Parte. Capítulo

1      I.    22|       de cuando en cuando las orejas, pensando que aún no había
2      I.    29|    todavía ofenden mis castas orejas semejantes pláticas. Lo
3      I.    41|     de su hermosísimo cuello, orejas y cabellos que cabellos
4      I.    43| melancólico y triste, con las orejas caídas, sostenía sin moverse
5     II.    17|     porque mejor suena en las orejas de los que lo oyen «el tal
6     II.    38|  vuestros oídos (por no decir orejas), quisiera que me hicieran
7     II.    48|     se case con mi hija, hace orejas de mercader y apenas quiere
8     II.    71|   abrió Sancho los ojos y las orejas de un palmo, y dio consentimiento
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License