Cap.

 1      5|         en justa compensación, ¡ay del que hiciera resonar
 2      8|       oyó en pos cerrar con un ¡ay! doloroso la ventana.~ ~
 3      8|      que la frase concluyó; un ¡ay! penetrante se escapó de
 4      8|       volvió a oír.~ ~ Llegó el ay dolorido a los oídos de
 5     10|     cuál era la causa de aquel ¡ay! doloroso y del extraordinario
 6     11| venganza o si una pasión?...~ -¡Ay de quien osare ofender la
 7     21|   cuando del pecho oprimido; un ay oscuramente pronunciado
 8     21|   desasió de él, y lanzando un ¡ay! agudo y penetrante, se
 9     22|         evitar una catástrofe. ¡Ay de nosotros si llegamos
10     23|         hacia él exhalando un i ay! que salía de lo más hondo
11     26|           Sí, sabido, sí; pero ¡ay del que se complazca en
12     27|     conocéis, de una manera... ¡Ay! Si sus ojos hubieran sido
13     27|     mundo todavía; no crezcas, ¡ay! no salgas nunca de tu dichosa
14     27|    acaban y dan lugar a otros? ¡Ay! Tú lo ignoras, Elvira.
15     29|      por enmendar sus locuras! ¡Ay, Dios mío! -prosiguió todo
16     29|          Qué han de esperarme, ¡ay de mí!, sino tormentos? ¿
17     32|       moro, pero decía él:~ ~ -¡Ay, mora mía, es tarde!~ ~ -¡
18     32|        mora mía, es tarde!~ ~ -¡Ay, moro! -le decía Zelindaja.~ ~ -
19     32|       Zelindaja.~ ~ -Es tarde, ¡ay!, es tarde -contestaba el
20     36|   grande falsía?~ ~ ~ ~¡Llorad, ay, mis ojos, llorad noche
21     36|      daño.~ ~ ~ ~Sus heces son ¡ay! fatal desengaño.~ ~ ~ ~
22     36|    heces mi labio apuró.~ ~ ~ ~¡Ay triste el que al mundo sensible
23     36|    mundo sensible nació!~ ~ ~ ~¡Ay triste el que muere por
24     36|         pérfida ingrata!~ ~ ~ ~¡Ay mísero aquél, que así amor
25     36|       así amor maltrata!~ ~ ~ ~¡Ay triste el que nunca su dicha
26     36|         mi acerbo dolor.~ ~ ~ ~¡Ay! torna a mis brazos, ven
27     36|         era alegría.~ ~ ~ ~Mas ¡ay! si en mi pena no alcanzo
28     36|        al cielo,~ ~ ~ ~¡Llorad ,ay, mis ojos, llorad noche
29     36|         voz y sin aliento.~ ~ -¡Ay! -gritó la compañera de