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Alfabética [« »] ojeo 2 ojeras 1 ojo 1 ojos 157 olas 2 olfateado 1 olfatear 1 | Frecuencia [« »] 164 rey 163 dios 159 he 157 ojos 154 quien 150 pues 148 ella | Mariano José de Larra El doncel de Don Enrique el Doliente Concordancias ojos |
Cap.
1 2| doquiera que vuelve los ojos, sino miseria y esterilidad.~ ~ 2 2| captarse la voluntad; sus ojos, entre pardos y verdes, 3 2| tardó en desaparecer a los ojos de nuestros pacíficos observadores 4 2| el cuello y abriendo los ojos para reconocer a los caballeros - 5 2| un suspiro clavando sus ojos en el asador, vuelto de 6 2| presentó ante los ávidos ojos de nuestros tres interlocutores. 7 2| parecer desprecio a los ojos de un observador imparcial 8 3| brillaba como el ébano; sus ojos, sin ser negros, tenían 9 3| engalanarme y aparecer a sus ojos armada de las únicas ventajas 10 3| quedaron dentro con los ojos clavados en la puerta que 11 3| desesperación y con los ojos clavados en el conde con 12 3| paseándose siempre sin volver los ojos una sola vez a mirar a su 13 3| yo he leído en vuestros ojos el pecado, no me lo ocultaréis...~ ~ -¡ 14 3| Silencio!~ ~ -Los ojos de una mujer que quiere 15 4| podido en mi vida pegar los ojos en esta maldita cámara. 16 4| hechizos que los de sus ojos.~ ~ -¡Tate! señor paje, ¿ 17 4| descrita, y se presentó a los ojos del espantado confidente 18 4| fisonomista, al ver sus ojos inciertamente fijos en el 19 4| vivos muertos -y clavó sus ojos en los del conde para explorar 20 4| piedra, anda buscando con los ojos en el espacio el punto que 21 5| Toda el agua está en mis ojos,~ ~ ~ ~Autores de mi castigo.~ ~ ~ ~ 22 5| quien no permitía cerrar los ojos al sueño un amargo pesar, 23 5| planetas, deslumbra mis débiles ojos... La afición que desgraciadamente 24 5| oh señora mía, que tus ojos le han prendido. ¿No había, 25 6| épocas conocido, de que los ojos son las ventanas del corazón 26 6| era de corta estatura; sus ojos, hundidos y pequeños, tenían 27 6| negros como el azabache; sus ojos del mismo color, pero grandes, 28 6| un corto instante a los ojos de su interlocutor:~ ~ - 29 7| Llorando de los sus ojos~ ~ ~ ~Que quería reventar.~ ~ ~ ~ 30 7| sensibilidad se asomó a los ojos de Elvira oyendo la ingenua 31 7| queriendo leer la verdad en los ojos del paje -. ¡Entonces no 32 8| todavía que os abra yo los ojos con el puño?~ ~ Abría el 33 8| Abría el ballestero unos ojos como tazas, y no acababa 34 8| habitaba Elvira, clavó los ojos en la ventana, abierta ya 35 10| atenta a la puerta, los ojos fijos en sus batientes hojas 36 10| virtudes me han hecho abrir los ojos; si sois la misma que habéis 37 10| para preguntarla con los ojos si podría creer en la sinceridad 38 10| inspiración habían hecho bajar los ojos al imperturbable don Enrique; 39 11| y lleno de majestad; sus ojos eran hermosos; mezclábase 40 11| verdadero hechicero a los ojos de los suspicaces cortesanos 41 12| caballero hubiese puesto los ojos en cosa suya y en tan alta 42 12| ver más; y cuando, todo ojos y orejas, me acercaba al 43 13| hasta que, fijando los ojos en la columna, ofrecióse 44 13| responderle Elvira sino con los ojos; pero cuando vio el pajecillo 45 13| cabello, espantados los ojos, entró en su cámara y no 46 13| en presentarse ante sus ojos, con una agitación tal, 47 14| envuelto en su gabán hasta los ojos y roto a sus pies el laúd, 48 14| que tenéis ante vuestros ojos, los respetos que atropella, 49 14| estío, desapareció a sus ojos la aérea visión. Macías 50 14| que al desaparecer de sus ojos en el confín del corredor, 51 15| macilenta; brillaban sus ojos en su oscuro semblante como 52 15| alargando al viejo, cuyos ojos brillaban ya de alegría, 53 17| de la dama, la miraba con ojos indagadores, y afectando 54 17| clavando en don Enrique los ojos, que aparecían en medio 55 17| dueñas.~ ~ Volvieron los ojos los cortesanos a mirar quién 56 17| palabra ni osaba levantar los ojos del suelo, al cual se los 57 18| hubiera puesto delante de sus ojos, le hubiera derribado por 58 18| cabellos erizados y los ojos casi fuera del cráneo.~ ~ -¿ 59 18| me ha hecho parecer a tus ojos, señor...~ ~ -Vadillo, os 60 19| dudado primero de sus propios ojos que del delito de don Enrique. 61 19| redoma y desaparecer a los ojos de los circunstantes, y 62 19| parecía más grato a sus ojos, y se habían separado, después 63 20| que disimulaban mal sus ojos de fuego y de esperanza -. 64 21| ama?~ ~ -¿Yo?~ ~ -Vuestros ojos, vuestros ojos se clavaron 65 21| Vuestros ojos, vuestros ojos se clavaron cien veces en 66 21| hombre y elegirle con los ojos entre la multitud para abrasarle 67 21| en este momento ante mis ojos... Necio de mí, que consumí 68 21| penetrante, jurad que vuestros ojos no me abrasarán en lo sucesivo 69 21| interpuesta le defendía los ojos del resplandor. Sonaban 70 22| conquistas, y volverá los ojos a emponzoñar tranquilamente 71 22| en tanto, buscaba con los ojos, por todo lo que alcanzaba 72 23| veces le habían hecho sus ojos con elocuente silencio. 73 23| Tineo. Apenas creía a sus ojos; pero cuando no pudo rechazar 74 23| hizo abrir al herido los ojos lánguidamente, si bien volvieron 75 23| doncel había puesto los ojos en cierta dama, cosa que 76 24| continuamente a ella, como los ojos de su autor. Miraba a veces 77 24| doncel, solía asomarse a sus ojos. Vadillo, convaleciente 78 24| hubiera osado poner sus ojos en mi esposa, ¿viviría aún, 79 25| fuego extraordinario los ojos de Fernán Pérez. Leíase 80 25| inmovilidad y la fijación de sus ojos, era preciso creer que un 81 25| desaparecido entre la multitud; los ojos, sin embargo, del caballero, 82 25| que haya desviado ya los ojos de su deslumbrante luz, 83 25| vertiendo fuego por los ojos y los poros de su encendido 84 25| interpelación, bajó los ojos y quiso enmendar su pasada 85 26| y de artificio? ¿Son sus ojos solos, o es su corazón también 86 26| he visto mil veces; sus ojos me miraban y se detenían 87 26| Cuando se encuentran nuestros ojos no hay fuerza que los desvíe. 88 26| pedís? Cuando huyen sus ojos de los vuestros, entonces 89 26| parecerlo hasta a sus propios ojos. ¿Qué sera, pues, las que 90 27| miraba de hito en hito con ojos ora tiernos, ora indagadores - , 91 27| una manera... ¡Ay! Si sus ojos hubieran sido rayos, con 92 27| desesperada -. No he de volver los ojos donde no le vea. No he de 93 27| apartar su imaginación de mis ojos, su recuerdo de mis oídos. 94 27| entró mirando con espantados ojos a una y otra parte.~ ~ - 95 27| fondo de mi corazón. Mis ojos, sin embargo, os lo dijeron. ¿ 96 27| manera? Me veis, y vuestros ojos, funestamente clavados en 97 27| con haber hecho de mis ojos dos fuentes de lágrimas 98 27| esos que no se asoman a los ojos, que no hablan de continuo 99 27| nuestros labios, si nuestros ojos se tutean?~ ~ -¡Ea! partid, 100 27| rogaba con lágrimas en los ojos, que salvase su honor, ocultóse 101 27| se habían agolpado a sus ojos, rogó al pajecillo, no menos 102 27| revelar ante los perspicaces ojos de su marido la terrible 103 28| deshecho de Elvira, sus ojos encendidos de llorar, una 104 28| hecho interesante a los ojos de cualquiera por indiferente 105 28| clavando tiernamente sus ojos en los de ella:~ ~ -Sí, 106 28| ha osado poner en vos los ojos.~ ~ -¡Ah!, señor, acaso 107 28| Presentóse entonces a sus ojos el amor, terrible presagio 108 28| desgracia. Asustada cerró los ojos, y no pudiendo resistir 109 28| consecuencias. Alzó los ojos al cielo Elvira y contentóse 110 28| contacto fatal. Bajó los ojos avergonzada, y hubiera querido 111 28| dentro de sus venas. Sus ojos, lanzados fuera de su órbita, 112 29| frenético que veo en tus ojos con placer, por ese amor, 113 29| Elvira, enjugándose los ojos rápidamente, y empujando 114 30| cuerpo, deja de vivir a los ojos de los hombres. A los ojos 115 30| ojos de los hombres. A los ojos de Dios vive, porque muere 116 30| vive, porque muere a los ojos de Dios; Él ha derramado 117 30| que no conocemos; a los ojos de Dios las acciones todas 118 31| insistís en creer que mis ojos, mi lengua, mis acciones 119 31| nos separará. Volved los ojos hacia mí, volvedlos; inútil 120 31| Elvira, que, perdidos los ojos en el techo y pálido el 121 32| y en vez de volver los ojos a otra Zelindaja mejor que 122 32| él y con el desvío de sus ojos el antiguo sistema de su 123 32| haber visto con sus propios ojos, que habían de comer la 124 32| en las venas; levanté los ojos, y en una de las ventanas 125 33| Bravonel, Bravonel, luz de mis ojos! -añadió el montero abarcando 126 35| Ferrus, como buscando en sus ojos si encerraría alguna intención 127 35| no se podía leer en los ojos de Ferrus sino la expresión 128 35| Y un tanto tierno de ojos, que es la razón de verle 129 35| abierta, y mirándose con ojos aún más abiertos, sin acabar 130 35| su vida, sin apartar los ojos del punto de donde él se 131 35| de lágrimas corrió de los ojos hundidos de la encarcelada, 132 35| exclamó sin apartar los ojos de la figura negra -. Dejadme: ¿ 133 35| añadió levantando los ojos al cielo -. Por piedad - 134 36| Llorad, ay, mis ojos, llorad noche y día!~ ~ ~ ~ 135 36| Llorad ,ay, mis ojos, llorad noche y día!~ ~ 136 36| arrancado lágrimas de los ojos de aquellos que silenciosamente 137 36| apartando rápidamente los ojos del que acababa de caer.~ ~ - 138 37| debieron acabar de abrir los ojos a Hernán Pérez acerca de 139 37| silencio. Leíase en los ojos de Elvira la ansiedad con 140 37| al cielo las manos y los ojos:~ ~ -Nadie -exclamó con 141 37| desdichada -levantó entonces los ojos al cielo y añadió para sí 142 37| desprecia! -bajó en seguida los ojos, y dos farautes, notando 143 38| como sabéis la niña de mis ojos; no hay mula mejor en la 144 38| para pasar, y mirando con ojos zainos a un mancebito que 145 38| continua aflicción, sus ojos hundidos y rodeados de un 146 38| lumbre, lanzaba rayos de sus ojos y parecía medir con la vista 147 38| de cuando en cuando los ojos al cielo; no se podía distinguir 148 38| grito de victoria, alzó los ojos, vio el éxito del combate, 149 38| inmóvil, ora clavando los ojos con estúpido terror en el 150 38| Elvira, devorando con sus ojos las facciones del caído -. ¡ 151 39| haber la paga.~ ~ ~ ~Mis ojos sean malditos~ ~ ~ ~Que 152 39| primer asombro, volvió los ojos hada su señor, y viendo 153 39| prisionero de creer a sus ojos.~ ~ -Ea, señor -dijo Hernando, 154 39| espectáculo que se ofreció a sus ojos! Hernando, asomado a una 155 39| entonces se ofreció a los ojos de doña María y de Elvira 156 39| tanto, miraba la sima con ojos vidriados, en que se veía 157 40| que se podía decir. Sus ojos, hundidos en el cráneo,