Parte. Capítulo

  1      I.     2|         aquel punto no saliera el ventero, hombre que, por ser muy
  2      I.     2|        que tal le pareció a él el ventero y la venta, respondió:~ ~ -
  3      I.     2|        pan en el mundo. Miróle el ventero, y no le pareció tan bueno
  4      I.     2|        posible, ni lo fuera si el ventero no horadara una caña, y
  5      I.     2|          las rameras, damas, y el ventero castellano del castillo,
  6      I.     3|         la cual acabada, llamó al ventero y, encerrándose con él en
  7      I.     3|          del género humano.~ ~ El ventero, que vio a su huésped a
  8      I.     3|       fazañas es inclinado.~ ~ El ventero, que, como está dicho, era
  9      I.     3|    hubiese traído. a esto dijo el ventero que se engañaba: que, puesto
 10      I.     3|      cerrar la noche.~ ~ Contó el ventero a todos cuantos estaban
 11      I.     3|           venta, y entre ellos el ventero. Viendo esto don Quijote,
 12      I.     3|          desamparar las armas. El ventero daba voces que le dejasen,
 13      I.     3|          por las persuasiones del ventero, le dejaron de tirar, y
 14      I.     3|          No le parecieron bien al ventero las burlas de su huésped,
 15      I.     3|          acertar a referirlas. El ventero, por verle ya fuera de la
 16      I.     7|        conforme al consejo que el ventero le había dado; todo lo cual
 17      I.    16|      imaginaba ser castillo~ ~ El ventero, que vio a don Quijote atravesado
 18      I.    16|           las costillas. Tenía el ventero por mujer a una, no de la
 19      I.    16|       alojaba), y que la hija del ventero lo era del señor del castillo,
 20      I.    16|       cuyo gran ruido despertó el ventero, y luego imaginó que debían
 21      I.    16|           y se hizo un ovillo. El ventero entró diciendo:~ ~ -¿Adónde
 22      I.    16|          la lumbre del candil del ventero, cuál andaba su dama, dejando
 23      I.    16|       necesario. Lo mismo hizo el ventero, pero con intención diferente,
 24      I.    16|         la moza, la moza a él, el ventero a la moza, y todos menudeaban
 25      I.    16|     reposo; y fue lo bueno que al ventero se le apagó el candil, y,
 26      I.    16|          tomó la voz. Retiróse el ventero a su aposento, el harriero
 27      I.    16|        mas no la halló, porque el ventero, de industria, había muerto
 28      I.    17|           escuras donde estaba el ventero; y, encontrándose con el
 29      I.    17|           la venta y, llamando al ventero, le dijo lo que aquel buen
 30      I.    17|      aquel buen hombre quería. El ventero le proveyó de cuanto quiso,
 31      I.    17|         hoja de lata, de quien el ventero le hizo grata donación,
 32      I.    17|     hallaron presentes Sancho, el ventero y cuadrillero; que ya el
 33      I.    17|      mirábale también la hija del ventero, y él también no quitaba
 34      I.    17|      puerta de la venta, llamó al ventero, y con voz muy reposada
 35      I.    17|           vuestra voluntad.~ ~ El ventero le respondió con el mesmo
 36      I.    17|         muy honrada -respondió el ventero.~ ~ -Engañado he vivido
 37      I.    17|          ver en eso -respondió el ventero - ; págueseme lo que se
 38      I.    17|         alongó un buen trecho. El ventero, que le vio ir y que no
 39      I.    17|          Amohinóse mucho desto el ventero y amenazóle que si no le
 40      I.    17|        espaldas. Verdad es que el ventero se quedó con sus alforjas,
 41      I.    17|           salió turbado. Quiso el ventero atrancar bien la puerta
 42      I.    18|           Tenorio Hernández, y el ventero  que se llamaba Juan Palomeque
 43      I.    27|          o roja de buey, donde el ventero tenía colgado el peine.
 44      I.    27|          estaba. Cayeron luego el ventero y la ventera en que el loco
 45      I.    32|         lo pudo huir. La ventera, ventero, su hija y Maritornes, que
 46      I.    32|        comida, estando delante el ventero, su mujer, su hija, Maritornes
 47      I.    32|         vuelto el juicio, dijo el ventero:~ ~ -No  yo cómo puede
 48      I.    32|          hablando con la hija del ventero.~ ~ -No , señor, en mi
 49      I.    32|       quemar más libros? -dijo el ventero.~ ~ -No más -dijo el Cura -
 50      I.    32|        Pues, por ventura -dijo el ventero - , mis libros son herejes
 51      I.    32|                Así es -replicó el ventero - . Mas si alguno quiere
 52      I.    32|          mi padre! -dijo el dicho ventero - . ¡Mirad de qué se espanta;
 53      I.    32|           ese hueso -respondió el ventero - . ¡Como si yo no supiese
 54      I.    32|           entretanto creed, señor ventero, lo que os he dicho, y tomad
 55      I.    32|              Eso no -respondió el ventero - ; que no seré yo tan loco
 56      I.    32|         la maleta y los libros el ventero; mas el cura le dijo:~ ~ -
 57      I.    32|             A lo que respondió el ventero:~ ~ -Pues bien puede leella
 58      I.    32|         he de volver; que, aunque ventero, todavía soy cristiano.~ ~ -
 59      I.    32|          buena gana -respondió el ventero.~ ~ Mientras los dos esto
 60      I.    35|       maten -dijo a esta sazón el ventero - si don Quijote o don diablo
 61      I.    35|   colorado grasiento, que era del ventero; en el brazo izquierdo tenía
 62      I.    35|        vino. Lo cual visto por el ventero, tomó tanto enojo, que arremetió
 63      I.    35|           de sus santos? -dijo el ventero - . ¿No ves, ladrón, que
 64      I.    35|         su amo le había hecho. El ventero se desesperaba de ver la
 65      I.    35|         mozo? Todos reían sino el ventero, que se daba a Satanás;
 66      I.    35|           que hacer en aplacar al ventero, que estaba desesperado
 67      I.    36| sucedieron~ ~ Estando en esto, el ventero, que estaba a la puerta
 68      I.    36|      Cuatro hombres -respondió el ventero - vienen a caballo, a la
 69      I.    36|           Tan cerca -respondió el ventero - , que ya llegan.~ ~ Oyendo
 70      I.    36|         la venta todos los que el ventero había dicho; y apeándose
 71      I.    37|    verdaderamente; y vi yo que el ventero que aquí está hoy día tenía
 72      I.    37|    gigante - dijo a esta sazón el ventero.~ ~ Al cual mandó don Fernando
 73      I.    37|          aquí su merced del señor ventero le pida el menoscabo de
 74      I.    37|         con don Fernando había el ventero puesto diligencia y cuidado
 75      I.    42|           de la estrecha cama del ventero, y con la mitad de la que
 76      I.    43|       esas ceremonias? Si sois el ventero, mandad que nos abran; que
 77      I.    43| caballeros, que tengo yo talle de ventero? -respondió don Quijote.~ ~ -
 78      I.    43|      furia; y fue de modo, que el ventero despertó, y aun todos cuantos
 79      I.    44|     puertas de la venta, salió el ventero, despavorido, a ver quién
 80      I.    44|          en el suelo, a vista del ventero y de los caminantes, que,
 81      I.    44|           de don Quijote; pero el ventero les quitó de aquella admiración,
 82      I.    44|       juicio.~ ~ Preguntáronle al ventero si acaso había llegado a
 83      I.    44|          amante de doña Clara. El ventero respondió que había tanta
 84      I.    44|       venta; todo lo cual veía el ventero, y no sabía atinar para
 85      I.    44|       pagar lo que debían; mas el ventero, que atendía más a su negocio
 86      I.    44|        dar tal mano, que el pobre ventero tuvo necesidad de dar voces
 87      I.    44|          huéspedes a mal traer al ventero; pero así como llegó, embazó
 88      I.    44|           punto, todo en daño del ventero y en rabia de Maritornes,
 89      I.    44|          paz los huéspedes con el ventero, pues por persuasión y buenas
 90      I.    45|         la Santa Hermandad.~ ~ El ventero, que era de la cuadrilla,
 91      I.    45|          ellos muy a su sabor; el ventero tornó a reforzar la voz,
 92      I.    45|        iba en no estarlo; sólo el ventero porfiaba que se habían de
 93      I.    45|          don Quijote la presa. El ventero, que por fuerza había de
 94      I.    46|         traía colgada el alma. El ventero, a quien no se le pasó por
 95      I.    46|         aquello de la manta, y el ventero lo contó punto por punto
 96      I.    46|   cuadrilleros, juntamente con el ventero, todos, por orden y parecer
 97      I.    47|    partida; y, llamando aparte al ventero, le ordenaron que ensillase
 98      I.    47|          nuevos ofrecimientos. El ventero se llegó al Cura y le dio
 99     II.    24|           don Quijote preguntó al ventero por el hombre de las lanzas
100     II.    25|           Fuele a buscar donde el ventero le había dicho que estaba,
101     II.    25|         paje, a Sancho Panza y al ventero, comenzó a decir desta manera:~ ~ -
102     II.    25|            Cuerpo de tal -dijo el ventero - , que aquí está el señor
103     II.    25|      debía de estar enfermo; y el ventero prosiguió, diciendo:~ ~ -
104     II.    25|         maese Pedro -respondió el ventero - : llegue el mono y el
105     II.    25|     Preguntó luego don Quijote al ventero qué maese Pedro era aquél
106     II.    25|      traía. A lo que respondió el ventero:~ ~ -Éste es un famoso titerero,
107     II.    25|           del rebuzno, confuso el ventero, y, finalmente, espantados
108     II.    25|      alguna.~ ~ Oyendo lo cual el ventero, alegre sobremanera, señaló
109     II.    26|       vagamundos; y aquí el señor ventero y el gran Sancho serán medianeros
110     II.    26|          deshechas figuras.~ ~ El ventero y Sancho dijeron que así
111     II.    26|              Ni mucho -replicó el ventero - : médiese la partida y
112     II.    26|          buscar sus aventuras. El ventero, que no conocía a don Quijote,
113     II.    59|         señor huésped.~ ~ Dijo el ventero:~ ~ -Lo que real y verdaderamente
114     II.    59|         Nadie las tocará -dijo el ventero - ; porque otros huéspedes
115     II.    59|    plática que Sancho tuvo con el ventero, sin querer Sancho pasar
116     II.    59|     cabecera de mesa, y con él el ventero, que no menos que Sancho
117     II.    59|          y dejando hecho equis al ventero, se pasó a la estancia de
118     II.    59|         huéspedes. Pagó Sancho al ventero magníficamente, y aconsejóle
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