Cap.

 1      1|  reducido, y debía estarlo, a la ciencia eclesiástica, la única que
 2      1|        escuelas al estudio, y la ciencia que adquirían era sólo el
 3      1| criminales todavía. Afectando la ciencia de los astros, o una misteriosa
 4     13|       contra los recursos de una ciencia misteriosa y... maldecida.
 5     15|            Habéis menester de mi ciencia y de las relaciones que
 6     15|        manejo de vuestra pérfida ciencia. ¿Creéis, por ventura, que
 7     15|      pues, hacer oro con vuestra ciencia?~ ~ -Si supiera hacer oro,
 8     15|         uso de vuestra recóndita ciencia. Adivinad delante de Su
 9     16|       tierra no reprobó nunca la ciencia, si bien quiso descubrir
10     16|             Si las señales de mi ciencia -continuó el físico - no
11     17|     Ahora anda enseñando la gaya ciencia al marqués de Santillana.~ ~ -
12     17|       ser ultraje.~ ~ -¿Sabéis a ciencia cierta lo que dijisteis...?~ ~ -
13     20|         Ya sabéis que mi primera ciencia es la de curar; si queréis
14     23|      dudar un solo momento de su ciencia. Corrióse por la Corte al
15     26|            Mucho me temo que esa ciencia de que os jactáis sea vana
16     26|        para sí Macías -. ¡Ah! tu ciencia es cierta. Yo nunca dije
17     30|          su honor, a su supuesta ciencia, a sus ridículas pasiones,
18     31|      predicciones, y qué tu vana ciencia? ¿Dónde está mi felicidad,
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License