Cap.

  1      2|              pregunta al señor Fernán Pérez de Vadillo, primer escudero
  2      2|               ignorarlo, señor Fernán Pérez? Pero puedo asegurar a todo
  3      2|                deja de hablar. Fernán Pérez, dispondréis que al rayar
  4      2|                dijo - y cenad, Fernán Pérez, que bien podéis poner la
  5      2|              se despidieron de Fernán Pérez, encargándole sobre todo
  6      3|              en esos tres días Fernán Pérez de Vadillo ha venido dos
  7      3|             casé enamorada con Fernán Pérez de Vadillo, y que él no
  8      5|             estando un día con Fernán Pérez de Vadillo...~ ~ -¿Fernán
  9      5|             de Vadillo...~ ~ -¿Fernán Pérez?~ ~ -Sí, el marido de Elvira,
 10      7| desgraciadamente después que a Fernán Pérez de Vadillo. Habíase casado,
 11      7|          círculo de sus ideas. Fernán Pérez, por el contrario, era siempre
 12      7|              había prendado de Fernán Pérez; su carácter se había desarrollado
 13      9|          causar la tardanza de Fernán Pérez?~ ~ -Por el señor Santiago
 14      9|          desnudado esta noche; Fernán Pérez no aparece; Ferrus tarda... -
 15      9|           lado respetuosamente Fernán Pérez; y el conde, que le había
 16      9|           tardaré en seguiros. Fernán Pérez, quedaos.~ ~ Inclinaron
 17      9|             Tineo.~ ~ -Y bien. Fernán Pérez -dijo a éste luego que quedaron
 18      9|             de quedar servido. Hernán Pérez, ¿tenéis valor y resolución?~ ~ -
 19     10|         Alarcos.~ ~ ~ ~ Cuando Fernán Pérez de Vadillo hubo dejado su
 20     10|        llegada, en balde trató Fernán Pérez de sondear mañosamente el
 21     12|           intrigante conde con Fernán Pérez de Vadillo, trabó con él
 22     15|             ocasión.~ ~ -Y que Hernán Pérez...~ ~ -Sí; una vez impuesto
 23     15|               una vez impuesto Hernán Pérez su ruina es cierta; el escudero
 24     17|          nombraré sucesor.~ ~ -Hernán Pérez -dijo el de Villena dándole
 25     17|               de la tapada - , Hernán Pérez, ¿qué quiere decir esto?~ ~
 26     17|          quiere decir esto?~ ~ Hernán Pérez estaba tan inquieto como
 27     17|      necesario, señor -replicó Hernán Pérez, adelantándose a recoger
 28     17|           dirigir a la noche a Hernán Pérez a mi cámara.~ ~ -¿Habéis
 29     18|              le dijo - , señor Hernán Pérez; bien hacéis en venir, porque
 30     18|             lo veréis.~ ~Abrió Hernán Pérez la mampara inmediata y quedóse
 31     18|          contestó más repuesto Fernán Pérez -; os traigo la de que me
 32     18|          Jaime, si va lejos ya Hernán Pérez.~ ~ -Tan lejos que no le
 33     18|         penetrar con ellos.~ ~ Fernán Pérez, entretanto, recorría con
 34     18|               En aquel momento Hernán Pérez era de éstos; el menor ruido
 35     18|            desde que iba a ser Hernán Pérez caballero, y desde que el
 36     21|         desgraciada?~ ~ -Señor Fernán Pérez -dijo a este tiempo la conocida
 37     21|              en que forcejeaba Hernán Pérez con el doncel, sacóla de
 38     22|              empero, quiso que Hernán Pérez, al arrojarse sobre su adversario,
 39     22|                    El caído es Fernán Pérez -dijo el que parecía principal
 40     23|          inesperada entrada de Fernán Pérez de Vadillo, apenas tuvo
 41     23|             de lo ocurrido -. ¡Fernán Pérez! ¡Querido esposo! -estrechábale
 42     24|      desvanecer en el ánimo de Fernán Pérez de Vadillo todo género de
 43     24|          esperado Elvira a que Fernán Pérez la hablase del acontecimiento
 44     24|     propósitos, no bien estuvo Hernán Pérez restablecido, dirigióse
 45     24|             la enfermedad.~ ~ -Hernán Pérez -le dijo don Enrique con
 46     24|               generosa oferta, Fernán Pérez? Quédame, sin embargo, una
 47     25|     extraordinario los ojos de Fernán Pérez. Leíase en su semblante
 48     25|             Villena el hidalgo Fernán Pérez; habíale entrado a servir
 49     25|               se exigieron.~ ~ Fernán Pérez de Vadillo no podía menos
 50     25|          concurrencia, y quedó Fernán Pérez de Vadillo velando sus armas
 51     26|        perfecto y cumplido que Hernán Pérez. Éste debía ser víctima
 52     26|               armado caballero Fernán Pérez, mañana en que había bebido
 53     27|           Jaime, ¿te habló hoy Fernán Pérez a ti?~ ~ -¿A mí? Prima mía,
 54     27|               Será posible que Hernán Pérez abrigase la menor duda acerca
 55     27|                 Desdichado! ¿Y Hernán Pérez, señor?~ ~ -¡Ah! Hernán
 56     27|                señor?~ ~ -¡Ah! Hernán Pérez no vendrá. Ahora halconeaba
 57     27|            hay quien me mate? ¡Hernán Pérez!~ ~ -¿Qué hacéis?~ ~ -Llamarle.
 58     27|               llevó mi dicha. ¡Hernán Pérez!~ ~ -¡Teneos! Macías. Bien;
 59     27|             Poco después entró Hernán Pérez. El lector nos perdonará
 60     28|            que no había tenido Hernán Pérez un día que tanto hubiese
 61     28|                Jaime -continuó Hernán Pérez - , yo te llamaré.~ ~ -Ah,
 62     28|              apartar de aquí a Hernán Pérez, facilita la salida al caballero. ¡
 63     28|              edad.~ ~ -Pienso, Hernán Pérez -dijo Elvira acercándose
 64     28|             Esposa mía -repuso Hernán Pérez, cuyos deseos de conversar
 65     28|        vuestro corazón...~ ~ -¡Hernán Pérez! -exclamó asustada Elvira.~ ~ -
 66     28|   precipitándose a los pies de Hernán Pérez.~ ~ -¿Cómo pudiera yo dudarlo,
 67     28|             sobre el hombro de Hernán Pérez. Un torrente de sus lágrimas
 68     28|           primer día! -exclamó Hernán Pérez con loco frenesí; arrojándose
 69     29|          escuchando un momento Fernán Pérez -. Diría que alguien había
 70     29|          nuevo aquí? -preguntó Hernán Pérez con todo el mal humor de
 71     29|               criado -contestó Hernán Pérez -. ¡Ea!, salid.~ ~ -De buena
 72     29|                 Hermosa prima, Hernán Pérez vuelve. Serenaos.~ ~ -¡Vuelve,
 73     29|              Dónde está -gritó Hernán Pérez - , dónde el insolente que
 74     29|               corre... Teneos, Hernán Pérez... -añadió arrojándose al
 75     30|               antiguo escudero Hernán Pérez carezca de valor de ningún
 76     30|               además, mujer de Hernán Pérez.~ ~ -Cierto; pero a Macías
 77     30|      ciertamente quien venza a Hernán Pérez.~ ~ -Abenzarsal, ¡cuánto
 78     31|              por la reja.~ ~ -¡Hernán Pérez! -gritó -. ¡Hernán Pérez!
 79     31|              Pérez! -gritó -. ¡Hernán Pérez! Heme aquí sin defensa.
 80     37|              sospechar que fue Hernán Pérez, a quien no le podía convenir
 81     37|               que debió de ser Hernán Pérez. Hubo quien aseguró que
 82     37|               abrir los ojos a Hernán Pérez acerca de lo que allí podía
 83     37|        podremos afirmar es que Hernán Pérez de Vadillo, de resultas
 84     37|            cortadas razones de Fernán Pérez que éste había tenido un
 85     37|          adelantóse el hidalgo Hernán Pérez de Vadillo, que se había
 86     37|        dibujaba en sus labios. Hernán Pérez de Vadillo parecía desesperado
 87     38|        vencería.~ ~ ~ ~-Mentides, Rui Pérez Viedma,~ ~ ~ ~Pai Rodríguez
 88     38|    reconocieron ser el hidalgo Hernán Pérez de Vadillo; seguíanle dos
 89     38|              de Villena. Traía Hernán Pérez vestido sobre su arnés blanco,
 90     38|                   El rostro de Hernán Pérez, por el contrario, brilló
 91     38|        Dirigiéndose en seguida Hernán Pérez de Vadillo, conducido por
 92     38|          entrambos sus lanzas. Fernán Pérez encontró al caballero de
 93     38|               tercera, furioso Hernán Pérez del poco efecto de las lanzas,
 94     38|         incierta lucha, rompió Hernán Pérez su espada en el almete del
 95     39|                      Luego que Fernán Pérez se hubo repuesto algún tanto
 96     39|              intruso maestre a Fernán Pérez. A pesar de su nunca desmentida
 97     39|        Villena! ¡Ah, fementido Hernán Pérez! ¡De esta suerte me venceréis! ¡
 98     39|             me pertenece.~ ~ -¡Hernán Pérez! -gritó fuera de sí el doncel,
 99     39|            los combatientes, y Hernán Pérez solo se precipitó tras Macías
100     39|         Hernando, ni menos que Hernán Pérez, dentro ya con su rival,
101     39|        animados de igual furor Hernán Pérez y Macías, cerrados en la
102     39|              nadie impedir -. ¡Hernán Pérez! ¡Cesad, bárbaros, en tan
103     39|             No volvió siquiera Hernán Pérez la cabeza; antes más encarnizado
104     39|                pieza!~ ~ Quedó Hernán Pérez mirando cruzado de brazos
105     39|            Hele ahí! -le gritó Hernán Pérez señalando la zanja - ¡hele
106     39|           echándose al paso de Hernán Pérez -; ¡bárbaro! -y se dispuso
107     40|           queréis verla, señor Hernán Pérez?~ ~ -No; esos espectáculos
108     40|              desdichada, señor Hernán Pérez -dijo riéndose con indiferencia
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