Cap.

 1      2|   todavía la tranquilidad del monte y de la selva: varias magníficas
 2      2|  cintura un largo cuchillo de monte.~ ~ En el momento en que
 3      3|      sabiendo que estoy en el monte.~ ~ -Y si sólo tu venida...~ ~ -
 4      5|   azorado jabalí en medio del monte enmarañado.~ ~ -Hernando -
 5      5|      vivía en la caza y en el monte, y así pensaba él en hablar
 6      5|       que con los venados del monte hacía tantos años tenía
 7      5|     vivir contento andando al monte del nigromante de...~ ~ -
 8      5|      la amabas como yo amo el monte.~ ~ -Como quieras; no por
 9      5|        que hay venado en el monte, en vez de salirme de él,
10      5|     he metido mis sabuesos en monte ajeno ni vedado. A quien
11      5| hiciera resonar una bocina en monte de mi señor! Mi fiel Bravonel,
12      5|       el montero que pasa por monte vedado, si el diablo le
13      5|    ijares al caballo e irse a monte suyo. ¡Voto va! que hay
14      5|  mundo y no se encierra en un monte solo toda la caza de Castilla.
15      5|       esta tarde en medio del monte las bocinas de sus amigos,
16      6| montero -. ¿Tañen de andar al monte?~ ~ -Si algo oíste, Hernando,
17     32|    valor para los raposos del monte.~ ~ Una larga carcajada
18     33|   demasía, salí a explorar el monte y a ojear los alrededores
19     35|     que necesitamos salir del monte. ¡Ea! Venid con nosotros.~ ~ -¿
20     35|     hábito con su cuchillo de monte y dejóle más adaptado a
21     39| Peransúrez, y rodeando por el monte y sonando sus bocinas en
22     40|       otras veces vive por el monte, y dicen los pastores que
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License