Cap.

 1      2|            su esposa doña María de Albornoz no son dos amantes...~ ~ -¡
 2      3|           y su mujer doña María de Albornoz le había traído además en
 3      3|        Elvira -decía doña María de Albornoz a su camarera - , Elvira, ¡
 4      3|                 Y es doña María de Albornoz, la rica heredera y la esposa
 5      3|           dos veces, doña María de Albornoz no volvería a dar su mano
 6      3|            repitió asombrada la de Albornoz -. ¿Tan difícil crees encontrar
 7      3|           sirvientes doña María de Albornoz - , llegad hasta el alabardero
 8      3|         levantándose doña María de Albornoz - , Guiomar, ¿es mi esposo
 9      3|                Elvira! -dijo la de Albornoz, echando sobre su camarera
10      3|            y salió dejando a la de Albornoz retorciendo sus manos en
11      3|          este paso sin duda, la de Albornoz... -Al llegar aquí calló
12      3|           continuó sin oírle la de Albornoz - , ¿qué tardáis en venir
13      3|           gritó levantándose la de Albornoz animada con el ruido de
14      4|           desdichada esposa, la de Albornoz.~ ~ -¡Maldita tenacidad! -
15      4|           perdido el rastro. La de Albornoz ha dado en el más raro desatino
16      4|      llevado siempre mal con la de Albornoz, conocía que tarde o temprano
17      4|    derribar el obstáculo que la de Albornoz presentaba a su futura grandeza,
18      6|        procuraré que doña María de Albornoz, mi respetable esposa, no
19      6|      Mientras pueda salvar a la de Albornoz sin hablar, callaré; mas
20      7|          hermosa camarera de la de Albornoz; y la soledad era el gran
21      7|         que hubiese menester la de Albornoz sus consuelos en el discurso
22      8|          pudiese descubrir a la de Albornoz el peligro inminente que
23      8|            a dar su amparo a la de Albornoz, en primer lugar por pertenecer
24      8|        ligada a la suerte de la de Albornoz alimentaba Macías en todas
25     10|         las rejas de doña María de Albornoz; ¿rondaba, empero, a la
26     10|          la penosa agonía de la de Albornoz y Elvira, porque idea exacta
27     10|           exclamó alborozada la de Albornoz. Miró, sin embargo, a Elvira
28     10|          duda, señor -repuso la de Albornoz - , puede seros garante
29     10|       palabras enérgicas que la de Albornoz había pronunciado con toda
30     10|          estrechó la mano de la de Albornoz, diciendo balbuciente y
31     10|         contra sus palabras. La de Albornoz, deslumbrada por su mismo
32     10|         vehemencia deseamos. La de Albornoz tragó, pues, el cebo y el
33     10|            cámara de doña María de Albornoz, cuando la puerta misma
34     10|            Enrique! -exclamó la de Albornoz arrojándose a sus pies y
35     10|                En vano trató la de Albornoz de separar a su esposo del
36     10| introducirse en la cámara de la de Albornoz por la puerta que la unía
37     11|          singular de doña María de Albornoz, y ninguno en consecuencia
38     11|            muy amada doña María de Albornoz. Antes de tres meses me
39     11|       ilustre señora doña María de Albornoz, esposa del muy noble e
40     11|           el velo de doña María de Albornoz todos ensangrentados.~ ~ -¡
41     13|         desgracia de doña María de Albornoz, entróse en su aposento,
42     14|           la ilustre doña María de Albornoz?...~ -¿Sería posible? ¿Seríais
43     16|            muy amada doña María de Albornoz, y su afligido esposo ha
44     17|           arrostran. Doña María de Albornoz, la ilustre condesa de Cangas
45     17|          muy ilustre doña María de Albornoz, a ti y a todos los caballeros
46     18|            amistad a doña María de Albornoz, y Macías por amor a esa
47     26|      desaparición de doña María de Albornoz. El juicio de Dios le hacía
48     37|            muerte de doña María de Albornoz. Si éste le presentaba con
49     37|           la condesa doña María de Albornoz. Concluida esta ceremonia,
50     38|           La condesa doña María de Albornoz vive, y don Enrique de Villena
51     38|          condesa!~ ~ Doña María de Albornoz, pálida como la muerte,
52     39|            ruegos de doña María de Albornoz y de Elvira, pudieron más
53     39|         tiempo llegó doña María de Albornoz y Elvira, y al nombre de
54     39|        actividad.~ ~ Doña María de Albornoz y Peransúrez, no conociendo
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