Parte. Capítulo

 1      I.     7|            fuego, sin ser vistos ni oídos, La Carolea y León de España,
 2      I.     9|           recebí cuando llegó a mis oídos el título del libro; y,
 3      I.     9|            y por la boca, y por los oídos, y a dar muestras de caer
 4      I.    11|            esto, cuando llegó a sus oídos el son del rabel, y de allí
 5      I.    13|           ahora no ha llegado a mis oídos.~ ~ -¡Como eso no habrá
 6      I.    17|          tantas, que llegaron a los oídos de su amo; el cual, deteniéndose
 7      I.    18|          comenzaron a saludalle los oídos con piedras como el puño.
 8      I.    20|           pasos, cuando llegó a sus oídos un grande ruido de agua,
 9      I.    20|             nos hiere y lastima los oídos; las cuales cosas, todas
10      I.    20|             tan vivo como el de los oídos, y Sancho estaba tan junto
11      I.    22|      piedras, que le perseguían los oídos; Rocinante, tendido junto
12      I.    23|            saetas me zumban por los oídos.~ ~ -Naturalmente eres cobarde,
13      I.    23|          donde antes volverán a tus oídos las nuevas de mi muerte
14      I.    27|            a la sombra, llegó a sus oídos una voz, que, sin acompañarla
15      I.    27|           cual llegó de nuevo a sus oídos, cantando este soneto:~ ~ ~ ~
16      I.    27|          tapices, y con atentísimos oídos y alma turbada me puse a
17      I.    27|             una voz que llegó a sus oídos, que en lastimados acentos
18      I.    28|             una voz que llegó a sus oídos, que, con tristes acentos,
19      I.    28|             esta triste nueva a mis oídos, y, en lugar de helárseme
20      I.    28|             no hallaba, llegó a mis oídos un público pregón, donde
21      I.    29|         cuyas nuevas llegaron a mis oídos así como puse los pies en
22      I.    31|            gitano con azogue en los oídos.~ ~ -Y ¡cómo si llevaba
23      I.    34|          cielo, sordo; a Clori, sin oídos.~ ~ ~ ~ Bien le pareció
24      I.    35|            mi muerte llegaren a los oídos de Camila, sepa que yo la
25      I.    36|           esta que ha llegado a mis oídos?~ ~ Volvió la cabeza a estos
26      I.    41|             cuando llegó a nuestros oídos el son de una pequeña esquila,
27      I.    42|          venir el alba, llegó a los oídos de las damas una voz tan
28      I.    43|             cerrados los ojos y los oídos, para no ver ni oír a ese
29      I.    43|             con las manos entrambos oídos, de lo que también se admiró
30      I.    50|           verdura, y entretiene los oídos el dulce y no aprendido
31      I.    51|             de los reyes, y por los oídos de todo género de gente,
32      I.    51|           traslados; llegaron a sus oídos las hazañas que él de sí
33      I.    52|             trompeta que a nuestros oídos llega me parece que a alguna
34     II.     1|            amaneciese mañana en los oídos de los señores consejeros,
35     II.     2|       acerca desto ha llegado a tus oídos: y esto me has de decir
36     II.     2|         sepas, Sancho, que si a los oídos de los príncipes llegase
37     II.     2| bienintencionadamente pongas en mis oídos la verdad de las cosas que
38     II.     4|       Sancho, cuando llegaron a sus oídos relinchos de Rocinante;
39     II.     9|           perros, que atronaban los oídos de don Quijote y turbaban
40     II.    22|           posible que lleguen a tus oídos las plegarias y rogaciones
41     II.    25|         caballeriza, donde, sin ser oídos de nadie, le dijo:~ ~ -Mira,
42     II.    33|          cierto susurro llega a mis oídos, que me dice: «Pues don
43     II.    34|            atronaron los ojos y los oídos de los circunstantes, y
44     II.    38|        salga a la plaza de vuestros oídos (por no decir orejas), quisiera
45     II.    38|           decir vuestros males; que oídos os escuchan, que sabrán,
46     II.    40|           de mi desmayo llegó a mis oídos, y ha sido parte para que
47     II.    42|          ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera
48     II.    44|           Trifaldi me sonaba en los oídos. Ahora bien, yo callaré;
49     II.    48|             mí escuchada con castos oídos, y socorrida con piadosas
50     II.    48|        decir que las paredes tienen oídos.~ ~ -¿Qué tiene mi señora
51     II.    50|             lo que no creen por los oídos.~ ~ -Esa ida a mí toca -
52     II.    58|           que ha llegado a vuestros oídos este nombre.~ ~ -¡Ay, amiga
53     II.    60|            ya que le sonaban en los oídos las palabras del sabio Merlín,
54     II.    62|             con quien, aunque tiene oídos para oír, no tiene lengua
55     II.    62|           temiendo no llegase a los oídos de las despiertas centinelas
56     II.    67|            han de llegar a nuestros oídos, qué de gaitas zamoranas,
57     II.    68|        bufar, que ensordecieron los oídos de don Quijote y de Sancho,
58     II.    68|            con que atormentaban los oídos de los miserables amo y
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