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Alfabética [« »] cor 1 coraje 4 coraza 1 corazón 97 corazones 1 corbejones 1 cordel 1 | Frecuencia [« »] 98 podía 98 te 97 condesa 97 corazón 97 medio 96 muy 96 tanto | Mariano José de Larra El doncel de Don Enrique el Doliente Concordancias corazón |
Cap.
1 1| delicada contienda en su propio corazón albergaba. En la época de 2 3| encerrados eternamente en mi corazón. La vida común, en la cual 3 3| derraman tus palabras en mi corazón, Elvira! Sí tú no te consideras 4 3| ninguno...; pero mi corazón me engaña rara vez; y aun 5 3| mañana al alcázar.~ ~ -Mi corazón me decía que tenía algo 6 3| entrevista? ¿Por fin vuestro corazón, don Enrique, se ha rendido 7 3| vuestra mano; aquí tenéis el corazón criminal que os ha querido 8 3| lágrimas que han desahogado mi corazón; que de no, con mis propias 9 3| comprimida en el fondo de su corazón. En vano procuraba taparla 10 4| acontecido? Resolvió, pues, en su corazón poner de su parte cuantos 11 5| secreto que tanto en su corazón pesaba.~ ~ -¿Y hemos de 12 5| adentro había entrado en el corazón de su señor su última alegoría, 13 5| la cuerda principal de su corazón, herida fuertemente por 14 6| ojos son las ventanas del corazón y la cara el traslado del 15 6| estaba tan corrompido su corazón que no respetase todavía 16 6| crecían por momentos en su corazón. Algún tiempo dudó si, echando 17 6| determinóse en el fondo de su corazón a no dejar perecer la inocente 18 7| desdenes de Villena en su corazón duraba, y por otra la creencia 19 7| mucho trabajo el inocente corazón de la niña Elvira; pero 20 7| creado nuevamente en su corazón, había producido en su existencia 21 7| que iba tomando sobre su corazón demasiado imperio un amor 22 7| presentimiento sin duda de su corazón. Había perdido la significación 23 9| muerto aún, pues latía su corazón y se quejaba. Deseoso de 24 10| funestamente en sus oídos y en su corazón, y el silencio y la duda 25 12| había hecho lugar en su corazón, y es huésped por cierto 26 14| violentamente en el pecho el corazón de Macías; miraba una y 27 14| espada, ¡cuán poco conoces el corazón del hombre! ¡Un amante correspondido, 28 15| endurece de esa suerte el corazón del hombre, quemaré mis 29 16| momentos de luto para su corazón. No he visto, pues, al conde...~ ~ -¿ 30 17| impedido.~ ~ -Sensible es a mi corazón, doncel, que cuando os veo 31 17| palpitaba violentamente el corazón dentro del pecho, y mientras 32 18| Vadillo? Habladme con el corazón en la mano... ¿Queréis que 33 19| darle entrada en vuestro corazón, pero yo en mi nombre, y 34 20| condescendencia hay en el corazón del hombre, el más duro, 35 20| tenido nunca tal vez, y en su corazón una afición...~ ~ -Perdonad, 36 21| hicieron todas para monteros de corazón. No gusto yo de ardides; 37 21| no pone más pavor en el corazón del asustado marinero que 38 21| en lo más profundo de su corazón.~ ~ -¡Oídme! -gritaba el 39 22| malo completamente, en cuyo corazón domina todavía el conocimiento 40 22| ira crecía más y más en el corazón con cada respuesta del arrogante 41 23| todo género de duda en el corazón de Vadillo con respecto 42 23| salía de lo más hondo de su corazón y que hizo abrir al herido 43 23| acercaba éstas otra vez a su corazón por ver si palpitaba todavía... 44 23| triunfaba entonces en su corazón de mujer.~ ~ Dejémosla entregada 45 24| vez se arraigaba más en su corazón, la hiciese no hallar gusto 46 24| volviendo la serenidad al corazón de su esposo, conforme iba 47 24| abrirme francamente vuestro corazón? -contestó don Enrique -. ¿ 48 24| estamos; abridme vuestro corazón; decidme, ¿no tenéis alguna 49 25| alegría que inundaba su corazón. Efectivamente, la orden 50 25| sabremos decir si vuelto su corazón a Dios hizo sacrificio ante 51 25| inconsecuencia a la flaqueza del corazón humano o a la mezcla extraordinaria 52 25| no había dado lugar en su corazón.~ ~ Acabada la ceremonia, 53 26| continuamente clavado en el corazón el dardo que se ahondaba 54 26| sus ojos solos, o es su corazón también el que me mira? ¿ 55 26| arde siquiera en vuestro corazón una chispa de esperanza?~ ~ -¿ 56 26| muere la esperanza en el corazón del hombre? Yo la he visto 57 26| ángeles; yo sólo conozco el corazón humano.~ ~ -Judío, ¿y qué 58 26| baño de agua caliente en el corazón de enero, ¿no hubierais 59 26| la alegría que henchía su corazón, surcaron sus encendidas 60 26| quien hubiera leído en su corazón, que Elvira o la muerte 61 27| Jaime, no despedaces mi corazón; tú que le conoces, tú que 62 27| lo pido, y os lo pido de corazón. No quiero sucumbir, no 63 27| ahogó en el fondo de mi corazón. Mis ojos, sin embargo, 64 27| caracteres de fuego en el corazón del hombre un sentimiento 65 27| estado? Preguntadle a mí corazón por qué latió en mi pecho 66 27| tranquilidad que en vano me pide mi corazón en la ciudad, y allí Macías, 67 27| hunde su acero en vuestro corazón, como debiera sin duelo 68 27| haber llenado de luto mi corazón, con haber hecho de mis 69 27| volcán inmenso que arde en tu corazón. Si fui imprudente, lo confieso, 70 27| anonada como el rayo el corazón en donde cae, que rompe 71 27| Macías estrechaba sobre su corazón a la infeliz Elvira, que 72 27| momento. Así resonó en el corazón del doncel, como el eco 73 28| Elvira no había ganado el corazón del doncel sino a costa 74 28| calidad de caballero, y el corazón del hombre es harto débil 75 28| para sí Elvira, hasta cuyo corazón había penetrado esta casual 76 28| tiempo a esta parte. El corazón del hombre se cansa del 77 28| esposo, no os abriría mi corazón. Pero ¡ah! vos sois víctima 78 28| demasiado imperio sobre vuestro corazón...~ ~ -¡Hernán Pérez! -exclamó 79 28| celoso de él. Nace de un corazón generoso; pero...~ ~ -Permitidme 80 28| Mirad; yo os pedí vuestro corazón, no os lo robé; yo no os 81 28| vierais, sin embargo, mi corazón, si vierais cuánto ha padecido... ¡ 82 28| amarguísimo dolor, del mismo corazón.~ ~ -Ah, perdonadme, Elvira - 83 28| Elvira, que resonó en su corazón como la voz de la verdad 84 29| dejado crecer en su pérfido corazón un amor odioso. ¿Y porque 85 29| su casa, porque me dio su corazón, porque quiso llamarme madre 86 29| Es mío por ventura mi corazón? ¡Macías, me has perdido! 87 31| inmenso de que no fuera mi corazón capaz, o por mejor decir, 88 31| señales de su existencia en tu corazón de hielo, que las que deja 89 34| antipatía que había nacido en su corazón repentinamente contra Ferrus, 90 34| incrustada, digámoslo así, en el corazón de una mole de piedra, que 91 34| tiempo de superstición un corazón menos determinado que el 92 35| líneas de maldecir en su corazón su osadía y su malhadada 93 37| profundo había sucedido en su corazón al amor conyugal. No se 94 37| gritaba en el fondo de su corazón que no dejaba de ser culpable 95 39| ansiedad y latiéndole el corazón con la misma fuerza que 96 39| dentro de la mía! ¡Siento su corazón latir fuertemente contra 97 39| Elvira, resonó hasta el mismo corazón de los espectadores espantados.