Parte. Capítulo

  1      I.     1|           de rodillas ante mi dulce señora, y diga con voz humilde
  2      I.     1|             humilde y rendida: «Yo, señora, soy el gigante Caraculiambro,
  3      I.     1|            ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y,
  4      I.     1|    encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla Dulcinea
  5      I.     2|               Oh princesa Dulcinea, señora deste cautivo corazón! Mucho
  6      I.     2|         vuestra fermosura. Plégaos, señora, de membraros deste vuestro
  7      I.     3|             a lo que pareció) en su señora Dulcinea, dijo:~ ~ -Acorredme,
  8      I.     3|      Dulcinea, dijo:~ ~ -Acorredme, señora mía, en esta primera afrenta
  9      I.     3|            su espada, dijo:~ ~ -¡Oh señora de la fermosura, esfuerzo
 10      I.     3|            la espada, dijo la buena señora:~ ~ -Dios haga a vuestra
 11      I.     4|       conocemos quién sea esa buena señora que decís; mostrádnosla:
 12      I.     4|     mostrarnos algún retrato de esa señora, aunque sea tamaño como
 13      I.     4|             beldad como es la de mi señora!~ ~ Y en diciendo esto,
 14      I.     5|           bosque:~ ~ -¿Donde estás, señora mía,~ ~ ~ ~Que no te duele
 15      I.     5|           mal?~ ~ ~ ~O no lo sabes, señora,~ ~ ~ ~O eres falsa y desleal.~ ~
 16      I.     6|            bondad del padre. Tomad, señora Ama: abrid esa ventana y
 17      I.     6|        corral con él, y con esotro, señora Ama.~ ~ -Que me place, señor
 18      I.     6|             la viuda Reposada, y la señora Emperatriz, enamorada de
 19      I.     8| encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que
 20      I.     8|             Quijote, pensando en su señora Dulcinea, por acomodarse
 21      I.     8|           como después se supo, una señora vizcaína, que iba a Sevilla,
 22      I.     8|           ha dicho, hablando con la señora del coche, diciéndole:~ ~ -
 23      I.     8|               La vuestra fermosura, señora mía, puede facer de su persona
 24      I.     8|             os presentéis ante esta señora y le digáis lo que por vuestra
 25      I.     8|             que se lo estorbase. La señora del coche, admirada y temerosa
 26      I.     8|         gran voz, diciendo:~ ~ -¡Oh señora de mi alma, Dulcinea, flor
 27      I.     8|             que se amenazaban; y la señora del coche y las demás criadas
 28      I.    10|            irse a presentar ante mi señora Dulcinea del Toboso, ya
 29      I.    12|           le pasó en memorias de su señora Dulcinea, a imitación de
 30      I.    13|           fecho de armas tuviese su señora delante, vuelva a ella los
 31      I.    13|         sola a quien él había hecho señora de su voluntad, a la cual
 32      I.    13|           princesa, pues es reina y señora mía; su hermosura, sobrehumana,
 33      I.    15|         años, sin que lo supiese su señora. Y uno déstos fue Amadís,
 34      I.    15|             sinsabor que le hizo la señora Oriana. Pero dejemos ya
 35      I.    16|                Haga vuestra merced, señora, de manera que queden algunas
 36      I.    16|                  Ahí está el toque, señora -respondió Sancho Panza - :
 37      I.    16|          dijo:~ ~ -Creedme, fermosa señora, que os podéis llamar venturosa
 38      I.    16|            no cometer alevosía a su señora Dulcinea del Toboso, aunque
 39      I.    16|            términos, fermosa y alta señora, de poder pagar tamaña merced
 40      I.    16|          Dulcinea del Toboso, única señora de mis más escondidos pensamientos;
 41      I.    17|         guardar la fe que debo a mi señora Dulcinea del Toboso, dejaré
 42      I.    18|        fermosa y, además, agraciada señora, y es cristiana, y su padre
 43      I.    20|             dirás a la incomparable señora mía Dulcinea que su cautivo
 44      I.    20|             llevar de su parte a su señora Dulcinea, y que en lo que
 45      I.    20| encomendándose de todo corazón a su señora, suplicándole que en aquella
 46      I.    21|           la mano al aposento de la señora Reina, adonde el caballero
 47      I.    21|            noche se despedirá de su señora la Infanta por las rejas
 48      I.    21|    descubiertos, por la honra de su señora; finalmente, la Infanta
 49      I.    21|        despedido de los dos, que la señora Infanta está mal dispuesta
 50      I.    21|           todo, váselo a decir a su señora, la cual la recibe con lágrimas,
 51      I.    21|          vuelve a la corte, ve a su señora por donde suele, conciértase
 52      I.    21|           domeñar a entregalle a mi señora la Infanta, no hay sino,
 53      I.    22|          allí os presentéis ante la señora Dulcinea del Toboso y le
 54      I.    22|           servicio y montazgo de la señora Dulcinea del Toboso en alguna
 55      I.    22|            ir a presentarse ante la señora Dulcinea del Toboso.~ ~
 56      I.    23|         verso de arriba abajo, a mi señora Dulcinea del Toboso. Porque
 57      I.    24|        historia que su merced de la señora Luscinda era aficionada
 58      I.    24|            que yo  que gustara la señora Luscinda mucho de Daraida
 59      I.    24|          Madásima fue muy principal señora, y no se ha de presumir
 60      I.    24|        fuera su verdadera y natural señora: tal le tenían sus descomulgados
 61      I.    25|            honrada y cuán principal señora era la reina Madásima, yo
 62      I.    25|         haber vuelto por aquella mi señora que Dios cohonda. Pues ¡
 63      I.    25|             retiró, desdeñado de la señora Oriana, a hacer penitencia
 64      I.    25|            le den a entender que la señora Dulcinea del Toboso ha hecho
 65      I.    25|          que he hecho de la siempre señora mía Dulcinea del Toboso;
 66      I.    25|          contigo pienso enviar a mi señora Dulcinea; y si fuere tal
 67      I.    25|             cargo, que yo diré a mi señora que vuestra merced se las
 68      I.    25|              y diré maravillas a mi señora; y escriba la carta y despácheme
 69      I.    25|             Toboso, y delante de mi señora Dulcinea; que yo le diré
 70      I.    25|             Lorenzo Corchuelo es la señora Dulcinea del Toboso, llamada
 71      I.    25|              y es la que merece ser señora de todo el universo.~ ~ -
 72      I.    25|           andar, que la tuviere por señora!. ¡Oh, hi de puta, qué rejo
 73      I.    25|             bien y fielmente que la señora Dulcinea debía de ser alguna
 74      I.    25|            qué se le ha de dar a la señora Aldonza Lorenzo, digo, a
 75      I.    25|         Aldonza Lorenzo, digo, a la señora Dulcinea del Toboso, de
 76      I.    25|   reprehensión: «Maravillado estoy, señora, y no sin mucha causa, de
 77      I.    25|          Toboso~ ~ «Soberana y alta señora:~ ~ »El ferido de punta
 78      I.    25|           esta primera de pollinos, señora sobrina, dar a Sancho Panza,
 79      I.    25|       merece. Y si no, aparéjese la señora Dulcinea; que si no responde
 80      I.    25|              No me lo haga decir la señora; porque por Dios que despotrique
 81      I.    26|           por verse desdeñado de su señora Oriana, que le había mandado
 82      I.    26|         amador más leal~ ~ ~ ~De su señora se esconde,~ ~ ~ ~Y ha venido
 83      I.    26|          cómo llevaba la carta a la señora Dulcinea del Toboso, que
 84      I.    26|           la carta que llevaba a la señora Dulcinea del Toboso. Él
 85      I.    26|             decía: «Alta y sobajada señora».~ ~ -No diría -dijo el
 86      I.    26|             sobrehumana, o soberana señora.~ ~ -Así es -dijo Sancho - .
 87      I.    26|         trujese buen despacho de la señora Dulcinea del Toboso, se
 88      I.    27|            darle la respuesta de su señora; que ya sería ella bastante
 89      I.    27|         habérmela dado el cielo por señora: exageraba su belleza, admirábame
 90      I.    27|           la hora de medio día, una señora muy hermosa le llamó desde
 91      I.    27|         lágrimas de aquella hermosa señora, determiné de no fiarme
 92      I.    27|          para responderla: «-Hagan, señora, tus obras verdaderas tus
 93      I.    27|      requiere, al decir: «¿Queréis, señora Luscinda, al señor don Fernando,
 94      I.    28|          que le dijo:~ ~ -Deteneos, señora, quienquiera que seáis;
 95      I.    28|               Lo que vuestro traje, señora, nos niega, vuestros cabellos
 96      I.    28|             que lo padece. Así que, señora mía, o señor mío, lo que
 97      I.    28|           del mismo modo que yo era señora de sus ánimos, ansí lo era
 98      I.    28|        cuenta, y era la mayordoma y señora, con tanta solicitud mía
 99      I.    28|            y esta imagen de Nuestra Señora que aquí tienes.»~ ~ Cuando
100      I.    28|           Que Dorotea es tu nombre, señora? Otra he oído yo decir del
101      I.    28|                  No le perdiera yo, señora -respondió Cardenio - ,
102      I.    29|     Cardenio, diciendo:~ ~ -En fin, señora, ¿que tú eres la hermosa
103      I.    29|             ventura que, según vos, señora, habéis dicho, Luscinda
104      I.    29|           imaginaciones, suplícoos, señora, que toméis otra resolución
105      I.    29|         hambre, y suspirando por su señora Dulcinea; y que, puesto
106      I.    29|         manera, que una rica y gran señora parecía. Todo aquello, y
107      I.    29|             era aquella tan fermosa señora, y qué era lo que buscaba
108      I.    29|       andurriales.~ ~ -Esta hermosa señora -respondió el cura - , Sancho
109      I.    29|          amo se case luego con esta señora, que hasta ahora no  su
110      I.    29|         responderé palabra, fermosa señora -respondió don Quijote - ,
111      I.    29|          Quijote - ; y así, podéis, señora, desde hoy más, desechar
112      I.    29|         Dios, a favorecer esta gran señora.~ ~ Estábase el barbero
113      I.    29|           tomó de la otra mano a su señora, y entre los dos la subieron
114      I.    29|          Quijote - ; y yo  que mi señora la Princesa será servida,
115      I.    29|     doncella:~ ~ -Vuestra grandeza, señora mía, guíe por donde más
116      I.    29|       pláticas. Lo que yo  decir, señora mía, que ora tenga valor
117      I.    30|             bigote.~ ~ -Yo callaré, señora mía -dijo don Quijote - ,
118      I.    30|        desgracias.~ ~ -No enfadará, señora mía -respondió don Quijote.~ ~
119      I.    30|          dijo:~ ~ -No es maravilla, señora mía, que la vuestra grandeza
120      I.    30|                  Don Quijote diría, señora -dijo a esta sazón Sancho
121      I.    30|            vuestra merced en Osuna, señora mía -preguntó don Quijote - ,
122      I.    30|             Debe de querer decir la señora Princesa que después que
123      I.    30|          cuento y tengo por reina y señora de todo mi reino, pues él,
124      I.    30|           la recibía por su reina y señora. ¿Quién no había de reír
125      I.    30|            a mí ¡oh alta y valerosa señora! -dijo don Quijote - , cuantos
126      I.    30|           por dicha, más hermosa mi señora Dulcinea? No, por cierto,
127      I.    30|      blasfemias oyó decir contra su señora Dulcinea, no lo pudo sufrir;
128      I.    30|       después puede volverse con mi señora Dulcinea; que reyes debe
129      I.    30|          que yo nunca he visto a la señora Dulcinea.~ ~ -¿Cómo que
130      I.    30|             no digáis mal de aquesa señora Tobosa, a quien yo no conozco
131      I.    30|           por lo que dije contra mi señora Dulcinea, a quien amo y
132      I.    30|        sobajada, digo, del soberana señora, y lo último: «Vuestro hasta
133      I.    31|           aquí está».~ ~ -¡Discreta señora! -dijo don Quijote - . Eso
134      I.    31|            de merecer amar tan alta señora como Dulcinea del Toboso.~ ~ -
135      I.    31|            salía de su merced de la señora Dulcinea; pero no hay de
136      I.    31|           esto fue lo que me dio mi señora Dulcinea, por las bardas
137      I.    31|            ahora cerca de lo que mi señora me manda que la vaya a ver?
138      I.    31|         fatiga el deseo de ver a mi señora; por otra, me incita y llama
139      I.    31|             ir por agora a ver a mi señora Dulcinea, sino váyase a
140      I.    31|           vayan a presentar ante mi señora Dulcinea, siendo esto firma
141      I.    31|          hasta la vuelta, como vos, señora, decís; que yo le torno
142      I.    32|         cuentan que se está la otra señora debajo de unos naranjos
143      I.    32|             Y a vos ¿qué os parece, señora doncella?~ ~-dijo el Cura,
144      I.    32|          bien las remediárades vos, señora doncella -dijo Dorotea - ,
145      I.    33|          veces el mandamiento de su señora; antes los dejaba solos,
146      I.    34|           Leonela la flaqueza de su señora, porque no se la pudieron
147      I.    34|                  No te  pena eso, señora mía -respondió Leonela - ;
148      I.    34|             y algún día te lo diré, señora; que yo también soy de carne
149      I.    34|            sangre moza. Cuanto más, señora Camila, que no te entregaste
150      I.    34|             confiada que, aunque su señora le viese, no había de osar
151      I.    34|         cuanto honrada mía.~ ~ ¡Ay, señora mía! -respondió la sagaz
152      I.    34|            y nos halle solas. Mira, señora, que somos flacas mujeres,
153      I.    34|     desuellacaras en su casa! Y ya, señora, que le mates, como yo pienso
154      I.    34|          doncella del mundo, y a su señora por otra nueva y perseguida
155      I.    34|                  Ya voy a llamarle, señora mía -dijo Leonela - ; mas
156      I.    34|             de aquella herida de su señora, si acaso viniese antes
157      I.    34|            ha dicho, la sangre a su señora, que no era más de aquello
158      I.    34|         cuenta.~ ~ -No tengas pena, señora: de aquí a mañana -respondió
159      I.    34|            pensamientos. Sosiégate, señora mía, y procura sosegar tu
160      I.    35|            al gigante enemigo de la señora princesa Micomicona, que
161      I.    35|             grandeza, alta y famosa señora, vivir, de hoy más, segura
162      I.    35|             rienda, fiada en que su señora la encubría, y aun la advertía
163      I.    36|             en sus brazos a aquella señora que habéis visto; y esto
164      I.    36|            ordena y manda.~ ~ -Y la señora ¿quién es? -preguntó el
165      I.    36|     suspiros y sollozos de la pobre señora, que nos mueven a lástima;
166      I.    36|          dijo:~ ~ -¿Qué mal sentís, señora mía? Mirad si es alguno
167      I.    36|           esto callaba la lastimada señora; y aunque Dorotea tornó
168      I.    36|         Dorotea:~ ~ -No os canséis, señora, en ofrecer nada a esa mujer,
169      I.    36|       cabeza a estos gritos aquella señora, toda sobresaltada, y no
170      I.    36|        Dorotea, que abrazada con la señora estaba, vio que el que abrazada
171      I.    36|     descanso, leal, firme y hermosa señora mía, en ninguna parte creo
172      I.    36|          diciéndole:~ ~ -Levantaos, señora mía; que no es justo que
173      I.    37|           estar, por desdenes de su señora. Contóles asimismo casi
174      I.    37|             ya el buen suceso de la señora Dorotea impidía pasar con
175      I.    37|            Estoy informado, hermosa señora, deste mi escudero que la
176      I.    37|              porque de reina y gran señora que solíades ser os habéis
177      I.    37|             fin, alta y desheredada señora, que si por la causa que
178      I.    37|            toca a la mutación de la señora princesa Micomicona; pero
179      I.    37|              De lo demás, de que la señora reina se esté como se estaba,
180      I.    37|        hable más en esto; y pues la señora Princesa dice que se camine
181      I.    37|                No os  mucha pena, señora mía, la incomodidad de regalo
182      I.    37|     respondió el captivo - os beso, señora mía, las manos, y estimo
183      I.    37|              dijo Dorotea - : ¿esta señora es cristiana, o mora? Porque
184      I.    37|          que estuviese a su lado la señora Micómicona, pues él era
185      I.    37|          Quién podrá decir que esta señora que está a mi lado es la
186      I.    40|         Marien quiere decir Nuestra Señora la Virgen María».~ ~ Leímos
187      I.    40|            verdadero Alá te guarde, señora mía, y aquella bendita Marien,
188      I.    40|            madre sean en tu guarda, señora mía.»~ ~ Escrito y cerrado
189      I.    41|      españoles, de todo lo cual era señora esta que ahora lo es mía.
190      I.    41|                Bien podría ser eso, señora -le respondí - , mas en
191      I.    41|                 Yo la respondí:~ ~ -Señora, sí; pero no, en ninguna
192      I.    41|       gracias y la reconocíamos por señora de nuestra libertad. El
193      I.    41|          rogamos a Dios y a Nuestra Señora, de todo nuestro corazón,
194      I.    43|          Dorotea, le dijo:~ ~ -¡Ay, señora de mi alma y de mi vida! ¿
195      I.    43|          dijo:~ ~ -Habláis de modo, señora Clara, que no puedo entenderos:
196      I.    43|           dijo:~ ~ -Este que canta, señora mía, es un hijo de un caballero
197      I.    43|        poder vivir sin él. Esto es, señora mía, todo lo que os puedo
198      I.    43|           dicho.~ ~ -No digáis más, señora doña Clara -dijo a esta
199      I.    43|         principios merecen.~ ~ -¡Ay señora! -dijo doña Clara - , ¿qué
200      I.    43|          quien dijo:~ ~ -Reposemos, señora, lo poco que creo queda
201      I.    43|      regalada y amorosa:~ ~ -¡Oh mi señora Dulcinea del Toboso, extremo
202      I.    43|         madrugar y salir a ver a mi señora, así como la veas, suplícote
203      I.    43|        doncella fermosa, hija de la señora de aquel castillo, vencida
204      I.    43|           Lástima os tengo, fermosa señora, de que hayades puesto vuestras
205      I.    43|             ojos la vieron, la hizo señora absoluta de su alma. Perdonadme,
206      I.    43|             alma. Perdonadme, buena señora, y recogeos en vuestro aposento,
207      I.    43|            ha menester nada deso mi señora, señor caballero -dijo a
208      I.    43|             discreta dueña, vuestra señora? -respondió don Quijote.~ ~ -
209      I.    43|           la mano, dijo:~ ~ -Tomad, señora, esa mano, o, por mejor
210      I.    44|           título encantado, como mi señora la princesa Micomicona me
211      I.    44|          otro mundo.~ ~ -Dadme vos, señora, que yo alcance la licencia
212      I.    44|          vecindad que yo viese a mi señora doña Clara, hija vuestra
213      I.    44|          doña Clara, hija vuestra y señora mía, desde aquel instante
214      I.    44|            había estrenado, que era señora de un escudo.~ ~ Aquí no
215      I.    46|            común proverbio, fermosa señora, que la diligencia es madre
216      I.    46|          esto digo, alta y preciosa señora, porque me parece que la
217      I.    46|          incansable brazo? Así que, señora mía, prevengamos, como tengo
218      I.    46|                 pues así es que una señora se me humilla, no quiero
219      I.    46|             por averiguado que esta señora que se dice ser reina del
220      I.    48|         mañana.~ ~ -¡Válame Nuestra Señora! -respondió Sancho, dando
221      I.    48|             vea en los brazos de mi señora Dulcinea cuando menos se
222      I.    50|        encomendándose a Dios y a su señora, se arroja en mitad del
223      I.    52|         luto fuese alguna principal señora que llevaban por fuerza
224      I.    52|           libertad de aquella buena señora que allí va cautiva, si
225      I.    52|        diciplinantes, y que aquella señora que llevan sobre la peana
226      I.    52|        ensabanados y en librar a la señora enlutada, que no oyó palabra;
227      I.    52|          dejéis libre a esa hermosa señora, cuyas lágrimas y triste
228     II.     1|             no fue maravilla que la señora Angélica la Bella le desdeñase
229     II.     1|         querer cantar lo que a esta señora le sucedió después de su
230     II.     1|           hecho alguna sátira a esa señora Angélica, entre tantos como
231     II.     1|         verso infamatorio contra la señora Angélica, que trujo revuelto
232     II.     2|             de Sancho Panza, y a la señora Dulcinea del Toboso, con
233     II.     3|    perjuicio de la honestidad de su señora Dulcinea del Toboso; deseaba
234     II.     3|             de vuesa merced y de mi señora doña Dulcinea del Toboso.~ ~ -
235     II.     3|            oído llamar con don a mi señora Dulcinea, sino solamente
236     II.     3|         Dulcinea, sino solamente la señora Dulcinea del Toboso, y ya
237     II.     4|       cuántos días, viniendo con la señora princesa Micomicona, conocí
238     II.     4|             que pensaba hacer de su señora Dulcinea del Toboso, y que
239     II.     5|          alcancen sino con llamarla señora.~ ~ -Eso no, Sancho -respondió
240     II.     7|             dijo:~ ~ -¿Qué es esto, señora Ama? ¿Qué le ha acontecido,
241     II.     7|               Y ¿por dónde se sale, señora? -preguntó Sansón - . ¿Hásele
242     II.     7|           si reventasen. En efecto, señora Ama, ¿no hay otra cosa,
243     II.     7|                  Yo  lo que digo, señora Ama: váyase, y no se ponga
244     II.     7|             dijo:~ ~ -Bien puede la señora Ama no rezar más la oración
245     II.     8|             Quijote, yendo a ver su señora Dulcinea del Toboso~ ~ «¡
246     II.     8|          cuando yo vi ese sol de la señora Dulcinea del Toboso, que
247     II.     8|           creer y en porfiar que mi señora Dulcinea ahechaba trigo,
248     II.     8|        manera debía de ser el de mi señora cuando tú la viste; sino
249     II.     9|           sea alcázar la casa de mi señora Dulcinea, ¿es hora ésta
250     II.     9|          acuerdo, que la casa desta señora ha de estar en una callejuela
251     II.     9|          Sancho, de las cosas de mi señora -dijo don Quijote - , y
252     II.     9|        porque así  yo quién es la señora Dulcinea como dar un puño
253     II.     9|            he visto ni hablado a la señora de mi alma has tú de decir
254     II.     9|             vuesa merced razón desa señora princesa, porque tienen
255     II.     9|             alcázar o palacio de mi señora, y asaz sería de desdichado
256     II.     9|         buscar, a ver y hablar a mi señora, de cuya discreción y cortesía
257     II.    10|             tuvo para encantar a la señora Dulcinea, y de otros sucesos
258     II.    10|            hablado de su parte a su señora, pidiéndola fuese servida
259     II.    10|          palacios o alcázares de mi señora, agora que es de día los
260     II.    10|           me topare por aquí, es la señora Dulcinea; y cuando él no
261     II.    10|          salir a lo raso a ver a la señora Dulcinea del Toboso, que
262     II.    10|             la Princesa Dulcinea mi señora, que pasma los sentidos.~ ~ -
263     II.    10|             a hacer reverencia a la señora de sus pensamientos, que
264     II.    10|          que Sancho llamaba reina y señora, y como no descubría en
265     II.    10|          Sancho:~ ~ -¡Oh princesa y señora universal del Toboso! ¿Cómo
266     II.    10|           de manera, que dio con la señora Dulcinea en tierra; lo cual
267     II.    10|             levantar a su encantada señora en los brazos sobre la jumenta,
268     II.    10|         brazos sobre la jumenta, la señora, levantándose del suelo,
269     II.    10|               Vive Roque, que es la señora nuestra ama más ligera que
270     II.    10|            darme ver en su ser a mi señora. En efecto, yo nací para
271     II.    10|            perlas de los ojos de mi señora en agallas alcornoqueñas,
272     II.    11|         encantadores volviendo a su señora Dulcinea en la mala figura
273     II.    11|            contra aquella encantada señora: que de su desgracia y desventura
274     II.    11|             ante la hermosura de la señora Dulcinea: ¿adónde la ha
275     II.    11|             bausanes, buscando a mi señora Dulcinea, y aunque la encuentren
276     II.    11|       merced que suya; pero como la señora Dulcinea tenga salud y contento,
277     II.    12|         señor mío, su merced de esa señora aventura?~ ~ -¿Adónde, Sancho? -
278     II.    12|           este soneto:~ ~ ~ -Dadme, señora, un término que siga,~ ~ ~ ~
279     II.    12|      perjudicial a la belleza de mi señora; y este tal caballero ya
280     II.    12|           Nunca fui desdeñado de mi señora -respondió don Quijote.~ ~ -
281     II.    12|             estaba - ; porque es mi señora como una borrega mansa:
282     II.    13|               Y ¿qué edad tiene esa señora que se cría para condesa? -
283     II.    13|            más cruda y la más asada señora que en todo el orbe puede
284     II.    14|            y, finalmente, tiene por señora de su voluntad a una tal
285     II.    14|           la visera, si Dios, si mi señora y mi brazo me valen, veré
286     II.    14|             descosido y sucio de la señora Dulcinea del Toboso que
287     II.    15|            si el encantamento de su señora pasaba adelante, pues era
288     II.    16|        manera como desencantar a su señora Dulcinea, no invidiara a
289     II.    16|  desavenidos; soy devoto de nuestra Señora, y confío siempre en la
290     II.    17|            dijo:~ ~ -Por vida de mi señora Dulcinea del Toboso, que
291     II.    17|          todo corazón, y luego a su señora Dulcinea. Y es de saber
292     II.    18|            Diego dijo:~ ~ -Recebid, señora, con vuestro sólito agrado
293     II.    18|           que tiene el mundo.~ ~ La señora, que doña Cristina se llamaba,
294     II.    18|            noble huésped, quería la señora doña Cristina mostrar que
295     II.    18|             la buena licencia de la señora del castillo, don Quijote
296     II.    19|      aficionando, se casara con esa señora Quiteria; que buen siglo
297     II.    20|           graves y discretos,~ ~ ~ ~Señora, el alma te envía~ ~ ~ ~
298     II.    20|           de los pobres. Tiene esta señora más de poder que de melindre;
299     II.    21|           parecióle que fuera de su señora Dulcinea del Toboso no había
300     II.    21|             honrado recibiendo a la señora Quiteria viuda del valeroso
301     II.    22|            alta dijo luego:~ ~ -¡Oh señora de mis acciones y movimientos,
302     II.    23|         Durandarte y llevádole a la Señora Belerma, como él se lo mandó
303     II.    23|     amojamado, a la presencia de la señora Belerma; a la cual, con
304     II.    23|            de las hileras venía una señora, que en la gravedad lo parecía,
305     II.    23|       lienzo y en las manos, era la señora Belerma, la cual con sus
306     II.    23|            Toboso es quien es, y la señora doña Belerma es quien es,
307     II.    23|        decir que apenas igualara la señora Dulcinea a la señora Belerma,
308     II.    23|             la señora Dulcinea a la señora Belerma, pues me bastaba
309     II.    23|          que recebí en oír que a mi señora la comparaban con Belerma.~ ~ -
310     II.    23|          cómo o en qué conoció a la señora nuestra ama? Y si la habló, ¿
311     II.    23|             baja voz, me dijo: «-Mi señora Dulcinea del Toboso besa
312     II.    23|    encantados no perdona; y pues la señora Dulcinea del Toboso envía
313     II.    23|           Decid, amiga mía, a vuesa señora que a mí me pesa en el alma
314     II.    23|            debe vuestra merced a mi señora» - me respondió la doncella.
315     II.    24|           tenía de haber visto a su señora Dulcinea del Toboso, aunque
316     II.    25|   maravillosa de la ciencia. De una señora  yo que preguntó a uno
317     II.    26|            a causa que no estaba la señora Melisendra acostumbrada
318     II.    26|           lleva en su señor y en su señora. Veis cómo vuelven las espaldas
319     II.    26|       dijera con certidumbre que la señora doña Melisendra y el señor
320     II.    30|        entre ellos vio una gallarda señora sobre un palafrén o hacanea
321     II.    30|           sillón de plata. Venía la señora asimismo vestida de verde,
322     II.    30|             ser aquélla alguna gran señora, que debía serlo de todos
323     II.    30|         hijo Sancho, y di a aquella señora del palafrén y del azor
324     II.    30|            fue la que llevaste a la señora Dulcinea -replicó don Quijote - ,
325     II.    30|       hinojos, le dijo:~ ~ -Hermosa señora, aquel caballero que allí
326     II.    30|         buen escudero -respondió la señora - , vos habéis dado la embajada
327     II.    30|            la hermosura de la buena señora como de su mucha crianza
328     II.    30|            la Mancha, que tiene por señora de su alma a una tal Dulcinea
329     II.    30|            Toboso?~ ~ -El mesmo es, señora -respondió Sancho - ; y
330     II.    30|           contó todo lo que la gran señora le había dicho, levantando
331     II.    30|         servicio vuestro y al de mi señora la Duquesa, digna consorte
332     II.    30|           consorte vuestra, y digna señora de la hermosura, y universal
333     II.    30|        Duque - ; que adonde está mi señora doña Dulcinea del Toboso
334     II.    30|      afirmar, que es muy hermosa mi señora Dulcinea del Toboso, pero
335     II.    30|            ciento: dígolo porque mi señora la Duquesa a fee que no
336     II.    30|           no va en zaga a mi ama la señora Dulcinea del Toboso.~ ~
337     II.    31|       vuestra grandeza a apear a mi señora la Duquesa.~ ~ Don Quijote
338     II.    31|           con voz baja le dijo:~ ~ -Señora González, o como es su gracia
339     II.    31|             más caritativa que a la señora doña Rodríguez.~ ~ Don Quijote,
340     II.    31|          que qué nuevas tenía de la señora Dulcinea, y que si le había
341     II.    31|          don Quijote respondió:~ ~ -Señora mía, mis desgracias, aunque
342     II.    31|           un volteador: a buena fe, señora Duquesa, así salta desde
343     II.    32|      preguntó la Duquesa.~ ~ -Digo, señora -respondió él - , que en
344     II.    32|         hermosura y facciones de la señora Dulcinea del Toboso, que,
345     II.    32|          vuesa merced ha visto a la señora Dulcinea, y que esta tal
346     II.    32|            Dulcinea, y que esta tal señora no es en el mundo, sino
347     II.    32|            yo engendré ni parí a mi señora, puesto que la contemplo
348     II.    32|         Sancho Panza halló a la tal señora Dulcinea, cuando de parte
349     II.    32|          respondió don Quijote:~ ~ -Señora mía, sabrá la vuestra grandeza
350     II.    32|           vida en servir a tan alta señora. Labrador soy, Sancho Panza
351     II.    33|          vio a Dulcinea, digo, a la señora Dulcinea del Toboso, ni
352     II.    33|           sentar y dijo:~ ~ -Ahora, señora mía, que he visto que no
353     II.    33|         saber: lo del encanto de mi señora doña Dulcinea, que le he
354     II.    33|            es, mal contado te será, señora Duquesa, si al tal Sancho
355     II.    33|             a otros?»~ ~ -Par Dios, señora -dijo Sancho - , que ese
356     II.    33|        tratábamos del encanto de la señora Dulcinea, tengo por cosa
357     II.    33|             donde dice que vio a la señora Dulcinea del Toboso en el
358     II.    33|           revés, como vuesa merced, señora mía, dice, porque de mi
359     II.    33|        fuera de todo término. Pero, señora, no por esto será bien que
360     II.    33|          Sancho Panza - , que si mi señora Dulcinea del Toboso está
361     II.    33|             bebedor.~ ~ -En verdad, señora -respondió Sancho - , que
362     II.    33|           llamar el rucio; y a esta señora dueña le rogué, cuando entré
363     II.    33|             No piense vuesa merced, señora Duquesa, que ha dicho mucho -
364     II.    34|             ser desencantada la tal señora.~ ~ -Si vos fuerades diablo,
365     II.    34|            un paso se apartaba:~ ~ -Señora, donde hay música no puede
366     II.    35|        manera como desencantar a la señora Dulcinea del Toboso, encantada
367     II.    35|            Parí yo por ventura a la señora Dulcinea del Toboso, para
368     II.    35|      preguntó la Duquesa.~ ~ -Digo, señora -respondió Sancho - , lo
369     II.    35|         Pero querría yo saber de la señora mi señora doña Dulcina del
370     II.    35|            yo saber de la señora mi señora doña Dulcina del Toboso
371     II.    35|         venía a dar orden de que la señora doña Dulcinea del Toboso
372     II.    35|         mundo de la hermosura de la señora doña Dulcinea del Toboso,
373     II.    35|           improviso desencantada la señora Dulcinea, y vendrá a buscar,
374     II.    36|            libertad de una tan gran señora como lo es Dulcinea, por
375     II.    36|                Sepa vuestra alteza, señora mía de mi ánima, que yo
376     II.    36|           de cazador, que me dio mi señora la Duquesa; acomódale en
377     II.    36|           Gran Turco. La Duquesa mi señora te besa mil veces las manos;
378     II.    36|            Yo no lo digo por tanto, señora -respondió Sancho - ; y
379     II.    36|       noticia de la desgracia de mi señora la Condesa Trifaldi, a quien
380     II.    37|              No querría yo que esta señora dueña pusiese algún tropiezo
381     II.    37|           Quijote - ; que pues esta señora dueña de tan lueñes tierras
382     II.    37|       presente:~ ~ -Dueñas tiene mi señora la Duquesa en su servicio,
383     II.    38|         Venían las doce dueñas y la señora a paso de procesión, cubiertos
384     II.    38|              respondió el Duque - , señora Condesa, el que no descubriese
385     II.    38|           poderosísimo, hermosísima señora y discretísimos circunstantes,
386     II.    38|         vuestras cuitas, angustiada señora, se pueden prometer alguna
387     II.    38|             es, no habéis menester, señora, captar benevolencias, ni
388     II.    38|          allá del cabo Comorín, fue señora la reina doña Maguncia,
389     II.    38|           vicario la confesión a la señora, confesó de plano, mandóla
390     II.    38|           dése vuesa merced priesa, señora Trifaldi; que es tarde,
391     II.    39|        Cuando se hubiera casado esa señora con algún paje suyo, o con
392     II.    39|        mundo. Pero pase adelante la señora Dolorida; que a mí se me
393     II.    40|           nosotras las dueñas de mi señora por jamás quisimos admitirlas,
394     II.    40|      respondió don Quijote - : ved, señora, qué es lo que tengo de
395     II.    40|     doncella.~ ~ -Querría yo saber, señora Dolorida -dijo Sancho - ,
396     II.    40|            para el desencanto de mi señora Dulcinea.~ ~ -Sí sois, amigo -
397     II.    40|           compañía de la Duquesa mi señora, y podría ser que cuando
398     II.    40|             mejorada la causa de la señora Dulcinea en tercio y quinto;
399     II.    40|           de nadie.~ ~ -Ahora bien, señora Rodríguez -dijo don Quijote - ,
400     II.    40|              dijo don Quijote - , y señora Trifaldi y compañía, yo
401     II.    41|             viaje.~ ~ -Eso haré yo, señora Condesa Trifaldi, de muy
402     II.    41|           que tengo de veros a vos, señora, y a todas estas dueñas
403     II.    41|             fuese del estrado de su señora la Duquesa, o del lecho
404     II.    41|             sólo  decir que si la señora Magallanes, o Magalona,
405     II.    41|           Sancho respondió:~ ~ -Yo, señora, sentí que íbamos, según
406     II.    41|             por lo que puedo jurar, señora mía, que es muy grande además.
407     II.    44|            su deseo.~ ~ -Verdad es, señora mía -respondió don Quijote - ,
408     II.    44|           de la belleza de tan gran señora.~ ~ A lo cual dijo don Quijote:~ ~ -
409     II.    44|                  No siento ninguno, señora -respondió don Quijote - ;
410     II.    44|             honesto decoro que a su señora Dulcinea guardaba, siempre
411     II.    44|       cuanto más que el sueño de mi señora tiene más de ligero que
412     II.    44|           ánimo y buen talante a su señora Dulcinea del Toboso, determinó
413     II.    46|                  Haga vuesa merced, señora, que se me ponga un laúd
414     II.    47|             parte un besamanos a mi señora la Duquesa, y que le suplico
415     II.    48|          fee que guardar debía a su señora Dulcinea del Toboso. «-No -
416     II.    48|            mis entrañas, ora estés, señora mía, transformada en cebolluda
417     II.    48|             la dueña de honor de mi señora la Duquesa, que con una
418     II.    48|           merced vengo.~ ~ -Dígame, señora doña Rodríguez -dijo don
419     II.    48|            la sin par belleza de mi señora Dulcinea del Toboso. Digo,
420     II.    48|           del Toboso. Digo, en fin, señora doña Rodríguez, que, como
421     II.    48|           en peligro de romper a su señora la fee prometida, y decíase
422     II.    48|             cuán bien hacía aquella señora de quien se dice que tenía
423     II.    48|       puerta y no dejar entrar a la señora Rodríguez; más cuando la
424     II.    48|            la llegó a cerrar, ya la señora Rodríguez volvía, encendida
425     II.    48|            es bien que yo pregunte, señora -respondió don Quijote - :
426     II.    48|           piadosa Dido. Pero dadme, señora, la mano; que yo no quiero
427     II.    48|        Puede vuesa merced ahora, mi señora doña Rodríguez, descoserse
428     II.    48|            de labor a una principal señora; y quiero hacer sabidor
429     II.    48|            viniesen a noticia de mi señora; la cual, por excusar dimes
430     II.    48|          qué autoridad llevaba a mi señora a las ancas de una poderosa
431     II.    48|            volver a acompañarle. Mi señora, que iba a las ancas, con
432     II.    48|             que debo acompañar a mi señora doña Casilda» (que así era
433     II.    48|          alcalde; viendo lo cual mi señora, llena de cólera y enojo,
434     II.    48|            de suerte que dio con su señora en el suelo. Acudieron dos
435     II.    48|            tanto corto de vista, mi señora le despidió, de cuyo pesar,
436     II.    48|         fama de gran labrandera, mi señora la Duquesa, que estaba recién
437     II.    48|          cuantas doncellas tiene mi señora, que no hay ninguna que
438     II.    48|           ella un momento. Y aún mi señora la Duquesa... Quiero callar;
439     II.    48|            oídos.~ ~ -¿Qué tiene mi señora la Duquesa, por vida mía,
440     II.    48|           la Duquesa, por vida mía, señora doña Rodríguez? -preguntó
441     II.    48|         Quijote, la hermosura de mi señora la Duquesa, aquella tez
442     II.    48|                Y ¿es posible que mi señora la Duquesa tenga tales desaguaderos?
443     II.    48|             descalzos; pero pues la señora doña Rodríguez lo dice,
444     II.    49|       apartar la gente, porque esta señora con menos empacho pueda
445     II.    49|       camino -dijo el mayordomo - , señora, porque yo conozco muy bien
446     II.    49|               Prosiga vuesa merced, señora, y acabe de decirnos lo
447     II.    49|             gente.»~ ~ -¿En efecto, señora -dijo Sancho - , no os ha
448     II.    50|            fue a poner en pico a su señora la Duquesa, de cómo doña
449     II.    50|                Es un servidor de mi señora doña Teresa Panza -respondió
450     II.    50|            poner de hinojos ante la señora Teresa, diciendo:~ ~ -Déme
451     II.    50|          vuesa merced sus manos, mi señora doña Teresa, bien así como
452     II.    50|             estos corales son de mi señora la Duquesa, que a vuesa
453     II.    50|           porque quiero que sepa la señora Teresa que con dificultad
454     II.    50|             qué llana y qué humilde señora! Con estas tales señoras
455     II.    50|          veis aquí donde esta buena señora, con ser duquesa, me llama
456     II.    50|          tengo yo por tan boba a mi señora la Duquesa, que se la había
457     II.    50|          cual todo le envía para la señora Sanchica.~ ~ -Que me viva
458     II.    50|            cartas de Sancho y de la señora Duquesa, todavía estaban
459     II.    50|           las bellotas, digo que mi señora la Duquesa es tan llana
460     II.    50|            viesen ir sentada con mi señora madre en aquel coche: «-¡
461     II.    50|             todavía dan gusto, y mi señora la Duquesa y el Duque los
462     II.    50|        Sancha, y cuando gobernador, señora, y no  si digo algo.~ ~ -
463     II.    50|          digo algo.~ ~ -Más dice la señora Teresa de lo que piensa -
464     II.    50|          penitencia conmigo; que la señora Teresa más tiene voluntad
465     II.    51|           contino le hace.~ ~ ~ «La señora Duquesa despachó un propio
466     II.    51|            pueblos.~ ~ ~ «De que mi señora la Duquesa haya escrito
467     II.    52|         sobrescrito: «Carta para mi señora la Duquesa tal, de no 
468     II.    52|              Mucho contento me dio, señora mía, la carta que vuesa
469     II.    52|       menester sus hijos.~ ~ ~ «Yo, señora de mi alma, estoy determinada,
470     II.    52|             corales que me envió mi señora la Duquesa al cuello, y
471     II.    52|        tienen y manejan dineros. Mi señora la Duquesa te dirá el deseo
472     II.    52|            Unas bellotas envié a mi señora la Duquesa; yo quisiera
473     II.    54|     encomendasen a Dios y a Nuestra Señora su madre; y esto, con tanto
474     II.    56|           Dios nuestro Señor y a la señora Dulcinea del Toboso, estaba
475     II.    56|            de la que ya había hecho señora de su libertad, y así, no
476     II.    56|             no me case, con aquella señora?~ ~ -Así es -le fue respondido.~ ~ -
477     II.    56|           casarme luego con aquella señora.~ ~ Quedó admirado el maese
478     II.    56|            a grandes voces:~ ~ -Yo, señora, quiero casarme con vuestra
479     II.    56|        grande amigo nuestro, y a mi señora Dulcinea del Toboso la han
480     II.    58|             Por cierto, hermosísima señora, que no debió de quedar
481     II.    58|          Dulcinea del Toboso, única señora de mis pensamientos, con
482     II.    58|              dejando a un lado a la señora de mi alma Dulcinea del
483     II.    59|           pequeña que aquella pobre señora esté encantada por tu descuido
484     II.    59|          comido: tenga paciencia mi señora Dulcinea; que cuando menos
485     II.    59|      Quijote qué nuevas tenía de la señora Dulcinea del Toboso: si
486     II.    59|          por punto el encanto de la señora Dulcinea, y lo que le había
487     II.    60|          Claudia, le dijo:~ ~ -Ven, señora, y vamos a ver si es muerto
488     II.    60|          trabajo en defender a esta señora; que lo tomo yo a mi cargo:
489     II.    60|             veo, hermosa y engañada señora, que tú has sido la que
490     II.    60|           de a caballo dijo:~ ~ -Mi señora doña Guiomar de Quiñones,
491     II.    60|         capitanes, entristecióse la señora regenta, y no se holgaron
492     II.    60|     prestarme sesenta escudos, y la señora regenta ochenta, para contentar
493     II.    60|        dejarles su mismo dinero. La señora doña Guiomar de Quiñones
494     II.    60|             su mal oficio. Mandó la señora regenta a un criado suyo
495     II.    62|            don Antonio, que era una señora principal y alegre, hermosa
496     II.    64|          fama de la hermosura de la señora Dulcinea del Toboso; que
497     II.    66|        todavía se está en él con mi señora la Duquesa!~ ~ -No os conozco,
498     II.    67|            remedio de aquella pobre señora.~ ~ -Señor -respondió Sancho - ,
499     II.    67|             te corre de ayudar a mi señora, que lo es tuya, pues tú
500     II.    67|            nombres; y pues el de mi señora cuadra así al de pastora
501     II.    68|           ser vista: que tal vez la señora Diana se va a pasear a los
502     II.    69|           tanto que a sus dueñas mi señora~ ~ ~ ~Vistiere de bayeta
503     II.    69|        Menos cortesía; menos mudas, señora dueña -dijo Sancho - ; que
504     II.    70|           agradeciera. Pero dígame, señora, así el cielo la acomode
505     II.    70|           Muchas veces os he dicho, señora, que a mí me pesa de que
506     II.    70|       Garcilaso con la muerte desta señora?~ ~ -No se maraville vuesa
507     II.    70|    Altisidora. Él le respondió:~ ~ -Señora mía, sepa vuestra señoría
508     II.    70|       extremo.~ ~ -No hay para qué, señora -respondió Altisidora - ,
509     II.    72|              el que tiene por única señora a la sin par Dulcinea del
510     II.    72|            estar encantado, como mi señora Dulcinea del Toboso; y pluguiera
511     II.    72|          desencantada a Dulcinea su señora; y siguiendo su camino,
512     II.    74|            que está desencantada la señora Dulcinea, sale vuesa merced
513     II.    74|         alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada,
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