Parte. Capítulo

 1      I.     8|     enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios
 2      I.     8|               que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas
 3      I.    13|            Y como las cosas de la guerra y las a ella tocantes y
 4      I.    21|           vencido, como ganado en guerra lícita. Así que, Sancho,
 5      I.    21|           grande que tenga alguna guerra, en cuyo servicio vuestra
 6      I.    21|          es, tiene una muy reñida guerra con otro tan poderoso como
 7      I.    21|          ir a servirle en aquella guerra dicha. Darásela el Rey de
 8      I.    21|         el caballero; pelea en la guerra, vence al enemigo del Rey,
 9      I.    21| cristianos o de los paganos tenga guerra y tenga hija hermosa; pero
10      I.    21|         caso que se halle rey con guerra y con hija hermosa, y que
11      I.    22|          o reposando, en paz o en guerra; pero pensar que hemos de
12      I.    23|           en paz, causadora de mi guerra, y haga el cielo que los
13      I.    35|           quitaran, él acabara la guerra del gigante; y, con todo
14      I.    37|         es el verdadero fin de la guerra; que lo mesmo es decir armas
15      I.    37|          mesmo es decir armas que guerra. Prosupuesta, pues, esta
16      I.    37|          verdad, que el fin de la guerra es la paz, y que en esto
17      I.    38|          son los premiados por la guerra que los que han perecido
18      I.    38|    sustentar las armas, porque la guerra también tiene sus leyes
19      I.    38|     confusión que trae consigo la guerra el tiempo que dura y tiene
20      I.    38|           todos los trances de la guerra. Bien hayan aquellos benditos
21      I.    39|        otro sirviese al Rey en la guerra, pues es dificultoso entrar
22      I.    39|         en su casa; que ya que la guerra no  muchas riquezas, suele
23      I.    39|          el grandísimo aparato de guerra que se hacía; todo lo cual
24      I.    39|       regida por aquel rayo de la guerra, por el padre de los soldados,
25      I.    39|        municiones y pertrechos de guerra, y con tantos gastadores,
26      I.    41|      aquel rey más se sirve en la guerra. Digo, pues, que cada vez
27      I.    42|          él escogió de venir a la guerra le había sucedido tan bien,
28      I.    42|           y digno ejercicio de la guerra, que fue uno de los tres
29      I.    44|          de caminos; que en buena guerra ganó mi señor don Quijote
30      I.    44|           se lo quité yo en buena guerra, y me hice señor dél con
31      I.    46|           verdad que en las de la guerra, adonde la celeridad y presteza
32      I.    49|         Héctor, ni Aquiles, ni la guerra de Troya, ni los doce Pares
33     II.    21|         advertid que el amor y la guerra son una misma cosa, y así
34     II.    21|      misma cosa, y así como en la guerra es cosa lícita y acostumbrada
35     II.    24|        dicen que decía:~ ~ ~ A la guerra me lleva mi necesidad;~ ~ ~ ~
36     II.    24|           y el adónde voy es a la guerra.~ ~ -¿Cómo la pobreza? -
37     II.    24|          al Rey, y servirle en la guerra, que no a un pelón en la
38     II.    27|         servicio de su rey, en la guerra justa; y si le quisiéremos
39     II.    34|          caza es una imagen de la guerra: hay en ella estratagemas,
40     II.    34|           y otros instrumentos de guerra, como de muchas tropas de
41     II.    34|       adónde vais, y qué gente de guerra es la que por este bosque
42     II.    53|      instrumentos y pertrechos de guerra con que suele defenderse
43     II.    63|     contra toda razón y usanza de guerra, dos soldados de los mejores
44     II.    68|    adargas y venía muy a punto de guerra. Volvióse don Quijote a
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