Parte. Capítulo

 1      I.    Pr|            que la  de coro; si de mujeres rameras, ahí está el obispo
 2      I.     2|       Estaban acaso a la puerta dos mujeres mozas, destas que llaman
 3      I.    20|             es natural condición de mujeres -dijo don Quijote - : desdeñar
 4      I.    24|      entendimiento que en las demás mujeres del mundo estaban repartidas.
 5      I.    25|          volver por la honra de las mujeres, cualesquiera que sean,
 6      I.    25|           gasta mucho la faz de las mujeres andar siempre al campo,
 7      I.    25|          otra alguna de las famosas mujeres de las edades pretéritas,
 8      I.    27|            más discretas y avisadas mujeres de su tiempo; y este billete
 9      I.    28|             por feas que seamos las mujeres, me parece a mí que siempre
10      I.    33|             negar los maridos a sus mujeres), se concierta y facilita
11      I.    33|            que todo el honor de las mujeres consiste en la opinión buena
12      I.    33|            que suelen tener algunas mujeres, que se les antoja comer
13      I.    33|            con que cebarla; que las mujeres suelen ser aficionadas,
14      I.    34|       ejemplo y corona de todas las mujeres buenas. Las palabras que
15      I.    34| dificultades y sospechas que de las mujeres suelen y pueden tenerse,
16      I.    34|            señora, que somos flacas mujeres, y él es hombre, y determinado;
17      I.    34|             la corona de las buenas mujeres, el ejemplo de la castidad...!~ ~
18      I.    34|             descuido de los que las mujeres que piensan que no tienen
19      I.    36|           si es alguno de quien las mujeres suelen tener uso y experiencia
20      I.    36|           que la que se toma de las mujeres no es la que hace al caso
21      I.    37|     escucharon, especialmente a las mujeres, que de su naturaleza son
22      I.    38|   determinado que aquella noche las mujeres solas en él se recogiesen,
23      I.    40|          suelen tomar por legítimas mujeres sus mesmos amos, y aun lo
24      I.    41|             la hermosura de algunas mujeres tiene días y sazones, y
25      I.    42|             ordenado: que todas las mujeres se entrasen en el camaranchón
26      I.    46|           veáis que hay agradecidas mujeres en el mundo. Y en lo de
27      I.    49|             tanto requiebro, tantas mujeres valientes, y, finalmente,
28      I.    51|          natural inclinación de las mujeres, que, por la mayor parte,
29      I.    51|           mal de la ligereza de las mujeres, de su inconstancia, de
30      I.    52|          usa en la Mancha tomar las mujeres el apellido de sus maridos.~ ~ -
31     II.     5|          con esta carga nacemos las mujeres, de estar obedientes a sus
32     II.    22|           dañan a las honras de las mujeres las desenvolturas y libertades
33     II.    23|            mensil, ordinario en las mujeres, porque ha muchos meses,
34     II.    32|            así como no agravian las mujeres, no agravian los eclesiásticos,
35     II.    32|         puede agraviar a nadie. Las mujeres, los niños y los eclesiásticos,
36     II.    32|            niños no sienten, ni las mujeres, ni pueden huir, ni tienen
37     II.    36|          favorecer a toda suerte de mujeres, en especial a las dueñas
38     II.    38|          llorar a los niños y a las mujeres, sino unas agudezas, que
39     II.    40|           puesto que hay en Candaya mujeres que andan de casa en casa
40     II.    40|          otros menjurges tocantes a mujeres, nosotras las dueñas de
41     II.    40|             madres como a las otras mujeres; y pues Dios nos echó en
42     II.    50|       hermosura y presunción de las mujeres despiertan en ellas en gran
43     II.    50|           estar lavando cantidad de mujeres, a quien preguntó si le
44     II.    52|          puerta de la gran sala dos mujeres (como después pareció),
45     II.    52|          faltará quien las tome por mujeres, con sus tachas buenas o
46     II.    54|            a ella, y dejan allá sus mujeres y sus hijos desamparados:
47     II.    58|         concertó que con sus hijos, mujeres y hijas, vecinos, amigos
48     II.    60|     peregrinos a pie, y un coche de mujeres con hasta seis criados,
49     II.    62|             quisiere.~ ~ Y como las mujeres de ordinario son presurosas
50     II.    63|           que en el serrallo de sus mujeres podía tener, y temer de
51     II.    63|            en hábito de mujer entre mujeres, con manifiesto peligro
52     II.    65|          que se había visto con las mujeres con quien había quedado,
53     II.    70|             le dijo:~ ~ -Cuando las mujeres principales y las recatadas
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