Cap.

 1      3|     tenían igualmente dividida su alma ardiente y que ocuparon
 2      3| atrevimiento y fisonomía llena de alma y de expresión. Su cabello
 3      3|        palidez, indicio de que su alma había sentido ya los primeros
 4      4|      Dormías, Jaime?~ ~ -Pesia mi alma si he podido en mi vida
 5      4|       aquí y lléveme el diablo mi alma una noche, sin tener arte
 6      4|         haya perdonado y tenga su alma...~ ~ -Bien; ésas no son
 7      6|           la cara el traslado del alma.~ ~ Don Enrique de Villena
 8      8|         la luz de la luna. Por el alma del cobarde, que es el diablo
 9      8|           palabra retumbaba en su alma como el golpe del martillo
10      8|           horrible realidad en el alma de Elvira. Pero al oír la
11      8|        Cristo! Aquí ha quedado su alma para pedir venganza a todo
12     10|           las sospechas que en su alma comenzaban a nacer acerca
13     10|         de sondear mañosamente el alma de su avisada esposa. Nada
14     10|       garante del deseo que en mi alma abrigaba de veros, por fin,
15     10|           y crédula oveja? Ved mi alma: yo os perdono, don Enrique;
16     10|       Apodérese el ángel malo del alma del traidor, y no le sean
17     12|       cuando pudo Alvar. Lleve mi alma el diablo si tuve yo jamás
18     16|           todo mal y purificad mi alma si estas predicciones son
19     16|      oraron fervorosamente por el alma del difunto maestre.~ ~ -
20     17|          que hubiera preparado mi alma a recibirlas dignamente. ¿
21     17|       alegría, pudiendo más en su alma que el pasado dolor, la
22     18|          señor escudero, pesia mi alma? Para burlas estamos por
23     19|         muy santa y buena para su alma, pero no daba un solo súbdito
24     19|      Enrique le habría vendido su alma, si bien no había entre
25     19|      podían resultar de poseer el alma de don Enrique de Villena,
26     26|           venas... ¿Necesitáis mi alma? ¡Maldición, maldición!
27     29|              Y le tengo acá en el alma.~ ~ ~ ~Rom. de Gazul.~ ~ -¡
28     30|        está a tu disposición; del alma nada te quiero decir, porque
29     30|        vuestro cargo endurecer mi alma y hacer de mí un pícaro
30     30|           Aquél en quien acaba el alma de separarse del cuerpo,
31     32|        largas y estrechas, con el alma de un vizcaíno, si nosotros
32     36|            Tiranos me disteis una alma de fuego?~ ~ ~ ~¿Por qué
33     37| manifestaban cuánto destrozaba su alma impetuosa el próximo triunfo
34     38|  cristiano y de caballero, por su alma y la vida que iba a perder
35     39|     indicio de la agitación de su alma.~ ~ -¡Elvira -decía hablando
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