Parte. Capítulo

 1      I.    22|       dijo el galeote - ; que los míos fueron que quise tanto a
 2      I.    23|          criados y los dos amigos míos, de buscarle hasta tanto
 3      I.    28|         ser ellos tan buenos, los míos no salían un punto. Y del
 4      I.    28|               Todos estos recatos míos, que él debía de tener por
 5      I.    28|        pobrecilla sola, entre los míos mal ejercitada en casos
 6      I.    29|         yo la pienso tomar en los míos, acomodándoos a esperar
 7      I.    30|           mercedes sepan, señores míos, que a mí me llaman...~ ~
 8      I.    30|         luego, con algunos de los míos, me pusiese en camino de
 9      I.    30| trecientas almas, y vidas, y ojos míos.~ ~ ~ ~
10      I.    33|      tales padres como fueron los míos y al darme, no con mano
11      I.    34|         mismos ojos, y yo por los míos, lo que Camila quiere; y
12      I.    37|        bien se considera, señores míos, grandes e inauditas cosas
13      I.    42|       aunque fuera a costa de los míos! ¡Oh, quién llevara nuevas
14      I.    45|    ventaja.~ ~ -Por Dios, señores míos -dijo don Quijote - , que
15      I.    51|        que contento le diese; los míos, n tinieblas:sin luz que
16     II.     3|         de mi señor se hallen los míos; porque nunca a su merced
17     II.     3|         tanto que escribir en los míos: sin duda se debió de atener
18     II.    24|           así me volvían a mí los míos mis amos, que, acabados
19     II.    26|       cúyos eran sus cuerpos sino míos? Y ¿con quién me sustentaba
20     II.    27|         diciendo:~ ~ -Yo, señores míos, soy caballero andante,
21     II.    28|         lo impida: dineros tenéis míos; mirad cuánto ha que esta
22     II.    31|               Digo, pues, señores míos -prosiguió Sancho - , que
23     II.    32|          otros hombros que de los míos, empresa en quien se debían
24     II.    34|       dejen a este tonto, señores míos; que les molerá las almas,
25     II.    35|   espantadizo en las niñas destos míos, comparados a rutilantes
26     II.    38|    sentidos. Y así, digo, señores míos, que los tales trovadores
27     II.    39|       entramos en cuenta, señores míos (y esto que voy a decir
28     II.    47|          Panza, que unos enemigos míos y desa ínsula la han de
29     II.    53|             Abrid camino, señores míos, y dejadme volver a mi antigua
30     II.    58|           que lo gozara si fueran míos; que las obligaciones de
31     II.    62|        que la que es reina de los míos, la sin par Dulcinea del
32     II.    63|    desventura fui yo por dos tíos míos llevada a Berbería, sin
33     II.    63|         se hizo amigo de dos tíos míos que consigo me traían; porque
34     II.    65|           los buenos pensamientos míos, y vuelva a cobrar su juicio
35     II.    68|           debe de haber entre los míos y los suyos esta diferencia:
36     II.    68|           vendrán a tiempo, y los míos a deshora; pero, en efecto,
37     II.    70|         pensamientos, pues de los míos antes pueden ser agradecidos
38     II.    71|         mano, pues tienes dineros míos.~ ~ A cuyos ofrecimientos
39     II.    73|          más es menester, señores míos, es que cada uno escoja
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