Parte. Capítulo

  1      I.    33|           posesión que deseaba, y Camila tan contenta de haber alcanzado
  2      I.    33|        asegurándole que su esposa Camila no tenía otro gusto ni otra
  3      I.    33|        una mujer tan hermosa como Camila; que, puesto que su bondad
  4      I.    33|          darme a ti por amigo y a Camila por mujer propria, dos prendas,
  5      I.    33|        que me fatiga es pensar si Camila, mi esposa, es tan buena
  6      I.    33|      opinión que tengo, deseo que Camila, mi esposa, pase por estas
  7      I.    33|           que si de ti es vencida Camila, no ha de llegar el vencimiento
  8      I.    33|        cuenta, Anselmo amigo, que Camila es finísimo diamante, así
  9      I.    33|           está claro, pues cuando Camila vea que yo la solicito,
 10      I.    33|           hay duda, porque viendo Camila que yo la solicito, ha de
 11      I.    33|       fingidamente, a solicitar a Camila, la cual no ha de ser tan
 12      I.    33|           debe en la intención de Camila en tanto que la solicitares,
 13      I.    33|       alterar los pensamientos de Camila, quedase Anselmo satisfecho;
 14      I.    33|        sus solas pudiese hablar a Camila, y asimesmo le daría dineros
 15      I.    33|         Anselmo, donde hallaron a Camila, con ansia y cuidado, esperando
 16      I.    33|           a Anselmo sin ofender a Camila, y otro día vino a comer
 17      I.    33|            y fue bien recebido de Camila, la cual le recebía y regalaba
 18      I.    33|           que se quedase allí con Camila en tanto que él iba a un
 19      I.    33|          y media volvería. Rogóle Camila que no se fuese, y Lotario
 20      I.    33|       importancia. Dijo también a Camila que no dejase solo a Lotario,
 21      I.    33|          quedaron solos a la mesa Camila y Lotario, porque la demás
 22      I.    33|      mejilla, y pidiendo perdón a Camila del mal comedimiento, dijo
 23      I.    33|         tanto que Anselmo volvía. Camila le respondió que mejor reposaría
 24      I.    33|    Anselmo, el cual, como halló a Camila en su aposento y a Lotario
 25      I.    33|      hecho otra cosa que alabar a Camila de hermosa, diciéndole que
 26      I.    33|          se ocuparía en cosas que Camila no pudiese venir en conocimiento
 27      I.    33|           decir Lotario palabra a Camila, respondía a Anselmo que
 28      I.    33|           Hasta aquí ha resistido Camila a las palabras; es menester
 29      I.    33|          determinó de decirle que Camila estaba tan entera a las
 30      I.    33|       Anselmo solos a Lotario y a Camila, como otras veces solía,
 31      I.    33|        Lotario no habló palabra a Camila, ni se la hablara si allí
 32      I.    33|        dicho de las respuestas de Camila todo era ficción y mentira.
 33      I.    33|      había y de qué temple estaba Camila. Lotario le respondió que
 34      I.    33|        que no has dicho palabra a Camila; por donde me doy a entender
 35      I.    33|            para tener ocasión con Camila de su partida. ¡Desdichado
 36      I.    33|     perdición. Buena es tu esposa Camila; quieta y sosegadamente
 37      I.    33|         la aldea, dejando dicho a Camila que el tiempo que él estuviese
 38      I.    33|          mesma persona. Afligióse Camila, como mujer discreta y honrada,
 39      I.    33|           la cabeza y obedecelle. Camila dijo que ansí lo haría,
 40      I.    33|            donde fue rescebido de Camila con amoroso y honesto acogimiento;
 41      I.    33|          en casa de los padres de Camila, y cuando se casó con Anselmo
 42      I.    33|           así se lo tenía mandado Camila; y aun tenía orden Leonela
 43      I.    33|           que comiese primero que Camila, y que de su lado jamás
 44      I.    33|           la honesta presencia de Camila, la gravedad de su rostro,
 45      I.    33|        que las muchas virtudes de Camila hicieron poniendo silencio
 46      I.    33|         bondad y de hermosura que Camila tenía, bastantes a enamorar
 47      I.    33|         viese a él, ni él viese a Camila; mas ya le hacía impedimento
 48      I.    33|          que le llevaba a mirar a Camila; culpábase a solas de su
 49      I.    33|          hermosura y la bondad de Camila, juntamente con la ocasión
 50      I.    33|     deseos, comenzó a requebrar a Camila, con tanta turbación y con
 51      I.    33|         tan amorosas razones, que Camila quedó suspensa, y no hizo
 52      I.    33|         amor; antes tuvo en más a Camila. La cual, habiendo visto
 53      I.    34|       comenzado la empresa, y que Camila debía de haber respondido
 54      I.    34|         tales nuevas, respondió a Camila, de palabra, que no hiciese
 55      I.    34|          brevedad. Admirada quedó Camila de la respuesta de Anselmo,
 56      I.    34|          a titubear la firmeza de Camila, y su honestidad tuvo harto
 57      I.    34|      tales pertrechos que, aunque Camila fuera toda de bronce, viniera
 58      I.    34|           través con el recato de Camila y vino a triunfar de lo
 59      I.    34|          más deseaba.~ ~ Rindióse Camila; Camila se rindió; pero ¿
 60      I.    34|      deseaba.~ ~ Rindióse Camila; Camila se rindió; pero ¿qué mucho,
 61      I.    34|          No quiso Lotario decir a Camila la pretensión de Anselmo,
 62      I.    34|           En resolución, así como Camila es cifra de toda belleza,
 63      I.    34|         ellos; que la entereza de Camila no se rinde a cosas tan
 64      I.    34|          él le daría a entender a Camila que andaba enamorado de
 65      I.    34|          no me visiten. Dile tú a Camila lo que has dicho del fingimiento
 66      I.    34|     Anselmo a su casa, preguntó a Camila lo que ella ya se maravillaba
 67      I.    34|    escrito el papel que le envió. Camila le respondió que le había
 68      I.    34|  entrambos. Y, a no estar avisada Camila de Lotario de que eran fingidos
 69      I.    34|           las mismas alabanzas de Camila, ella, sin duda, cayera
 70      I.    34|         su amada Clori; que, pues Camila no la conocía, seguramente
 71      I.    34|       Bien le pareció el soneto a Camila; pero mejor a Anselmo, pues
 72      I.    34|       correspondía. A lo que dijo Camila:~ ~ -Luego ¿todo aquello
 73      I.    34|       pensamientos de Lotario con Camila, tan descuidada del artificio
 74      I.    34|           todos los escalones que Camila bajaba hacia el centro de
 75      I.    34|        una vez, entre otras, sola Camila con su doncella, le dijo:~ ~ -
 76      I.    34|      También se suele decir -dijo Camila - que lo que cuesta poco
 77      I.    34|          moza. Cuanto más, señora Camila, que no te entregaste ni
 78      I.    34|     zelador de tu honra.~ ~ Rióse Camila del A, B, C de su doncella,
 79      I.    34|      confesó ella, descubriendo a Camila como trataba amores con
 80      I.    34|       ciudad; de lo cual se turbó Camila, temiendo que era aquél
 81      I.    34|           No pudo hacer otra cosa Camila sino rogar a Leonela no
 82      I.    34|           hizo cierto el temor de Camila de que por ella había de
 83      I.    34|       vilezas, como aconteció con Camila; que aunque vio una y muchas
 84      I.    34|         la perdición de todos, si Camila no lo remediara. Pensó Lotario
 85      I.    34|          el mundo: sólo creyó que Camila, de la misma manera que
 86      I.    34|          muriendo por vengarse de Camila, que en ninguna cosa le
 87      I.    34|        Sábete que la fortaleza de Camila está ya rendida, y sujeta
 88      I.    34|          que allí le solía hablar Camila - ; y no quiero que precipitosamente
 89      I.    34|          por obra se mudase el de Camila, y naciese en su lugar el
 90      I.    34|           yo por los míos, lo que Camila quiere; y si fuere la maldad
 91      I.    34|   esperaba oír, porque ya tenía a Camila por vencedora de los fingidos
 92      I.    34|       pues pudiera él vengarse de Camila, y no por camino tan cruel
 93      I.    34|           de dar cuenta de todo a Camila; y como no faltaba lugar
 94      I.    34|       suceso.~ ~ Al principio que Camila esto decía creyó Lotario
 95      I.    34|        con todo esto, respondió a Camila que no tuviese pena, que
 96      I.    34|        puesto.~ ~ Espantada quedó Camila de oír lo que Lotario le
 97      I.    34|           luego al instante halló Camila el modo de remediar tan,
 98      I.    34|         necesario.~ ~ -Digo -dijo Camila - que no hay más que guardar,
 99      I.    34|       preguntare - , no queriendo Camila darle antes cuenta de lo
100      I.    34|         de industria se la dieron Camila y Leonela.~ ~ Escondido,
101      I.    34|           que tenía en su querida Camila. Seguras ya y ciertas Camila
102      I.    34|      Camila. Seguras ya y ciertas Camila y Leonela que Anselmo estaba
103      I.    34|           puesto los pies en ella Camila, cuando, dando un grande
104      I.    34|            Qué, amiga? -respondió Camila - . Dejarémosle para que
105      I.    34|     Anselmo, y a cada palabra que Camila decía, se le mudaban los
106      I.    34|    estorbase.~ ~ Tomóle en esto a Camila un fuerte desmayo y, arrojándose
107      I.    34|           en volver de su desmayo Camila, y, al volver en sí, dijo:~ ~ -¿
108      I.    34|            que no haré -respondió Camila - ; porque ya que sea atrevida
109      I.    34|           tanto que volvía, quedó Camila diciendo, como que hablaba
110      I.    34|         llegare a saberlo) de que Camila no sólo guardó la lealtad
111      I.    34|           de la mano; y, así como Camila le vio, haciendo con la
112      I.    34|         desde el primer punto que Camila le dijo que hiciese esconder
113      I.    34|        verdad; y así, respondió a Camila desta manera:~ ~ -No pensé
114      I.    34|              No pensé yo, hermosa Camila, que me llamabas para preguntarme
115      I.    34|          eso confiesas -respondió Camila - , enemigo mortal de todo
116      I.    34|          fuerza para estorbar que Camila no le diese. La cual tan
117      I.    34|          de aquel hecho, viendo a Camila tendida en tierra y bañada
118      I.    34|          discreción de la hermosa Camila; y, por acudir con lo que
119      I.    34|    lamentación sobre el cuerpo de Camila, como si estuviera difunta,
120      I.    34|           mucha más lástima que a Camila, aunque por muerta la juzgara.
121      I.    34|       buscar quien secretamente a Camila curase; pedíale asimismo
122      I.    34| maravillándose de la industria de Camila y de los ademanes tan proprios
123      I.    34|      creer a Anselmo que tenía en Camila un simulacro de la honestidad.
124      I.    34|      palabras de Leonela otras de Camila, llamándose cobarde y de
125      I.    34|          fuese posible. Respondió Camila que le parecía muy bien
126      I.    34|         Pues yo, hermana -replicó Camila - , ¿qué tengo de saber,
127      I.    34|           las alabanzas que dio a Camila. Todo lo cual escuchó Lotario
128      I.    34|          causa por haber dejado a Camila herida y haber él sido la
129      I.    34|        tuviese pena del suceso de Camila, porque, sin duda, la herida
130      I.    34|       hacer versos en alabanza de Camila, que la hiciesen eterna
131      I.    34|   perdición de su fama. Recebíale Camila con rostro, al parecer,
132      I.    35|     Anselmo tenía de la bondad de Camila, vivía una vida contenta
133      I.    35|          contenta y descuidada, y Camila, de industria, hacía mal
134      I.    35|       pesadumbre que con su vista Camila recebía; mas el engañado
135      I.    35|       pensaba oír cosa que contra Camila fuese, por estar de su bondad
136      I.    35|     decirle.~ ~ Fue luego a ver a Camila y a decirle, como le dijo,
137      I.    35|          importancia. Si se turbó Camila o no, no hay para qué decirlo;
138      I.    35|      seguros. La confusión en que Camila puso a Lotario fue tal que
139      I.    35|           fin, acordó de llevar a Camila a un monesterio, en quien
140      I.    35|         una su hermana. Consintió Camila en ello, y con la presteza
141      I.    35|          echar de ver Anselmo que Camila faltaba de su lado, con
142      I.    35|          muy triste a decírselo a Camila, y, no hallándola en la
143      I.    35|         acaso, andando a buscar a Camila, que vio sus cofres abiertos
144      I.    35|      honra, porque en la falta de Camila vio su perdición. Resolvióse,
145      I.    35|       Juan, se llevó esta noche a Camila, mujer de Anselmo, el cual
146      I.    35|       esto ha dicho una criada de Camila, que anoche la halló el
147      I.    35|       camino que llevan Lotario y Camila?~ ~ -Ni por pienso -dijo
148      I.    35|           llegaren a los oídos de Camila, sepa que yo la perdono,
149      I.    35|  desgracia, y el monesterio donde Camila estaba, casi en el término
150      I.    35|         amigo; lo cual sabido por Camila, hizo profesión, y acabó
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