Cap.

 1      5|   últimos -ecos de los pasos del mancebo, que había abierto casi
 2      6|        que enfrente tenía era un mancebo que en caso de duda hubiera
 3      6|    Villena apretando la mano del mancebo admirado - ¿Estáis sorprendido?~ ~ -
 4      6|          a su favor el rubor del mancebo, prosiguió sin darle lugar
 5      6|         interrumpió el impetuoso mancebo levantándose y echando mano
 6      6|        descubierto sus planes al mancebo sin más fruto que su amarga
 7      6|        en la tumba del impetuoso mancebo el secreto que imprudentemente
 8      7|         en el mundo; era éste un mancebo generoso de la corte de
 9      9|        embargo, joven y gallardo mancebo.~ ~ -Él es, no hay duda.
10     14|         la frente el consternado mancebo y vio a pocos pasos de él
11     14|       por ventura, poco generoso mancebo, lo que en este momento
12     15|          Enrique el Doliente, un mancebo valeroso; las armas no pueden
13     15|              Bien; sabed que ese mancebo ha estado fuera de la Corte
14     15|        De allí a poco anuncié al mancebo que un astro fatal le perseguía
15     15|       Santo Dios!~ ~ -El crédulo mancebo me creyó y desapareció.
16     17|    Santillana.~ ~ -Ése sí que es mancebo de sutil ingenio. El joven
17     17|  alzándose la visera el denodado mancebo.~ ~ -¡Macías! -exclamó el
18     17|     caballero.~ ~ Arrodillóse el mancebo, a quien palpitaba violentamente
19     19|         habían impedido que este mancebo generoso supiese a debido
20     22|          respuesta del arrogante mancebo -: vengamos, pues, a los
21     24|          nombre el guante que un mancebo temerario arrojó públicamente
22     26|          Desde entonces el audaz mancebo revolvió en su cabeza cuantos
23     28|          el riesgo del encerrado mancebo, ni el de Elvira si llegaba
24     35|          escapaban al imprudente mancebo.~ ~ -El preso no se escapará
25     35|      sazón en aquel punto era un mancebo profundamente ignorante
26     35| reflexiones cogió entretenido al mancebo cierto profundo gemido que