Cap.

 1      3|      desdeñado las armas, para las cuales no era su carácter muy a
 2      4|         voluminosos libros, de los cuales algunos abiertos presentaban
 3      4|       motivos de sus acciones, las cuales no siempre los tenían tan
 4      7|           voces inarticuladas, las cuales producía a trechos y a pedazos,
 5      9|         grave peso, después de las cuales se dirigieron entrambos,
 6     11|           los robadores, entre los cuales contábanse criados de su
 7     17|        Castilla, a cada uno de los cuales seguían los caballeros y
 8     17|          sexto de este nombre, los cuales dijeron a Su Alteza, después
 9     17|    despachó a los embajadores, los cuales volvieron para su tierra,
10     23|    acérrimos de los amigos, en los cuales creemos como en nuestra
11     24|        infinitos castillos, en los cuales había puesto ya alcaides
12     25|       minuciosas formalidades; las cuales complicaron más y más, sobre
13     25|          los oficios, acabados los cuales se levantó el candidato,
14     25|       santo sepulcro, y contra los cuales se dirigían de todos los
15     25|          los Evangelios, sobre los cuales le repitió nuevamente. Hecho
16     32| enquillotraba a las doncellas, las cuales, al punto que apuraban a
17     32|           de Puerto Lápice, de los cuales decía Cide Hamete, que si
18     32|            los concurrentes, a los cuales no podía favorecer gran
19     32|        entrado en el castillo, las cuales gentes no se han visto salir;
20     34|          de acompañarle otros, los cuales sólo sabían que debían prender
21     36|        reunir algunos hombres, los cuales quebrantaron con sus hachas
22     38|     ballesteros y piqueros, de los cuales colocáranse unos en ala
23     38|       palabras de consuelo, de las cuales no eran contestadas unas,
24     39|   entregado a las letras, para las cuales había nacido, más bien que