Cap.

 1   VIII|       pie, y seguido de un solo alguacil, el ilustre señor Corregidor
 2   VIII|         a guisa de cetro.~ ~ El Alguacil, que seguía a veinte pasos
 3   VIII|           Tú serás mi verdadero alguacil...» Y ya lo había sido de
 4    XII|       la misma ramblilla que el Alguacil), y volvió con una magnífica
 5    XIV|         caza! -decía el innoble Alguacil - . La señá Frasquita está
 6    XIV|            Además -prosiguió el Alguacil - , la señá Frasquita es
 7    XIV|       bestia, cuando te tuvo de alguacil. Pero vamos a lo que importa.
 8    XIV|          De camino, dile a otro alguacil que me traiga la cena... ¡
 9    XIV|        No me interrumpas!~ ~ El Alguacil volvió a saludar.~ ~ -Corta... -
10    XIV|       buena suerte! -exclamó el alguacil alargando lateralmente una
11     XV|       luz de la luna al rústico Alguacil del Lugar inmediato.~ ~ -¡
12     XV|        le abra al borrachón del Alguacil! - repuso el Molinero, retirando
13     XV|        preguntó el tío Lucas al Alguacil - . ¿A qué viene esta orden?~ ~ -
14     XV|       qué demontre! -replicó el Alguacil - . ¡Cualquiera se anda
15     XV|      señá Frasquita! -objetó el Alguacil - . Tengo orden de llevarme
16     XV|   hermosa jumenta y seguido del Alguacil.~ ~ La despedida de los
17    XVI|      subido en la borrica, y el Alguacil arreándola con su bastón
18    XVI|         Lugar el tío Lucas y el Alguacil, y dirigiéronse a casa del
19    XIX| recelando sin duda que fuese un alguacil o un malhechor pagado por
20    XXI| Presente! -respondió al cabo el Alguacil, apareciendo detrás de un
21   XXII|    arreglo todo!~ ~ Así dijo el Alguacil, y, en un periquete, cogió
22   XXII|    señor Corregidor! -repuso el Alguacil.~ ~ -¿Por qué lo dices,
23   XXII|        preguntó irónicamente el Alguacil.~ ~ -¡Al contrario! Te regalaré
24   XXII|    durante aquella ausencia del Alguacil, fue cuando el Molinero
25    XXV|         la Ciudad.~ ~ El astuto Alguacil había tocado de camino en
26    XXV|       molino.~ ~ Razón tenía el Alguacil para echar de menos su antiguo
27    XXV|         Poco después llegaba el Alguacil al molino, según dejamos
28   XXVI|       tan luego como penetró el Alguacil en la estancia - . ¿Y la
29  XXVII|        Garduña, que, tomando al Alguacil del Lugar por D. Eugenio
30  XXVII|         la Corregidora.~ ~ Y el Alguacil le refirió en cuatro palabras
31  XXXIV|         por el otro... -dijo un alguacil, aprovechando aquella coyuntura
32  XXXVI|        y murió, lo mismo que su alguacil, en la famosa batalla de
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