 30| contrario. «Le dejaría cojo. Tiraría a las piernas. El otro no 9698 24| también pasó dos dedos por la tirilla de la camisola. Por último..., 9699 9| pero de buenas formas, tiritando en camisa bajo los rigores 9700 22| días y días; y cuando había tiroteo de sueltos o comunicados, 9701 28| Las bacantes! Asia... los tirsos; la piel de tigre de Baco». 9702 12| tonsurado, pálido y triste, tísico probablemente. Era un primo 9703 22| que emplear esfuerzos de titán para contenerse y no demostrarle 9704 22| de Cuervo trabajaban como titanes por derrumbar aquella montaña 9705 13| Paco, que quiso verle hacer títeres.~ ~ -Sí, alcanza usted - 9706 15| temblorosas, que parecían titilar como las estrellas. Ya no 9707 23| epístola de San Pablo Apóstol a Tito, capítulo segundo, dándole 9708 29| a otro. Petra aceptó sin titubear, temblando de alegría. Hasta 9709 2| vio una noche el drama titulado: Los hijos de Eduardo, arreglado 9710 12| y después se regalaban, titulados así: El Rosal de María ( 9711 12| abultada nuez. Parecía todo él tiznado, y no lo estaba; tenía tanto 9712 21| Pero poco a poco Kempis fue tiznándole el alma de negro y don Víctor 9713 8| hasta molinos, sin coger tiznes, grasa, ni harina. Estaba 9714 8| ocho dedos más arriba del tobillo... ¡y adiós idealismo! Y 9715 25| Ah, porque ella estaba tocada del gusano maldito, del 9716 21| sus cánticos profanos al tocador-oratorio de la Regenta.~ ~ Se acostumbró 9717 21| una llaga del espíritu que tocándola dolería. Tuvo valor para 9718 14| viniendo sobre su cabeza, casi tocándole con las alas diabólicas. 9719 16| Y las campanas toca que tocarás!» Ya pensaba que las tenía 9720 19| pluviales y manteos que al tocarlos eran como alas de murciélago. 9721 13| conservar con decoro las tocas de la viudez y por levantar 9722 10| que el hocico del animal tocase en un punto determinado; 9723 5| no sólo Obdulia es la que tolera... lo que yo no quiero tolerar. 9724 16| quisiera imponer en todo, no lo toleraban en la bolsa de Ronzal. Se 9725 29| nombra a los maridos que toleran su deshonra..., y la ira 9726 13| locus, que a él sólo se le toleraría en la iglesia.~ ~ «¡Así 9727 22| casa; Celestina tenía que tolerarlo porque su padre lo exigía.~ ~ - 9728 14| corto, se resignaron, y toleraron la invasión de la Vetusta 9729 5| proponga amores formales, no le toleres pellizcos, ni nada que no 9730 4| oyó una voz que le decía «Tolle, lege» y que corrió al texto 9731 16| eran!»~ ~ Petra había sido tomada por confidente y cómplice 9732 12| oriental, con metáforas tomadas del desierto, del mar, de 9733 23| Constantino a la Regenta y tomándole la cabeza con ambas manos 9734 5| llama mayores, sobre todo, tomándolo en serio y obsequiándote ( 9735 27| Sí, señor; la comitiva tomará el camino de la calleja 9736 17| ejercicio sano... ellos tomarán el camino de atajo, el del 9737 7| una vieja? ¿Debo preferir tomarla vieja y ser libre más tiempo 9738 13| festivo y todos acababan por tomarlo a broma. El Marqués en cuanto 9739 20| que el librepensamiento tomase vuelo. Pero nada. ¡Todo 9740 16| batirse mal en las tablas, tomé maestro de esgrima y dio 9741 5| no hubieran entendido en tomos como casas.~ ~ A don Tomás 9742 5| ese aire displicente y ese tonillo seco, porque es una impertinencia. 9743 5| tenerlas, que era de las más tontas.~ ~ Ana observaba mucho. 9744 12| no habían hecho más que tontear, como todas. En ocasiones 9745 8| con lengua metálica.~ ~ -Tontina... si tú no fueras tan desconfiada...~ ~ -¿ 9746 12| Glocester.~ ~ -¿Qué decía?~ ~ -Tontunas, que los carlistas estaban 9747 28| anda, y cómo se le ha ponío too el melindrán este..., y 9748 26| levantó los ojos y sintió el topetazo de su mirada con la de don 9749 18| él, y sólo le servía de tópico de conversación en las visitas 9750 6| tampoco faltaba nunca en los tópicos de las conferencias. El 9751 11| Paula en Matalerejo, en Toraces, en Cañedo, en Somieda? ¿ 9752 1| por los rosetones del arco toral y de los laterales entraban 9753 18| dignamente! Este era el torcedor de su espíritu. Si le hubiese 9754 28| Comprendió el Magistral por qué torcidos senderos conocía el ex-regente 9755 10| criada.~ ~ Petra sonrió torciendo la boca, y bajó la cabeza.~ ~ 9756 2| subrayaba el vicio corporal torciéndose más y más hacia la derecha, 9757 27| El Romero y el Clavel torcieron de repente; el landó se 9758 20| Rousseau, Dante, Franklin y Torcuato Tasso, por el orden de colocación 9759 6| con los mechones que los toreros echan sobre las sienes. 9760 26| sería del hombre en estas tormentas de la vida, si la amistad 9761 12| doblaba las puntas de acero y tornaba a descargar citas sobre 9762 29| que de su voluntad siempre tornadiza, impresionable y débil iban 9763 17| demasiado en ir apretando los tornillos de la devoción a doña Ana».~ ~ 9764 15| unos cuantos pellejos de Toro, al beber en compañía del 9765 13| Muchacho había que saludaba torpemente y salía como corrido. Las 9766 4| daba nombre. El cauce de un torrente seco dejaba ver su fondo 9767 29| Víctor y se convertía en tortilla, que el mismo don Álvaro 9768 19| tostados, queso duro, o tortillas de jamón, lo que fuese; 9769 30| parecían aquellos regueros tortuosos y estrechos de tinta fina 9770 19| cereza... Miró a Visita con torvo ceño y echándose a adivinar 9771 1| solemne. El sabio había tosido, iba a hablar.~ ~ -Encienda 9772 8| siempre al segundo piso tosiendo y hablando a gritos.~ ~ 9773 19| hechas ceniza por la raíz y tostadas por las puntas.~ ~ También 9774 1| vez que sabía más que el Tostado, elogio que él supo apreciar 9775 21| tranquilizaba la idea de que le tostasen con símbolos en el caso 9776 4| su hija fuese funámbula y trabajase en el alambre, don Carlos 9777 30| fortaleza del cuerpo redivivo trabajó en obras de aguja, y se 9778 7| sastres de Vetusta y ni unas trabillas compraba en su tierra. Nadie 9779 19| bordadas; escopetas, pistolas y trabucos de todas épocas y tamaños 9780 14| Bermúdez.~ ~ Hubo más; aunque tradicionalmente el Espolón venía siendo 9781 9| Moleschott y a Wirchow y a Vogt traducidos, cubiertos con papel de 9782 5| mantenido por una poetisa traductora de folletines.~ ~ El señor 9783 7| inexpugnable. Y en cuanto al que trae tales cuentos a un establecimiento 9784 26| ojos; el exceso del mal traerá el remedio... Ese hombre 9785 18| compañera, que tanto prestigio traería con su juventud y su hermosura 9786 26| aquello y degollarla, o traerla arrastrando por los malditos 9787 13| Provisor, no era cosa de traerle y llevarle. «-¡Nada, nada! 9788 3| destierro, muy lejos del amo. Traerlos cerca estando allí Anita 9789 15| bebían sin saber lo que tragaban, y los jugadores sin mirarlo 9790 2| decoraciones de puertas, ventanas, tragaluces y pechinas; en nombre del 9791 10| de la nube negra que la tragaría como un mar de betún. Ana, 9792 30| rencores, toda esta hiel tragármela... y disimular, y hablar 9793 15| su mujer.~ ~ «Gordas las tragas, Froilán, eres un valiente», 9794 30| cantados y alabados en poemas y tragedias. Todo esto lo sabía el Magistral 9795 15| causado aquellos escalofríos trágicos que se le paseaban ahora 9796 29| frasco del anís, bebió un trago según acostumbraba cuando 9797 20| nos anegamos en maíz; yo tragué muchos granos. Y tampoco 9798 16| moral que la hiciesen fácil, traída y llevada.~ ~ El único conquistador 9799 13| manteos crujientes, de sillas traídas y llevadas, de abanicos 9800 28| precipicios y enramadas traidoras y exuberantes... Mientras 9801 13| del patio venían perfumes traídos por el airecillo que hacía 9802 10| ama.~ ~ -¿Quiere usted que traiga árnica, señora? Mire usted, 9803 19| ella a Quintanar que le trajese? No. Pues bastaba. Obrar 9804 20| Vetusta del enemigo general, tramaban la ruina del monstruo; pronto 9805 22| que se hablaban al oído, tramando algo contra los atrevidos 9806 18| por los pobres... Ser un tramposo de la caridad. Hombre, por 9807 13| ojos no servía para tales trances, y contestó mirando con 9808 21| remordimiento.~ ~ Algo le tranquilizaba la idea de que le tostasen 9809 15| Gobierno; ella se había tranquilizado y desde entonces admitía 9810 15| casa de mi padre!~ ~ La transacción le costó al clérigo humillarse 9811 19| sus cobardes y perezosas transacciones con el mundo pasaba por 9812 21| devaneo, muchas próximas a la transformación natural que revela el sexo, 9813 28| sur le retour, se sentía transformado por la juventud y la pasión 9814 14| felicitaba de que Vetusta se transformase de día en día, de modo que 9815 20| era apóstol ferviente del transformismo; le parecía absurdo y hasta 9816 20| ciencia!, ¡mucho...!, ¡la transfusión...!, ¡claro! -Tenía cierto 9817 20| habló un día don Álvaro de transfusiones. «La ciencia había adelantado 9818 9| principal era el político, transigía con la religión de los mayores 9819 28| este deseo del confesor y transigió.~ ~ «Iremos a La Costa», 9820 13| seguida al Vivero... ¡No transijo!~ ~ Y se fueron a dar los 9821 24| grupos que dificultaban el tránsito por el salón estrecho.~ ~ 9822 13| aberraciones de los sentidos se transmitían a la lengua, y brotaban 9823 10| su espiritual contorno, transparentando el cielo con sus encajes 9824 30| resistir la tentación de dejar transparentarse su secreto. Ello era que 9825 13| presentes comunicaba aquel vino transparente que lucía en fino cristal, 9826 16| vetustense.~ ~ Ana se sentía transportada a la época de don Juan, 9827 17| con los caballeros en los tranvías de Nueva York.~ ~ -Pues 9828 16| emprendedor, loco, valiente y trapacero de Zorrilla; a ella también 9829 5| no se le conocía ningún trapicheo; pero esto era poco para 9830 27| ya soy viejo para un traqueteo tan grande de mis pobres 9831 29| Todo lo veía claro, toda la trascendencia de su descubrimiento del 9832 28| dicha sin reserva, sin trascender a nada más que a la esperanza 9833 4| estudiar la naturaleza que trasladaba al lienzo, Anita volvía 9834 10| que enfermaste y si no me trasladan a Valladolid, te me mueres. ¿ 9835 4| con cierta melancolía, trasladándose con sus ilusiones a aquella 9836 30| Somoza, el médico.~ ~ -¿Y trasladarle a Vetusta...? -decía el 9837 4| desengañado. Doña Camila y Ana se trasladaron a Madrid y allí vivían parte 9838 8| todos los que no dejaban traslucir aficiones eróticas que podían 9839 6| vetustenses tenían una virtud: no trasnochaban. Eran hombres ocupados que 9840 22| confundir a este progresista trasnochado no necesito que me ayude 9841 6| contraído la costumbre de trasnochar en Madrid, otros elegantes 9842 17| podaba, injertaba, plantaba o trasplantaba, según las estaciones y 9843 4| empezado a brotar antes de ser trasplantada al invernadero pedagógico 9844 2| reliquias, y han podido ver un trasunto de las primitivas iglesias 9845 3| pudo. En cuanto se quedaba trasvolado, soñaba que oía los tres 9846 28| eran felices viéndola tan tratable, tan humanizada. Y jamás 9847 13| convidados; pero éstos serían tratados a cuerpo de rey; la confianza 9848 17| día siguiente, y terminó tratando con detenimiento especial 9849 5| Si alguno había querido tratarla como a Obdulia, pronto había 9850 12| pero por lo mismo debí tratarle de otro modo.~ ~ -Lo que 9851 22| Gran Constantino - queremos tratarlo con el interesado.~ ~ -Pues 9852 17| dice, no es peligroso, por tratarse de usted, y yo me encargaría, 9853 2| obispo de Nauplia, a quien yo traté allí con gran intimidad. 9854 15| las amonestaciones y malos tratos de su hija, Barinaga no 9855 13| escalera de mano de pocos travesaños, que servía al jardinero 9856 11| mano fina, aristocrática, trazaba rayitas paralelas en el 9857 4| pensamiento.~ ~ Cuando el lápiz trazó el primer verso, ya estaba 9858 29| escarceos... explicaciones... treguas, promesas de respetar... 9859 27| con todos sus violines en trémolo y pitando con todos sus 9860 3| cayó el pajarillo en trena~ ~ ~ ~con grillos y con 9861 2| piruetas, genuflexiones y hasta trenzados.~ ~ Reíanse de todo corazón 9862 9| Casino, por la humedad que trepa hasta el tejado por las 9863 1| enroscándose en la piedra trepaba a la altura, haciendo equilibrios 9864 1| sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes hasta 9865 29| hierro y de la madera y la trepidación uniforme eran como canción 9866 29| pasaban de cuando en cuando en triángulo macedónico bandadas de cuervos, 9867 3| perseguir al seductor ante los tribunales y procurar que su mujer 9868 15| misiones en el Oriente, de tribus, de los mártires del Japón, 9869 5| elogios que a su hermosura tributaban los señoritos nobles y los 9870 5| saboreaba aquellos manjares tributando un elogio a la cocinera 9871 9| en este sitio yo no puedo tributar elogios al penitente, me 9872 5| admiración que el mundo tributó a su Minerva.~ ~ -¡Es una 9873 12| mal arreglo. El concilio Tridentino considera el delito que 9874 16| Si habría sido ella una Trifona? Probablemente, ¡y qué desconsolador 9875 2| versate manu. ¡Los clásicos, Trifoncillo, los clásicos sobre todo! ¿ 9876 22| ángel más,en opinión de Trifoncito Cármenes, que seguía siendo 9877 11| están con las cuentas del trimestre...~ ~ -Bien; tráeme el café, 9878 1| aplicaba el escalpelo sino el trinchante.~ ~ Y bastante resignación 9879 1| defendían allí las últimas trincheras. Poco tiempo antes del día 9880 29| cuando le convenía.~ ~ «¿Qué tripa se le habrá roto a éste?», 9881 19| cuadros y zapatos blancos de triple suela. Quintanar dejó caer 9882 4| balanceo del gran navío que tripulaban y entonces era cuando se 9883 8| velaba un pobre aldeano tripulando miserable barca medio podrida 9884 16| oír las campanas doblar tristemente el día de los Santos, por 9885 9| perro chico.~ ~ Visitación triunfa. Pero no sabe que el mismo 9886 30| filosofía y la religión triunfaban en el ánimo de don Víctor. 9887 22| no era aquello una marcha triunfal, un camino de gloria; en 9888 26| aparentemente el rival se mostraba triunfando a la romana, según don Víctor, 9889 30| ustedes? -decían las miradas triunfantes de la Fandiño -. Todas somos 9890 8| ese hombre; haga usted que triunfe el pretendiente liberal - 9891 20| lo mismo debía de suceder trocados los sexos. Y, en efecto, 9892 6| aburrimiento heredado no debía trocarse por los azares de un porvenir 9893 27| iglesia, los que van siguen la trocha de abajo...; por aquí rara 9894 21| guiada por las sendas y trochas del misticismo apasionado, 9895 1| iba ya preparando sendos trocitos de su Vetusta Goda y de 9896 20| Los dos viejos fueron trompas de la fama contra la honra 9897 8| les unía a pesar suyo. Se tronaba porque la constancia es 9898 8| grandeza. No, no eran nobles tronados: abundancia, limpieza, desahogo, 9899 16| se van a otra provincia a tronar otra vez. Estos artistas 9900 25| de haberle levantado un trono de admiración; y ella, ella 9901 27| las censuras venían en tropel a su mente y a su corazón. 9902 5| balcón para que sus tías no tropezasen con el cuerpo del delito. 9903 14| inofensiva que un sacerdote tropiece con los codos de todas las 9904 6| el otro se fijara en el tropo y en el garrote y se diera 9905 11| Soy viejo ya para esos trotes. No la entiendo siquiera. 9906 19| don Álvaro - es peor que Troya.~ ~ «El remedio ha sido 9907 25| Víctor muy contento, cantando trozos de zarzuela, propuso a su 9908 16| todas las compañías de verso truenan en Vetusta y se disuelven. 9909 15| verde, de figura de cono truncado, y alzando la cabeza escuchó 9910 8| resultaba al cabo obra de los truqueurs, palabra del capitán. El 9911 23| principium in die virtutis tuae in splendoribus sanctorum, 9912 22| el convento, murió de una tuberculosis según Somoza, de una tisis 9913 23| cabeza y echaba por aquellos tubos cónicos, por aquellas trompetas 9914 11| la espiga entraba en la tuerca, era lo natural. «Era mecánico», 9915 27| Horror... basta. Veo que tuerce usted el gesto. Perdón. 9916 15| sido así, ¿por qué te me tuerces? ¿Por qué te me escapas?~ ~ - 9917 8| echa ahora?~ ~ »¿Qué se tuesta primero?~ ~ »¿Cuántas vueltas 9918 27| aire..., el heno..., el tufillo del establo..., la brisa 9919 1| grandes como pueblos; y tugurios, donde se amontonaba la 9920 16| observar mucho y ser una tumba, callar como un muerto. «¡ 9921 11| minutos entre los libros tumbados en el suelo, por los senderos 9922 11| el día menos pensado nos tumban.~ ~ -Eso no, madre -gritó 9923 29| lo que esa grandísima tunanta no quiere que le respeten... 9924 15| sido de los pobres y de los tunantes y holgazanes que le saqueaban 9925 29| horas...!»~ ~ Pasaron un túnel y no quedó ya nada de Vetusta 9926 14| abertura lateral, como algunas túnicas... Pero entonces se verían 9927 8| blanda y muda; la alfombra tupida que se parecía al mismo 9928 21| se la pegaba; conoció la turbación de Ana, y con gran júbilo, 9929 16| escudriñar lo pasado y las turbaciones presentes con preguntas 9930 9| material! -responde ella, turbándose como una niña aturdida que 9931 25| pelo espeso y duro, como un turbante.~ ~ -¿Vienes del coro?~ ~ - 9932 22| su pasión; lo que podría turbarle en el deliquio sin nombre 9933 12| aquella mañana cuestiones turbias que el Provisor acostumbraba 9934 27| por lo menos no veía tan turbio como antes. Ella había sido 9935 4| rosas de sus rostro; aquella turgencia y expansión de formas que 9936 6| reaccionario de los que turnaban en el poder.~ ~ «-Dadme 9937 12| al crimen de solicitar ad turpia a las penitentes, es severísima; 9938 6| mirando el mapa de Rusia y Turquía y el Padrenuestro en grabados, 9939 7| Pauperum tabernas, regumque turres.~ ~ ~ ~ Joaquinito, fingiendo 9940 22| es fustis, axis,~ ~ ~ ~turris, caulis, sanguis, collis,~ ~ ~ ~ 9941 12| familiares del Obispo jugaban al tute. La presencia del Provisor 9942 20| emancipado de la repugnante tutela del fanatismo, y ha vuelto 9943 16| marido era una especie de tutor muy respetable, a quien 9944 24| mí me asustaba, como si tuviéramos un pararrayos en casa. Ea, 9945 30| huido porque...»~ -¡Porque tuviste miedo a la justicia, y a 9946 1| menos santas iglesias de Tuy, Dumio, Braga, Iria, Coimbra, 9947 | tuyo 9948 1| corrupciones vulgares, decía ue en vez de oi y otros adefesios.~ ~ 9949 5| temblaban ante la voz de un ujier de la Sala de lo Criminal 9950 16| en la terquedad del buen Ulloa; como se había empeñado 9951 13| largo, calzado con esmero ultra-vetustense. No podía haber pecado ni 9952 22| en nombre de la humanidad ultrajada. El pobre don Santos Barinaga, 9953 13| confundirse con ciertas doctrinas ultramontanas, aparte de esto, una cosa 9954 22| entre el catolicismo y el ultramontanismo. «Yo soy tan católico como 9955 22| del conocido capitalista ultramontano don Francisco de Asís, monja 9956 1| les otorgó perenne mansión ultratelúrica para los mortales despojos; 9957 1| celestiales, de reparaciones de ultratumba. No era que allí no tuviera 9958 16| de la calle del Pan, que une la plaza de este nombre 9959 29| a ella? ¿Con qué derecho uní mi frialdad de viejo distraído 9960 8| querido; había algo que les unía a pesar suyo. Se tronaba 9961 12| sociedad como cualquiera. Uníase esta gracia a las cualidades 9962 6| Pigault-Lebrun y Paul de Kock, únicos libros que podía mirar sin 9963 22| almas hermanas que viven unidas, con lazo fuerte, en la 9964 16| dinástico de Vetusta, y unió sus ruegos a los de don 9965 9| diapasón de la santidad al unísono de la virtud. ¿Por qué no? ¡ 9966 12| sabrá que la Constitución Universi Domini de 1622, dada por 9967 7| conservador, no la quería en las Universidades.~ ~ «¿Por qué? Porque el 9968 13| rociaba con vinagre o lo untaba con mostaza. Sus vecinos 9969 15| que su madre traía parches untados con sebo sobre las sienes; 9970 7| en el corazón? ¿Con qué unto singular, milagroso, hacía 9971 6| parecido al de la policía urbana. El forastero que llamaba 9972 1| formas irreprochables. La urbanidad era un dogma para el Magistral 9973 14| proximidad del progreso urbano, y antes se felicitaba de 9974 9| Ronzal -; la mujer es así urbicesorbi (en todas partes, en el 9975 15| qué pronto... la han urdido! ¡Qué Brigadiera ni qué 9976 30| para un viaje electoral, urgentísimo y breve; sin que Ana sospechase 9977 23| fuerza las terminaciones en us y en i y en is: por el tono 9978 11| disparatado modo de pensar que usa vuecencia, también se podrá 9979 7| brazos de Paco amores apenas usados. Y Paco, por ser quien era 9980 19| ocasiones buscar un aldeano que usara la antigua montera del país; 9981 1| por esto pensaba que podía usarlo todo el otoño. Se creía 9982 2| duraría poco; ya empezaba a usarse el nombre de «Presidente» 9983 1| para que don Fermín no usase con ella de formas irreprochables. 9984 24| que sus hijas de confesión usen cilicios y otras invenciones 9985 6| Ronzal, que había visto otros usos en sus cortos viajes, los 9986 28| preparada ropa caliente pa usté y creo que no falta pa este 9987 11| aborrecerá por lo de la usura; ¿quién es tu enemigo?~ ~ - 9988 20| Señores..., guerra al clero usurpador, invasor, inquisidor; guerra 9989 3| cuello. Lo demás todo era utensilios y atributos de caza, pero 9990 23| splendoribus sanctorum, ex utero ante luciferum genui te».~ ~ 9991 28| tienen alguna utilidad. Nisi utile est id quod facimus, stulta 9992 30| Pero no parecían sables útiles. Además surgieron dificultades 9993 5| con una huerta de medianas utilidades. Y además estaba sujeta 9994 20| preocupan con el aspecto utilitario, egoísta, de la cuestión: 9995 21| tiempo a la hipócrita que la utilizaba como correo secreto y no 9996 16| que tantas veces había utilizado servicios análogos del Marquesito, 9997 6| sillones de terciopelo de Utrecht. La biblioteca consistía 9998 18| ella. El oidium consumía la uva, el pintón dañaba el maíz, 9999 12| cuestión del dinero; espolios, vacantes, medias annatas, patronato, 10000 20| en el vino y en las copas vacías y en los cubiertos relucientes 10001 22| adelante y se detuvo como vacilando. Era don Santos, que salía 10002 26| aparentes: quería decir Vae Victis! La de Mesía no reconocía 10003 19| vírgenes de blanca túnica vagaban por las galerías húmedas, 10004 1| día pensaba menos en estas vaguedades de la ambición a largo plazo, 10005 30| era más noble sacar de una vaina un puñal y herir, que herir 10006 22| tú, pendón!~ ~ -¿Adónde vais, pingos?~ ~ Y las correligionarias 10007 15| pendiente el alma de los vaivenes de aquel borracho, de las 10008 29| tengo vino de mi tierra, un Valdiñón que se masca...»~ ~ Mesía 10009 21| envidiosa. «Dos mil reales valdría aquello..., sí..., era demasiado..., 10010 21| varias alhajas que bien valdrían dos mil reales. Había sonreído 10011 26| admirado la hermosura y la valentía de la Regenta, se murmuraba 10012 22| próximo a tener sus peculiares valentías insolentes.~ ~ Y en casa, 10013 11| infalibilidad! Terrible, pero valentísimo dogma: un desafío formidable


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