Cap.

 1      1|           vacante por la desastrosa muerte de su padre don Juan I,
 2      1|             año 1378, después de la muerte de Gregorio onceno. Habíanse
 3      1|       permitió a sus partidarios la muerte del infeliz obispo de Lisboa,
 4      2|             del arca de Noé y de la muerte de Holofernes a manos de
 5      3|           guerra, guerra os juro de muerte...~ ~ -María, es en vano;
 6      5|             el día la aborrezco. La muerte es la que me espera en la
 7      6|           en la Corte noticia de la muerte del maestre.~ ~ -Señor -
 8      6|    Calatrava a dar la noticia de la muerte del maestre, sabré ganar
 9      6|      guardar. Nadie sabrá por mí la muerte del maestre. Con respecto
10      8|        acababa de ser teatro de una muerte, según todas las apariencias.~ ~ -¿
11      9|            sé que no está herido de muerte; pero el montero al anunciármelo
12     11|            que le mate hágole de su muerte salvo y perdonado. Alzad
13     11|             dar a la extraordinaria muerte de doña María? Todos discurrían
14     11|             la manera y forma de la muerte por don Enrique referida.
15     13|       callado, pero callado como la muerte, tú, que sabes el camino,
16     13|           alcázar, de la desdichada muerte de su señora; afirmábanse
17     15|        tardanza de la noticia de la muerte del maestre de Calatrava...~ ~ -
18     15|           acaba de iluminarme, y la muerte de la condesa no es ya un
19     15|             siempre precursor de la muerte.~ ~ -¡Qué descubrimiento! ¿
20     16|           alcázar todavía la triste muerte de don Gonzalo...~ ~ -Dices
21     17|         llegada de la noticia de la muerte del maestre de Calatrava;
22     17|           la infausta noticia de la muerte del maestre.~ ~ -La sabíamos -
23     17|           En ese caso es forzosa la muerte del delincuente o la vuestra.~ ~ -¡
24     17|      capacete, parecían anunciar la muerte a todo el que se opusiese
25     17|             y aleve, y te retamos a muerte como matador de tu esposa
26     17|          traidor y aleve y digno de muerte al que fuere en la lid vencido,
27     18|     Prudencia y silencio... como la muerte, ¿estás?~ ~ -Como la muerte -
28     18|         muerte, ¿estás?~ ~ -Como la muerte -respondió el paje. Dichas
29     19|             la infausta nueva de la muerte de su tío. La primera noticia
30     19|       raciocinio hasta el día de su muerte, don Luis de Guzmán no pudo
31     21|            confusamente -; huid. La muerte, la muerte...~ ~ -No -dijo
32     21| confusamente -; huid. La muerte, la muerte...~ ~ -No -dijo Macías sin
33     22|           constelación no ordene su muerte; venid conmigo...~ ~ -¿Adónde? ¿
34     22|         será nuestra la culpa de su muerte? ¡Insensatos! Los que consienten
35     22|          ante un injusto desdén? Su muerte será acaso su felicidad.~ ~ -¡
36     22|              la hermosa al saber su muerte, la colgará como trofeo
37     22|         Muera! Yo daré cuenta de su muerte. Él ha muerto a tres de
38     23|                   Tenéis feridas de muerte?~ ~ ~ ~¿O tenéis otro algún
39     23|                 Pensando que por mi muerte~ ~ ~ ~Con ella había de
40     26|         decir que podrá acarrear mi muerte?... Porque eso, Abenzarsal,
41     26|            corazón, que Elvira o la muerte era la única alternativa
42     28|   emponzoñar su vida o adelantar su muerte; pero semejante a la abeja,
43     30|            mal; no hay vida, no hay muerte; no hay virtud, no hay crimen.~ ~ -¡
44     31|           delirio! Mi vida hoy o mi muerte. No os creo ya; nada espero
45     31|          ambos. Uniónos el amor: la muerte sola nos separará. Volved
46     31|     exigieseis, o el escándalo y mi muerte. Vos elegisteis lo peor.
47     31|          peor. Escrito estaba así. ¡Muerte y fatalidad!~ ~ -¡Ah! Silencio,
48     31|            abrasador este ósculo de muerte, que recibes, bien mío,
49     31|            todos de nuestra próxima muerte. Ellos son, Elvira, la agonía
50     31|          olvídame después. Venga la muerte ahora -añadió desasiendo
51     31|            La última, sí, porque la muerte llega!~ ~ -¡Ah! No; no lo
52     31|           Heme aquí sin defensa. La muerte os pido, la muerte.~ ~ -¡
53     31|      defensa. La muerte os pido, la muerte.~ ~ -¡Macías! -exclamó Elvira
54     32|            en dónde?~ ~ -Ved que mi muerte, moro mío, será obra de
55     32|           más que todas, y que a su muerte, la cual él no podía evitar
56     32|           redonda aun después de su muerte. No había padre que no creyese
57     34|             al asegurado doncel. Su muerte, en último caso, hubiera
58     34|      secreto del rastrillo, sólo la muerte sería el resultado de la
59     35|       dudáis.~ ~ -¿Es falsa vuestra muerte? ¿Sois vos, señora?~ ~ -¿
60     35|           Sois vos, señora?~ ~ -¿Mi muerte decís? -preguntó la desdichada - ¿
61     36|   desprendía.~ ~ ~ ~¿Será que en mi muerte te goces impía,~ ~ ~ ~Oh
62     37|            presentarle el reo de la muerte de doña María de Albornoz.
63     37|       culpable por haber evitado la muerte de Elvira y del doncel.~ ~
64     37|            en otra ocasión sobre la muerte de su esposa, la condesa
65     37|             pues, calumniadora; ¡la muerte presto; la muerte!~ ~ -Señor -
66     37| calumniadora; ¡la muerte presto; la muerte!~ ~ -Señor -se adelantó
67     38|           si lloraba la ya probable muerte del doncel. Sin creer en
68     38|             de felonía, si no de su muerte.~ ~ Estas terribles palabras,
69     38|            Albornoz, pálida como la muerte, revestida aún del negro
70     38|          que venía a librarla de la muerte que tanto había deseado.~ ~
71     39|        delicado de su honor, y cuya muerte había jurado, suplicó al
72     39|          los demás, aterrados de la muerte de sus compañeros. Precipitóse
73     39|           sabida que, después de su muerte, quedó hecho trozos en una