Parte. Capítulo

 1      I.    18|            sino hombres de carne y hueso, como nosotros; y todos,
 2      I.    25|    verdaderamente damas de carne y hueso, y de aquéllos que las celebran
 3      I.    32|               A otro perro con ese hueso -respondió el ventero - . ¡
 4      I.    33|        Ésta es carne de mi carne y hueso de mis huesos». Y Dios dijo: «
 5      I.    46|            por personas de carne y hueso, y no por fantasmas soñadas
 6     II.    Pr|        salió al loco, y no le dejó hueso sano; y a cada palo que
 7     II.     1| verdaderamente personas de carne y hueso en el mundo; antes imagino
 8     II.     2|           merced ni a mí nos dejan hueso sano.~ ~ -Mira, Sancho -
 9     II.    10|       puros palos, y no os dejasen hueso sano? En verdad que tendrían
10     II.    47|        somos hombres de carne y de hueso, y que es menester que nos
11     II.    49|           jueces son de carne y de hueso, y han de dar a la naturaleza
12     II.    50|    orientales; pero quien te da el hueso, no te querría ver muerta:
13     II.    50|    fantástico, o hombre de carne y hueso.~ ~ -Señores, yo no  más
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License