Cap.

1     31|       que salía del brillante sarao que arriba se oía; su desasosiego,
2     31| salido tras él del bullicioso sarao -. ¿Qué se hicieron tus
3     33|   doña Catalina, un maldecido sarao hubo de darse. Ni podía
4     37|       Ayala, se hallaba en el sarao, y nada trae tampoco, por
5     37|      visitado en la noche del sarao, manifestándole sus dudas
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