Cap.

  1    Pre|          el cuento en verso de EL CORREGIDOR Y LA MOLINERA, o sea de
  2    Pre|        claro de la historia de EL CORREGIDOR Y LA MOLINERA? ¡Que los
  3    Pre|      comienzo a la Relación de EL CORREGIDOR Y LA MOLINERA, no sin esperar
  4     II|     encopetados a la tertulia del Corregidor, del Deán, o del Título
  5     IV|        por el Sr. Obispo y el Sr. Corregidor, podían contemplar allí
  6     IV|           un demonio!», añadía el Corregidor. «Pero es una buena mujer,
  7   VIII|        alguacil, el ilustre señor Corregidor de la misma, -a quien no
  8   VIII|        una especie de sudario del Corregidor, una especie de caricatura
  9   VIII|        grotesco donaire del señor Corregidor, consistía (dicen) en que
 10   VIII|         años, y llevaba cuatro de Corregidor en la Ciudad de que tratamos,
 11   VIII|       pasos de distancia al señor Corregidor, se llamaba Garduña, y era
 12   VIII|          su castigo.~ ~ El primer Corregidor que le echó la vista encima,
 13     IX|   Temprano va esta tarde el señor Corregidor a ver a la señá Frasquita!~ ~ -¡
 14     IX|          solo esta tarde el señor Corregidor a ver a la navarra? -le
 15     IX|           lo contrario... Pero el Corregidor no es por eso incapaz de
 16     IX|         hubiera guardado, por más Corregidor que sea, de decirme los
 17      X|  labriegos que saludaban al señor Corregidor, la señá Frasquita regaba
 18      X|          de la parra - : el señor Corregidor está enamorado de ti de
 19      X|    Entontes te gustará más la del Corregidor, que es mayor que la mía...~ ~ ¡
 20      X|           entretanto el verdadero Corregidor de la Ciudad!~ ~ -¡Miren
 21      X|           es lo que veo? El Señor Corregidor viene por allí completamente
 22      X|         se habrá creído que es un Corregidor para mí? Pero aquí llega...
 23     XI|     guarde, Frasquita... -dijo el Corregidor a media voz, apareciendo
 24     XI|                Tanto bueno, señor Corregidor! -respondió ella en voz
 25     XI|        Cómo está la Señora?~ ~ El Corregidor se había turbado. La ansiada
 26     XI|      Debemos advertir aquí que el Corregidor, lo mismo que todos los
 27     XI|      dormir!... -exclamó el viejo Corregidor, poniéndose más pálido de
 28     XI|           plantándola delante del Corregidor, a cortísima distancia de
 29     XI|    serenas pupilas clavadas en el Corregidor, aguardó la declaración
 30     XI|        ese precio? -tartamudeó el Corregidor.~ ~ -No, señor; que lo quiero
 31     XI|          su jubón, y mostrando al Corregidor el resto de su brazo, digno
 32     XI|          gustas!... -prosiguió el Corregidor - . ¡De día, de noche, a
 33     XI|             No tanto! -murmuró el Corregidor con cierta amargura.~ ~ -
 34     XI|      mucha diferencia. ¡Yo soy el Corregidor!...~ ~ -Pero, en fin, ¿la
 35     XI|               Y, hablando así, el Corregidor trató de apoderarse del
 36     XI|       pámpanos de la parra.~ ~ El Corregidor estaba todavía en el suelo
 37     XI|       Frasquita - . ¡Que el señor Corregidor puso la silla en vago, fue
 38     XI|           he hecho nada! -dijo el Corregidor, levantándose como pudo.~ ~
 39     XI|         sí... ¿eh?... -replicó el Corregidor - . Pues, ¡vaya, hombre!,
 40     XI|            Veía claramente que el Corregidor se asustó al principio,
 41     XI|      Lucas bajaba, díjole ella al Corregidor, dándole golpes con el delantal
 42     XI|       zalameramente.~ ~ Viendo el Corregidor que la severidad le daba
 43    XII|          primicias~ ~ Repuesto el Corregidor en su silla, la Molinera
 44    XII|           enfrente del embelesado Corregidor, fresca, magnífica, incitante,
 45    XII|         cristiana; pero V., señor Corregidor, no se contenta con administrar
 46    XII|         los Molineros, dejando al Corregidor y corriendo a besar el anillo
 47    XII|           las primicias! -dijo el Corregidor, tomando un racimo de manos
 48    XII|         probado las uvas...~ ~ El Corregidor pronunció estas palabras,
 49    XII|           querido acaso aludir al Corregidor; pero ambas frases fueron
 50    XII|       racimo que le presentaba el Corregidor.~ ~ -¡Están muy buenas! -
 51   XIII|        respetable) acompañaron al Corregidor hasta la puerta del Ayuntamiento (
 52   XIII|            que se lo pregunten al Corregidor...~ ~ -¡El pobre hombre
 53    XIV|         Garduña~ ~ Entretanto, el Corregidor había subido al Ayuntamiento,
 54    XIV|              Bien, sí! -repuso el Corregidor - . Pero esa tacha la tiene
 55    XIV|         que reventó de feo.~ ~ El Corregidor sonrió con cierta ufanía.~ ~ -
 56    XIV|    Garduña guardó silencio.~ ~ El Corregidor se dirigió al bufete y escribió
 57    XIV|           la zarpa en la caja del Corregidor y arrebatándole un polvo - . ¡
 58    XIV|          bachillerías! -repuso el Corregidor, sacudiéndole una guantada
 59    XIV|      estás distrayendo! -bramó el Corregidor - . Conque vamos al asunto -
 60    XIV|         me contradigas! -rugió el Corregidor, acordándose otra vez de
 61    XIV|            Corta... -prosiguió el Corregidor - . Por consiguiente, a
 62    XIV|          lateralmente una mano al Corregidor y mirando al techo al mismo
 63    XIV|      techo al mismo tiempo.~ ~ El Corregidor puso en aquella mano una
 64     XV|     grandes risotadas a costa del Corregidor: después de lo cual miráronse
 65     XV|      navarra - , y le  aviso al Corregidor de lo que nos sucede?...~ -¡
 66    XVI|           estratagema amorosa del Corregidor. La declaración que le oí
 67    XVI|      aunque la abriese; aunque el Corregidor lograse, por medio de cualquier
 68   XVII|              buena pro le haga al Corregidor!~ ~ ~ ~
 69    XIX|        instrucciones de parte del Corregidor, y esta es la hora en que
 70    XIX|         esta es la hora en que el Corregidor estará ya en campaña contra
 71     XX|          de previo acuerdo con el Corregidor?~ ~ ¿Qué iba a ver? ¿Qué
 72     XX|        brazos de su rival?~ ~ -El Corregidor contaba con que yo no podría
 73     XX|         los guantes del execrable Corregidor... ¡Lo que allí veía era
 74     XX|         la tos medio asmática del Corregidor!~ ~ ¡No cabía duda! ¡No
 75     XX|         había visto las ropas del Corregidor cerca de la chimenea; que
 76     XX|           almohadas la cabeza del Corregidor!~ ~ Otra risa diabólica
 77     XX|       ahorcarían! ¡Se trata de un Corregidor..., y matar a un Corregidor
 78     XX|       Corregidor..., y matar a un Corregidor es todavía en España cosa
 79     XX|           para su mujer y para el Corregidor, lejos de buscar aquella
 80     XX|         ojos en la vestimenta del Corregidor...~ ~ Luego se paró él mismo...~ ~
 81     XX|         sillas que ocupaba la del Corregidor; púsose cuantas prendas
 82    XXI| encontrose de manos a boca con el Corregidor, que en aquel momento salía
 83    XXI|      Calla, mujer! -tartamudeó el Corregidor, colándose en el aposento
 84    XXI|          V. inmediatamente, señor Corregidor!... ¡Márchese V., o no respondo
 85    XXI|                Frasquita! ¡soy el Corregidor!~ ~ -¡Aunque fuera V. el
 86    XXI|           nada de eso! -repuso el Corregidor, perdiendo la paciencia,
 87    XXI|       como yo te adoro!~ ~ -Señor Corregidor; ¿un tiro? -volvió a decir
 88    XXI|        hermosura... -respondió el Corregidor, lleno de miedo y sacando
 89    XXI|       bajó en tres brincos.~ ~ El Corregidor cogió la luz, y salió detrás
 90    XXI|        Qué vas a hacer? -gritó el Corregidor, muerto de susto - . Lo
 91    XXI|        pólvora a la cabeza!~ ~ El Corregidor no contestó a este discurso.
 92   XXII|        Garduña llegó al molino el Corregidor principiaba a volver en
 93   XXII|           con la otra se metió al Corregidor debajo del brazo, subiolo
 94   XXII|            Algo menos será, señor Corregidor! -repuso el Alguacil.~ ~ -¿
 95   XXII|       llave.~ ~ Dejemos, pues, al Corregidor sudando en el lecho ajeno,
 96  XXIII|            Si será un esbirro del Corregidor? ¿Si irá a detenerme? -pensó
 97   XXIV|       sencilla: que V. y el señor Corregidor han querido perderme; ¡pero
 98   XXIV|          abochornarme, y el señor Corregidor se queda en el molino muriéndose!...~ -¡
 99   XXIV|   muriéndose!...~ -¡Muriéndose el Corregidor! -exclamó su subordinado - .
100   XXIV|         hecho algún daño al señor Corregidor!~ ~ -¡Señor Alcalde, señor
101   XXIV|          Mi rharido va a matar al Corregidor al encontrarlo allí a estas
102    XXV|         delicada, cuando el señor Corregidor y yo hacemos la batida por
103    XXV|          el tío Lucas, vestido de Corregidor, que se dirigía a la Ciudad,
104    XXV|     Garduña sin verlo, y el falso Corregidor dejó su escondite y penetró
105   XXVI|           XXVI -~ ~Reacción~ ~ El Corregidor seguía en la cama, tal y
106   XXVI|       amante se va a convertir en Corregidor!...~ ~ Garduña bajó a la
107  XXVII|          Favor al Rey! ¡Yo soy el Corregidor! -gritó al fin Don Eugenio,
108  XXVII|  reventaba materialmente.~ ~ -¡El Corregidor! ¡Pues es verdad! -dijo
109  XXVII|       lleno de asombro...~ ~ -¡El Corregidor! -repitieron todos.~ ~ Y
110  XXVII|              Bárbaro! -replicó el Corregidor - : ¡alguna había de ponerme! ¿
111  XXVII|             Con permiso del señor Corregidor y la compaña... ¡Si V. no
112  XXVII|          por la Ciudad vestido de Corregidor..., y que Dios sabe si habrá
113  XXVII|           haya figurado! -dijo el Corregidor, arrimándose a una de las
114  XXVII|          y quiera el cielo, señor Corregidor, que el tío Lucas, amparado
115 XXVIII|           cuando la Molinera y el Corregidor, cada cual en una de las
116 XXVIII|       amarilla que la cera.~ ~ El Corregidor se había comido ya todas
117 XXVIII|       oyendo? ¡Soy el amo!... ¡el Corregidor!...~ ~ Hubo otra pausa.~ ~ -¡
118 XXVIII|        manos.~ ~ -¡Ama! -tronó el Corregidor, fuera de sí - . ¿No oye
119 XXVIII|          esos gritos?~ ~ -¡Soy el Corregidor!~ ~ -¡Dale, bola! ¿No le
120 XXVIII|         le digo a V. que el señor Corregidor vino antes de las doce...,
121 XXVIII|       está ese que dice que es el Corregidor? ¿Dónde está ese chusco? ¿
122 XXVIII|          recibir algunos palos el Corregidor, Garduña, el Sr. Juan López
123   XXIX|         esos rústicos... El señor Corregidor dice que lo permite... agregó
124   XXIX|    semblante tan demudado como el Corregidor subía las escaleras de su
125    XXX|         con el viejo y acaudalado Corregidor, y ella, que de otro modo
126   XXXI|             Mercedes! -exclamó el Corregidor al comparecer delante de
127   XXXI|          para chanzas! -repuso el Corregidor hecho una fiera - . Antes
128   XXXI|        hecho de haber conocido al Corregidor!~ ~ Cruzaron, pues, sendas
129   XXXI|     señora.~ ~ Por lo que toca al Corregidor, dicho se está que había
130   XXXI|       clavos de Cristo! -gritó el Corregidor - . ¡Mira que tú no sabes
131   XXXI|     oyendo! ¡Repara en que soy el Corregidor!...~ -¡A mí no me  V.
132   XXXI|          Yo a la cárcel! ¡Yo! ¡El Corregidor de la Ciudad!~ ~ -El Corregidor
133   XXXI|   Corregidor de la Ciudad!~ ~ -El Corregidor de la Ciudad, el representante
134   XXXI|       pueda entrar, disfrazado de Corregidor ni de ninguna otra cosa,
135   XXXI|          que profieres? -silbó el Corregidor con labios y encías - . ¡
136   XXXI|        aterrado - : mi marido, el Corregidor de la Ciudad, llegó a esta
137   XXXI|           en mi alcoba vestido de Corregidor...~ ~ -¡Infames! -gritó
138   XXXI|          el tío Lucas, vestido de Corregidor de pies a cabeza, y con
139  XXXII|        tío Lucas con el verdadero Corregidor era maravilloso.~ ~ Así
140  XXXII|         el montante, apartando al Corregidor con el brazo de marras,
141  XXXII|        dijo, remedando siempre al Corregidor:~ ~ -¡Dios te guarde, Frasquita! ¿
142  XXXII|           y, clavando en el falso Corregidor dos ojos como dos puñales:~ ~ -¡
143 XXXIII|        trata de ella... -gritó el Corregidor, tornando también a sus
144 XXXIII|           tú viste en él al señor Corregidor.~ ~ -¡Por Dios te pido que
145 XXXIII|          qué encontraste al señor Corregidor en nuestra cama, tienta
146 XXXIII|        ahora..., todo! -agregó el Corregidor, muy complacido de que las
147 XXXIII|           esperando! -profirió el Corregidor, tratando de erguirse.~ ~ -
148 XXXIII|        entiendes! -respondiole el Corregidor - . ¡Yo estoy, en cambio,
149  XXXIV|        que hubieron de la sala el Corregidor y el tío Lucas, sentose
150  XXXIV|          sido que andaba el señor Corregidor detrás de unos facinerosos
151  XXXIV|           su escondite al fingido Corregidor. Mi Señora, que, como todos,
152  XXXIV|           lo tomamos por el señor Corregidor), no había venido con muy
153  XXXIV|         el mal proceder del señor Corregidor, viniendo a pronunciar estas
154   XXXV|   Regresaron en esto a la sala el Corregidor y el tío Lucas, vestido
155   XXXV|          y hechiceros ojos.~ ~ El Corregidor, que observara aquella pantomima,
156   XXXV|          mando como marido y como Corregidor!~ ~ Y dio otro bastonazo
157  XXXVI|     emparrado.~ ~ Sólo faltaba el Corregidor.~ ~ Una vez reunida la tertulia,
158  XXXVI|           Misa de la tropa!~ ~ El Corregidor, que nunca más tornó al
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