Cap.

 1      3|          tal es vuestro intento -continuó sin oírle la de Albornoz - , ¿
 2     16|       VII!~ ~ -Sí, Clemente VII -continuó el energúmeno - ha pagado
 3     16|     Francisco - , ¡oh portento! -continuó -; libradme, Señor, de todo
 4     16|       las señales de mi ciencia -continuó el físico - no han de ser
 5     19| comendador.~ ~ -¿Lo sufriremos? -continuó don Luis, como una piedra
 6     24|       demanda en esta coyuntura -continuó - , por mucho que me dé
 7     27|          mano del pajecillo, que continuó:~ ~ -Yo os aseguro que si
 8     28|          Estáis triste, Elvira? -continuó Hernán acariciando al pájaro
 9     28|       inferís?...~ ~ -Sí; Jaime -continuó Hernán Pérez - , yo te llamaré.~ ~ -
10     28|    oprimiéndosela cariñosamente, continuó, clavando tiernamente sus
11     31|            Dichas estas palabras continuó el doncel su camino, pidiendo
12     31|             La abren, Dios mío! -continuó escuchando con la mayor
13     35|    montero espantado -. ¡Ah! No -continuó -. ¡Hernando era montero! -
14     35|          al cielo -. Por piedad -continuó - , ¿quién sois el que tanto
15     37|        gracias, Dios mío! Señor -continuó dirigiéndose al Rey - ,
16     37|               Ya lo oís, señora -continuó Su Alteza -; dentro de una
17     38|       montero, veníos hacia acá -continuó - y veamos de dar vuelta
18     38|          clamó - , todo!~ ~ -Sí -continuó Diego Stúñiga -. La Providencia