Parte. Capítulo

 1      I.     5|           el rostro, que le tenía cubierto de polvo, y apenas le hubo
 2      I.     8|        trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza
 3      I.     8|            y así, le aguardó bien cubierto de su almohada, sin poder
 4      I.     9|    levantadas las espadas, el uno cubierto de su rodela, el otro de
 5      I.    13|          andas, y en ellas vieron cubierto de flores un cuerpo muerto,
 6      I.    34|           Todo lo miraba Anselmo, cubierto detrás de unos tapices donde
 7      I.    36|           en un sillón, ansimesmo cubierto el rostro, y otros dos mozos
 8      I.    36|          el tafetán con que traía cubierto el rostro, y descubrió una
 9      I.    37|       mujer a la morisca vestida, cubierto el rostro, con una toca
10     II.    19|         yerbas verdes de que está cubierto el suelo. Tiene asimesmo
11     II.    20|       haber que al saber: un asno cubierto de oro parece mejor que
12     II.    21|       lanza sobre el brazo y bien cubierto de su escudo, se hacía dar
13     II.    23|        cuando el sol, entre nubes cubierto, con luz escasa y templados
14     II.    25|          el tal maese Pedro traía cubierto el ojo izquierdo y casi
15     II.    35|          vestida. Traía el rostro cubierto con un transparente y delicado
16     II.    36| guarniciones y vaina negra. Venía cubierto el rostro con un transparente
17     II.    41|         los ojos; y habiéndoselos cubierto, se volvió a descubrir y
18     II.    53|        como galápago, encerrado y cubierto con sus conchas, o como
19     II.    63|         luego el esquife al agua, cubierto de ricos tapetes y de almohadas
20     II.    69|         como dos varas del suelo, cubierto todo con un grandísimo dosel