Parte. Capítulo

 1      I.    Pr| murmuren desta verdad, no se os  dos maravedís; porque ya
 2      I.    Pr| esparcidas. Y con esto, Dios te  salud, y a mí no olvide.
 3      I.     3|        venturoso caballero y le  ventura en lides.~ ~ Don
 4      I.     6|  ventana y echadle al corral, y  principio al montón de la
 5      I.    10|       cuando yo le haga y te le , no tienes más que hacer
 6      I.    10|      sino que vuestra merced me  la receta de ese extremado
 7      I.    10|     costó a Sacripante.~ ~ -Que  al diablo vuestra merced
 8      I.    10|        dicho, Sancho, que no te  eso cuidado alguno; que,
 9      I.    14|      fatigue ni temor que no le  alcance, así le fatigaban
10      I.    14|      razón que de su pena se me  a mí la culpa! Quéjese el
11      I.    17|  fortaleza, y procura que se me  un poco de aceite, vino,
12      I.    19|       merced descubra la suya y  rostro a los que le miraren;
13      I.    20|      aquí, cuando yo, de miedo,  mi anima a quien quisiere
14      I.    22|       voacé dice; y cada uno se  una vuelta a la redonda,
15      I.    23|        que, Sancho amigo, no te  pena el buscalle, por la
16      I.    24|        en el mundo, ni quien me  a entender otra cosa, y
17      I.    25|       me eche su bendición y me  licencia; que desde aquí
18      I.    25|     ventura, así el cielo te la  buena en cuanto acertares
19      I.    25|         los pastores?~ ~ -No te  pena ese cuidado -respondió
20      I.    28|     duela de mi desventura y me  industria y favor para salir
21      I.    29|         de mandar a su escudero  a vuestra merced la silla
22      I.    31|         quién quieres tú que la  sino a ti?~ ~ -Eso está
23      I.    33|         los primeros encuentros  con su honestidad por tierra;
24      I.    33|      has tú de consentir que yo  cuenta de mi desatino a
25      I.    34|     poder resistirle.~ ~ -No te  pena eso, señora mía -respondió
26      I.    35| aventurero (que mala ventura le  Dios, a él y a cuantos aventureros
27      I.    37|    aposento, le dijo:~ ~ -No os  mucha pena, señora mía,
28      I.    39|         que ya que la guerra no  muchas riquezas, suele dar
29      I.    42|  incomodidad en el mundo que no  lugar a las armas y a las
30      I.    44|       la princesa Micomicona me  licencia para ello, yo le
31      I.    44|      que su padre y mi señor la  al otro mundo; porque no
32      I.    44|              No hay para qué se  cuenta aquí de mis cosas;
33      I.    45|       caballería andante, ni os  a entender el pecado e ignorancia
34      I.    46|         la Triste Figura! No te  afincamiento la prisión
35      I.    49|     entendimiento humano que se  a entender que ha habido
36      I.    49|      tan buen entendimiento, se  a entender que son verdaderas
37     II.    Pr|       todo; pero como la virtud  alguna luz de sí, aunque
38     II.     1|       vuesas mercedes que se me  licencia para contar un
39     II.     3|         la vida.~ ~ -Mala me la  Dios, Sancho -respondió
40     II.     5|     case a mi hija con quien me  nietos que se llamen señoría?
41     II.     6|   calles, y que, con todo esto,  en una ceguera tan grande
42     II.     6|     sandez tan conocida, que se  a entender que es valiente,
43     II.     6|  maravedís que con ánimo alegre  al pobre se mostrará tan
44     II.     9|     amigo, que buena ventura os  Dios, dónde son por aquí
45     II.     9|         merced esperando que le  orden y traza para verla,
46     II.    10|       lo que tratamos cuanto me  Dios mejor ventura en lo
47     II.    12|        tenemos.~ ~ -Dios nos la  buena -respondió Sancho - .
48     II.    12|   Entallad o imprimid lo que os  gusto,~ ~ ~ ~Que de guardarlo
49     II.    13|       de mi amo. Mala pascua me  Dios, y sea la primera que
50     II.    13|       ratos se pasan sin que la  mil besos y mil abrazos.~ ~
51     II.    14|         ha de ser el último que  principio al cumplimiento
52     II.    14|         o cuatro bofetadas, que  con él a mis pies; con las
53     II.    18|        cielo le saque dél, y le  a entender cuán provechosos
54     II.    22|      Dígame, señor, así Dios le  buena manderecha en la impresión
55     II.    23|       vuelva por su honra, y no  crédito a esas vaciedades
56     II.    24|        haga merced de que se le  licencia para imprimir esos
57     II.    24|  seguiréis el camino, que os le  Dios tan bueno como vuestros
58     II.    25|       otro - . Por Dios, que no  la ventaja a nadie, ni aun
59     II.    25|         a Rus -dijo Sancho - no  yo un ardite porque me digan
60     II.    26|         mejor juicio, que se me  por su muerte, fin y acabamiento
61     II.    33| altanería no quisiere que se me  el prometido gobierno, de
62     II.    34|        y tan a tiempo cuanto le  Dios a él la salud, o a
63     II.    35|     Sancho tu escudero~ ~ ~ ~Se  tres mil azotes y trecientos~ ~ ~ ~
64     II.    35|          puede dejar que se los  ajena mano, aunque sea algo
65     II.    36|        la de marras, pero no te  pena, Teresa mía; que en
66     II.    36|       buena ventura. Dios te la , como puede, y a mí me guarde
67     II.    49|   muerte es vida, que así se la  Dios a él y a todos los
68     II.    49|         vuestra casa, y Dios os  buen sueño, que yo no quiero
69     II.    49|      toparéis con alguna que os  con la burla en los cascos.~ ~
70     II.    52|         con esto, nuestro Señor  a vuesa merced mucha salud,
71     II.    53|         es que le tengo, que me  un trago de vino, que me
72     II.    54|     ojos del entendimiento y me  a conocer cómo le tengo
73     II.    55|        brazo, que tal salud les  Dios como ellos dicen verdad.
74     II.    56|   andantes caballeros! ¡Dios te  la vitoria, pues llevas
75     II.    57|    tenga en mejor opinión, y me  de nuevo licencia para seguir
76     II.    60|        se me da a mí que se los  él, o que se los dé otro,
77     II.    60|         los dé él, o que se los  otro, pues la sustancia
78     II.    62|   Quiere vuesa merced que se lo  a un librero, que me dé
79     II.    62|         dé a un librero, que me  por el privilegio tres maravedís,
80     II.    62|         buena fama.~ ~ -Dios le  a vuesa merced buena manderecha -
81     II.    65|         y alégrese, si puede, y  gracias al cielo que, ya
82     II.    65|      tocinos donde hay estacas,  una higa al médico (pues
83     II.    67|       tenga gana y el tiempo me  comodidad para castigarme.~ ~ -
84     II.    71|        Deum de Deo, respondió: « donde diere». Pero dejando
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