Cap.

 1      2|       Villena y su esposa doña María de Albornoz no son dos amantes...~ ~ -¡
 2      2|     que muriese mi señora doña María? ¿No hay casos en que el
 3      3|      de conde, y su mujer doña María de Albornoz le había traído
 4      3|             Elvira -decía doña María de Albornoz a su camarera - ,
 5      3|        Corte...~ ~ -¿Y es doña María de Albornoz, la rica heredera
 6      3|      las cosas dos veces, doña María de Albornoz no volvería
 7      3|     una de sus sirvientes doña María de Albornoz - , llegad hasta
 8      3|         dijo levantándose doña María de Albornoz - , Guiomar, ¿
 9      3|        sólo la impaciente doña María y su distraída camarera
10      3|       Esposo mío -exclamó doña María, previniendo las frías caricias
11      3|     presto?~ ~ -¿Os pesa, doña María? - ,contestó con risa sardónica
12      3|      rompimiento? ¡Desgraciada María!... ¿Y qué causa podréis
13      3|     tan indigna conducta?~ ~ -¡María! -gritó don Enrique.~ ~ -
14      3|            sí.~ ~ -Jamás.~ ~ -¡María! ¿Conoces mi furor? Tú me
15      3|     don Enrique!...~ -¿Mentís, María, habéis dicho? ¿Mentís?~ ~ -
16      3|   hiciera pagar...~ ~ -Teneos, María; y acabemos... Si lo sabéis,
17      3|       os juro de muerte...~ ~ -María, es en vano; desprecio tus
18      6|     del día procuraré que doña María de Albornoz, mi respetable
19     10|    debajo de las rejas de doña María de Albornoz; ¿rondaba, empero,
20     10|       momento - bien veo, doña María, que no esperáis a vuestro
21     10|       otra?...~ ~ -Basta, doña María; ¿es posible que no acabéis
22     10|       Desechad las dudas, doña María. Vengo a datos una prueba
23     10|       si fuesen un lazo...~ ~-¡María!~ ~-Perdonadme; vos habéis
24     10|    duraba en la cámara de doña María de Albornoz, cuando la puerta
25     10|     tan extraña aparición doña María y su camarera; mirábanse
26     10|      de la casi desmayada doña María, vendaban su boca con su
27     11|      del robo singular de doña María de Albornoz, y ninguno en
28     11|   persona de mi muy amada doña María de Albornoz. Antes de tres
29     11|    noble e ilustre señora doña María de Albornoz, esposa del
30     11|        manto y el velo de doña María de Albornoz todos ensangrentados.~ ~ -¡
31     11|  extraordinaria muerte de doña María? Todos discurrían y se hablaban
32     13|   también la desgracia de doña María de Albornoz, entróse en
33     14|       Tineo, a la ilustre doña María de Albornoz?...~ -¿Sería
34     16|       vida a mi muy amada doña María de Albornoz, y su afligido
35     17| solemnemente a la infanta doña María, mi muy amada hija?~ ~ -
36     17|      fray Alonso Páez de Santa María, maestro en Santa Teología,
37     17|     los que la arrostran. Doña María de Albornoz, la ilustre
38     17|     esposa la muy ilustre doña María de Albornoz, a ti y a todos
39     18|    consorte por amistad a doña María de Albornoz, y Macías por
40     24|      del reino la infanta doña María, su primogénita. Más de
41     26|        la desaparición de doña María de Albornoz. El juicio de
42     30|          Acabaréis? ¡Por Santa María!~ ~ -Dejémosles en tan lisonjero
43     35|      de la galería.~ ~ -¡Santa María! -exclamó, dando diente
44     37|       reo de la muerte de doña María de Albornoz. Si éste le
45     37|        esposa, la condesa doña María de Albornoz. Concluida esta
46     38|    alta voz -. La condesa doña María de Albornoz vive, y don
47     38|  condesa! ¡La condesa!~ ~ Doña María de Albornoz, pálida como
48     39|    pesar de los ruegos de doña María de Albornoz y de Elvira,
49     39|        mismo tiempo llegó doña María de Albornoz y Elvira, y
50     39|       mayor actividad.~ ~ Doña María de Albornoz y Peransúrez,
51     39|     ofreció a los ojos de doña María y de Elvira el horroroso
52     39|    logró mantener ilesa a doña María hasta el momento de la victoria.