Cap.

  1      2|            temo que don Enrique de Villena anda hace tiempo acechando
  2      2|         saberlo que don Enrique de Villena y su esposa doña María de
  3      2|            a su tío don Enrique de Villena?...~ ~ -No; el prestigio
  4      2|            acostará don Enrique de Villena sin haber aligerado y repartido
  5      3|      Aragón, llamado comúnmente de Villena; este joven señor, uno de
  6      3|           Enrique el marquesado de Villena, que su abuelo don Alfonso,
  7      3|         del ilustre don Enrique de Villena, quien tiene envidia a la
  8      3|       efectivamente don Enrique de Villena el caballero que acaba de
  9      3|          señora, es don Enrique de Villena.~ ~ -Elvira, nuestros esposos.~ ~ -
 10      3|           al entrar don Enrique de Villena a dos personas de tres que
 11      3|              Cuando don Enrique de Villena pueda volver al estado de
 12      4|           cámara de don Enrique de Villena, adonde vamos a trasladar
 13      4|  convencerán de que don Enrique de Villena es tonto, y si él sabe más
 14      4|            quién es don Enrique de Villena.~ ~ -Señor, perdonadme si
 15      4|          porque es de advertir que Villena, acostumbrado a no ver en
 16      4|         las ventajas que de lograr Villena el maestrazgo le podrían
 17      4|         eran pocas. Don Enrique de Villena era rico por sí, es verdad,
 18      4|        pérdida de su marquesado de Villena le había privado de un sinnúmero
 19      4|            algún tanto al inquieto Villena, si bien poco o nada esperaba
 20      5|        aderezado por las gentes de Villena, descansaba, reclinado en
 21      5|         alegado su mismo tío el de Villena, a quien nada puede negar,
 22      5|      alcázar. -~ ~ -Don Enrique de Villena -respondió en tono algo
 23      5|          envía a ti don Enrique de Villena? No me había dicho que serías
 24      5|   pronuncia el nombre del señor de Villena».~ ~ -Bien, lo ; era la
 25      6|              Cuando don Enrique de Villena entró en el aposento de
 26      6|            alma.~ ~ Don Enrique de Villena era de corta estatura; sus
 27      6|     comenzó a decir don Enrique de Villena después de un breve espacio
 28      6|      entrambos nos conocemos -dijo Villena apretando la mano del mancebo
 29      6|      hubiera querido interrumpir a Villena para darle a conocer cuán
 30      6|          después de don Enrique de Villena nadie brillará más en la
 31      6|             No veía don Enrique de Villena los objetos que le rodeaban;
 32      6|            don Enrique de Aragón y Villena, conde de Cangas y Tineo,
 33      6|           que ocupa don Enrique de Villena en Castilla;  que mi imprudente
 34      6|         interrumpió don Enrique de Villena, inmutado.~ ~ -Permitidme,
 35      6|            al salir don Enrique de Villena, que en medio de su arrebato
 36      7|              Cuando don Enrique de Villena, volviendo silenciosamente
 37      7|          había casado enamorada de Villena; verdad es que el trato
 38      7|         proposición amorosa del de Villena, y en la seguridad en que
 39      7|           pesar de los desdenes de Villena en su corazón duraba, y
 40      7|         raros tenía don Enrique de Villena, por ser libro que a la
 41      7|          fecundo, y don Enrique de Villena, por el rango que ocupaba
 42      7|           condesa, la violencia de Villena, sus solicitudes, la ausencia
 43      8|        asegurar que don Enrique de Villena y Ferrus conversaban muy
 44      8|         antes de haber descubierto Villena su plan lo tenía aplazado
 45      9|           caballero dor Enrique de Villena, cansado de esperar inútilmente
 46     10| enteramente y entró don Enrique de Villena. Hay una inclinación natural
 47     10|          un momento don Enrique de Villena las cambiantes fisonomías
 48     10|        Tenía, efectivamente, el de Villena gran facilidad para revestir
 49     10|     sentimientos de don Enrique de Villena? No negaré que pudierais
 50     10|       trató el al parecer irritado Villena de recoger su acero en cuanto
 51     11|         ausencia de don Enrique de Villena y de los caballeros de su
 52     11|           y vasallo don Enrique de Villena? -preguntó Su Alteza. Condestable, ¿
 53     11|          precedían. Don Enrique de Villena detrás, con rostro a la
 54     11|                 Ninguno -respondió Villena levantándose.~ ~ -¿Sospecháis,
 55     13|            de los esfuerzos del de Villena para dar con los robadores
 56     15|         indignación del impaciente Villena.~ ~ -Ea, Abrahem -dijo entonces
 57     15|        célebre y primer marqués de Villena quisiese patentizar a la
 58     15|          ser...~ ~ -Don Enrique de Villena.~ ~ -Justo. Mañana me ha
 59     16|          relucientes doblas del de Villena, y que animado con su sonido
 60     16|        nieto del primer marqués de Villena del alto puesto a que está
 61     17|             Ocupaba don Enrique de Villena, como tío segundo que era
 62     17|           Hernán Pérez -dijo el de Villena dándole con el codo.~ ~ -
 63     17|          acusadora. Don Enrique de Villena, de cuyo semblante había
 64     17|       añadió con voz trémula el de Villena, echando el resto a su mal
 65     17|         mirando alternativamente a Villena y a la tapada.~ ~ -¡Don
 66     17|      alevosía y que don Enrique de Villena se viese así ultrajado en
 67     17|          víctima del rencor del de Villena si tomaba la defensa de
 68     17|   acusación hecha a don Enrique de Villena; preguntó si algún caballero
 69     17|       entrometía, y don Enrique de Villena, cuya alegría se había manifiestamente
 70     17|           don Enrique de Aragón de Villena, conde de Cangas y Tineo,
 71     17|          Macías y a don Enrique de Villena para que en combate singular
 72     18|          habitación don Enrique de Villena se había despedido de él
 73     18|           carcajada don Enrique de Villena.~ ~ -¿Te ríes, señor?~ ~ -¿
 74     19|    indudable es que don Enrique de Villena, una vez adoptadas sus ambiciosas
 75     19|      maestrazgo que don Enrique de Villena, en aquella época, sobre
 76     19|    hubieran reunido igualmente con Villena contra don Luis si hubiera
 77     19|       ellos esta vez, a saber: que Villena prestaba mucho campo a la
 78     19|          el alma de don Enrique de Villena, tanto más cuanto que a
 79     19|       había dormido don Enrique de Villena, a quien no se le ocultaba
 80     20|          conocéis a don Enrique de Villena?...~ ~ -Porque le conozco,
 81     20|       mujer el poder del insolente Villena.~ ~ -Y su bizarro valor
 82     22|    Regocijóse mucho don Enrique de Villena al principio de su narración,
 83     22|           Abenzarsal -dijo por fin Villena con la violencia que se
 84     22|           Basta, Abenzarsal -gritó Villena mirando al reloj -. Cada
 85     22|         Tomad, sin embargo -repuso Villena arrojándole otro bolsón
 86     22|            entre dientes detrás de Villena, que a pasos precipitados
 87     22|           cámara de don Enrique de Villena, caminaban hacia el soto
 88     23|         escudero de don Enrique de Villena había necesitado también
 89     23|          de algunos siervos del de Villena. Otros, sin embargo, de
 90     24|        tentativa de don Enrique de Villena y del judío Abenzarsal para
 91     24|          ya casi en posesión el de Villena. No fue tan bien recibida
 92     24|            Alteza al adversario de Villena. Pero no tardó mucho Macías
 93     24|       ofendido -contestó fríamente Villena - de vuestra inconcebible
 94     24|        niego.~ ~ -Escuchad -añadió Villena en voz casi imperceptible - , ¿
 95     25|         hallado con don Enrique de Villena el hidalgo Fernán Pérez;
 96     25|      comida que dio don Enrique de Villena a los que debían presenciar
 97     25|            dos hombres de armas de Villena, una hermosa armadura blanca
 98     25|         allegados a don Enrique de Villena vistiéronle, sobre la cota
 99     25|       acompañaban a don Enrique de Villena le ciñó la coraza antigua,
100     25|            después. Don Enrique de Villena, adelantándose en seguida,
101     26|        brujerías de don Enrique de Villena. Mientras tanto, no era
102     26|         tendido.~ ~ Don Enrique de Villena no dejaba de estar inquieto
103     26|    maquinaciones de don Enrique de Villena, de su juglar confidente
104     26|         motivo de inquietud, fuese Villena, fuese otro más valiente
105     28|      llamado.~ ~ ~ ~Don Enrique de Villena.~ ~ ~ ~Infierno de los enamorados.~ ~ ~ ~
106     28|        Alteza y con don Enrique de Villena, que ambos a dos le habían
107     28|            Alteza y don Enrique de Villena, otras tantas ha vuelto
108     30|          convenirme -decía agitado Villena al astrólogo un día -. Cuando
109     30|          Maldito viejo! -refunfuñó Villena entre dientes -. ¿Cuándo
110     30|             Por Santiago! -exclamó Villena despechado -; tenéis razón,
111     30|                    Volvemos? -dijo Villena desesperado, con lastimoso
112     30|          os debo, amigo mío! -dijo Villena estrechando sus manos.~ ~ -
113     30|         Señor -dijeron a un tiempo Villena y el físico - , ¿es posible? ¿
114     32|       declarado por don Enrique de Villena, a causa de la influencia
115     32|          pertenece en el día al de Villena; que les fueron abiertas
116     33|          que lo prende el conde de VillenaEfectivamente, el mismo
117     33|           que, por su posición con Villena, debía de interesarse más
118     33|           juglar de don Enrique de Villena, que Dios maldiga, hombre
119     34| prosperidad futura dependía de que Villena saliese con el maestrazgo,
120     37|        acusadora de don Enrique de Villena. Añadióle que él había recibido
121     37|       hechicería de don Enrique de Villena y del judío, pero desde
122     37|           de su manejo; sobre todo Villena, que había conseguido llevar
123     37|          el ilustre don Enrique de Villena, conde de Cangas y Tineo,
124     37|           del mismo don Enrique de Villena, achacándole aquel propio
125     37|            tremendo instante; pero Villena respondió a ella con insolente
126     37|         comitiva de don Enrique de Villena; Elvira, al verle, no fue
127     37|      desesperación. Don Enrique de Villena triunfaba, y una mal reprimida
128     38|       nigromante de don Enrique de Villena, que hechizó a su mujer,
129     38|         que entre el judío y el de Villena han echado un conjuro al
130     38|           pajes con las libreas de Villena, llevando el uno la lanza
131     38|            armas de don Enrique de Villena. Traía Hernán Pérez vestido
132     38|          quién se indignaba contra Villena, achacando a sus cobardes
133     38|          asombro de don Enrique de Villena, y mayor aún su indignación.~ ~ ¿
134     38|          de colores don Enrique de Villena a cada encuentro, como aquél
135     38|          su cabeza. Don Enrique de Villena, entretanto, ostentaba en
136     38|            de Dios! Don Enrique de Villena es inocente. Elvira es calumniadora.
137     38|    Albornoz vive, y don Enrique de Villena es, sin embargo, culpado
138     38|           la palestra en contra de Villena, logrando persuadir al mariscal
139     39|           de ser, Vadillo? -repuso Villena -. El infierno todo, que
140     39|           mayor indignación contra Villena. Despachó, pues, el Rey
141     39|           perturbaba. ¡Ah, traidor Villena! ¡Ah, fementido Hernán Pérez! ¡
142     39|         nuevamente. Don Enrique de Villena y los suyos acababan de
143     39| replegáronse por fin las gentes de Villena, acaudilladas por el hidalgo,
144     39|          que él.~ ~ Don Enrique de Villena fue llevado ante el rey
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