Parte. Capítulo

 1      I.     2|       luego; que el trabajo y peso de las armas no se puede
 2      I.     4|     espuelas y celada, con el peso de las antiguas armas. Y
 3      I.    14|     Sísifo venga~ ~ ~ ~con el peso terrible de su canto;~ ~ ~ ~
 4      I.    51|    sutiles, pintadas, de poco peso y menos tomo. La gente labradora,
 5     II.    Pr|       dejaba caer sobre él el peso; amohinábase el perro, y,
 6     II.    14|     me mandó fuese a tomar en peso las antiguas piedras de
 7     II.    22|     con mucha facilidad y sin peso alguno, señal que les hizo
 8     II.    22|     ochenta brazas, sintieron peso, de que en extremo se alegraron.
 9     II.    29|      como un ganso, aunque el peso de las armas le llevó al
10     II.    29|    agua y los sacaron como en peso a entrambos, allí había
11     II.    42|       justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el
12     II.    47|     comiese yo alguna cosa de peso y de sustancia, aunque fuese
13     II.    55|    llevar mis hombros, ni son peso de mis costillas, ni flechas
14     II.    62|    Antonio que le llevasen en peso a su lecho, y el primero
15     II.    62|        para mayor firmeza del peso. La cabeza, que parecía
16     II.    65| hombros a debida ejecución el peso desta gran máquina, sin
17     II.    66|   cómo se había de igualar el peso, dijo que el desafiado,
18     II.    66|  quedando en cinco arrobas de peso, se igualará y ajustará
19     II.    66|      flaco no se muela con el peso, ni el gordo se descarne;
20     II.    68|   cosas se compran, balanza y peso que iguala al pastor con
21     II.    69|      los de a pie, tomando en peso y arrebatadamente a Sancho
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