Cap.

 1      2|     Vestía un corto sayo pardo de montero, sujeto en el talle por
 2      2|        pariente del rey como a un montero adocenado. ¿Y puedo yo hacer
 3      2|   entrañas palpitantes; más de un montero, a punto de dar el golpe
 4      5|          que Hernando, hijo de un montero de don Juan I, y montero
 5      5|          montero de don Juan I, y montero él mismo, sólo vivía en
 6      5|         propia mano del laborioso montero. Sólo se le conocía a Hernando
 7      5|    Bravonel.~ ~ No sabía el tosco montero, poco cortesano, cuán adentro
 8      5|          antes he de decir que el montero que pasa por monte vedado,
 9      6|        dijo entre sueños el feliz montero -. ¿Tañen de andar al monte?~ ~ -
10      6|       respondió la voz gruesa del montero, y no tardó en oírse de
11      8|         endosóse un basto sayo de montero de su criado, su gorro de
12      9|           se adelantó con un solo montero y se separó de nosotros.
13      9|          encomendé al cuidado del montero que se había adelantado
14      9|         herido de muerte; pero el montero al anunciármelo añadió que
15     10|           su presa al cuidado del montero, se apresuró a desvanecer
16     12|      inmediatamente. Alvar era el montero a quien en la noche anterior
17     21|         qué? ¿No tiene ingenio un montero? No todo ha de ser tampoco
18     21|   reforzados con las palabras del montero y por el objeto de su supersticiosa
19     22|          ni menos para vestir. El montero de ley no ha de cazar nunca
20     22|         apoyado Macías en su fiel montero, por el dolor que empezaban
21     23|           en el brazo de su tosco montero, llegó a las puertas de
22     23|           fuerza sobrenatural del montero Hernando, quien, luego que
23     32|           a mi amigo Hernando, el montero de Su Alteza!~ ~ -¿Para
24     32|     después de la Almudena, ahora montero y guardabosques? -preguntó
25     32|      señor monacillo y sacristán, montero y guardabosques.~ ~ -Eso
26     32|        conversación acalorada del montero Peransúrez, acercáronse
27     32|           en voz baja al oído del montero exaltado un hombre de no
28     32|         que habéis dicho de aquel montero vuestro amigo?~ ~ -¡Sí,
29     32|       ciad en la apuesta. El buen montero ha de saber perder una pieza
30     32|          reír a todos a costa del montero, que había abandonado el
31     33|             Refirió en seguida el montero Hernando, lo mejor que pudo
32     33|       atentamente la relación del montero. Al oír esta pregunta, alzóse
33     33|           de mis ojos! -añadió el montero abarcando con la mano el
34     33|          Amo el peligro como buen montero, y osos mayores que ése,
35     33|       bocado conmigo; que el buen montero, riñón cubierto, y mañanaamanecerá
36     34|          la parte del emprendedor montero, diciéndole entre otras
37     35|           la menor resistencia al montero, el cual así lo fajaba con
38     35|         mayor duda y agitación al montero espantado -. ¡Ah! No -continuó -. ¡
39     35|         continuó -. ¡Hernando era montero! -y volvió a quedar en el
40     35|          que tanto os parecéis al montero de don Enrique? ¿Qué os
41     35|           Conocedme, ¡voto va! El montero Hernando, señora, os ha
42     35|         cómo en ese traje?~ ~ -El montero de ley, señora, no caza
43     36|         en la tosca y curtida del montero - Escuchemos.~ ~ Un ligero
44     36| enderezando su ballesta contra el montero, que salió primero a contener
45     36|            quitándose su traje de montero, vistiese la ropa del muerto
46     38|             Y ¿qué hacemos, señor montero? ¿Os parece que nos recibirá
47     38|         digo -iba refunfuñando el montero -. Dad el pie y os tomarán
48     38|         va! ¡Muchacho! -añadió el montero deteniendo a uno que corría
49     38|          ya en el palenque. Señor montero, veníos hacia acá -continuó -
50     38|     palurdo; expúsole entonces el montero cómo tenía dos palabras
51     38|        señor faraute! -replicó el montero al verse tan injustamente
52     38|         Rey, pícaro? -contestó el montero montando en cólera -. ¿Sabes
53     38|        vara de su insignia dio al montero, acabaron de indignar a
54     38|         disputa del faraute y del montero. A esta interrupción inesperada,
55     38|    Hernando con la suya? -dijo el montero a Nuño -. ¡Hase salvado
56     38|          murmullo que producía el montero irritado todavía, profiriendo
57     38|       animado parecía era nuestro montero, a quien el coraje había
58     38|        entretanto, se apoderó del montero, y llevado ante los jueces
59     38|           a Su Alteza seguido del montero, y le hablaba cosas sin
60     39|       breve pausa - , conoce a tu montero. Toma esta espada. No es
61     39|       pasión, Macías -contestó el montero -. Huyamos. Ven de grado,
62     39|           pesar.~ ~ Disponíase el montero a cumplir su amenaza apoderándose
63     39|     Dichas estas palabras asió el montero de un brazo del doncel y
64     39|           que había reconocido al montero, animaba a los suyos con
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License