Cap.

 1     32|       abriles a una mora Ramada Zelindaja, hija de un reyezuelo de
 2     32|       de volver los ojos a otra Zelindaja mejor que la primera, lo
 3     32|        aprendido tan bien de su Zelindaja, que hacía oídos de mercader,
 4     32|        le había contestado a él Zelindaja:~ ~ -El honor -les decía -
 5     32|   antiguo sistema de su pérfida Zelindaja. Con lo cual tenía a las
 6     32|     caído en sus lazos la misma Zelindaja. Tuvo modo el mágico de
 7     32|         le hubo echado a pechos Zelindaja, cuando sintió renovarse
 8     32|        incauta cuanto enamorada Zelindaja; pero no bien hubo pasado
 9     32|             Ay, moro! -le decía Zelindaja.~ ~ -Es tarde, ¡ay!, es
10     32|       había querido el moro que Zelindaja muriese como las demás a
11     32| decidido, por el contrario, que Zelindaja viviese más que todas, y
12     32|        hacer compañía a la mora Zelindaja, que anda pidiendo su esposo
13     32|      del moro mago y de la mora Zelindaja y del letrero árabe del
14     32|         ese moro y a esa señora Zelindaja?...~ -¿Qué decís? -interrumpió
15     34|   antigua hechura del amante de Zelindaja, y acerca del objeto de
16     34|     menos mago que el amante de Zelindaja. De noche también, y cuando
17     35|       nunca el padre de la mora Zelindaja, Zelindaja la mora...? -
18     35|     padre de la mora Zelindaja, Zelindaja la mora...? -siguió Ferrus
19     35|        el padre.~ ~ -La mora... Zelindaja queréis decir, la que está
20     35|       alto.~ ~ -¡Perdón, señora Zelindaja, perdón! -clamó con voz