Cap.

 1      3|         difícil crees encontrar un esposo que me ame más que don Enrique?~ ~ -
 2      3|         difícil; pero desde que un esposo os ame más que don Enrique
 3      3|       encuentro ya en mi excelente esposo el amante por más que le
 4      3|          que creo necesitar. Si tu esposo te insultase diariamente
 5      3|            recibir dignamente a mi esposo; probablemente nos dará
 6      3|           causa que me vuelve a mi esposo un día antes de lo que esperaba? ¿
 7      3|       Albornoz - , Guiomar, ¿es mi esposo quien ha llegado?~ ~ -Sí,
 8      3|            dar entrada al esperado esposo.~ ~ -Podéis retiraros -dijo
 9      3|            consorte anhelante.~ ~ -Esposo mío -exclamó doña María,
10      3|        frías caricias de su severo esposo -. ¿Tú en mis brazos tan
11      3|    imprevista de la ausencia de su esposo, o, lo que es más creíble,
12      3|        acostumbrada a tener con su esposo escenas solitarias como
13      3|        taparla la boca su iracundo esposo imponiéndole repetidas veces
14      4|       adoptados todavía su agitado esposo. Quiso, sin embargo, explorar
15      7|          escena que con su injusto esposo acababa de tener. Sentóla
16      7|    reprimiría los desórdenes de su esposo y le impondría algún temor
17      7|           excitar los deseos de su esposo, quería tener más bien por
18      7|     solicitudes, la ausencia de su esposo, el Amadís, la indiscreta
19     10|          que no esperáis a vuestro esposo. ¿Pudiera yo merecer vuestra
20     10|       modales y palabras al tirano esposo de la víspera.~ ~ -¿No queréis,
21     10|        abrigaba de veros, por fin, esposo algún día. ¡Ah! si vuestro
22     10|           Albornoz de separar a su esposo del trance que le esperaba.
23     11|           sollozando el desdichado esposo - , ¡y ojalá no hubiera
24     13|        digo... Vamos a buscar a mi esposo; averigüemos primero qué
25     13|      escenas.~ ~ Buscó Elvira a su esposo sin más demora, porque si
26     13|          del extremado honor de su esposo; sabíale ligado a los intereses
27     15|          Supongo que sabéis que un esposo de tres años no se morirá
28     15|         golpe... Vos erais también esposo y...~ ~ -Abrahem, Abrahem,
29     16|            Albornoz, y su afligido esposo ha quedado desatado de los
30     18|           afectuosas palabras:~ ~ -Esposo -le dijo - , cuán mal lo
31     18|            los labios el desairado esposo -. Pero esta mañana no os
32     18|                Lindo humor traéis, esposo. Si hubierais perdido una
33     18|           Vadillo fuera de sí.~ ~ -Esposo, ¿qué es eso? ¿Sabéis que
34     18|           buen semblante a vuestro esposo?~ ~ -¿Qué dices, Jaime? -
35     18|      mentira, mentira. Yo amo a mi esposo; ni pudiera amar sino a
36     18|         parecer artificiosa con su esposo se habrá de deducir que
37     22|          judío? ¿Sabéis que soy su esposo?~ ~ -He dicho una vez por
38     23|       quien al fin era escudero su esposo, un principio de delicadeza
39     23|        delito ostensible contra su esposo, sino aquella especie de
40     23|           sino dudarlas. El que su esposo la hubiese encontrado sola
41     23|         misma, creyendo huir de su esposo; y segundo, que para ser
42     23|          inocente; declararía a su esposo francamente su posición,
43     23|       había dejado a Macías y a su esposo. Segura, empero, e ignorante,
44     23|            esperó la llegada de su esposo con toda tranquilidad que
45     23|      ansiosa expectativa, vio a su esposo, ¡cuán distinto le vio de
46     23|             Fernán Pérez! ¡Querido esposo! -estrechábale en sus brazos,
47     23| desaparecido de su imaginación; su esposo, herido, bañado en su sangre,
48     24|          salud de su convaleciente esposo, evitaba toda ocasión de
49     24|         serenidad al corazón de su esposo, conforme iba el peligro
50     24|         autor. Miraba a veces a su esposo, al parecer, Elvira, y su
51     24|             de la credulidad de su esposo.~ ~ En los primeros días
52     26|     expectativa. La conducta de su esposo era incomprensible, al mismo
53     26|            una mujer que debe a su esposo?...~ -¡Abenzarsal! -gritó
54     27|         hacen lo mismo que vuestro esposo.~ ~ -¡Jaime! ¿Será posible
55     27|                    Oh! Si yo fuera esposo de la hermosa Elvira, ¡qué
56     27|         allá.~ ~ -¡Silencio! Si mi esposo...~ ~ -Elvira, no temáis...~ ~ -
57     27|            donde yo voy. Veis a mi esposo, que al fin, Macías, es
58     27|          que al fin, Macías, es mi esposo, es cosa mía, y hacéis gala
59     27|           decís! ¿Os encuentra ese esposo a mis plantas casi, no hunde
60     28|            pies miraba. Amaba a su esposo por otra parte; y ¿cómo
61     28|          haceros mala obra...~ ~ -¡Esposo mío! -exclamó Elvira, destrozada
62     28|         bastante separado ya de su esposo, aparentó acariciar al ave,
63     28|            Elvira acercándose a su esposo - , que el aire libre me
64     28|      guardar secretos para vuestro esposo, no os abriría mi corazón.
65     28|            Elvira, que soy vuestro esposo... Hay un hombre, sin embargo...~ ~ -
66     28|    desorden -. ¿Vos habéis dudado, esposo? Si vierais, sin embargo,
67     28|            los pies de su suspicaz esposo su deplorable estado; pero
68     28|           encontrado con los de su esposo, tranquilos, entonces, serenos,
69     29|           temor de ver volver a su esposo -. ¿No he de llorar? ¿Qué
70     29|          arrojándose al paso de su esposo.~ ~ -¡Oh! Decidme vos si
71     29|         sus lágrimas y sollozos -. Esposo mío, ¡perdón! -y cayó de
72     31|            sino que desde entonces esposo y esposa se tratan de una
73     31|       defuera -. Así; adiós. Si mi esposo viene, él tiene otra llave. ¡
74     32|           en vida, y a los ecos su esposo, como llamaba en su delirio
75     32|           a los elementos todos su esposo, y no faltaba quien añadía
76     32|     deberle la palidez de su hija, esposo que no imaginase obra suya
77     32|    Zelindaja, que anda pidiendo su esposo a las paredes del castillo
78     32|           decía a grandes gritos. «Esposo, esposo mío.» Mirad, aún
79     32|           grandes gritos. «Esposo, esposo mío.» Mirad, aún se me hiela
80     35|        mora que viene a pedirme su esposo, según dicen las gentes
81     37|            pajecillo, o a su mismo esposo, únicos poseedores de la
82     37|         balde intentó tener con su esposo una explicación; negóse
83     37|       conducta. Ora pensando en su esposo, ora en su crítica situación,
84     37|           pelear por su causa a su esposo y a su amante.~ ~ Por último,
85     37|           ha muerto también! ¡Y mi esposo me desprecia! -bajó en seguida
86     39|      tranquila en los brazos de tu esposo esa felicidad maldecida
87     39|          en sí para reconocer a su esposo, y sobrecogida de terror,
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