Parte. Capítulo

 1      I.     4|         en nombre de todos estos príncipes que aquí estamos, que, porque
 2      I.    21|        derivan su decendencia de príncipes y monarcas, a quien poco
 3      I.    32|          que ella se la daría de príncipes. Don Quijote dijo que sí
 4      I.    47|       virtud y valentía a muchos príncipes y a muchos otros caballeros,
 5      I.    48|          lo son en verso los dos príncipes de la poesía griega y latina.~ ~ -
 6     II.    Pr|         Mingo Revulgo. Estos dos príncipes, sin que los solicite adulación
 7     II.     1|          que se suelen dar a los príncipes.~ ~ -El mío, señor rapador -
 8     II.     2|        que si a los oídos de los príncipes llegase la verdad desnuda,
 9     II.     6|     adorno de la grandeza de los príncipes, y para ostentación de la
10     II.     6| aumentarla, serán ejemplo muchos príncipes que por herencia lo son,
11     II.     6|        este nombre) de infinitos príncipes, monarcas, señores, medos,
12     II.    11|          compostura parecen unos príncipes.~ ~ -Pues con todo -respondió
13     II.    11|     están, aunque parecen reyes, príncipes y emperadores, no hay ningún
14     II.    16|   escritos; y cuando los reyes y príncipes veen la milagrosa ciencia
15     II.    17|         honran las cortes de sus príncipes; pero sobre todos éstos
16     II.    22|     imprimir y para dirigirlos a príncipes. Finalmente, el primo vino
17     II.    31|  ventajas mayores que llevan los príncipes a los demás hombres es que
18     II.    31|       gobiernan las casas de los príncipes; destos que, como no nacen
19     II.    31|        destos que, como no nacen príncipes, no aciertan a enseñar cómo
20     II.    31|          que a su señor aquellos príncipes le hacían; y viendo las
21     II.    32|          las cortes de los otros príncipes siempre he oído decir que
22     II.    32|         y de los palacios de los príncipes tanto son buenas cuanto
23     II.    34|        que no querría yo que los príncipes y los reyes se pusiesen
24     II.    34|       necesario para los reyes y príncipes que otro alguno. La caza
25     II.    38|    enamoró un número infinito de príncipes, así naturales como extranjeros,
26     II.    42|          a los que los tienen de príncipes y señores; porque la sangre
27     II.    52|         guardarla todos aquellos príncipes que dan campo franco a los
28     II.    59|       mis acciones, respetado de príncipes, solicitado de doncellas;
29     II.    74|      cantando la vida, como unos príncipes, quiere vuesa merced hacerse
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