Cap.

 1      1|        individual que en el día casi nos garantizan nuestras
 2      1|        Juan I, éste mismo había casi abandonado las esperanzas
 3      4|        de Cangas y Tineo estaba casi en su totalidad reducido
 4      4|     partido hacía un contrapeso casi imposible de vencer por
 5      5|         flaco, que contrapesaba casi siempre con ventaja el cariño
 6      5|     había puesto, y arrojándose casi en brazos de su interlocutor:~ ~ -¿
 7      5|      mancebo, que había abierto casi inocentemente sus antiguas
 8      7|    inmediata a la alcoba donde, casi vestida también, trataba
 9     10|        éste, apoderándose de la casi desmayada doña María, vendaban
10     11|     hecha la tercera a los pies casi del trono:~ ~ -Poderoso
11     17|        podía manejar y disparar casi un hombre solo, si bien
12     17|      repitieron en voz confusa, casi a un mismo tiempo, los señores
13     18|        Separóse, al decir esto, casi por fuerza de los brazos
14     18|    cabellos erizados y los ojos casi fuera del cráneo.~ ~ -¿Qué
15     19|         de su Orden a proclamar casi tumultuosamente al conde.
16     23|       bien volvieron a cerrarse casi en el mismo instante.~ ~ -¡
17     24|       dignidad de que estaba ya casi en posesión el de Villena.
18     24| Escuchad -añadió Villena en voz casi imperceptible - , ¿sería
19     27|        ese esposo a mis plantas casi, no hunde su acero en vuestro
20     29|    adiós! -y cayó sin fuerzas y casi sin sentido sobre un sitial
21     30|           Cuando tengo vencidos casi los obstáculos todos que
22     32|   estaban clavadas y arraigadas casi ya en el suelo, como todas
23     34|   aquella caverna se encerrase. Casi enfrente de ella venía a
24     35|         en un hermoso alano que casi detrás del padre silencioso
25     35|        aventureros, donde quedó casi exánime y sin sentido.~ ~ -¿
26     39|         rumor del torrente, que casi debajo de sus pies corría,
27     39|       acababan de entrar en él. Casi al mismo tiempo llegó doña
28     39|      aún al juglar y lo ahogaba casi con su mano, intimándole