Parte. Capítulo

1      I.    13|     suave de sus amorosos y fuertes fechos. Pues desde entonces,
2      I.    16|      y de los mejores y más fuertes que de luengos tiempos acá
3      I.    36|     y cuando se cumplen las fuertes leyes del gusto, como en
4      I.    50|     de la pesadumbre de sus fuertes armas, encomendándose a
5     II.    56| todo encambronado, con unas fuertes y lucientes armas. El caballo
6     II.    58|  durísimos diamantes, o más fuertes que aquella con que el celoso
7     II.    61|   estaban en las murallas y fuertes de la ciudad, y la artillería
8     II.    65|  pone, ha llevado sobre sus fuertes hombros a debida ejecución