Cap.

 1      2|          Tineo?...~ ~ -Pardiez, señor Vadillo, me gusta más ver al jabalí
 2      2|              al señor Fernán Pérez de Vadillo, primer escudero de su señoría?~ ~ -
 3      2|                 dijo acercándose a él Vadillo y con tono de voz apenas
 4      2|             su comisión? -interrumpió Vadillo dándole la mano y apretándosela
 5      2|         monteros?~ ~ -En efecto -dijo Vadillo -; salgamos, si es que no
 6      2|               Apartad, apartad -gritó Vadillo, sacudiéndole por un brazo
 7      2|         sardónica hacia el negligente Vadillo, que con el capacete en
 8      2|             hay duda, señor -contestó Vadillo, apreciando en su justo
 9      2|         constante amistad -. Cubríos, Vadillo; la noche empieza a refrescar
10      2| respetuosamente al extremo de la mesa Vadillo y el favorito permaneció
11      2|             de levantarse; prometiólo Vadillo, besándole el extremo de
12      3|             tres días Fernán Pérez de Vadillo ha venido dos veces a ver
13      3|         enamorada con Fernán Pérez de Vadillo, y que él no lo estaba menos
14      5|               día con Fernán Pérez de Vadillo...~ ~ -¿Fernán Pérez?~ ~ -
15      7|         después que a Fernán Pérez de Vadillo. Habíase casado, en verdad,
16      9|           inquieta. Ya estamos solos, Vadillo. ¿A qué hora habéis entrado?.~ ~ -
17      9|            bien templado.~ ~ -Seguid, Vadillo.~ ~ -Parecióme mal que a
18      9|             señora la condesa...~ ~ -¡Vadillo!~ ~ -De Elvira, señor...
19      9|            cayó.~ ~ -¿Cayó? Adelante, Vadillo. Tu recompensa igualará
20      9|              mi poder, mal caballero. Vadillo, es preciso tenerle a buen
21      9|        villanía, por Santiago. Ahora, Vadillo, es preciso no perder tiempo;
22     10|                Cuando Fernán Pérez de Vadillo hubo dejado su presa al
23     10|                nada sabía de cuanto a Vadillo traía inquieto. Hubo éste,
24     12|             conde con Fernán Pérez de Vadillo, trabó con él una breve
25     12|          descargar mi conciencia.~ ~ -Vadillo -díjole al oído el conde - ,
26     12|               persona. Con respecto a Vadillo, no dejaba de tener alguna
27     12|                  Alvar -dijo llamando Vadillo, y se abrió la puerta inmediatamente.
28     12|                 Y el preso? -preguntó Vadillo.~ ~ -Descansa en la pieza
29     18|              aquí...~ ~ -¿Os estorbo, Vadillo? Habladme con el corazón
30     18|           Silencio! -gritó con terror Vadillo.~ ~ -¿Silencio, por qué?
31     18|             Proseguid -dijo temblando Vadillo.~ ~ -Sus facciones eran
32     18|         añadió para sí, levantándose, Vadillo -; ¿si habrá muerto efectivamente
33     18|              Virgen Santísima! -gritó Vadillo fuera de sí.~ ~ -Esposo, ¿
34     18|               cráneo.~ ~ -¿Qué traes, Vadillo? -dijo levantándose don
35     18|           señor, es su sombra -repuso Vadillo, mirando atrás todavía y
36     18|                 Digo, señor -concluyó Vadillo reponiéndose - , que la
37     18|               de la condesa -concluyó Vadillo.~ ~ -¿La sombra de la condesa? ¡
38     18|         cabeza?~ ~ -Ah, señor -repuso Vadillo - , veo que si yo contara
39     18|        encargado de...?~ ~ -Deliráis, Vadillo, deliráis. Verdad es que
40     18|             atreveríais, ya que vais, Vadillo, a averiguar quién sea la
41     18|              a tus ojos, señor...~ ~ -Vadillo, os he visto pelear; 
42     23|            entrada de Fernán Pérez de Vadillo, apenas tuvo tiempo aquél
43     23|               perdida al ver entrar a Vadillo; de lo cual es forzoso inferir:
44     23|              de duda en el corazón de Vadillo con respecto a su conducta,
45     23|            regaba el pálido rostro de Vadillo con sus ardientes lágrimas,
46     23|             dirigidas por el doncel a Vadillo, y que recordaban con este
47     24|              ánimo de Fernán Pérez de Vadillo todo género de duda acerca
48     24|            solía asomarse a sus ojos. Vadillo, convaleciente aún, la miraba
49     24|               alteraba visiblemente a Vadillo, hubo de renunciar a su
50     24|             lanza o la espada -repuso Vadillo con reconcentrada tristeza -
51     24|        duraderas?~ ~ -Señor -contestó Vadillo - , ya creo haber manifestado
52     24|                Perdónala, señor -dijo Vadillo, hincándose de rodillas - ,
53     24|           obligara a ello.~ ~ -Alzad, Vadillo, y decid la gracia, que
54     24|           villano pechero.~ ~ -Alzad, Vadillo -dijo don Enrique viendo
55     24|               una gracia, a que sois, Vadillo, tan acreedor.~ ~ -Guarde
56     24|              grandeza...~ ~ -Remitid, Vadillo, vanos cumplimientos. Os
57     24|          señor...~ ~ -Calumniado, sí, Vadillo, calumniado. Pongo al cielo
58     24|         faltar...~ ~ -¿Qué es faltar, Vadillo?~ ~ -Si pudiese tan sólo
59     24|                Mi vida!~ ~ -Sosegaos, Vadillo; nunca fue mi propósito
60     25|         exigieron.~ ~ Fernán Pérez de Vadillo no podía menos de dar a
61     25|               y quedó Fernán Pérez de Vadillo velando sus armas y en oración
62     25|               que debían revestirle a Vadillo en acto tan solemne.~ ~
63     25|            donde no le hay. Al llegar Vadillo al caballero, acababa de
64     28|              darme vaya. «¡Ea!, dijo, Vadillo, hoy no estáis para cazar.
65     29|              Rom. de Gazul.~ ~ -¡Ah!, Vadillo -exclamó Elvira, creyendo
66     37|        afirmar es que Hernán Pérez de Vadillo, de resultas sin duda de
67     37|               hidalgo Hernán Pérez de Vadillo, que se había mantenido
68     37|               se alteró el implacable Vadillo; hincándose, por el contrario,
69     37|               labios. Hernán Pérez de Vadillo parecía desesperado de no
70     38|               hidalgo Hernán Pérez de Vadillo; seguíanle dos pajes con
71     38|               seguida Hernán Pérez de Vadillo, conducido por el rey de
72     38|              a lo largo de él. Apartó Vadillo su caballo como buscando
73     38|               sin embargo. Convencido Vadillo de que podía durar muy poco
74     38|               costado. Aprovechándose Vadillo entonces del momento, soltó
75     38|             silencio.~ ~ A ese tiempo Vadillo, habiendo echado ya pie
76     38|            concluido el combate. Miró Vadillo al cielo despechado y descansó
77     38|        narices al recibir el golpe de Vadillo, juntamente con el sudor
78     39|           doncel?~ ~ -¿Qué ha de ser, Vadillo? -repuso Villena -. El infierno
79     39|              y salió del palenque con Vadillo y sus caballeros y vasallos
80     39|              puerta que había cerrado Vadillo; pero ¡cuál fue su sorpresa
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