Parte. Capítulo

 1      I.    15|            diversos caballeros, de cuyas historias yo tengo entera
 2      I.    20|          entre unos arboles altos, cuyas hojas, movidas del blando
 3      I.    29|          don Quijote de la Mancha, cuyas nuevas llegaron a mis oídos
 4      I.    36|           persona fuera de juicio; cuyas señales, sin saber por qué
 5      I.    43|        merced, si es servido.~ ~ A cuyas señas y voz volvió don Quijote
 6      I.    44|            que buscaban aquel mozo cuyas señas le habían dado.~ ~
 7      I.    46|       encerraba en sus entrañas. A cuyas palabras y furibundos ademanes
 8      I.    47|           nombrar en algún tiempo; cuyas valerosas hazañas y grandes
 9      I.    50|        Aquí descubre un arroyuelo, cuyas frescas aguas, que líquidos
10      I.    50|        castillo o vistoso alcázar, cuyas murallas son de macizo oro,
11      I.    52|        libre a esa hermosa señora, cuyas lágrimas y triste semblante
12     II.     8|         dos frailecitos descalzos, cuyas cadenas de hierro con que
13     II.     9|            puercos, mayaban gatos, cuyas voces, de diferentes sonidos,
14     II.    14|     singular y desigual batalla; a cuyas nuevas quedó Sancho atónito
15     II.    14|        Sancho, preguntándole cosas cuyas respuestas le daban manifiestas
16     II.    20|            a Camacho me atengo, de cuyas ollas son abundantes espumas
17     II.    21| inconsiderada como presurosa.~ ~ A cuyas voces y palabras todos volvieron
18     II.    21|           de lo que es mío a otro, cuyas riquezas le sirven no sólo
19     II.    38|   desgracia, ¡oh valeroso andante, cuyas verdaderas fazañas dejan
20     II.    49|            dos o tres lanternas, a cuyas luces descubrieron un rostro
21     II.    50|       cosas de mi buen padre.~ ~ A cuyas voces salió Teresa Panza
22     II.    52|          para partirse a Zaragoza, cuyas fiestas llegaban cerca,
23     II.    52|    nosotras no nos desampare.~ ~ A cuyas razones respondió don Quijote,
24     II.    53|           el peligro carga.~ ~ Por cuyas persuasiones y vituperios
25     II.    58|       Sancho Panza, su escudero, a cuyas gracias no hay ningunas
26     II.    63|             que eres mi alma.~ ~ A cuyas palabras abrió los ojos
27     II.    64|       Caballero de la Blanca Luna, cuyas inauditas hazañas quizá
28     II.    64|       Caballero de la Blanca Luna, cuyas hazañas hasta agora no han
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