Parte. Capítulo

 1      I.     3|        aventuras, sin que hubiese dejado los Percheles de Málaga,
 2      I.     7|           aposento donde le había dejado, andaba de una en otra parte
 3      I.    20|     tuviese pena, porque él había dejado hecho su testamento antes
 4      I.    22|         hasta agora no la hubiera dejado de mi voluntad. Fue en fragante,
 5      I.    23|          casa, de cinco que había dejado en ella.~ ~ Consolóse Sancho
 6      I.    23|       Triste), después de haberse dejado abrazar, le apartó un poco
 7      I.    27|          lugar donde Sancho había dejado puestas las señales de las
 8      I.    27|      acertar el lugar donde había dejado a su señor; y, en reconociéndole,
 9      I.    27|        Luscinda, y más habiéndola dejado con la tristeza que os he
10      I.    27|           la de aquel donde había dejado la mula; hice que me la
11      I.    28|           porque si algo le había dejado bueno la fortuna, era el
12      I.    28|         los cuales jamás me había dejado, y con esto, y con volverse
13      I.    33|      manera, ordenó que, habiendo dejado Anselmo solos a Lotario
14      I.    34|      creía ser la causa por haber dejado a Camila herida y haber
15      I.    35|     levantó y fue adonde la había dejado encerrada. Abrió y entró
16      I.    37|      desearme; pero no por eso he dejado de ser la que antes, y de
17      I.    39|           que junto a Túnez había dejado medio levantado el señor
18      I.    41|           como desmayada se había dejado caer en mis brazos. En resolución,
19      I.    41|        sabía él bien que le había dejado en Argel, y no traídole
20      I.    41|     diciéndoles dónde la habíamos dejado; otros nos subieron a las
21      I.    46|            y después de habérsela dejado besar, le echó la bendición,
22      I.    47|        había condenado al fuego y dejado con vida, de que no poco
23      I.    51|          tenía cumplido, habiendo dejado la casa de su querido y
24      I.    51|          llevaban, pues le habían dejado a su hija con la joya que,
25     II.     1|         la Sobrina, que ya habían dejado la conversación, daban grandes
26     II.    10|    preguntó a Sancho si las había dejado fuera de la ciudad.~ ~ -¿
27     II.    11| atrevimientos.~ ~ Mas apenas hubo dejado su caballería Sancho por
28     II.    11|           parece, ya el Diablo ha dejado el rucio, y vuelve a la
29     II.    19|  referidas ni otras muchas que he dejado de referir ha de hacer más
30     II.    28|          porque si esta vez me ha dejado apalear, otra y otras ciento
31     II.    29|           y qué de imágines hemos dejado atrás, y vamos dejando ahora.
32     II.    33|        días ha que había de haber dejado a mi amo. Pero ésta fue
33     II.    40|      oliscan a terceras, habiendo dejado de ser primas; y si por
34     II.    42|       alma del tiempo que hubiere dejado de serlo.~ ~ -Señor -replicó
35     II.    44|       escribe, sino por lo que ha dejado de escribir.~ ~ Y luego
36     II.    44|           ver que Sancho le había dejado unas botas de camino, que
37     II.    45|            asió de mí, y no me ha dejado hasta traerme a este puesto.
38     II.    46|          el lío de ropa que había dejado para que se le enviase,
39     II.    46|    despechado porque no le habían dejado fenecer la batalla que tan
40     II.    49|          sido tanta, que no me ha dejado guardar el término que debía.~ ~ -
41     II.    52|      oficial; verdad es que ya ha dejado el pincel y tomado el azada,
42     II.    54|          qué oficio es el que has dejado, Sancho? -preguntó Ricote.~ ~ -
43     II.    54|           preguntó Ricote.~ ~ -He dejado de ser gobernador de una
44     II.    54|         pero, con todo eso, la he dejado, por parecerme oficio peligroso
45     II.    55|           vida; sino que habiendo dejado mi gobierno por cosas y
46     II.    55|          podían pensar cómo había dejado el gobierno sin tener ellos
47     II.    55|         en el alma de que hubiese dejado tan presto el gobierno;
48     II.    58|           sea Dios, que tal me ha dejado ver con mis propios ojos.~ ~ -
49     II.    64|          de tan mal talante había dejado a don Quijote.~ ~ ~ ~
50     II.    67|      llorado mi ausencia, o si ha dejado ya en las manos del olvido
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