Parte. Capítulo

  1      I.     2|     Dulcinea, señora deste cautivo corazón! Mucho agravio me habedes
  2      I.     2|     membraros deste vuestro sujeto corazón, que tantas cuitas por vuestro
  3      I.     3|    esfuerzo y vigor del debilitado corazón mío! Ahora es tiempo que
  4      I.     5|           si me decía a mí bien mi corazón del pie que cojeaba mi señor!
  5      I.     8|           y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole
  6      I.     8|            antes, y afligiósele el corazón, por parecerle que no llevaban
  7      I.     9|           la rabia que entró en el corazón de nuestro manchego, viéndose
  8      I.    10|     Quijote, y rogaba a Dios en su corazón fuese servido de darle vitoria,
  9      I.    13|            dientes, en que de todo corazón se le encomiende; y desto
 10      I.    14|            muestras~ ~ ~ ~esta del corazón profunda llaga,~ ~ ~ ~de
 11      I.    16|            de ver, y propuso en su corazón de no cometer alevosía a
 12      I.    18|           de nuevo y propuso en su corazón de dejar a su amo y volverse
 13      I.    19|     bastaba para poner miedo en el corazón de Sancho, y aun en el de
 14      I.    20|    pusieran pavor a cualquier otro corazón que no fuera el de don Quijote.
 15      I.    20|         acompañado de su intrépido corazón, saltó sobre Rocinante y,
 16      I.    20|          ánimo, que ya hace que el corazón me reviente en el pecho,
 17      I.    20|          mueva ni ablande ese duro corazón, muévale el pensar y creer
 18      I.    20|         Dios , que me ha puesto en corazón de acometer ahora esta tan
 19      I.    20|            que había entrado en su corazón, que no osaba apartarse
 20      I.    20|             encomendándose de todo corazón a su señora, suplicándole
 21      I.    20|         alborotar y desasosegar el corazón de un tan valeroso andante
 22      I.    21|           partida, traspásasele el corazón, y falta poco de no dar
 23      I.    23|    aquellas montañas, se alegró el corazón, pareciéndole aquellos lugares
 24      I.    23|          estas manos te sacarán el corazón donde albergan y tienen
 25      I.    25|          que el hombre tiene en su corazón, como si fuera mudo.~ ~ -
 26      I.    25|            pena que mi asendereado corazón padece. ¡Oh vosotros, quienquiera
 27      I.    25|           llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del
 28      I.    27|         secretos y contentos de su corazón? ¿Qué ofensa te hice? ¿Qué
 29      I.    27|          sobresaltos que me dio el corazón mientras allí estuve, los
 30      I.    27|        pudiera vengarme si tuviera corazón para ello, como le tengo
 31      I.    27|        poniéndose la mano sobre el corazón, cayó desmayada en los brazos
 32      I.    28|          otro tan libre y recatado corazón como el mío. Llamé a mi
 33      I.    28|           en lugar de helárseme el corazón en oílla, fue tanta la cólera
 34      I.    29|             y de aquella que de mi corazón y libertad tiene la llave.~ ~ -
 35      I.    32|          mentiras, y propuso en su corazón de esperar en lo que paraba
 36      I.    33|             lágrimas de sangre del corazón, como las lloraba aquel
 37      I.    33|       estatua de mármol, no que un corazón de carne. Mirábala Lotario
 38      I.    34|           que tengo una pena en el corazón que me le aprieta de suerte,
 39      I.    36|    suspiros, que bien había de ser corazón de bronce el que con muestras
 40      I.    38|           todo esto, con intrépido corazón, llevado de la honra que
 41      I.    40|          es la que te ha puesto en corazón que te vayas a tierra de
 42      I.    41|     encomendándonos a Dios de todo corazón, a navegar la vuelta de
 43      I.    41|            Señora, de todo nuestro corazón, que nos ayudase y favoreciese
 44      I.    42|            Oidor, le dio saltos el corazón y barruntos de que aquél
 45      I.    43|           por ella este mi cuitado corazón padece, qué gloria ha de
 46      I.    44|          gran dolor le apretaba el corazón, y derramando lágrimas en
 47      I.    44|          que pudiera enternecer un corazón de mármol, no sólo el del
 48      I.    44|            de pro, y propuso en su corazón de armalle caballero en
 49      I.    52|         para que se me alegre este corazón, que tan triste y descontento
 50     II.     1| confortativas y apropiadas para el corazón y el celebro, de donde procedía,
 51     II.     1|       jarcia alguna, con intrépido corazón se arroje en él, entregándose
 52     II.     6|         continente y con intrépido corazón los ha de acometer y embestir,
 53     II.     7|            le cayeron las alas del corazón, porque tenía creído que
 54     II.     8|      merced quedaba haciendo en el corazón de Sierra Morena.~ ~ -¿Bardas
 55     II.     8|     entendimiento y fortalecerá mi corazón, de modo, que quede único
 56     II.     9|          don Quijote y turbaban el corazón de Sancho. De cuando en
 57     II.    10|      escondido en lo secreto de su corazón acerca de lo que al fecho
 58     II.    10|            se suele decir que buen corazón quebranta mala ventura,
 59     II.    10|             Cómo vuestro magnánimo corazón no se enternece viendo arrodillado
 60     II.    10|       único remedio deste afligido corazón que te adora!, ya que el
 61     II.    11|          la vee ahora, ¿cuál es el corazón que no llora?~ ~ -Eso puedes
 62     II.    11|         Quijote y puso miedo en el corazón de Sancho; mas luego se
 63     II.    12|           que de la abundancia del corazón habla la lengua.~ ~ Replicar
 64     II.    12|        parecer, de lo íntimo de su corazón, dio fin a su canto el Caballero
 65     II.    13|          que me hallé un día en el corazón de Sierra Morena, y el diablo
 66     II.    13|      quiero como a las telas de mi corazón, y no me amaño a dejarle,
 67     II.    14|         alferecía, y propuso en su corazón de dejarse dar docientas
 68     II.    16|        templase la justa ira de mi corazón, y desta manera quedase
 69     II.    16|           por no dar entrada en mi corazón a la hipocresía y vanagloria,
 70     II.    16|        blandamente se apoderan del corazón más recatado; procuro poner
 71     II.    16|      estribo derecho, y con devoto corazón y casi lágrimas le besó
 72     II.    17|          con maravilloso denuedo y corazón valiente, se fue a poner
 73     II.    17|      encomendándose a Dios de todo corazón, y luego a su señora Dulcinea.
 74     II.    17|            el día. La grandeza del corazón de vuesa merced ya está
 75     II.    19|    muestras de tener apasionado el corazón, que tememos todos los que
 76     II.    19|            Quiteria quiera de buen corazón y de buena voluntad a Basilio;
 77     II.    22|         Montesinos, que está en el corazón de la Mancha, a quien dio
 78     II.    22|           vas, valentón del mundo, corazón de acero, brazos de bronce! ¡
 79     II.    23|         acometida de tu invencible corazón y de tu ánimo estupendo.
 80     II.    23|           con una pequeña daga, el corazón de su grande amigo Durandarte
 81     II.    23|           puesta sobre el lado del corazón; y antes que preguntase
 82     II.    23|      después de muerto le saqué el corazón con mis propias manos; y
 83     II.    23|      naturales, el que tiene mayor corazón es dotado de mayor valentía
 84     II.    23|    arrancada,~ ~ ~ ~Que llevéis mi corazón~ ~ ~ ~Adonde Belerma estaba,~ ~ ~ ~
 85     II.    23|            pérdida: yo os saqué el corazón lo mejor que pude, sin que
 86     II.    23|          un poco de sal en vuestro corazón, porque no oliese mal, y
 87     II.    23|            lo que pude divisar, un corazón de carne momia, según venía
 88     II.    23|            la última, que traía el corazón entre el lienzo y en las
 89     II.    23|        cuerpo y sobre el lastimado corazón de su primo; y que si me
 90     II.    23|            del dolor que siente su corazón por el que de contino tiene
 91     II.    23|            Montesinos se quietó mi corazón del sobresalto que recebí
 92     II.    26|       lamentes, que me quiebras el corazón; porque te hago saber que
 93     II.    27|             encomendándose de todo corazón a Dios, que de aquel peligro
 94     II.    28|          que procures ensanchar el corazón, y te alientes y animes
 95     II.    29|          criatura? ¿De qué lloras, corazón de mantequillas? ¿Quién
 96     II.    32|             Si yo pudiera sacar mi corazón, y ponerle ante los ojos
 97     II.    33|          brindis de un amigo, ¿qué corazón ha de haber tan de mármol
 98     II.    34|      Quijote se valiese de todo su corazón para sufrirle; pero el de
 99     II.    35|         escudero, alma de cántaro, corazón de alcornoque, de entrañas
100     II.    35|         para mezquino; que un buen corazón quebranta mala ventura,
101     II.    40|            Sancho, y propuso en su corazón de acompañar a su señor
102     II.    41|           las tengo clavadas en el corazón, y no comeré bocado que
103     II.    42|       andante. Dispuesto, pues, el corazón a creer lo que te he dicho,
104     II.    44|     benignos cielos infundan en el corazón de Sancho Panza, nuestro
105     II.    44|            si no es el señor de tu corazón y el despertador de tu alma;
106     II.    44|            mi canto descubriese mi corazón, y fuese juzgada de los
107     II.    44|            en cara que mancilla en corazón.~ ~ Y en esto, se sintió
108     II.    44|         quiso darle en rendirle mi corazón y entregarle mi alma. Mirad,
109     II.    45|          caña. Hízose así, y en el corazón della hallaron diez escudos
110     II.    45|          lágrimas, y los ojos y el corazón se iban tras su bolsa:~ ~ -
111     II.    47|   mantenidos, porque tripas llevan corazón, que no corazón tripas.
112     II.    47|      tripas llevan corazón, que no corazón tripas. Y vos, secretario,
113     II.    48|        estampada en la mitad de mi corazón y en lo más escondido de
114     II.    48|         tiene dentro de su cuitado corazón y lastimadas entrañas; que
115     II.    49|          maestresala traspasado su corazón, y propuso de luego otro
116     II.    50|            parece que me alegra el corazón.~ ~ -También se alegrarán -
117     II.    51|          ir contra la humildad del corazón; porque el buen adorno de
118     II.    51|            cosa que más fatigue el corazón de los pobres que la hambre
119     II.    53|      sudaba y trasudaba, y de todo corazón se encomendaba a Dios, que
120     II.    55|           encomendó a Dios de todo corazón, pensando que no había de
121     II.    55|           con tan pocos, dio en su corazón gracias al cielo, y el Duque
122     II.    56|          encomendándose de todo su corazón a Dios nuestro Señor y a
123     II.    56|            izquierdo, y le pasó el corazón de parte a parte; y púdolo
124     II.    58|           la llevo puesta sobre el corazón, para lo que se ofreciere;
125     II.    58|            él la melancolía por el corazón; como si estuviese obligada
126     II.    58|       vista, si toma por blanco un corazón, por pequeño que sea, le
127     II.    58|           suya. ¡Hi de puta, y qué corazón de mármol, qué entrañas
128     II.    58|         don Quijote, con intrépido corazón, se estuvo quedo, y Sancho
129     II.    60|                porque eres duro de corazón, y aunque villano, blando
130     II.    60|         semejante humor reinase en corazón de hombre; y holgóse en
131     II.    60|             y apretósele a ella el corazón, de manera, que sobre la
132     II.    63|        vida.~ ~ ¿Quién fuera el de corazón tan duro, que con estas
133     II.    64|    encomendándose al cielo de todo corazón y a su Dulcinea (como tenía
134     II.    66|           contento ha de llegar al corazón de mi señor el Duque cuando
135     II.    67|        pecado; y ojos que no veen, corazón que no quiebra; y más vale
136     II.    68|     lágrimas, bien como aquél cuyo corazón tenía traspasado con el
137     II.    68|          de a pie. Sobresaltóse el corazón de don Quijote y azoróse
138     II.    70|     público de los secretos que su corazón encierra, en estrecho término
139     II.    70|           alma de esparto y con un corazón de encina. ¡A fee que si
140     II.    71|           dio consentimiento en su corazón a azotarse de buena gana,
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