Cap.

 1      5|         físico de Su Alteza, el judío Abenzarsal, y se andan a
 2      5|      vez! Dejemos la magia y el judío y el nigromante. Respóndeme,
 3     17|        de Villasandino y que el judío Baena. A propósito, ¿cómo
 4     19|     cementerio, en compañía del judío Abenzarsal; había quien
 5     21|   Plegue a Dios que no acabe el judío de volverte el juicio, señor!~ ~ -¿
 6     21|     entró en el laboratorio del judío, inquieto por sus propios
 7     21|     estar sentado trabajando el judío, y no vio a nadie. El sitial,
 8     21|        habitación. ¿Será que el judío, rendido al poder del sueño?...
 9     21|     esta enlutada?~ ~ Fingía el judío hallarse en la mayor agitación.~ ~ -
10     22|      ella en el laboratorio del judío? ¿Sabéis que soy su esposo?~ ~ -
11     23|     cual sonrisa maligna que el judío Abenzarsal había dejado
12     24|        Enrique de Villena y del judío Abenzarsal para quitar de
13     24|         tenido en la cámara del judío no había podido dejarle
14     26|  continuamente le aconsejaba el judío; pero ya hemos visto que
15     26|  encuentro que en la cámara del judío tuviera, había vuelto a
16     26|  conozco el corazón humano.~ ~ -Judío, ¿y qué me aconsejáis?~ ~ -¿
17     34|       sanguinarias, y otras del judío aplicables a todas las circunstancias
18     37| conocemos la mala intención del judío, es de presumir que alarmase
19     37|         consecuencia encargó al judío Abenzarsal de la custodia
20     37|        Enrique de Villena y del judío, pero desde sospecharlo
21     38|      quien asegura que entre el judío... Maldiga Dios a los judíos.~ ~ -
22     38|         quien dice que entre el judío y el de Villena han echado
23     39|         sugestiones del pérfido judío Abenzarsal. Éste, para salvarse