Cap.

 1      4|       por precio de la suya. Os digo que no se pasarán tres días
 2      4|       las escribo.~ ~ -¿Eh? ¿No digo yo que ésos serán encantos?...
 3      4|  afectando una risa estúpida -. Digo que si yo, hablo de mí no
 4      5|     demasiado para eso; como os digo, entré a servirle, pero
 5     13|      deja ese cordón, déjale te digo... Vamos a buscar a mi esposo;
 6     17|      Téngolo suspendido, porque digo grandes verdades en él,
 7     18|         Oís vos esa voz?~ ~ -Os digo que no puedo desechar de
 8     18|       de semejante asombro.~ ~ -Digo, señor -concluyó Vadillo
 9     20|       no habría de estarlo?~ ~ -Digo, pues, que acaso ahora con
10     27|       de su consorte...?~ ~ -No digo eso; antes creo todo lo
11     29|       ve!, quiérese escapar. Os digo que se escapará.~ ~ -¿Se
12     31| nosotros; ahora es cuando os lo digo, sabedlo; os he querido,
13     32|      porque lo creyese; lo cual digo para probar que nada se
14     35|       ya que yo no sé lo que me digo. ¿No os previne de que fui
15     35|        tal!, de cada ciento que digo.~ ~ -Pobre venado es éste,
16     38|         de Arjonilla...~ ~ -¡Si digo que está llena la casa!
17     38|      lugar en la cuadra.~ ~ -Os digo -replicó la vieja - que
18     38|   hospedada.~ ~ -He aquí lo que digo -iba refunfuñando el montero -.
19     38|       el mozo -; pero lo que yo digo es que el combate no se
20     39|       su ballesta -. ¡Ea! atrás digo.~ ~ -¡Cuerpo de Cristo! -